INSTITUTO MUNDIAL
MARXISTA LENINISTA
REVOLUCIONARIO
SOCIALISTA - IMLRS -
Salvador Cayetano Carpio
Comandante Marcial
DEBILIDADES DEL MOVIMIENTO
REVOLUCIONARIO DE 1932
EN EL SALVADOR
El Marxismo Leninismo Revolucionario
Pensamiento Salvador Cayetano Carpio
Comandante Solo Hay Uno , Marcial !
Obras Clasicas - 5 Partes de este libro
de Salvador Cayetano Carpio
y firmadas por el con el
seudonimo de Benedicto Juárez
Primera Parte
DEBILIDADES DEL MOVIMIENTO
REVOLUCIONARIO DE 1932
EN EL SALVADOR
El Marxismo Leninismo Revolucionario
Pensamiento Salvador Cayetano Carpio
Comandante Solo Hay Uno , Marcial !
La insurrección de 1932 es el acontecimiento más grande en la lucha de clases en toda la historia de El Salvador. Es necesario desentrañar sus debilidades para extraer las enseñanzas que guíen la práctica revolucionaria actual. Este es un aporte dentro de esa labor.
EDITORIAL 32
DEBILIDADES DEL MOVIMIENTO
REVOLUCIONARIO DE 1932
EN EL SALVADOR
Benedicto Juárez
Colección: Perspectiva
Benedicto Juárez
DEBILIDADES
DEL MOVIMIENTO
REVOLUCIONARIO DE 1932
EN EL SALVADOR
EDITORIAL 32
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Julio de 1979
PRESENTACION
Muchas han sido las experiencias combativas y revolucionarias de nuestro pueblo. Ellas han servido y servirán de lecciones al movimiento de masas que se consolida día a día en nuestro país bajo la bandera de las organizaciones consecuentes con los intereses históricos del proletariado y que representan, en el proceso revolucionario, la vía más eficaz para una liberación definitiva. El estudio crítico y el análisis de los principios más auténticamente revolucionarios que deben orientar las batallas venideras, es impostergable. Contribuir a la difusión e incremento de ese estudio, es la finalidad esencial de esta publicación.
INTRODUCCION
Creemos conveniente traspasar los límites anecdóticos en que se mueven muchos de los “relatos del 32”, e intentar la penetración en la esencia de la más grande experiencia revolucionaria del proletariado y campesinado salvadoreños que registra nuestra historia. Intentarlo es un deber de toda institución o persona que se proponga, no solo interpretar los hechos históricos sino extraer de ellos las herramientas para contribuir a la transformación revolucionaria de la sociedad.
Es evidente que un fenómeno tan grande y de tanta riqueza en cuanto a lecciones para el proletariado y sus aliados no es posible analizarlo y ni siquiera compendiar todos sus rasgos esenciales en unas pocas páginas, sobre todo tratándose de un tema poco profundizado hasta hoy por las organizaciones revolucionarias del país.
Se ubica, pues, el objetivo de estas líneas, en buscar claridad a uno de los aspectos de los acontecimientos de 1932: en la búsqueda de las principales debilidades y errores del movimiento revolucionario que condujeron a su derrota.
Con el fin de ordenar la exposición de elementos dialécticamente ligados, interrelacionados y que se influyen mutuamente, podríamos esbozar el orden siguiente: lo relacionado con la clase (o las clases); con su vanguardia revolucionaria; con su estrategia general; con su estrategia y táctica militar.
I.—LA CLASE OBRERA.
Es la clase motriz fundamental de la revolución en la sociedad capitalista. En la década del 20 y principios del 30, el desarrollo de la clase obrera era sumamente débil en el País, tanto en cantidad como en calidad. En la composición orgánica de la clase obrera, el sector obrero industrial representaba un porcentaje íntimo. Predominaba de manera aplastante el sector de los operarios de pequeños talleres semi-artesanales y, en segundo lugar, los operarios concentrados en grandes talleres manufactureros (de zapatería, sastrería, carpintería, panadera, etc.) sin maquinaria industrial pero con división de las operaciones laborales que, como se sabe, es propio de la fase de transición entre el taller artesanal y la fábrica industrial. Y, en el campo, en el sector de jornaleros agrícolas predominaba el semiproletariado (campesinado pobre, que vende su fuerza de trabajo durante una parte del año).
El proletariado fabril y de grandes empresas industriales apenas despuntaba. Eso no significa que no hubiera proletariado industrial, pero su peso era casi inadvertido. En el último cuarto del siglo pasado, comenzaron a desarrollarse algunas ramas nuevas de la clase obrera: ferrocarrileros, electricistas, de construcción y de transportes, principalmente y, a partir de 1919, comienzan a instalarse las primeras fábricas textiles, aunque continua predominando la producción de telares manuales.
Tal grado de desarrollo en cantidad y calidad de la clase obrera representaba una debilidad básica para las fuerzas revolucionarias en su conjunto, dado que la clase históricamente llamada a encabezar las acciones y las transformaciones revolucionarias y la marcha hasta el Socialismo se diluía en el mar de los sectores pequeño burgueses, sin capacidad de ejercer integralmente en la práctica su dirección de clase.
En esto ubicamos una de las fundamentales debilidades de la insurrección de 1932: la debilidad de la clase históricamente llamada a convertirse en clase dirigente de la revolución: la clase obrera.
Este elemento básico no dependía de la voluntad de los hombres; vale decir, que ninguna organización o persona era “culpable” de esa situación; sino que era un factor objetivo, determinado por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas existentes en ese periodo histórico.
INSTITUTO MUNDIAL
MARXISTA LENINISTA
REVOLUCIONARIO
SOCIALISTA - IMLRS -
Salvador Cayetano Carpio
Comandante Marcial