SALPRESS
SOCIALISMO
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SOCIALISMO
SOMOS AGENCIA
NOTICIOSA
DEL PROLETARIADO
PERIODISMO
REVOLUCIONARIO.
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DEL PROLETARIADO
PERIODISMO
REVOLUCIONARIO.
NUESTRO PUNTO
DE VISTA SOCIALISTA :
NUESTRO DEBER
ES LA SOLIDARIDAD SOCIALISTA
CON TODOS
LOS PUEBLOS DEL MUNDO
QUE LUCHAN POR SU
LIBERACION DEFINITIVA
CON VISION EN EL CAMPO
DEL SOCIALISMO
POR ESTO
CATEGORICAMENTE APOYAMOS
- EL ANTI CAPITALISMO.
- EL ANTI IMPERIALISMO.
LA VIA DE LOS PROCESOS
REVOLUCIONARIOS
LA REVOLUCION PROLETARIA
POPULAR HACIA EL SOCIALISMO
EN LA PRESENTE EPOCA
DE EL IMPERIALISMO
Y DE LAS
REVOLUCIONES PROLETARIAS
CON EL MARXISMO LENINISMO
REVOLUCIONARIO
PENSAMIENTO
SALVADOR CAYETANO CARPIO
COMANDANTE SOLO HAY UNO,
MARCIAL !
LUCHANDO CONTRA
LAS VIEJAS IDEAS
BURGUESAS
CONTRARREVOLUCIONARIAS
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ES LA SOLIDARIDAD SOCIALISTA
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SALVADOR CAYETANO CARPIO
COMANDANTE SOLO HAY UNO,
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LUCHANDO CONTRA
LAS VIEJAS IDEAS
BURGUESAS
CONTRARREVOLUCIONARIAS
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Nuestro
Internacionalismo Proletario
Con El Movimiento
Revolucionario
SALPRESS
TE INFORMA
DEBATE
LATINOAMERICA
Y MUNDIAL.
SALPRESS
ES SOCIALISMO !
GRACIAS COMPAS
POR HONRARNOS
CON SU PRESENCIA
POR LOS INTERESES
COLECTIVOS
DE LOS OBREROS,
LOS CAMPESINOS,
DE LOS SECTORES
SOCIALES.
NATALICIO
CONMEMORACION
EN NUESTRO PROPIO
PAIS Y
EN EL EXTERIOR
OTROS PAISES
DE NUESTRO MAXIMO
LIDER HISTORICO
SALVADOR
CAYETANO
CARPIO
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SALVADOR
CAYETANO
CARPIO
SALPRESS
ES SOCIALISMO !
ESTAMOS INCIDIENDO
EN EL METODO
REVOLUCIONARIO
NUESTRA LUCHA
EXTRA
PARLAMENTARIA
NO -
ELECTORAL
CON LA DISIDENCIA
BPR MOSA FRM
DEMOCRATICAMENTE
NO,
A LA FARSA
ELECTORAL !
LA SEUDO
DEMOCRACIA...
GOBIERNOS TITERES !
En El Salvador Acto Central
6 de Agosto 1919 - 2014
95 años Consecuencia Historica
El Marxismo Leninismo Revolucionario
Pensamiento Salvador Cayetano Carpio
Comandante Solo Hay Uno, Marcial !
LUGAR :Santa Tecla Cementerio General.
HORA : 10 am A 6 PM
DIA : 6 de Agoto del 2014.
[ 8 am comienzan a llegar]
SALPRESS
ES SOCIALISMO !
EL BLOQUE
POPULAR
REVOLUCIONARIO
BPR
MOVIMIENTO
SOCIAL
AUTONOMO DE
EL SALVADOR
MOSA
SABADO
9 DE AGOSTO
DEL 2014 NUESTRA
INVITACION POLITICA:
CONMEMORACION
NATALICIO
DE NUESTRO
LIDER
REVOLUCIONARIO
SALVADOR
CAYETANO
CARPIO
COMANDANTE
SOLO HAY UNO,
MARCIAL !
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REVOLUCIONARIO
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6 de Agosto 1919 - 2014
95 años Consecuencia Historica
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Pensamiento Salvador Cayetano Carpio
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LUGAR :Santa Tecla Cementerio General.
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REVOLUCIONARIO
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SALVADOR
CAYETANO
CAYETANO
CARPIO
COMANDANTE
COMANDANTE
SOLO HAY UNO,
MARCIAL !
Celebración de
Memorial 95º Aniversario
Natalicio 6 de Agosto 1919
2014 - 95 años
El Marxismo Leninismo Revolucionario
Pensamiento
Salvador Cayetano Carpio
Comandante Solo Hay Uno, Marcial !
Dia : Sabado 9 de Agosto 2014.
Lugar : 43 Ave # 404 And
Prince Edward St
Vancouver,Canada.
Hora : 12 a.m. A 6 P.M.
AGENDA DE LA ASAMBLEA POPULAR:
1 - Tulita Alvarenga de Carpio
Mensaje Grabado a la Solidaridad
2013 - 2014.
2- Conversaciones Biografia Historia
de Salvador Cayetano Carpio
Comandante Marcial.
Porque se Fundaron en Nuestro
Pais El Salvador las FPLFM GPP - GPL
Fuerzas Populares de Liberacion
"Farabundo Marti" .
3- La Importancia de El Bloque Popular
Revolucionario BPR
Movimiento Social
Autonomo de El Salvador
MOSA
y Frente Revolucionario de Masas
FRM.
La Degeneracion de los Partidos Politicos
y Los Malos Gobiernos Corruptos
de Ultraderecha y Oportunistas de Izquierda.
Celebración de
Memorial 95º Aniversario
Memorial 95º Aniversario
Natalicio 6 de Agosto 1919
2014 - 95 años
El Marxismo Leninismo Revolucionario
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Salvador Cayetano Carpio
Comandante Solo Hay Uno, Marcial !
Dia : Sabado 9 de Agosto 2014.
Lugar : 43 Ave # 404 And
Prince Edward St
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Vancouver,Canada.
Hora : 12 a.m. A 6 P.M.
AGENDA DE LA ASAMBLEA POPULAR:
1 - Tulita Alvarenga de Carpio
Mensaje Grabado a la Solidaridad
2013 - 2014.
2- Conversaciones Biografia Historia
de Salvador Cayetano Carpio
Comandante Marcial.
Porque se Fundaron en Nuestro
Pais El Salvador las FPLFM GPP - GPL
Fuerzas Populares de Liberacion
"Farabundo Marti" .
3- La Importancia de El Bloque Popular
Revolucionario BPR
Movimiento Social
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Autonomo de El Salvador
MOSA
y Frente Revolucionario de Masas
FRM.
MOSA
y Frente Revolucionario de Masas
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La Degeneracion de los Partidos Politicos
y Los Malos Gobiernos Corruptos
de Ultraderecha y Oportunistas de Izquierda.
FRENTE EXTERIOR
DE LUCHA
DE SOLIDARIDAD
ANTI IMPERIALISTA
"SALVADOR ALLENDE"
FELSA
SALVADOREÑOS
EN EL EXTERIOR .
COMITE CANADIENSE DE
SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO
SALVADOREÑO EN LUCHA.
-CANADIAN SALVADOREAN
PEOPLES-
POR LA REVOLUCION
Y DEMOCRACIA,
EL SOCIALISMO
Y LA PAZ PARTICIPA.
PLATAFORMA
PROGRAMÁTICA
DEL GOBIERNO
DEMOCRÁTICO
REVOLUCIONARIO
-GDR-
HACIA
EL SOCIALISMO
Plataforma Programática
del Gobierno Democrático
Revolucionario
GDR Hacia El Socialismo
Las estructuras politicas y militares,económicas y sociales de nuestro país, que han garantizado el enriquecimiento desmesurado de una minoría oligárquica y la explotación de nuestro pueblo por el imperialismo yanqui, se encuentran en una crisis profunda e insalvable.
También se encuentra en crisis la dictadura burguesa la tirania militar fascistoide, todo el ordenamiento jurídico y la ideología que han defendido y defienden los intereses capitalistas financieros y terratenientes y oligárquicos e imperialistas norteamericanos, oprimiendo y sometiendo al pueblo salvadoreño por mas de medio siglo.
Las filas de esta clase social y politica ideologica la burguesia criolla dominante hegemonica se han agrietado y los intentos fascistoides y revisionistas reformistas de los del frente FMLN de derecha y sus mas variadas fracciones tendencias y corrientes los oportunistas y arribistas que solo buscaban un status social para superar la crisis han fracasado, victimas de sus propias contradicciones y golpeados por la decidida y heroica acción del movimiento popular de las organizaciones de masas revolucionarias y fuerza politica revolucionaria beligerante de el Bloque Popular Revolucionario BPR Movimiento Social Autonomo de El Salvador-MOSAES-y lo nuevo la alianza obrero campesina con hegemonia proletaria socialista lo edificado construido en la larga lucha revolucionaria y reivindicativa de el pueblo los trabajadores de El Salvador el Frente Revolucionario de Masas -FRM- que tiene el papel de garante de los intereses de el proletariado revolucionario de el Sujeto Revolucionario la clase social y politica ideologica la clase obrera y de el campesinado y de los sectores sociales populares y las organizaciones revolucionarias que sean creadas y que deben de fusionarse en esta estructura de esta forma se pone fin a los elementos de la Pequeño Burguesia infiltrados y que siempre tomaron la Unidad del Pueblo y de sus propias organizaciones como la via de vivir de el proceso revolucionario y ademas traicionarlo comerciar con los principios revolucionarios y venderselo a los enemigos de la criminal burguesia. Y este fracaso no ha podido ser impedido ni siquiera por la casa vez más descarada intervención norteamericana en respaldo de esos proyectos anti-populares y las variadas maniobras como fueron los resientes "Acuerdos de Paz" la deposicion de las armas por parte de el revisionismo reformismo "armado" el Frente FMLN de derecha los traidores.
El Bloque Popular Revolucionario BPR Movimiento Social Autonomo de El Salvador -MOSAES-y el -FRM-el fiel apego de las organizaciones revolucionarias a los intereses y aspiraciones del pueblo salvadoreño, ha permitido que, de manera indisoluble, se fortalezcan y ahonden sus raíces entre las grandes mayorías trabajadoras y las capas medias. El movimiento revolucionario por su arraigo popular, es ahora indestructible y constituye la única alternativa para el pueblo salvadoreño, que no podrá ser detenido ni desviado en su lucha por conquistar una patria libre en la que se realicen sus anhelos vitales.
La crisis económica y política de las clases dominantes, por un lado, y por otro, la pujanza del movimiento popular, constituido en la fuerza política decisiva de nuestro país, ha originado un proceso revolucionario y condiciones para que el pueblo asuma el poder via un autentico proceso revolucionario y una autentica democracia en oposicion a la democracia burguesa de la minoria.
Impulsamos desde ahora una Nueva Alternativa un Nuevo Modelo de hacer politica se trata de un proceso revolucionario frontal y definitivo para ir a hacer la transformación revolucionaria de nuestra sociedad, sometida hasta ahora a la injusticia, el entreguismo y el pillaje, es hoy una realidad posible y próxima. La Revolución Proletaria Popular Socialista solo mediante ella conquistará y asegurará nuestro pueblo las libertades y derechos democráticos que le han sido negados y estamos el proletariado revolucionario obligados a aprender de las desviaciones del Frente FMLN-FDR de la correcta Linea Estrategica de la Guerra Popular Prolongada y de la Guerra Popular de Liberación,y entender que ellos nunca fueron verdaderos revolucionarios los que lleban a la toma del poder a los obreros y a los campesinos y a los sectores sociales populares en alianza organica,y que ellos tienen limitaciones son Pequeños Burgueses ellos los del Frente FMLN-FDR de derecha traicionaron las pruebas miren donde estan parados hoy y compartiendo el poder con los enemigos de clase antagonicos de la burguesia criolla la contrarrevolución.
Únicamente la revolución solucionará el problema agrario, generando en beneficio de las masas campesinas y de los asalariados agrícolas condiciones materiales y espirituales de vida favorables a la inmensa mayoría de nuestra población, sumida hoy en la miseria, el atraso cultural y la marginalidad.
Despues de "Los Acuerdos de Paz"con la Via de Las Elecciones y el derecho de Voto no hay"CAMBIOS"hay la hambruna y la extrema pobreza,un salario minimo injusto,y el ladronismo contrarrevolucionario de todos los partidos politicos electoreros existentes de la derecha y de la ultraderecha que es el multipartidismo para recomponer la via capitalista y neoliberal estos son Arena,Fmln,Gana,Pcn,Pdc,Psp,Fps,Cd,Pd Psd y Pcs TR Mdp MNP ellos caminan la via del desprestigio y difamandose ellos mismos como politicos electoreros y comerciantes usureros.
Será la Revolución Proletaria Popular Hacia El Socialismo la que conquiste la verdadera independencia política de nuestro país, dándole al pueblo salvadoreño el derecho de determinar libremente su destino y de alcanzar la independencia económica real y por esto hemos continuado luchando sin concesiones al idealismo de los Pequeños Burgueses de derecha y de ultraderecha FMLN-FDR y los del ERP-PRS y RN-FARN que en conjunto traficaron con las promesas hechas al pueblo los trabajadores .
Esta revolución es por ello,proletaria,popular democrática hacia el socialismo,contra la oligárquia;Anti Capitalista y Antiimperialista y busca conquistar la efectiva y verdadera independencia nacional. Sólo la victoria revolucionaria detendrá la violencia institucionalizada la criminal represión y hará posible que el pueblo conquiste la paz de que hoy no goza; una paz sólida, basada en la libertad, la justicia social y la independencia nacional y lo cual sera distintamente de la falsedad de "LOS ACUERDOS DE PAZ" de 1992.
Esta Revolución Proletaria Popular Socialista que esta en marcha, no es, ni podrá ser, la obra de un grupo de conspiradores; por el contrario, es el fruto de la lucha de todo el pueblo, es decir, de lo obreros, de los campesinos, de las capas medias en general y todos los sectores y personas honestamente democráticas y patrióticas.
Las filas más conscientes y organizadas del pueblo los trabajadores salvadoreños, que ya son multitudinarias, combaten ahora cada vez más ensanchadas y unidas. Por su disposición combativa, su grado de conciencia, temple y organización y su espíritu de sacrificio en aras del triunfo popular contamos con un Nuevo Tipo de organización el Frente Revolucionario de Masas-FRM-la alianza de los obreros y campesinos ha confirmado ser el más firme puntal para garantizar la consecuencia y firmeza del movimiento hacia la liberación, en el cual se unen como expresión de la unidad de todo el pueblo los trabajadores las fuerzas revolucionarias y las fuerzas democráticas, los dos grandes campos en la larga lucha prolongada y de liberación librada para el pueblo los trabajadores salvadoreños.
La tarea decisiva de la Revolución Proletaria Popular Socialista, de la cual depende el cumplimiento de todas sus tareas y objetivos, es la conquista del poder y la instauración de un GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO que emprenda, a la cabeza del pueblo los trabajadores, la construcción de una nueva sociedad.
TAREAS Y OBJETIVOS de la Revolución Proletaria Popular Socialista
Las tareas y objetivos de la Revolución Proletaria Popular Socialista en El Salvador son las siguientes:
1. Derrocar la dictadura militar reaccionaria de la oligarquía y el imperialismo yanqui, impuesta y sostenida contra la voluntad del pueblo salvadoreño desde hace cincuenta años; destruir su criminal maquinaria político-militar y establecer el GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO, fundamentado en la correcta unidad de el pueblo las fuerzas revolucionarias y democráticas, en el Ejército Popular y en el pueblo los trabajadores salvadoreños.
2. Poner fin al poder y dominio político, económico y social en general, de los grandes señores del capital y de la tierra.
3. Liquidar definitivamente la dependencia económica, política y militar de nuestro país respecto al imperialismo yanqui.
4. Asegurar los derechos y libertades democráticas para todo el pueblo, particularmente para las masas trabajadoras, que son quienes menos los han disfrutado.
5. Traspasar al pueblo, mediante la nacionalización y la creación de empresas colectivas y asociativas, los medios de producción y distribución fundamentales, ahora acaparados por la oligarquía y los monopolios estadounidenses: la tierra en poder de los grandes terratenientes, las empresas productoras y distribuidoras de electricidad, la refinación del petróleo, las empresas industriales, comerciales y de servicios monopólicos, el comercio exterior, la banca, las grandes empresas del transporte. Todo ello sin afectar a los pequeños y medianos empresarios privados, a los cuales se dará estímulo y apoyo, en todo sentido, en las diversas ramas de la economía nacional.
6. Elevar el nivel material y cultural de la vida de la población.
7. Crear el nuevo Ejército de nuestro país, que surgirá fundamentalmente en base del Ejército Popular construido en el curso del proceso revolucionario,al cual podrán incorporarse aquellos elementos sanos, patrióticos y dignos que pertenecen al ejército actual.
8. Impulsar la organización popular dentro de el Frente Revolucionario de Masas-FRM- en todos los niveles, sectores y formas, para garantizar su incorporación activa, creadora y democrática al proceso revolucionario y conseguir la más estrecha identificación entre el Pueblo Trabajadores y el Gobierno Democratico Revolucionario GDR Socialista.
9. Orientar la política exterior y las relaciones internacionales de nuestro país, por los principios de la independencia y la autodeterminación, la solidaridad, la convivencia pacífica, la igualdad de derechos y el respeto mutuo entre los estados.
10. Con todo ello, asegurar en nuestro país la paz, la libertad, el bienestar del pueblo y el sucesivo progreso social.
EL GOBIERNO DEMOCRATICO REVOLUCIONARIO,SU INTEGRACIÓN Y SU PLATAFORMA DE CAMBIOS POLÍTICOS, ESTRUCTURALES Y SOCIALES:
El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO GDR SOCIALISMO DE MASAS POPULARES Y CIUDADANOS se integrará con representantes del movimiento revolucionario y popular de las organizaciones revolucionarias de masas y fuerza politica revolucionaria beligerante,y sectores sociales populares y personalidades democráticos, dispuestos a participar en la realización de la presente Plataforma Programática.
Este Gobierno GDR DE SOCIALISMO DE MASAS POPULARES Y CIUDADANOS se apoyará en una amplia base social y política formada en primer lugar, por la clase obrera, el campesinado y las capas medias avanzadas; íntimamente unidas a ellas, estarán todas las capas sociales dispuestas a llevar adelante esta Plataforma; pequeños y medianos empresarios industriales, comerciales, artesanales, agropecuarios (pequeños y medianos cafetaleros y de los otros renglones de la agricultura y ganadería).
Comprenderá así mismo, a los profesionales y tecnicos honestos, al clero progresista, a organizaciones democráticas, a los oficiales dignos y honestos del ejercito, que estén dispuestos a servir a los intereses del pueblo y todo otro sector, grupo, personalidades o segmentos que aboguen por la amplia democracia para las masas populares, por el desarrollo independiente, por la liberación popular.
Todas estas fuerzas concurren actualmente a integrarse en una alianza popular y revolucionaria que es el Frente Revolucionario de Masas -FRM-que se respeta plenamente la ideología proletaria socialista y el credo religioso de cada uno. La forma orgánica de esta alianza obrero campesina con hegemonia proletaria socialista estara al servicio del pueblo los trabajadores salvadoreños,será el resultado de aplicar el socialismo la linea politica el marxismo leninismo revolucionario pensamiento Salvador Cayetano Carpio,Comandante Solo Hay Uno Marcial; y lo cual de acuerdo a cada pais y revolución proletaria socialista y comunista concreta a dado su propio potencial en Vietnam,Corea del Norte y China popular con los pensamientos Ho Chi Minh,Kim Ill Sung y Mao Tse Tung donde la clase obrera ha tenido el papel de garante y la hegemonia proletaria socialista contra las viejas ideas burguesas.
I. MEDIDAS INMEDIATAS EN LO POLÍTICO
1. Cese a la violencia institucionalizada la represión contra el pueblo en todas sus formas y libertad de los presos políticos.
2. Esclarecimiento de los presos y desaparecidos desde 1972 y castigo a los responsables (militares y civiles) de crímenes contra el pueblo.
3. Desarme y disolución efectiva de los cuerpos represivos Fuerza Armadas de El Salvador FAES Y Policía Militar PM, Policía Nacional Civil"PNC",OIE Organismo de Inteligencia del Estado,los Antimotines y el Cuerpo de Agentes Metropolitanos CAM y bandas paramilitares privadas de la oligarquía y de toda clase de organizaciones, reales o nominales, dedicadas a la acción y difamación criminales contra el pueblo y sus organizaciones.
Los ahora mal llamados Cuerpos de Seguridad serán sustituidos por una FAPL y MPL Fuerzas Armadas Populares de Liberacion y las Milicias Populares de Liberacion seran los obreros y los campesinos mayoritariamente el poder de el Pueblo Armado por sus intereses y necesidades y la defensa de las grandes mayorias del pueblo los trabajadores de la ciudad y del campo.
4. Disolución de los actuales poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), derogatoria de la Constitución Política y de todos los decretos que la hayan modificado o sustituido. El GOBIERNO DEMOCRATICO REVOLUCIONARIO dictará una ley constitutiva y organizará al estado y sus actividades con el propósito de garantizar los derechos y libertades del pueblo y el logro de los demás objetivos y tareas de la revolución. A este respecto, el GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO se adherirá a la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” de las Naciones Unidas.
Dicha ley constitutiva regirá mientras el pueblo salvadoreño se de a una nueva Constitución Política Proletaria Popular Socialista que refleja fielmente sus intereses proletarios y de los sectores populares sociales de nuestro pais.
5. Se reestructurará el poder Municipal de manera que sea un órgano de participación popular revolucionario masivo en apoyo a la gestión del Estado, a si sera un órgano real del nuevo poder popular revolucionario socialista y comunista.
6. El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO realizará una intensa labor de educación liberadora, difusión cultural y organización entre las más amplias masas, a fin de promover su incorporación conciente al desarrollo, fortalecimiento y defensa del proceso revolucionario;Se cuenta desde ahora con la Agencia Salvadoreña de Prensa Socialista SALPRESS,Instituto de Cineastas Revolucionarios Salvadoreño Socialista ICRSS,Cadena Radial Revolucionaria CRR Radio Rebelde,Universidad Obrera de El Salvador-UOES-Salvador Cayetano Carpio Comandante Marcial Biblioteca Central Estrella Roja "Jose Dimas Alas-Clara Elizabeth Ramirez" y sitios oficiales de el Partido Politico de clase obrera Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Marti,y de la organización revolucionaria de masas y fuerza politica revolucionaria beligerante el Bloque Popular Revolucionario B.P.R. Movimiento Social Autonomo de El Salvador-MOSAES- trabajando en el proyecto revolucionario de esta plataforma programatica.
7. Fortalecer y desarrollar Las FAPL-MPL el Ejército Popular de Liberacion E.P.L., al cual se incorporarán los elementos de tropa, suboficiales, oficiales y jefes del actual Ejército que mantengan una conducta limpia, rechacen el intervencionismo extranjero contra el proceso revolucionario y apoyen la lucha liberadora de nuestro pueblo a los trabajadores obreros y campesinos y los sectores sociales populares.
El nuevo Ejército Popular de Liberacion E.P.L. será el verdadero brazo armado del Pueblo las FAPL-MPL, estará a su servicio, será absolutamente fiel a sus intereses y a su revolución; será una Fuerza Armada Popular de Liberación y Milicias Populares de Liberación FAPL-MPL verdaderamente patrióticas, defensora de nuestra soberanía y autodeterminación, decidida partidaria de la convivencia pacífica entre los pueblos.
8. Nuestro país será retirado de cualquier organismo militar o policial que sea instrumento de intervencionismo y violacion de los Derechos Humanos.
9. El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO establecerá relaciones diplomáticas y comerciales con los demás países, sin discriminar en razón de los diferentes sistemas politicos sociales, sobre la base de la igualdad del derecho, la mutua convivencia y el respeto a la autodeterminación.
Se prestará especial atención al desarrollo de relaciones amistosas con los demás países del área centroamericana (incluidos Panamá y Belice), encaminados a afianzar la paz y la vigencia del principio de no intervención. Particularmente se cultivará el estrechamiento de fraternales relaciones con Movimientos Revolucionarios y los pueblos trabajadores, como la expresión de la comunidad de ideales e intereses entre nuestra Revolución Proletaria Popular Socialista y la Revolución Proletaria Popular Socialista Mundial y las luchas de todos los pueblos por su liberacion definitiva Anti Capitalista y Antiimperialista en todo el Mundo.
Nuestro país se incorporará como miembro al movimiento de Países No Alineados y desarrollará una política invariablemente afiliada a la defensa de la paz mundial y en favor de la distensión.
II. LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES
El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO procederá a:
1. Nacionalizar todo el sistema bancario y financiero. Esta medida no afectará los depósitos demás intereses del público.
2. Nacionalizar el Comercio Exterior.
3. Nacionalizar el Sistema de Distribución de la Electricidad y de las Empresas de Producción de las mismas que estén en manos privadas.
4. Nacionalizar la refinación del petróleo.
5. Realizar la expropiación, según la conveniencia nacional, de las empresas monopólicas en la industria, el comercio y los servicios.
6. Realizar una profunda Reforma Agraria que ponga la tierra, ahora en manos de los grandes terratenientes, a disposición de las grandes masas que la trabajan, de acuerdo a un plan efectivo que beneficie a las grandes mayorías de campesinos pobres, medios y asalariados agropecuarios y que promueva el desarrollo de la producción de la agricultura y la ganadería.
La Reforma Agraria no afectará a los pequeños y medianos propietarios de tierra, quienes recibirán estímulos y apoyo para hacerla producir cada vez mejor.
7. Realizar una Reforma Urbana que beneficie las grandes mayorías, sin afectar la pequeña y mediana propiedad de inmuebles.
8.Transformar a fondo el Sistema Tributario, de manera que el pago de impuestos no recaiga sobre los trabajadores. Se disminuirán los impuestos indirectos sobre los artículos y servicios del amplio consumo.Esto se hará posible no sólo por la reforma al sistema tributario,sino también porque el Estado percibirá fuertes ingresos provenientes de la actividad del sector de la economía nacional.
9. Establecer efectivos mecanismos de ayuda crediticia, fomento económico y técnico para la pequeña y mediana empresa privada en todas las ramas de la economía del país.
10. Establecer un sistema de efectiva planificación de la economía nacional, que permita impulsar un desarrollo equilibrado.
III. MEDIDAS EN LO SOCIAL
El GOBIERNO DEMOCRATICO REVOLUCIONARIO orientará sus labores en el terreno social hacia los logros siguientes:
1. Crear fuentes de trabajo suficientes, de manera de absorber la desocupación en el más breve plazo posibles.
2. Hacer efectiva una política salarial justa basada en:
A. Regulación de los salarios, teniendo en cuenta el costo de la vida.
B. Enérgica política de control y rebaja de precios de los artículos y servicios de primera necesidad.
C. Aumento sustancial de los servicios sociales a las grandes masas populares. (Seguro Social, educación, diversiones, salud, etc.)
3. Crear un Sistema Nacional Único de Salud, que garantice a toda la
población (urbana y rural)un eficiente servicio de medicina,
principalmente preventiva.
4. Realizar una campaña masiva de alfabetización que en el menor plazo posible acabe con la lacra social del analfabetismo.
5. Desarrollar un Sistema Educativo Nacional, de manera que asegure la enseñanza primaria a toda la población en edad escolar y se amplíe sustancialmente la educación secundaria y universitaria elevando la calidad y diversificación científico-técnico en todos los niveles e incrementando progresivamente su gratuidad.
6. Promover en amplia escala la actividad y la difusión cultural, apoyando y estimulando efectivamente a los artistas y escritores nacionales, rescatando y desarrollando el patrimonio cultural de la nación, incorporando al acerbo cultural de nuestro pueblo o mejor de la cultura universal y organizando el acceso a todas las manifestaciones de la cultura para las amplias masas populares;Para esto hay ya las organizaciones revolucionarias de masas trabajando y es cuestión de tiempo y de lucha popular para masiva institucionalización.
Es opinión unánime de las fuerzas populares y de el bloque de organizaciones revolucionarias y democráticas, que sólo con la realización de las medidas contenidas en esta plataforma programatica de el -GDR-, se podrá resolver la profunda crisis estructural y política de nuestro país, en beneficio del pueblo los trabajadores salvadoreños.
Únicamente la burguesia criolla financiera y terrateniente oligarquía, el imperialismo norteamericano y quienes sirven a sus intereses antipatrióticos, se oponen y conspiran contra estos cambios y los partidos politicos Arena,Fmln,Gana,Pcn,Pdc,Psp,Fps,Cd,Pd Psd -ERP PRS y RN FARN y Pcs TR Mdp MNP via procesos electorales y la violencia institucionalizada militarista fascistoide.
A partir del 15 de octubre de 1979, diversos partidos y sectores, vanamente han intentado, desde el Gobierno, llevar a la práctica gran parte de las medidas que proponemos, sin derrotar primero al viejo poder reaccionario y represivo y sin instaurar un poder verdaderamente revolucionario y popular;En estas desviaciones caeron los del Frente FMLN-FDR y diversas organizaciones que proliferan en el pais contrarios de la correcta Linea Estrategica de la Guerra Popular Prolongada y de la Guerra Popular de Liberación,y consideramos que solo el socialismo es la solución a los grandes males de el regimen capitalista nacional y mundial.
Esta experiencia confirmó con toda claridad, que esta obra transformadora sólo puede realizarla el movimiento revolucionario unido, en alianza organica en un partido politico obrero,bloque de organizaciones revolucionarias y democráticas,y el Frente Revolucionario de Masas- FRM-unicos capaces de oxigenar la necesaria hegemonia del proletariado revolucionario socialista y comunista.
La hora de esta histórica victoria liberadora, por la que el pueblo los trabajadores salvadoreños han luchado y derramado heroicamente tanta sangre suya, está llegando y nada ni nadie podrá impedirlo y llamamos a continuar la lucha revolucionaria y reivindicatica de lo simple a lo complejo solo a si triunfaremos.
La existencia del Frente FMLN de derecha de traidores es un estorbo el legalismo,el burocratismo,el pacifismo,los electoreros;No hay mal que dure Cien Años ni el revisionismo y ni el reformismo del Frente FMLN de derecha oportunismo de pseudoizquierda no les ba a durar toda la vida,el poder electoral corrompe y desprestigia millones de dolares son estos y los del ERP PRS y RN FARN la escoria de la contrarrevolución.
¡ POR LA UNIDAD DEL PUEBLO LOS TRABAJADORES !
¡ POR LA ALIANZA OBRERO CAMPESINA
CON HEGEMONIA PROLETARIA !
¡ HACIA LA CONQUISTA DEL GOBIERNO
DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO!
¡ POR LA REVOLUCION PROLETARIA POPULAR SOCIALISTA !
¡ CONTRA EL CAPITALISMO Y EL IMPERIALISMO MUNDIAL !
FRENTE REVOLUCIONARIO DE MASAS F R M
BLOQUE POPULAR REVOLUCIONARIO B P R
MOVIMIENTO SOCIAL AUTONOMO DE EL SALVADOR
-MOSAES-
Dirección Ejecutiva Nacional - D E N -
San Salvador ,El Salvador,Centro America.
6 de Agosto del 2014.
Las estructuras politicas y militares,económicas y sociales de nuestro país, que han garantizado el enriquecimiento desmesurado de una minoría oligárquica y la explotación de nuestro pueblo por el imperialismo yanqui, se encuentran en una crisis profunda e insalvable.
También se encuentra en crisis la dictadura burguesa la tirania militar fascistoide, todo el ordenamiento jurídico y la ideología que han defendido y defienden los intereses capitalistas financieros y terratenientes y oligárquicos e imperialistas norteamericanos, oprimiendo y sometiendo al pueblo salvadoreño por mas de medio siglo.
Las filas de esta clase social y politica ideologica la burguesia criolla dominante hegemonica se han agrietado y los intentos fascistoides y revisionistas reformistas de los del frente FMLN de derecha y sus mas variadas fracciones tendencias y corrientes los oportunistas y arribistas que solo buscaban un status social para superar la crisis han fracasado, victimas de sus propias contradicciones y golpeados por la decidida y heroica acción del movimiento popular de las organizaciones de masas revolucionarias y fuerza politica revolucionaria beligerante de el Bloque Popular Revolucionario BPR Movimiento Social Autonomo de El Salvador-MOSAES-y lo nuevo la alianza obrero campesina con hegemonia proletaria socialista lo edificado construido en la larga lucha revolucionaria y reivindicativa de el pueblo los trabajadores de El Salvador el Frente Revolucionario de Masas -FRM- que tiene el papel de garante de los intereses de el proletariado revolucionario de el Sujeto Revolucionario la clase social y politica ideologica la clase obrera y de el campesinado y de los sectores sociales populares y las organizaciones revolucionarias que sean creadas y que deben de fusionarse en esta estructura de esta forma se pone fin a los elementos de la Pequeño Burguesia infiltrados y que siempre tomaron la Unidad del Pueblo y de sus propias organizaciones como la via de vivir de el proceso revolucionario y ademas traicionarlo comerciar con los principios revolucionarios y venderselo a los enemigos de la criminal burguesia. Y este fracaso no ha podido ser impedido ni siquiera por la casa vez más descarada intervención norteamericana en respaldo de esos proyectos anti-populares y las variadas maniobras como fueron los resientes "Acuerdos de Paz" la deposicion de las armas por parte de el revisionismo reformismo "armado" el Frente FMLN de derecha los traidores.
El Bloque Popular Revolucionario BPR Movimiento Social Autonomo de El Salvador -MOSAES-y el -FRM-el fiel apego de las organizaciones revolucionarias a los intereses y aspiraciones del pueblo salvadoreño, ha permitido que, de manera indisoluble, se fortalezcan y ahonden sus raíces entre las grandes mayorías trabajadoras y las capas medias. El movimiento revolucionario por su arraigo popular, es ahora indestructible y constituye la única alternativa para el pueblo salvadoreño, que no podrá ser detenido ni desviado en su lucha por conquistar una patria libre en la que se realicen sus anhelos vitales.
La crisis económica y política de las clases dominantes, por un lado, y por otro, la pujanza del movimiento popular, constituido en la fuerza política decisiva de nuestro país, ha originado un proceso revolucionario y condiciones para que el pueblo asuma el poder via un autentico proceso revolucionario y una autentica democracia en oposicion a la democracia burguesa de la minoria.
Impulsamos desde ahora una Nueva Alternativa un Nuevo Modelo de hacer politica se trata de un proceso revolucionario frontal y definitivo para ir a hacer la transformación revolucionaria de nuestra sociedad, sometida hasta ahora a la injusticia, el entreguismo y el pillaje, es hoy una realidad posible y próxima. La Revolución Proletaria Popular Socialista solo mediante ella conquistará y asegurará nuestro pueblo las libertades y derechos democráticos que le han sido negados y estamos el proletariado revolucionario obligados a aprender de las desviaciones del Frente FMLN-FDR de la correcta Linea Estrategica de la Guerra Popular Prolongada y de la Guerra Popular de Liberación,y entender que ellos nunca fueron verdaderos revolucionarios los que lleban a la toma del poder a los obreros y a los campesinos y a los sectores sociales populares en alianza organica,y que ellos tienen limitaciones son Pequeños Burgueses ellos los del Frente FMLN-FDR de derecha traicionaron las pruebas miren donde estan parados hoy y compartiendo el poder con los enemigos de clase antagonicos de la burguesia criolla la contrarrevolución.
Únicamente la revolución solucionará el problema agrario, generando en beneficio de las masas campesinas y de los asalariados agrícolas condiciones materiales y espirituales de vida favorables a la inmensa mayoría de nuestra población, sumida hoy en la miseria, el atraso cultural y la marginalidad.
Despues de "Los Acuerdos de Paz"con la Via de Las Elecciones y el derecho de Voto no hay"CAMBIOS"hay la hambruna y la extrema pobreza,un salario minimo injusto,y el ladronismo contrarrevolucionario de todos los partidos politicos electoreros existentes de la derecha y de la ultraderecha que es el multipartidismo para recomponer la via capitalista y neoliberal estos son Arena,Fmln,Gana,Pcn,Pdc,Psp,Fps,Cd,Pd Psd y Pcs TR Mdp MNP ellos caminan la via del desprestigio y difamandose ellos mismos como politicos electoreros y comerciantes usureros.
Despues de "Los Acuerdos de Paz"con la Via de Las Elecciones y el derecho de Voto no hay"CAMBIOS"hay la hambruna y la extrema pobreza,un salario minimo injusto,y el ladronismo contrarrevolucionario de todos los partidos politicos electoreros existentes de la derecha y de la ultraderecha que es el multipartidismo para recomponer la via capitalista y neoliberal estos son Arena,Fmln,Gana,Pcn,Pdc,Psp,Fps,Cd,Pd Psd y Pcs TR Mdp MNP ellos caminan la via del desprestigio y difamandose ellos mismos como politicos electoreros y comerciantes usureros.
Será la Revolución Proletaria Popular Hacia El Socialismo la que conquiste la verdadera independencia política de nuestro país, dándole al pueblo salvadoreño el derecho de determinar libremente su destino y de alcanzar la independencia económica real y por esto hemos continuado luchando sin concesiones al idealismo de los Pequeños Burgueses de derecha y de ultraderecha FMLN-FDR y los del ERP-PRS y RN-FARN que en conjunto traficaron con las promesas hechas al pueblo los trabajadores .
Esta revolución es por ello,proletaria,popular democrática hacia el socialismo,contra la oligárquia;Anti Capitalista y Antiimperialista y busca conquistar la efectiva y verdadera independencia nacional. Sólo la victoria revolucionaria detendrá la violencia institucionalizada la criminal represión y hará posible que el pueblo conquiste la paz de que hoy no goza; una paz sólida, basada en la libertad, la justicia social y la independencia nacional y lo cual sera distintamente de la falsedad de "LOS ACUERDOS DE PAZ" de 1992.
Esta Revolución Proletaria Popular Socialista que esta en marcha, no es, ni podrá ser, la obra de un grupo de conspiradores; por el contrario, es el fruto de la lucha de todo el pueblo, es decir, de lo obreros, de los campesinos, de las capas medias en general y todos los sectores y personas honestamente democráticas y patrióticas.
Las filas más conscientes y organizadas del pueblo los trabajadores salvadoreños, que ya son multitudinarias, combaten ahora cada vez más ensanchadas y unidas. Por su disposición combativa, su grado de conciencia, temple y organización y su espíritu de sacrificio en aras del triunfo popular contamos con un Nuevo Tipo de organización el Frente Revolucionario de Masas-FRM-la alianza de los obreros y campesinos ha confirmado ser el más firme puntal para garantizar la consecuencia y firmeza del movimiento hacia la liberación, en el cual se unen como expresión de la unidad de todo el pueblo los trabajadores las fuerzas revolucionarias y las fuerzas democráticas, los dos grandes campos en la larga lucha prolongada y de liberación librada para el pueblo los trabajadores salvadoreños.
La tarea decisiva de la Revolución Proletaria Popular Socialista, de la cual depende el cumplimiento de todas sus tareas y objetivos, es la conquista del poder y la instauración de un GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO que emprenda, a la cabeza del pueblo los trabajadores, la construcción de una nueva sociedad.
TAREAS Y OBJETIVOS de la Revolución Proletaria Popular Socialista
Las tareas y objetivos de la Revolución Proletaria Popular Socialista en El Salvador son las siguientes:
1. Derrocar la dictadura militar reaccionaria de la oligarquía y el imperialismo yanqui, impuesta y sostenida contra la voluntad del pueblo salvadoreño desde hace cincuenta años; destruir su criminal maquinaria político-militar y establecer el GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO, fundamentado en la correcta unidad de el pueblo las fuerzas revolucionarias y democráticas, en el Ejército Popular y en el pueblo los trabajadores salvadoreños.
2. Poner fin al poder y dominio político, económico y social en general, de los grandes señores del capital y de la tierra.
3. Liquidar definitivamente la dependencia económica, política y militar de nuestro país respecto al imperialismo yanqui.
4. Asegurar los derechos y libertades democráticas para todo el pueblo, particularmente para las masas trabajadoras, que son quienes menos los han disfrutado.
5. Traspasar al pueblo, mediante la nacionalización y la creación de empresas colectivas y asociativas, los medios de producción y distribución fundamentales, ahora acaparados por la oligarquía y los monopolios estadounidenses: la tierra en poder de los grandes terratenientes, las empresas productoras y distribuidoras de electricidad, la refinación del petróleo, las empresas industriales, comerciales y de servicios monopólicos, el comercio exterior, la banca, las grandes empresas del transporte. Todo ello sin afectar a los pequeños y medianos empresarios privados, a los cuales se dará estímulo y apoyo, en todo sentido, en las diversas ramas de la economía nacional.
6. Elevar el nivel material y cultural de la vida de la población.
7. Crear el nuevo Ejército de nuestro país, que surgirá fundamentalmente en base del Ejército Popular construido en el curso del proceso revolucionario,al cual podrán incorporarse aquellos elementos sanos, patrióticos y dignos que pertenecen al ejército actual.
8. Impulsar la organización popular dentro de el Frente Revolucionario de Masas-FRM- en todos los niveles, sectores y formas, para garantizar su incorporación activa, creadora y democrática al proceso revolucionario y conseguir la más estrecha identificación entre el Pueblo Trabajadores y el Gobierno Democratico Revolucionario GDR Socialista.
9. Orientar la política exterior y las relaciones internacionales de nuestro país, por los principios de la independencia y la autodeterminación, la solidaridad, la convivencia pacífica, la igualdad de derechos y el respeto mutuo entre los estados.
10. Con todo ello, asegurar en nuestro país la paz, la libertad, el bienestar del pueblo y el sucesivo progreso social.
EL GOBIERNO DEMOCRATICO REVOLUCIONARIO,SU INTEGRACIÓN Y SU PLATAFORMA DE CAMBIOS POLÍTICOS, ESTRUCTURALES Y SOCIALES:
El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO GDR SOCIALISMO DE MASAS POPULARES Y CIUDADANOS se integrará con representantes del movimiento revolucionario y popular de las organizaciones revolucionarias de masas y fuerza politica revolucionaria beligerante,y sectores sociales populares y personalidades democráticos, dispuestos a participar en la realización de la presente Plataforma Programática.
Este Gobierno GDR DE SOCIALISMO DE MASAS POPULARES Y CIUDADANOS se apoyará en una amplia base social y política formada en primer lugar, por la clase obrera, el campesinado y las capas medias avanzadas; íntimamente unidas a ellas, estarán todas las capas sociales dispuestas a llevar adelante esta Plataforma; pequeños y medianos empresarios industriales, comerciales, artesanales, agropecuarios (pequeños y medianos cafetaleros y de los otros renglones de la agricultura y ganadería).
Comprenderá así mismo, a los profesionales y tecnicos honestos, al clero progresista, a organizaciones democráticas, a los oficiales dignos y honestos del ejercito, que estén dispuestos a servir a los intereses del pueblo y todo otro sector, grupo, personalidades o segmentos que aboguen por la amplia democracia para las masas populares, por el desarrollo independiente, por la liberación popular.
Todas estas fuerzas concurren actualmente a integrarse en una alianza popular y revolucionaria que es el Frente Revolucionario de Masas -FRM-que se respeta plenamente la ideología proletaria socialista y el credo religioso de cada uno. La forma orgánica de esta alianza obrero campesina con hegemonia proletaria socialista estara al servicio del pueblo los trabajadores salvadoreños,será el resultado de aplicar el socialismo la linea politica el marxismo leninismo revolucionario pensamiento Salvador Cayetano Carpio,Comandante Solo Hay Uno Marcial; y lo cual de acuerdo a cada pais y revolución proletaria socialista y comunista concreta a dado su propio potencial en Vietnam,Corea del Norte y China popular con los pensamientos Ho Chi Minh,Kim Ill Sung y Mao Tse Tung donde la clase obrera ha tenido el papel de garante y la hegemonia proletaria socialista contra las viejas ideas burguesas.
I. MEDIDAS INMEDIATAS EN LO POLÍTICO
1. Cese a la violencia institucionalizada la represión contra el pueblo en todas sus formas y libertad de los presos políticos.
2. Esclarecimiento de los presos y desaparecidos desde 1972 y castigo a los responsables (militares y civiles) de crímenes contra el pueblo.
3. Desarme y disolución efectiva de los cuerpos represivos Fuerza Armadas de El Salvador FAES Y Policía Militar PM, Policía Nacional Civil"PNC",OIE Organismo de Inteligencia del Estado,los Antimotines y el Cuerpo de Agentes Metropolitanos CAM y bandas paramilitares privadas de la oligarquía y de toda clase de organizaciones, reales o nominales, dedicadas a la acción y difamación criminales contra el pueblo y sus organizaciones.
Los ahora mal llamados Cuerpos de Seguridad serán sustituidos por una FAPL y MPL Fuerzas Armadas Populares de Liberacion y las Milicias Populares de Liberacion seran los obreros y los campesinos mayoritariamente el poder de el Pueblo Armado por sus intereses y necesidades y la defensa de las grandes mayorias del pueblo los trabajadores de la ciudad y del campo.
4. Disolución de los actuales poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), derogatoria de la Constitución Política y de todos los decretos que la hayan modificado o sustituido. El GOBIERNO DEMOCRATICO REVOLUCIONARIO dictará una ley constitutiva y organizará al estado y sus actividades con el propósito de garantizar los derechos y libertades del pueblo y el logro de los demás objetivos y tareas de la revolución. A este respecto, el GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO se adherirá a la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” de las Naciones Unidas.
Dicha ley constitutiva regirá mientras el pueblo salvadoreño se de a una nueva Constitución Política Proletaria Popular Socialista que refleja fielmente sus intereses proletarios y de los sectores populares sociales de nuestro pais.
5. Se reestructurará el poder Municipal de manera que sea un órgano de participación popular revolucionario masivo en apoyo a la gestión del Estado, a si sera un órgano real del nuevo poder popular revolucionario socialista y comunista.
6. El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO realizará una intensa labor de educación liberadora, difusión cultural y organización entre las más amplias masas, a fin de promover su incorporación conciente al desarrollo, fortalecimiento y defensa del proceso revolucionario;Se cuenta desde ahora con la Agencia Salvadoreña de Prensa Socialista SALPRESS,Instituto de Cineastas Revolucionarios Salvadoreño Socialista ICRSS,Cadena Radial Revolucionaria CRR Radio Rebelde,Universidad Obrera de El Salvador-UOES-Salvador Cayetano Carpio Comandante Marcial Biblioteca Central Estrella Roja "Jose Dimas Alas-Clara Elizabeth Ramirez" y sitios oficiales de el Partido Politico de clase obrera Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Marti,y de la organización revolucionaria de masas y fuerza politica revolucionaria beligerante el Bloque Popular Revolucionario B.P.R. Movimiento Social Autonomo de El Salvador-MOSAES- trabajando en el proyecto revolucionario de esta plataforma programatica.
7. Fortalecer y desarrollar Las FAPL-MPL el Ejército Popular de Liberacion E.P.L., al cual se incorporarán los elementos de tropa, suboficiales, oficiales y jefes del actual Ejército que mantengan una conducta limpia, rechacen el intervencionismo extranjero contra el proceso revolucionario y apoyen la lucha liberadora de nuestro pueblo a los trabajadores obreros y campesinos y los sectores sociales populares.
El nuevo Ejército Popular de Liberacion E.P.L. será el verdadero brazo armado del Pueblo las FAPL-MPL, estará a su servicio, será absolutamente fiel a sus intereses y a su revolución; será una Fuerza Armada Popular de Liberación y Milicias Populares de Liberación FAPL-MPL verdaderamente patrióticas, defensora de nuestra soberanía y autodeterminación, decidida partidaria de la convivencia pacífica entre los pueblos.
8. Nuestro país será retirado de cualquier organismo militar o policial que sea instrumento de intervencionismo y violacion de los Derechos Humanos.
9. El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO establecerá relaciones diplomáticas y comerciales con los demás países, sin discriminar en razón de los diferentes sistemas politicos sociales, sobre la base de la igualdad del derecho, la mutua convivencia y el respeto a la autodeterminación.
Se prestará especial atención al desarrollo de relaciones amistosas con los demás países del área centroamericana (incluidos Panamá y Belice), encaminados a afianzar la paz y la vigencia del principio de no intervención. Particularmente se cultivará el estrechamiento de fraternales relaciones con Movimientos Revolucionarios y los pueblos trabajadores, como la expresión de la comunidad de ideales e intereses entre nuestra Revolución Proletaria Popular Socialista y la Revolución Proletaria Popular Socialista Mundial y las luchas de todos los pueblos por su liberacion definitiva Anti Capitalista y Antiimperialista en todo el Mundo.
Nuestro país se incorporará como miembro al movimiento de Países No Alineados y desarrollará una política invariablemente afiliada a la defensa de la paz mundial y en favor de la distensión.
II. LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES
El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO procederá a:
1. Nacionalizar todo el sistema bancario y financiero. Esta medida no afectará los depósitos demás intereses del público.
2. Nacionalizar el Comercio Exterior.
3. Nacionalizar el Sistema de Distribución de la Electricidad y de las Empresas de Producción de las mismas que estén en manos privadas.
4. Nacionalizar la refinación del petróleo.
5. Realizar la expropiación, según la conveniencia nacional, de las empresas monopólicas en la industria, el comercio y los servicios.
6. Realizar una profunda Reforma Agraria que ponga la tierra, ahora en manos de los grandes terratenientes, a disposición de las grandes masas que la trabajan, de acuerdo a un plan efectivo que beneficie a las grandes mayorías de campesinos pobres, medios y asalariados agropecuarios y que promueva el desarrollo de la producción de la agricultura y la ganadería.
La Reforma Agraria no afectará a los pequeños y medianos propietarios de tierra, quienes recibirán estímulos y apoyo para hacerla producir cada vez mejor.
7. Realizar una Reforma Urbana que beneficie las grandes mayorías, sin afectar la pequeña y mediana propiedad de inmuebles.
8.Transformar a fondo el Sistema Tributario, de manera que el pago de impuestos no recaiga sobre los trabajadores. Se disminuirán los impuestos indirectos sobre los artículos y servicios del amplio consumo.Esto se hará posible no sólo por la reforma al sistema tributario,sino también porque el Estado percibirá fuertes ingresos provenientes de la actividad del sector de la economía nacional.
8.Transformar a fondo el Sistema Tributario, de manera que el pago de impuestos no recaiga sobre los trabajadores. Se disminuirán los impuestos indirectos sobre los artículos y servicios del amplio consumo.Esto se hará posible no sólo por la reforma al sistema tributario,sino también porque el Estado percibirá fuertes ingresos provenientes de la actividad del sector de la economía nacional.
9. Establecer efectivos mecanismos de ayuda crediticia, fomento económico y técnico para la pequeña y mediana empresa privada en todas las ramas de la economía del país.
10. Establecer un sistema de efectiva planificación de la economía nacional, que permita impulsar un desarrollo equilibrado.
III. MEDIDAS EN LO SOCIAL
El GOBIERNO DEMOCRATICO REVOLUCIONARIO orientará sus labores en el terreno social hacia los logros siguientes:
1. Crear fuentes de trabajo suficientes, de manera de absorber la desocupación en el más breve plazo posibles.
2. Hacer efectiva una política salarial justa basada en:
A. Regulación de los salarios, teniendo en cuenta el costo de la vida.
B. Enérgica política de control y rebaja de precios de los artículos y servicios de primera necesidad.
C. Aumento sustancial de los servicios sociales a las grandes masas populares. (Seguro Social, educación, diversiones, salud, etc.)
3. Crear un Sistema Nacional Único de Salud, que garantice a toda la
población (urbana y rural)un eficiente servicio de medicina,
principalmente preventiva.
población (urbana y rural)un eficiente servicio de medicina,
principalmente preventiva.
4. Realizar una campaña masiva de alfabetización que en el menor plazo posible acabe con la lacra social del analfabetismo.
5. Desarrollar un Sistema Educativo Nacional, de manera que asegure la enseñanza primaria a toda la población en edad escolar y se amplíe sustancialmente la educación secundaria y universitaria elevando la calidad y diversificación científico-técnico en todos los niveles e incrementando progresivamente su gratuidad.
6. Promover en amplia escala la actividad y la difusión cultural, apoyando y estimulando efectivamente a los artistas y escritores nacionales, rescatando y desarrollando el patrimonio cultural de la nación, incorporando al acerbo cultural de nuestro pueblo o mejor de la cultura universal y organizando el acceso a todas las manifestaciones de la cultura para las amplias masas populares;Para esto hay ya las organizaciones revolucionarias de masas trabajando y es cuestión de tiempo y de lucha popular para masiva institucionalización.
Es opinión unánime de las fuerzas populares y de el bloque de organizaciones revolucionarias y democráticas, que sólo con la realización de las medidas contenidas en esta plataforma programatica de el -GDR-, se podrá resolver la profunda crisis estructural y política de nuestro país, en beneficio del pueblo los trabajadores salvadoreños.
Únicamente la burguesia criolla financiera y terrateniente oligarquía, el imperialismo norteamericano y quienes sirven a sus intereses antipatrióticos, se oponen y conspiran contra estos cambios y los partidos politicos Arena,Fmln,Gana,Pcn,Pdc,Psp,Fps,Cd,Pd Psd -ERP PRS y RN FARN y Pcs TR Mdp MNP via procesos electorales y la violencia institucionalizada militarista fascistoide.
A partir del 15 de octubre de 1979, diversos partidos y sectores, vanamente han intentado, desde el Gobierno, llevar a la práctica gran parte de las medidas que proponemos, sin derrotar primero al viejo poder reaccionario y represivo y sin instaurar un poder verdaderamente revolucionario y popular;En estas desviaciones caeron los del Frente FMLN-FDR y diversas organizaciones que proliferan en el pais contrarios de la correcta Linea Estrategica de la Guerra Popular Prolongada y de la Guerra Popular de Liberación,y consideramos que solo el socialismo es la solución a los grandes males de el regimen capitalista nacional y mundial.
Esta experiencia confirmó con toda claridad, que esta obra transformadora sólo puede realizarla el movimiento revolucionario unido, en alianza organica en un partido politico obrero,bloque de organizaciones revolucionarias y democráticas,y el Frente Revolucionario de Masas- FRM-unicos capaces de oxigenar la necesaria hegemonia del proletariado revolucionario socialista y comunista.
La hora de esta histórica victoria liberadora, por la que el pueblo los trabajadores salvadoreños han luchado y derramado heroicamente tanta sangre suya, está llegando y nada ni nadie podrá impedirlo y llamamos a continuar la lucha revolucionaria y reivindicatica de lo simple a lo complejo solo a si triunfaremos.
La existencia del Frente FMLN de derecha de traidores es un estorbo el legalismo,el burocratismo,el pacifismo,los electoreros;No hay mal que dure Cien Años ni el revisionismo y ni el reformismo del Frente FMLN de derecha oportunismo de pseudoizquierda no les ba a durar toda la vida,el poder electoral corrompe y desprestigia millones de dolares son estos y los del ERP PRS y RN FARN la escoria de la contrarrevolución.
La hora de esta histórica victoria liberadora, por la que el pueblo los trabajadores salvadoreños han luchado y derramado heroicamente tanta sangre suya, está llegando y nada ni nadie podrá impedirlo y llamamos a continuar la lucha revolucionaria y reivindicatica de lo simple a lo complejo solo a si triunfaremos.
La existencia del Frente FMLN de derecha de traidores es un estorbo el legalismo,el burocratismo,el pacifismo,los electoreros;No hay mal que dure Cien Años ni el revisionismo y ni el reformismo del Frente FMLN de derecha oportunismo de pseudoizquierda no les ba a durar toda la vida,el poder electoral corrompe y desprestigia millones de dolares son estos y los del ERP PRS y RN FARN la escoria de la contrarrevolución.
¡ POR LA UNIDAD DEL PUEBLO LOS TRABAJADORES !
¡ POR LA ALIANZA OBRERO CAMPESINA
CON HEGEMONIA PROLETARIA !
CON HEGEMONIA PROLETARIA !
¡ HACIA LA CONQUISTA DEL GOBIERNO
DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO!
DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO!
¡ POR LA REVOLUCION PROLETARIA POPULAR SOCIALISTA !
¡ CONTRA EL CAPITALISMO Y EL IMPERIALISMO MUNDIAL !
FRENTE REVOLUCIONARIO DE MASAS F R M
BLOQUE POPULAR REVOLUCIONARIO B P R
MOVIMIENTO SOCIAL AUTONOMO DE EL SALVADOR
-MOSAES-
-MOSAES-
Dirección Ejecutiva Nacional - D E N -
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Al intentar ofrecer una pequeña biografía del Comandante 'Marcial', fundador de las Fuerzas Populares de Liberación Nacional - FPL - 'Farabundo Martí', lo hacemos para responder a la demanda de muchos de nuestros obreros y campesinos y compañeros revolucionarios de otros sectores populares.
No vemos riesgo alguno de caer en el culto a la personalidad, ya que somos conscientes de que los dirigentes del pueblo son, antes que nada, hijos del pueblo, forjados por las necesidades y las luchas del mismo pueblo.
Esta biografía, porque quiere ser objetiva, pretende ser como una gota de rocío que no se refleja a sí misma, sino que refleja en sí el mundo que le rodea. Y SALVADOR CAYETANO CARPIO constituye en sí mismo la síntesis de los últimos 50 años de la lucha del pueblo salvadoreño; el mismo pueblo que sigue luchando sin su presencia física, pero recogiendo su práctica y su espíritu.
Fue el primero de abril de 1980 cuando las FPL dieron a conocer la identidad de su fundador y primer responsable, que había vivido bajo el seudónimo de MARCIAL durante los últimos 10 años, forjando el instrumento más decisivo para que el pueblo pudiera realizar su revolución.
En aquella ocasión se dio también a conocer una biografía oficial de Salvador C. Carpio que ha servido de base para esta, así como la que en el año 1984 difundió el Centro de Cultura Popular Salvadoreña desde San José de Costa Rica, el libro de Nicolás Doljanin" Chalatenango la guerra descalza" y el trabajo de Antonio Morales Carbonell "La muerte de Marcial ¿un asunto concluido?":
¿Y quién carajo dice
que Marcial esta muerto?
Dijo Ambrosio en la asamblea popular
Celebrada en Chalatenango.
Y añadió:
Acaso se muere el viento
sobre los árboles,
el mismo viento que despeina a los hombres
y que trae noticias de los pájaros?
¿Puede morir así no más
el agua que baja de la montaña
clarita y eternamente fresca?
¿Quien puede asegurar que un día se termine
la luz de las mañanas
y el titilar de las estrellas en la noche?
Acaso el maíz dejara de crecer
el
todos los años
y su pequeña luna, la tortilla
pasara a la historia?
¿Cómo podría acabarse el verde de las hojas,
las flores silvestres
que adornan la soledad de la montaña,
las ceibas, los amates,
los frutos de la tierra?
¿Por qué el mar dejaría de venir a las costas
y la lluvia pasaría
a ser solo un recuerdo?
¿Que acaso el fuego de los fierros
no hace posible a veces
que amanezca más temprano
entre los estampidos de la guerra del pueblo?
¿Quien carajo pretende
que Marcial esta muerto?
Sería como decir
Que se murió la vida para siempre,
Que solo es orfandad lo que nos queda.
Allí esta Marcial, compañeros,
Que no lo ven atrás, entre los niños,
Escuchando las cosas que decimos,
Aprendiendo como siempre entre nosotros,
Dirigiendo la furia, reuniéndola
Como un fusil inmenso que escribirá la historia.
Árqueles Morales
NACIMIENTO - 1919
Cuando nace el niño Salvador Cayetano, el día 6 de agosto de 1919, en la ciudad de Santa Tecla, a pocos kilómetros de San Salvador, su familia no sospechaba que ya había surgido en nuestro mundo y en su historia el primer estado socialista en la URSS, fruto de la lucha del pueblo trabajador, ni que el mundo acababa de sacrificar a millones de sus mejores hijos para sacudirse el yugo fascista que quería surgir desde Alemania contra todos los trabajadores del mundo. Y es que la familia de Chambita tenía bastante con vivir, trabajar y luchar por sobrevivir cada día.
Él nace en el seno de los pobres del pueblo pobre. Su papá, llegado a la ciudad en busca de trabajo desde Chalatenango, era zapatero y se llamaba José Carpio. Nunca lo conoció porque murió apenas nacido su hijo. Su mamá, Marcos Cerro, ha venido de Cojutepeque para encontrar trabajo sirviendo en las casas de los ricos, en cuyas mansiones no permiten que ande con su hijo. Es por eso que ella tiene que dejar al cipote al cuidado de la 'niña' Petronila, su suegra. Pero esta tampoco puede cargar con el niño y pronto es llevado a la Casa de San Vicente de Paúl de la hermanitas de la Caridad. Allí crece, entre el ruido del mercado y los rezos y cuidado de las monjitas. La viveza natural de Chambita y su vivaz inteligencia ha sorprendido a las hermanas, que sueñan pronto en hacer de él un 'padrecito' y para ello se ponen al habla con los padres somascos que atienden la iglesia vecina de El Calvario, y así, casi sin darse cuenta, entra en el seminario de aquella comunidad cuya mayoría habla italiano. El responsable de la comunidad es el Padre Mario, de origen español y amigo de los coroneles de las fuerzas armadas salvadoreñas. Luego será obispo y cardenal en Guatemala, resultando un personaje tristemente célebre por su servilismo para con todos los dictadores y opresores. Fue precisamente él, el padre Mario Casariego, quien un día lo castigara cruelmente, llegando a golpearlo y pelonearlo. El sentido de dignidad y de rebeldía del joven seminarista hizo que esa misma noche intentara escapar del seminario. Expulsado de allí "cuando vieron que me quería saltar por los cercos" no tuvo más remedio que buscarse trabajo. Tenía 13 años y "naturalmente el haber estado varios años en ambiente religioso y comodidades que nunca antes había conocido en mi infancia, me hacía difícil la readaptación a la vida del muchacho que tiene que ganarse un salario de cualquier modo".
Tal vez pensando en su padre. Carpió ingresó a trabajar de aprendiz de zapatero:
"fue el primer oficio que aprendí, laborando de alistador, porque en la zapatería semi-artesanal de entonces había dos especialidades, ensuelador y alistador".
"El trato inhumano que se le daba a los aprendices inmediatamente chocó con los conceptos que había ido asimilando en los colegios religiosos, es decir cierta actitud respetuosa hacia la persona humana; porque ahí en el taller de zapatería además de que no me pagaban, salvo los 25 centavos que me daban a la semana para compensar un sueldo y para que fuera al cine de vez en cuando, co¬menzaron a darme unos latigazos que ardían demasiado".
Así, "un buen día que fue lunes —era regla que los lunes los aprendices teníamos que presentarnos para hacer todo el aseo del taller y dejar todas las hormas bien aseadas— me fui".
"Estábamos haciendo el engrudo que se necesitaría para que los alistadores pudiesen hacer su tarea, cuando llegó el dueño del taller —pocas veces venían los lunes, todavía resentidos con el aguardiente del día anterior— y diciendo que no estábamos haciendo bien el trabajo, cuando solo pasaba que había llegado de pocas pulgas, nos agarró a cinchazos; entonces yo sentí una rebeldía interna y decidí no volver a ese taller".
..."después que me pegaron injustamente en el taller agarré a pie rumbo a Santa Ana donde me ligué a un grupo de campesinos que iban a cortar café y me fui con ellos a ganar unos centavos a una finca que queda entre Chalchuapa y Santa Ana, llamada Monte Largo; ahí conocí toda la dureza de la vida campesina".
Así conoció su práctica de clase y empezó su vida adulta.
Más tarde llegara hasta Guatemala ciudad. Era el momento en que se estaba desarrollando en El Salvador la insurrección popular del 32, la primera en el continente Latinoamericano con proyecto alternativo de sociedad, que costó a nuestro pueblo 30.000 muertos y que sirvió después a los mismos dominadores de excusa para mantener el terror durante muchos años y para seguir oprimiéndolo con el mito del anticomunismo. Es en esta gesta popular que emerge la figura de Agustín Farabundo Martí, cuyo testimonio tanto significó más tarde para Carpio y a quien este logró rescatar del olvido cuando muchos 'revolucionarios' salvadoreños hicieron todo lo posible por enterrar su memoria porque resultaba incómodo para sus pragmatismos.
Él, Chamba, se entera de todo esto en la panadería del Hospital de Antigua Guatemala. Había llegado allí de la mano de un trabajador chapín que le ha querido ofrecer ayuda al guanaquito huérfano y se lo ha llevado a su trabajo para que aprendiera un oficio. Es así como deviene 'panificador', pero también sabe hacer de zapatero para arrimar sus centavos y poder subsistir.
LA LUCHA OBRERA
Cuando Chamba vuelve a Santa Tecla, 1940, ya tiene 21 años, una experiencia de vida dura y un oficio, y se dedica a buscar trabajo como panificador. Su nueva vida es dura. Aquellas panaderías eran de tipo artesanal, donde trabajaba toda la familia y emplean algunos trabajadores de fuera en quienes descargan las perores tareas: amasar y hornear por la noche y, durante el día, patear las calles con el pan al hombro para venderlo en el mercado y de casa en casa. Y no hay organizaciones de trabajadores porque lo único que permiten los nuevos gobernantes son asociaciones, sociedades, etc. Y por eso en la asociación de panaderos entraban juntos los patronos y los trabajadores (panaderos y panificadores) como si ambos grupos tuvieran comunidad de intereses.
Comienza a suscitar conciencia entre sus compañeros para organizarse como panificadores y enfrente de sus patronos, hasta que en junio de 1943 logra articular una huelga que da comienzo en la panadería de Félix Orlando, pero que pronto encuentra resonancia y solidaridad entre otros panificadores, hasta que el 17 del mismo junio de 1943 triunfan sus reivindicaciones de mejores salarios y menos horas de trabajo... Fue una huelga pionera. Este día será proclamado como el 'día de los panificadores'. Desde este momento comienza a formarse la aguda conciencia de clase de Marcial para detectar las falsas alianzas que se ofrecen a la clase obrera. Aquí, igualmente, surge la primera organización: "Asociación de obreros panificadores federados de El Salvador".
Son los últimos años de la dictadura de Maximiliano. Martínez, que venía tiranizando al pueblo desde 1931. La acción combativa popular mediante una 'huelga general' sostenida con heroísmo durante los meses de abril y mayo lograron derrocar al tirano. De poco sirvió esto, sin embargo, para los trabajadores, ya que, por falta de capacidad de conducción y por debilidades propias, nuevamente la burguesía y el ejército aliados se hicieron con el poder y relanzaron la represión contra los dirigentes populares.
Pero fue una gran experiencia y de ella fue sacando Cayetano sus propias conclusiones. Si los obreros queremos liberarnos tendremos necesidad de forjar dirigentes de contextura acerada, como le gustaba decir a él, capaces de romper los mecanismos que propicia el sistema para domesticarnos. Los vicios de la burguesía son armas a favor de la explotación. Tampoco los cauces legales pueden ser el único cauce para lucha obrera; es necesario utilizar métodos alégales para que no nos impongan sus reglas de juego. Por eso, hablando de aquella huelga, no dice Carpio: "Para mí el concepto de combatividad de los obreros estaba ligado desde entonces a la lucha ilegal. La legalidad burguesa no conduce a la liberación popular". Pero la gran lección de esta coyuntura será que, siempre el pueblo acaba recogiendo a sus muertos y retornando a una explotación semejante. Esas ideas quedaran clavadas en Marcial a fuego.
Es así cómo el 21 de octubre el coronel Osmín Aguirre toma el poder con el objetivo de quebrar la organización popular por medio de eliminación, cárceles o exilios. Algunos sueñan que podrán derrocar el régimen organizando desde Guatemala acciones armadas, pero Salvador Cayetano, constituido ya en dirigente sindical reconocido, se mantiene creando conciencia y organización popular hasta que, a principios de 1945, puede llevar a cabo la segunda huelga de los panificadores. Acababa de llegar al poder Castaneda, que no quiere comenzar su mandato con conflictos y trata de lograr la mediación entre panaderos y panificadores. La combatividad de los trabajadores, no obstante, obligará pronto a Castaneda a desenmascarar su verdadero carácter represivo cuando lo panificadores lanzan su tercera huelga, que debería ser el 6 de agosto, tiempo de las fiestas patronales de San Salvador, cuando la demanda de pan proporcionaba mayores ganancias a sus patrones.
Antes del comienzo de la huelga la policía logra capturar al secretario general del sindicato, Carpio, por el parque Barrios, acusándolo de amenazas de muerte, infamias y calumnias en contra del propio Presidente de la República. Al entrar por primera vez en las bartolinas tenía ya 27 años. Sin embargo el movimiento huelguístico no se detiene; únicamente asume ahora una nueva reivindicación de carácter político: la liberación de Cayetano Carpio.
EN EL PARTIDO
Toda esta lucha del compañero está penetrada y orientada por una intuición de clase, pero la brutalidad del régimen y la desarticulación sistemática del movimiento obrero y popular le van haciendo comprender la necesidad de implementar métodos de organización y de lucha clandestina, así como necesidad de la guía de una teoría revolucionaria para la orientación de la acción. Es así como busca el viejo Partido Comunista Salvadoreño, única organización clandestina existente. Es el abogado Tony V. Hidalgo quien lo introdujo en el Partido. Pero se encuentra con que la dirigencia del mismo no es proletaria:
"El partido comunista y sus cuadros eran
fundamentalmente de la pequeña burguesía. Eran cuadros especialmente intelectuales, profesionales, como Dagoberto Marroquín, Tony V. Hidalgo y una serie de licenciados, doctores, estudiantes... muy pocos obreros, algún campesino que había quedado de 1932 y tres o cuatro dirigentes sindicales también de ese año; el predominio era pequeño burgués, de gente posiblemente honesta, tratando de proletarizarse, pero que sencillamente estaban con todas las lacras de su clase. "
Su calidad personal y su combatividad hacen que el poco tiempo sea nombrado Carpio como responsable de Organización del Comité Central de PCS, Era ya, de hecho, el máximo dirigente de la clase obrera de El Salvador. Y sus prioridades en ese momento son: a) recuperar a todos los dirigentes obreros dispersos por la represión, b) luchar desde el seno del partido, en los mismos sindicatos o asociaciones contra todos los dirigentes corruptos de la clase obrera. c) orientar la lucha proletaria con métodos combativos y clandestinos. Es así como logra levantar un auténtico movimiento obrero: el Comité de Reorganización Obrera Sindical Salvadoreño (CROSS) con carácter clandestino, que tendrá presencia en todas las estructuras abierta para conducirlas correctamente. Este Comité tendrá una incidencia muy grande en la clarificación de las luchas populares, Ya desde entonces insiste en que se requieren mecanismos de autodefensa y de luchas de solidaridad; pero esto difícilmente puede abrirse paso en un partido plagado de dirigentes de extracción no proletaria.
Así es como se vive cuando Oscar Osorio toma el poder. Algunos sectores del partido creyeron ver en aquel golpe una oportunidad favorable para la clase obrera, pero el movimiento obrero orientado por el CROSS no se dejó ya engañar y prosiguió impulsando sus jornadas de lucha. Es entonces cuando nuevamente es capturado Carpio y obligado al exilio en Nicaragua. Pero al poco tiempo vuelve clandestinamente a El Salvador, atravesando Honduras y Guatemala, en cuyos países se va poniendo en contacto con los movimientos revolucionarios centroamericanos. Así es que toma parte en el Congreso fundacional del Partido guatemalteco de los trabajadores. Al volver, el Partido lo envía a México donde tendrá también un encuentro significativo: Blas Roca, dirigente obrero cubano y miembro del Partido comunista cubano. Este lo invita a la isla y allí permanece hasta octubre de 1950 estudiando la experiencia del movimiento popular en la isla.
Enriquecido con toda esta experiencia -Nicaragua, Honduras, Guatemala, México y Cuba- al retornar a El Salvador, prosigue con la organización del CROSS y, para la formación de cuadros obreros escribe un folleto: EL SINDICALISMO REVOLUCIONARIO, donde analiza los distintos modelos de organización obrera y va desenmascarando los mecanismos de engaño y de frustración en muchos de ellos, hasta hacer ver la necesidad de combinar armónicamente la lucha sindical con el proyecto estratégico del pueblo. Consecuencia de sus reflexiones al respecto es que Marcial dirá:
"El obrero, cuando todavía no tiene conciencia de clase, entra en la lucha por las reivindicaciones económicas, pero que al chocar con la brutalidad de la policía, del régimen... el encarcelamiento, los maltratos, da un salto de calidad en su conciencia y aquel primer instinto: el deseo de ganar unos centavos más, la necesidad de llevar un poco de pan para sus hijos... le hace comprender que el régimen está al servicio de la clase dominante”.
TERCERA CAPTURA
Salvador Cayetano Carpio es capturado por tercera vez el 26 de setiembre de 1952, junto con su compañera y esposa, Tula Alvarenga. Ella también había sido fundadora del sindicato (asociación) de Bebidas Gaseosas y trabajadora de la Pepsi, en La Cascada. Esta vez la brutalidad de las torturas se hicieron inmensamente más refinada. Ya está dirigiendo la represión contra el movimiento popular un personaje desalmado y criminal: el Chele Medrano. Toda la experiencia de esta tercer captura con verdadero lirismo en su libro: 'SECUESTRO Y CAPUCHA'. Es un libro que puede servir de escuela de formación para la contextura revolucionaria y la fe en el propio pueblo. En un momento de la tortura ve la posibilidad de dejarse matar cuando le están aplicando 'el avión', pero reflexiona:
"¿No significaría eso un intento de fuga vergonzosa? ¿Hay derecho para abandonar al pueblo, obreros y campesinos, en un momento en que más necesita de todos sus hombres? ¿La vida, mi vida, me pertenece en exclusiva o pertenece a mi pueblo? No; la vida de un obrero consciente no pertenece sola a él, sino a su pueblo, a sus hermanos en el sufrimiento y la explotación. Un obrero consciente no tiene derecho a abandonarse a la muerte o acelerarla para evitarse cualquier sufrimiento natural o extraordinario que se presente. Hasta el último soplo de su vida es de los trabajadores y de su pueblo. Lo contrario es fugarse del deber. Hay que luchar contra la invitación, contra el halago fatal. No hay que olvidar ni por un instante que inevitablemente llegará el día en que las caras sonrientes de la gente del pueblo celebrarán el arribo de una era de paz y libertad. Y ese día yo quiero estar acompañando al pueblo en ese gran regocijo. Pero, ¿por qué solo en la alegría? ¿No debemos acompañarle también en sus momentos de dolor y sufrimiento?"
Una descripción inimitable es su encuentro con su esposa en medio de la tortura, cuando nos escribe:
"Ahora estoy frente a ella, desnudo completamente. Una nube de dolor empaña su frente, pero su semblante no refleja indecisión y sus dulces ojos están acerados con una fría determinación. Un gran aliento inunda mi alma"
Tula Alvarenga no puede separarse de la vida de Marcial. Ella también se ha formado en medio de la lucha proletaria, en el exilio y en las cárceles. Quizás uno de sus rasgos característicos es su inmensa humanidad y sencillez. Y una de sus tareas más significativas ha sido la de incorporar a la mujer al proceso de liberación de su pueblo. Ella estuvo en la fundación de la Fraternidad de Mujeres de El Salvador, que desaparecerá cuando ella misma abandone el Partido; ella organiza las Mujeres de los Mercados o crea Comités de Mujeres para la atención a los presos políticos, hasta orientar el nacimiento y el seguimiento de la Asociación de Mujeres de El Salvador (AMES).
Mientras tanto el compañero Cayetano en diciembre de 1953 logra escaparse con todos sus compañeros de cárcel, pero pronto es vuelto capturar cerca del Mercado de San Miguelito. Pero, con ocasión de esto, los estudiantes universitarios se han dado cuenta de su situación y lanzan unas jornadas de lucha dirigida por la Asociación General de estudiantes Universitarios (AGEUS) desarrollando manifestaciones. Cayetano, mientras tanto, se declara en huelga de hambre que mantiene durante 21 días hasta que es remitido a los tribunales bajo la acusación de tenencia del libro EL CAPITAL, de K. Marx. En el juicio lo tienen que declarar inocente.
EN LA URSS
A Carpio le quedan, después de tantas luchas, pocos espacios para el trabajo abierto en El Salvador y, por otra parte, su estado físico después de las torturas y la huelga de hambre es realmente alarmante. Es por ello que el Partido le da una beca para ir a estudiar con 34 años a la Unión Soviética. Entra así en la famosa Escuela Superior del PCUS, adscrita al propio Comando Central del Partido. Aprendió la lengua rusa a la perfección y realizó un curso de dos años y medio sobre marxismo. Su clásica intuición de clase y su inteligencia despierta han hecho posible que Marcial haya introyectado el método marxista, ideología del proletariado, en su propio espíritu, de modo que era sorprendente la sencillez con que lo explicaba y lo aplicaba en todas las circunstancia como algo connatural.
Le gustaba contar muchas anécdotas de su paso por la URSS, como cuando, con mucho misterio, le querían mostrar una flor muy especial y conservada en condiciones especiales en el museo de biología de la Universidad y, para su sorpresa, se trataba de la 'dormilona', que tantas veces entretiene a los cipotes de Chalatenango. Al finalizar el curso se vuelve a reunir con su compañera Tula para realizar un viaje de estudios por la China de Mao.
Cuando los dos dirigentes obreros vuelven a San Salvador clandestinamente se encuentran con otro golpe de estado que ha puesto en el poder a otro militar: el comandante Lemus. Para entonces ya se había ido formando un sindicalismo de clase, como conquista de las luchas obreras: La Confederación General de Trabajadores Salvadoreños -CGTS-. Es aquí donde vuelve a injertarse el compañero, con su nueva formación, la cual sabe proyectar a sus compañeros de lucha: la sabiduría de un auténtico dirigente proletario popular. Es por eso que el informe oficial de la FPL de abril de 1980 nos dirá:
"El compañero Marcial ha sido un gran forjador de alternativas revolucionarias, guiándose toda su vida por los principios fundamentales: la sabiduría colectiva como único criterio de verdad y la aplicación creadora del marxismo-leninismo en la situación concreta de la lucha y de la vida, en el marco de que es el pueblo el único conductor de su historia y que es la lucha armada popular el único medio que le permitirá el triunfo total”
DESPUES DE LA REVOLUCION CUBANA
El triunfo de los rebeldes con Fidel a la cabeza cambió la perspectiva revolucionaria de América Latina. Marcial repite esto constantemente. Por ejemplo, nos observa sobre este hecho:
"... vino a iluminar las mentes de todas las personas más sensibles a las necesidades revolucionarias en nuestro país, ya que nos hizo ver con claridad una serie de cosas que antes no se veían; por ej. que la lucha armada era absolutamente necesaria para la toma del poder, mostrando que sí se puede destruir a un ejército profesional bien armado por el imperialismo. Luego, el hecho de destruir el fatalismo geográfico; es decir, que estos países no se pueden liberar por la cercanía con los EE.UU., así como también que no hay necesidad de que se den todas las condiciones objetivas y subjetivas. "
En su último libro nos cuenta también las discrepancias que tuviera al respecto con el propio comandante Che Guevara, a quien tanto admiraba siempre y a quien denominaba 'el símbolo del combatiente internacionalista, ideal de las juventudes de todo el mundo'. Pero, no obstante, pudo discrepar de él al realizar su análisis desde las concretas realidades de El Salvador y en Centro América. Para esta realidad y desde un análisis concreto se planeaba la lucha popular
prolongada y las solidaridades con todos los procesos
centroamericanos...
"El compañero Guevara arribaba a la tesis de que El Salvador tenía que desarrollar un movimiento armado, pero en apoyo logístico a la guerrilla de Guatemala y a las guerrillas que se fueran creando en Honduras y Nicaragua"
Marcial ya en el año 44, con 25 años, había pretendido entrar en la lucha armada en tiempos de Osmín Aguirre. Se integro en un grupo que buscaba prepararse con las armas para combatir al tirano, pero se encontró con el engaño de los militares con quienes el grupo se quería vincular.
"Al final llegué a la conclusión de que todo aquello era una verdadera farsa, una manera de entretenernos; entonces comencé a buscar a los compañeros en los talleres"
Pero ahora, con la revolución cubana, habían cambiado las cosas:
"La gloriosa epopeya revolucionaria del pueblo cubano cambió la historia del continente latinoamericano... y en 1959 la lucha interior del Partido se agudizó, producto de ese triunfo. "
Desde aquí se fue abriendo camino la idea de que para derrotar a la oligarquía y la dependencia era necesario combinar la lucha política con la lucha armada. Pero ahí estaba el mito de que esto era imposible para El Salvador, por la ausencia de montañas y por la densidad de la población, unidos a la amarga experiencia que todavía se sentía y a la que constantemente se hacía mención: el enorme fracaso del 32. Dentro del movimiento revolucionario hasta el propio nombre de Farabundo Martí era tabú porque se consideraba peligroso su ejemplo y muchos querían pasar página para olvidarlo.
El Partido, sin embargó, logró aprobar el lanzamiento de la organización del FUAR (Frente Unido de Acción Popular), aunque aquí también la extracción pequeño burguesa de la dirección hizo que, en lugar de un movimiento táctico dentro de un proyecto estratégico, se tratara de un bandazo de línea. Así se tuvo un intento abortado antes de nacer de lo que debía ser la estrategia popular: 1) En algo más de dos años que duró no logró pasar de acciones de propaganda, llegando a frustrar todas las expectativas puestas en él, 2) Generó un gran desprecio para con la lucha obrera sindical y de masas. Fue así como el Partido quedó aislado del pueblo y el enemigo supo aprovecharlo para controlar la mayoría de los sindicatos. La CUTS quedó convertida en un cascarón y la Confederación General de Sindicatos (CGS) orientada por la ORIT de obediencia norteamericana acaparó a los trabajadores salvadoreños.
Todo esto contribuyó a crear un escenario que nuevamente generó la desmovilización de los militantes, de modo que algunos lo denominan "el gran bajón". Cuando el imperio lanzó su estrategia contrarrevolucionaria bajo el lema de Alianza para el Progreso, creyeron que tenían delante un camino abierto, el de las elecciones y las vías pacíficas, para la acumulación de fuerzas, y se lanzaron con todos sus bagajes por el boquete tramposo que se les abría...
SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO C. S.
Martha Harneker, en una entrevista que le hace a Marcial, al llegar a este punto, le pregunta sorprendida sobre la razón para ser elegido como Secretario General del PCS cuando la lucha ideológica había sido tan dura. La respuesta es que no encontraron otra salida. El Partido estaba perdiendo a la clase obrera y una supuesta vanguardia sin clase obrera es impensable. Por otra parte si se quería tener peso específico a través de los cauces electorales tenía que ser a base de una hegemonía real en las bases populares. En aquellos momentos el Partido tenía incidencia real en la orientación de ocho sindicatos únicamente y, aún en muchos de ellos, solamente en sus cúpulas, porque la inactividad los estaba hundiendo en la apatía. Para relanzarlos vieron preciso que Salvador Cayetano Carpio tuviera en sus manos todos los mecanismos para lo que se pretendía: "relanzar a las masas". Para comprenderlo es necesario entender que Cayetano antes que marxista o miembro del partido era conscientemente obrero. Si entró al partido fue en búsqueda de instrumentos adecuados para poder mantener la combatividad proletaria, y ahora también para él el cargo de Secretario General era una nueva oportunidad de trabajar el servicio de la clase obrera y su proyecto de liberación.
Por eso mismo la primera tarea que se impone es recuperar cuadros. Cuando en este camino eleva a 14 los sindicatos que puede orientar, se lanza a la formación 'de la histórica FUSS (Federación Unitaria Sindical Salvadoreña) con una formación combativa e integradora de todos los métodos de lucha. Es el mismo Cayetano quien redacta la propuesta de estatutos, la carta de principios y el documento de estudio sobre los diversos tipos de tareas sindicales. Con la misma orientación no tarda en lanzar igualmente la FESTIAVCES (Federación de sindicatos de trabajadores de la industria del alimento, vestido, textiles...) La FUSS pasa en solamente dos años de 14 a 40 sindicatos federados y se da un salto cualitativo en los métodos que utiliza para implementar la lucha obrera.
Y, nuevamente surgen los conflictos con la línea del Partido. En su mayoría la dirección del mismo apuesta en este periodo por las vías legales y pacificas para la acumulación de fuerzas, mientras los sectores más conscientes y avanzados de la clase obrera empujan hacia formas cada día más combativas. Es en medio de esa coyuntura que Carpio, con gran creatividad, pone en marcha el COAP (Comité Obrero de Acción Política) compuesto por grupos clandestinos para la conducción del movimiento obrero por cauces consecuentes que no puedan ser mediatizados por la interferencia de agentes externos a la clase. En estos grupos se irán forjando grandes líderes como Saúl Contreras, José Dimas Alas, etc.
Con estas condiciones es que se crea la coyuntura de abril de 1967 alrededor de la huelga que se está llevando por el sindicato de Aceros S.A., en Zacatecoluca, a 59 kilómetros de la capital, que llegará a poner en pie de lucha solidaria y política a nada menos que 30.000 obreros. Toda la experiencia acumulada en esta coyuntura está descrita y reflexionada críticamente en un folleto escrito por Marcial en su dinámica práxica de acción-reflexión: "La Huelga general obrera de abril de 1967". En este folleto pueden observarse los criterios permanentes de Marcial para formar la unidad del pueblo, ya que el sindicato promotor de la huelga este dentro de la federación conducida por un traidor a la clase obrera como fue Felipe Zaldibar. Por eso los dirigentes de COAP lanzan un trabajo a partir de las bases para lograr nuevos niveles de cooperación obrera y sindical. El triunfo de los obreros se convirtió en un nuevo acicate para nuevos niveles de combatividad. Sin embargo, los demás dirigentes del Partido no lo entendieron así...
Más crítica resultó esta situación conflictiva cuando el sindicato de panificadores lanza una nueva huelga y, después de agotar todos los medios legales y soportar todas las represiones, se deciden a impulsar una huelga de hambre en la que se compromete el propio secretario general juntamente con 20 trabajadores en el centro mismo de la ciudad y al aire libre: al costado del Palacio Nacional. Cada día este hecho se convierte en un mitin permanente de agitación popular. En estos momentos la mayoría de la dirección del Partido siente que con tales métodos se está echando por tierra su estrategia y lanzan una campaña en contra de la huelga de hambre a través de los cauces sindicales. No les importa que allí, con todo el pueblo, esté su propio Secretario General. Tampoco que el propio partido se esté quedando a la cola con los sectores más atrasados de la clase obrera, como bomberos, apagando los fuegos que va encendiendo en la calle el mismo pueblo a partir de sus necesidades y esperanzas.
Otro hecho significativo: La huelga impulsada por los maestros organizados en ANDES en los primeros meses de 1968 con llamamientos a la huelga general. ANDES se toma las calles adyacentes al Ministerio de Educación en el propio centro de San Salvador durante todo un mes. Siguiendo su línea de solidaridad el COAP, con Carpio, Saúl Contreras, Oscar Martínez o José Dimas se comprometen hasta sus últimas consecuencias con el proceso que estaban implementando los maestros, mientras el ejército y la Guardia rodean el ministerio y las calles ocupadas. Aquí mueren asesinados Saúl y Oscar por la Guardia Nacional y a quienes Marcial considerará siempre como cofundadores de las FPL. Por supuesto que la lucha interna en el Partido se agudiza más todavía con esta acción. Sin embargo el triunfo popular de estas jornadas hegemonizadas por el magisterio marcará una nueva época.
Toda esta lucha al interior del partido llega a su punto culminante cuando la mayoría de la dirección convoca al pueblo trabajador salvadoreño a respaldar al gobierno del general Sánchez Hernández en la guerra contra el pueblo hermano de Honduras, tratando de situar nuevamente a los sectores populares a la cola de los intereses de la burguesía salvadoreña, con la excusa de que había que apoyar en aquella coyuntura al sector más progresista del capital... Fue este hecho el detonante para descubrir que en el Partido no había posibilidad de cambio alguno y que permanecer en él era traicionar al pueblo. El núcleo obrero del COAP toma entonces la decisión de renunciar al PCS e iniciar un largo y doloroso nuevo camino para crear la estructura que el pueblo necesita. Sin embargo, no todos reemprendieron la lucha por otros caminos. Junto a Marcial se quedaron el secretario general de la FUSS, José Dimas Alas (Ramiro) y el dirigente del sindicato de la construcción, Ernesto Morales (Omar) y otros.
EL NUEVO CAMINO: LAS FUERZAS POPULARES DE LIBERACION (FPL)
La reacción de la dirección del Partido fue violenta, como suele ser en situaciones semejantes. Lanzó una campaña de desprestigio y de aislamiento contra Salvador C. Carpio y sus compañeros en todos los sindicatos. Por otra parte propagandizó entre toda la militancia todos los textos de Lenín sobre el ultra izquierdismo, pretendiendo aplicarlos mecánicamente a la situación salvadoreña de 1970 y a un pueblo que estaba dando los pasos iniciales para retomar el camino de su liberación.
Los compañeros no respondieron, sino que retomaron el espíritu de los panificadores, del CROSS y los COAP e iniciaron un camino nuevo, pues como dirá Marcial: "Mi presente es el porvenir... no me miro los pies, ni miro para atrás". La renuncia se consuma el 21 de marzo, después de una lucha ideológica intensa en la práctica revolucionaria y en documentos internos que no conocemos hasta el presente. De todos modos, en los últimos días de su vida Marcial nos dejo un testimonio en su último libro: "La lucha de clases, motor del desarrollo de la Guerra popular de liberación". Su lectura y sus reflexiones son indispensables para conocer la trayectoria de toda la lucha salvadoreña desde los años 40.
El día primero de abril del mismo año es la fecha de la fundación de las "Fuerzas Populares de Liberación -FPL- 'Farabundo Martí'", aunque su existencia no se daría a conocer hasta mucho más tarde, pues, por un lado, tenían que trabajar en condiciones excepcionales, perseguidos por los servicios secretos del gobierno y por los mismos excompañeros de Partido, y por otro comprendían que no se deben dar a conocer hasta que los hechos los garanticen ante el pueblo. Son ocho hombres contra todos los poderes fácticos del gobierno, la burguesía y el imperialismo. Y asumen consecuentemente la estrategia de 'guerra popular prolongada'. El enemigo era infinitamente más fuerte y la tarea era hacer que el propio pueblo consciente y organizado, asumiendo todos los métodos de lucha bien combinados alrededor de la lucha armada. Era, en el fondo, la lucha contra la inmensa violencia intrínseca del sistema y el pueblo debería ser el verdadero sujeto de su propia historia. Como el camino era largo, era necesario comenzar cuanto antes, yendo de lo simple a lo complejo, a partir de las propias fuerzas y de los niveles de conciencia y de organización que se iban adquiriendo desde la práctica diaria.
No todo estaba tan claro desde el principio, pero sí lo fundamental. La praxis irá haciendo lo demás. Al comienzo era preciso desbloquear dogmatismos y romper muchos mitos. Es urgente demostrarle al pueblo que la lucha armada era posible también en El Salvador sin montañas y superpoblado y llevando a cuestas los fracasos anteriores. Para ello se recurre a los más dispuestos sicológicamente en aquel momento como son los universitarios radicalizados y con experiencias en tareas de concientización popular, pero al mismo tiempo se requiere fundirse con el propio pueblo, depender hasta económicamente de él y creer en él, sin depender de la ayuda exterior.
La preparación para la lucha armada requiere cambios radicales en el estilo de vida. El propio Marcial ya ha pasado la barrera de los 50 años y jamás ha hecho ejercicio físico ni ha tomado una pistola en sus manos. Al poco tiempo ya podrá caminar 10, 30, 60 kilómetros. Luego aprender a utilizar la Beretta 22 que se han encontrado y la primera arma requisada al enemigo, una escuadra 9mm. Browning. Desde ahí tenían que construir la fuerza armada del pueblo organizado alrededor de sus intereses objetivos. Y, a falta de montañas, tenían que encender el volcán en la montaña viva del pueblo: la guerrilla urbana, primero y la suburbana después. Primero formar los comandos armados y posteriormente recabar en medio del pueblo grupos de apoyo, que serían el germen del futuro Frente revolucionario popular.
"Nosotros sosteníamos que los obreros y campesinos deberían tener el poder político en sus propias organizaciones y el poder militar. La alianza obrero-campesina, pero con fuerza. Después de esto venía la lucha de todo el pueblo donde cabría la burguesía. La cosa era invertir el esquema que ponía en el centro a la burguesía y a su alrededor a los demás. "
La experiencia revolucionaria y, dentro de las luchas del pueblo la larga experiencia de Marcial había ido dejando sus lecciones. Ni a la cola de la burguesía, ni de los sectores más atrasados del pueblo.
"Teníamos claro desde el principio que era el pueblo el que iba a hacer la guerra y que estos grupos armados no deberían convertirse en una élite, en unos líderes desligados del pueblo que le ahorrarían a este el trabajo de hacer su revolución. "
Pronto llegan las jornadas de entrenamiento, a veces disfrazados de pescadores del Lempa. Cuando vuelven, traen pescados y verduras para que Tulita pueda ayudarse para que vaya llegando para todos. Desde los comienzos van procurando contactos con los campesinos y con sus organizaciones.
Hombres como Toñito (Andrés Torres) o Nacho (Felipe Peña) tiene una gran experiencia en alfabetización y educación popular. Y pronto dan inicio pequeñas acciones guerrilleras que no quieren dar a conocer hasta no estar seguros de que tienen fuerza para resistir el embate del enemigo. Solamente se identificarán ante el pueblo después de dos años de trabajo.
FUNDIDO CON LA HISTORIA DE LAS FPL
Es difícil adivinar los perfiles de la vida de Marcial y de la FPL, pues desde este momento de clandestinidad echa un velo que solo se descorre para dar a conocer al pueblo las actividades de las FPL. Las tareas son bien concretas. De vez en cuando Marcial aparece en las comunidades de Chalatenango o en las cooperativas, junto con Toñito o Nacho dando sus charlas sobre 'realidad nacional' y la estrategia consecuente con los intereses fundamentales de las mayorías populares. Por ahí irán sembrando la semilla de donde saldrán los movimientos de masas más grandes de la historia de El Salvador como el Bloque Popular Revolucionario que brota en la coyuntura del 30 de julio de 1975 que formara más tarde el núcleo de la alianza obrero campesina, base de la unidad irreversible del pueblo.
Las FPL se dan a conocer a través de su órgano oficial, 'EL REBELDE'. Se había tomado la decisión de no darse a conocer al pueblo y a los posibles aliados estratégicos sino a partir de una práctica que implicara un mínimo de consolidación. La mística que se imponen desde el principio es depender lo más posible de sus propias fuerzas y de la ayuda del pueblo, para así fundirse con él y para garantizar siempre la verdadera autonomía de las FPL, dentro de más estricto internacionalismo proletario.
Las cosas no son perfectas desde el principio y la lucha ideológica interna es el motor que impulsa el desarrollo de la organización. Hay que recurrir a lo que Marcial denomina la "sabiduría colectiva". En 1976, cuando se convoca el primer consejo revolucionario para impulsar una autocrítica de los seis años de trayectoria salen a relucir todas las debilidades que se venían arrastrando con la voluntad férrea de superarlas dialécticamente, ya que de lo contrario se podía paralizar el proceso: "En el momento presente, renovarse o estancarse es la alternativa que se presenta", ya que sienten "la necesidad impostergable de revisar toda la situación de la organización y de su trabajo". Para ello se vuelve "vital y urgente identificar las debilidades, sus dimensiones y sus raíces" que ya se encuentran presentes "en capullo ":
"La necesaria labor de negación de los gérmenes negativos que, como unidad dialéctica, están integrados en el esquema inicial, gérmenes y rasgos negativos que de no superarse adquirirán dimensiones gigantescas en detrimento de los elementos positivos que históricamente determinaron su adopción y que deben marcar los hitos del crecimiento"
"Todo ser dialéctico lleva al mismo tiempo en sus entrañas los gérmenes -vivos y con capacidad de desarrollase- de superación y de destrucción. Saber superar dialécticamente los últimos y abrirles paso a los primeros constituye precisamente la ciencia marxista del desarrollo social. "
Ahí, en pocas palabras, está marcada la actitud revolucionaria. El no reconocer las debilidades es caer en caminos de autodestrucción, pero reconocerlas y, en lugar de superarlas, encubrirlas y justificarlas, es práctica e ideológicamente entrar en un proceso de corrupción.
La primera debilidad que se detecta:
"El concentrar inicialmente la labor ideológica y orgánica de nuestra organización en los sectores avanzados no-proletarios. Ello, de no desplazarse en un tiempo prudencial, relativamente corto, a poner el acento en la clase obrera– retardaría la proletarización... generaría el menosprecio práctico del papel rector que debe alcanzar la clase obrera... y generaría estilo y métodos de trabajo pequeño burgueses". "La unilaterización del pensamiento hacia las tareas exclusivamente de la lucha armada. " "La sustitución del pueblo por una mentalidad de élite revolucionaria, la aplicación de un estilo autoritario en los métodos de dirección y de trabajo, la deshumanización en la atención a los problemas de los militantes".
Y la solución de estos problemas que, como debilidades de un proceso positivo, son algo connatural, debe ser tarea de todos de una manera efectiva y participativa:
"En la medida en que las condiciones de seguridad lo aconsejen, la participación de toda la membrecía en la deliberación y en la consulta para la aplicación de las medidas que se tomen. "
La "sabiduría colectiva" es la verdadera democracia interna de un partido verdaderamente popular. Así es cómo en aquellos momentos críticos se supo enfrentar los problemas para poderle ofrecer al pueblo unas FPL capaz de conducirlo política y militarmente por los vericuetos de la liberación nacional.
Pero este emerger del pueblo como sujeto histórico de su propio destino, potenciado principalmente por la perspectiva proletaria de la FPL, se va abriendo paso dolorosamente en medio de una lucha ideológica que llegaba desde la calle hasta todos los rincones. El Movimiento popular estaba alcanzando cotas cada día más altas de incidencia en la vida del pueblo y la lucha de las distintas organizaciones populares iba adquiriendo cada día mayores niveles de convergencia. Y con ello, también, los grados de represión. Es dentro de esta conflictividad pueblo - sistema que Marcial vive un momento de dolor intenso con la muerte de su querida hija Enma Guadalupe, gran dirigente popular desde las filas del magisterio. Fue asesinada por la Guardia Nacional cuando iba al frente de una manifestación del BPR hacia la embajada de Venezuela que había sido tomada por el mismo Bloque en la coyuntura del 'Mayo heroico de 1979.
"No puedo evitar el pensar en mi querida hija Enma Guadalupe, dirigente magisterial, acribillada a balazos el 22 de mayo... al encabezar una manifestación de masas. Ahora nadie ni nada derrotará a este férreo pueblo, aunque tengamos que luchar solo con las uñas, como lo estamos haciendo ahora, y aunque la fiebre imperialista decidiera mayores zarpazos. Este pueblo tiene temple, voluntad y decisión de combate para conquistar, cueste lo que cueste, su autodeterminación, su soberanía, independencia y libertad".
MARCIAL ES IDENTIFICADO POR LAS FPL
Marcial vive momentos de gran alegría al comprobar que se están dando todas las condiciones y todos los pasos dialécticos hacia la unidad del movimiento popular salvadoreño. Con mirada visionaria la había saludado siempre desde lejos y esta unidad había estado siempre en la perspectiva de todas sus acciones. La unidad del pueblo era su estrategia fundamental. Aunque su perspicacia y conciencia de clase y el profundo conocimiento de la historia de nuestro pueblo le hacían adivinar traiciones en nombre de la necesaria unidad como formula idealista de la misma. Por eso nadie vivió tan intensamente como él el amanecer del primer nivel camino de la unidad que era la coordinación de las organizaciones populares político-militares y de las organizaciones de masas hasta constituirse el FMLN y el FDR. Nadie como él luchó porque fuera integrado hasta el último de los movimientos en este nivel de unidad, a pesar de las contradicciones existentes.
Es dentro de este proceso unitario que el Comando Central de las FPL da a conocer la identidad de su primer responsable y comandante en jefe de las FAPL, Marcial: Salvador Cayetano Carpio. Cuando en esta ocacion se le pregunta por el significado de su nombre, responde:
“El primero (Salvador Cayetano Carpio) hizo posible el segundo (Marcial) y este creó condiciones para realizar los sueños de aquel"
Pero la necesario, difícil y dialéctica unidad entra en periodos de crisis con frecuencia y es entonces cuando la conciencia obrera de Marcial pregona que es necesario renunciar a los idealismos e ir construyendo la unidad sobre bases firmes y proletarias.
"Porque ellos dicen que la unidad es fundamental, aunque sea una unidad que se ponga al servicio de los intereses de la burguesía... Hasta este momento la burguesía se ha servido en bandeja todas las unidades del pueblo... sobre el sacrificio de los trabajadores. Construir mal la unidad significa que la hegemonía pase al poder de las fuerzas de derechas. "
LA OFENSIVA GENERAL
Marcial es nombrado por el FMLN en un primer momento como coordinador de su Comandancia general. Así se preparan lascondiciones para preparar la Ofensiva General de enero de 1981, en vísperas de la toma de posesión de Reagan de la presidencia de los EE.UU. con su evidente proyecto de recuperar la hegemonía mundial y de contener el avance del proceso hacia el socialismo en el mundo. Y su política de contención pasa por el meridiano de El Salvador, crucificado entre la lucha de bloques, este-oeste y la emergencia del movimiento de liberación norte-sur.
A pesar de todas estas amenazas el pueblo salvadoreño dio un salto de calidad en su proceso de liberación y la guerra en una dinámica supuestamente irreversible hacia su meta. Por ello Marcial, en la celebración del aniversario de las FPL de abril hace énfasis en la determinación de las FPL de ir hasta el final en la profundización de la guerra de liberación. Es también en ese momento que Marcial, que ha debido salir al exterior para cumplir tareas estratégicas, retorna a dirigir la guerra a las montañas de Chalatenango.
A pesar de ello, y con la llegada al poder de Reagan, hubo vacilaciones y comenzaron pronto a perfilarse intentos de arreglos negociados para ofrecerle al imperialismo salidas digeribles, aunque con ello se postergara el triunfo popular. En este marco es que se da la vuelta de Marcial. A sus 63 años de vida y de lucha no le importa el sacrificio de las interminables caminatas y los riesgos. Vive en 'Los Filos', bajo bombardeos constantes, hasta que la comandancia se traslada al 'Volcancillo'. Allí asiste con júbilo al nacimiento de los gérmenes de los PPL, que devuelven a la población civil su autonomía y su protagonismo en la misma guerra; ve formarse las Unidades de Vanguardia con hombres como el comandante Bernardo, núcleos fundamentales del nuevo ejército popular, mientras va marcando a todos con su fe en el triunfo y en la propia fuerza del pueblo.
Su tarea fundamental es preparar las condiciones para organizar la reunión del Comando Central, que, recogiendo la 'sabiduría popular', valorando las experiencias y las expectativas populares, relance el proceso después de la crisis creada por la Ofensiva General, pues esto se hacía urgente para retomar los principios. Este COCEN-81 se realiza bajo su coordinación en los meses de agosto y setiembre en el 'Volcancillo'. El discurso de Marcial en nombre del CP para iniciar los trabajos es un ejemplo de valentía autocrítica para afrontar nuevamente las debilidades y relanzar la guerra popular de ofensiva continua y de protagonismo popular.
Nuevamente aquí se señala como negatividad principal la ausencia de la clase obrera en la dirección del proceso, la necesidad de proletarizar el conjunto de la FPL, la militarización unilateral y la marginación de las organizaciones populares ligadas a la producción, etc. Impresiona el realismo histórico con que se apuntan las soluciones y la fe en las posibilidades del pueblo para el triunfo. Este documento, sin embargo, ha sido poco conocido aún entre los miembros de las FPL por intencionados bloqueos.
Apenas terminan las reuniones cuando el enemigo lanza un cerco para capturar al compa Marcial. Hasta llegará a anunciarse en los medios de comunicación del ejército que ya había sido capturado. Pero en las peores condiciones y dirigido el grupo por el comandante de las unidades de vanguardia, Bernardo Torres, después de diez días de escaramuzas, lograron burlar al enemigo. Como consecuencia de tener que ir abriéndose paso entre charrales, sin comer para proteger la vida de los niños que, a pesar de todo van muriendo en el camino, quedan huellas en su salud pues se le han infectado sus heridas hasta correr el peligro de quedar envenenado. Pero Bernardo con su gente logrará salvarlo de la muerte. Marcial también, por su estado de debilidad, es afectado por el dengue y tiene que pasar unos días de recuperación en 'El Alto' y luego en 'La Laguna', donde mantendrá sus últimas reuniones con la Comandancia.
Marcial no quería salir del frente. Pero le llegan llamamientos urgentes y la Comisión Política de las FPL toma la decisión de que debe salir. Las únicas prioridades son las necesidades de la guerra, dentro o fuera de la frontera. Lo importante es ocupar el puesto que le asignan dentro del proceso. Por eso su salida fue un acto de obediencia partidaria.
A la salida del Frente para recorrer pueblos que son aliados para nuestra guerra es que Marcial exclamará:
"Sufre nuestro corazón intensamente... Justa, mil veces justa, es la lucha de liberación de mi pueblo; la mil veces sagrada guerra popular de liberación"
Al verlo con la ropa destrozada, enfermo y hambriento, una viejecita del pueblo que lo conoce le dice: "No importa, tío (así se le reconoce e identifica entre los militantes), nuestros hijos podrán un día ser felices". Y Marcial comenta: "La sangre de miles de héroes es el preludio doloroso pero inevitable de la aurora de un futuro de libertad, democracia independencia, trasformación social revolucionaria y firme para el pueblo salvadoreño". Y un periodista presente le pregunta de pronto: "Pero, ¿usted ama la violencia?". Y Marcial rápido responde: "La odio". Así entiende él nuestra guerra como impuesta al pueblo por sus injustos y violentos agresores.
NUEVOS CAMINOS EN EL FRENTE EXTERNO
El 11 aniversario de las FPL encuentra a Marcial en Moscú y manda desde allí su mensaje a combatientes y militantes de las FPL. Tiene necesidad de recordar los principios que dieron sentido al nacimientos de las Fuerzas populares de liberación y de remarcar la responsabilidad histórica que les corresponde en estos momentos, pero el objetivo prioritario en estos momentos lo plantea así:
"Tenemos una obligación que cumplir: fortalecer a las FPL, lograr una disciplina férrea, una organización férrea, una organización proletaria que sea fiel expresión de los intereses de la clase obrera y del campesinado".
Él sabía por qué lo decía. Su proyecto de fortalecer a las FPL dentro del marco de la guerra lo lleva a una constante preocupación por todos y cada uno de los militantes y por cada uno de los organismos; por eso en toda oportunidad baja a las bases para dialogar la problemática que se está viviendo aún cuando otros creyeran que ese tiempo debiera priorizarlo en otras tareas. Tiene la decisión de consagrar los últimos momentos de su vida a hacer de las FPL el auténtico partido que nuestro pueblo necesita, porque sin un partido realmente proletario en las circunstancias que se están viviendo el proceso podría desviarse de sus objetivos fundamentales y convertirse en uno de las decenas de triunfos populares que luego sus enemigos han logrado revertir en contra del propio pueblo que ha puesto su sangre.
Los triunfos populares de la 'campaña de octubre' de este año son interpretados por Marcial como un signo de que se está en el camino recto. Convoca a la prensa y les manifiesta que esos hechos son demostración de que el FMLN ha adquirido nuevos niveles de coordinación estratégica y de capacidad de concentración de fuerzas, capaces de destruir a una compañía entera atrincherada y con sofisticadas fortificaciones que implica la consolidación de la iniciativa de la guerra por parte de un FMLN más unido y con mayor capacidad de coordinación.
"Estamos seguros y muy serenos ante el futuro... nuestra guerra tiene que terminar con un arreglo político... el dialogo está basado en la dignidad, en la defensa de los intereses del pueblo. Ningún revolucionario de El Salvador, en ningún momento, va a traicionar los intereses del pueblo. Toda negociación tiene que estar basada en la satisfacción de los intereses básicos de nuestro pueblo y toda conversación esta también basada en la dignidad. "
No faltaban los que hablaban del famoso 'empate' de la guerra, del miedo a la intervención norteamericana que, comenzando por El Salvador, llegaría a Nicaragua y amenazaría a Cuba, hablaban también de evitar el costo social que implicaba nuestra guerra. Marcial afirmaba que esto era una visión no dinámica del proceso, que la manera de impedir la intervención era profundizar en la guerra popular y que la decisión de vencer estaba tomada...
Es entonces cuando la mayoría de la dirección se plantean públicamente un cambio de línea y empiezan hablar abiertamente lo que se había mantenido casi en secreto ante las bases: una política de Dialogo-Negociación con la que Marcial nunca estuvo de acuerdo, no en el proceso, sino en el método de ese proceso, consideraba que era prematuro y que las condiciones no estaban dadas, la unidad apenas nacía, además suponía la perdida de la autonomía de la organización con respecto al FMLN, esa supeditación a la dirección del frente ponía en "minoría" su concepción revolucionaria de GPP y que fuese la clase obrera la "garante" del proceso.
Entró en abierta contradicción con el resto de la dirección del FMLN y con gente de su propio partido, incluida la segunda responsable como punta de lanza y gente de la calidad de Miguel Castellanos y otros; razón tenía, al cabo de 20 años de esa contradicción podemos constatar donde y como están "parados" el resto de dirigentes como Joaquín Villalobos y Co. Los "ortodoxos", los "renovadores", los de la tercera vía, el Partido Comunista etc.etc, y los "frutos" de esas negociaciones que verdaderamente han beneficiado a la cúpula de dirigentes, si durante la guerra fue difícil hablar con ellos, hoy es imposible, poco a poco se han ido alejando de las masas.
Aquí comienza una pesadilla para Marcial, Ana María, empezó a promover en cargos de dirección a gente leal al cambio de línea y as¡, fueron copando los organismos de dirección local, regional y nacional teóricos de la clase media, con manejo de elementos de la doctrina Marxista-leninista, muy buenos para la cuestión política y convencer a las "masas", pero cómodos y oportunistas dejando a un lado aquellos compañeros de la clase obrera y el campesina probados en tareas difíciles y en el combate contra el "enemigo" con suficientes méritos y capacidad para su ascenso a cargos de dirección, pero potencialmente "peligrosos" por su extracción de clase y posibles obstáculos al nuevo reacomodo ideológico.
El reclutamiento masivo de principios de los años 80, resolvió la "correlación de fuerzas" a favor de las corrientes negociadoras, tomando el control total de la dirección del movimiento hasta nuestros días; prácticamente los núcleos de partido en las FPL, que en un tiempo fueron el motor central del funcionamiento y toma de decisiones fueron paulatinamente convirtiéndose en simples círculos de estudio y accesibles a información previamente "pensada" y "elaborada" por la élite de la comisión política, los organismos de dirección tenían en su mayoría gente de la "pequebú" que le fue imprimiendo un carácter de "clase" al movimiento completamente "diferente" al inicial, esta desviación previamente calculada les permitió hacer las reformas necesarias para el cambio de línea, desplazando a todos los "marcialistas" y radicales del resto de organizaciones; de ahí que Marcial fue obstaculizado por todos lados, se empezó a maquinar un complot para su aniquilamiento del escenario político a promover una especie de "culto" a la personalidad, exagerando la celebración de su natalicio, se le comparó con figuras célebres y en secreto se lanzo la "bola" de que se creía el "Ho Chi Mính" de América Latina.
Hay que mencionar que el proyecto de GPP, ha tenido sus detractores dentro y fuera del contexto nacional, se menciona las contradicciones que Marcial tenía con Fidel a este respecto, en discusiones "privadas", marcial criticaba la actitud de fide) en Centroamérica... "As¡ el revolucionario Castro parece haber aceptado el parlamentarismo como método, incluso después de una lucha de liberación revolucionaria. A este respecto, Cuba ha llegado a estar más cerca de las ideas socialdemócratas que la extrema izquierda tradicional en el continente... "
En este ambiente se prepara la convocatoria para la reunión del COCEN-83, que debía ser decisivo para la marcha del proceso de guerra, donde se determinaría la voluntad de la FPL de vencer y derrotar al ejercito, de luchar porque no se diera la intervención amenazante, pero también de prepararse para, en el caso de que se diera, derrotarla; de llevar adelante un proceso de diálogo y negociación como forma estratégica, pero auxiliar, y de profundizar en el proceso de unidad revolucionaria en el FMLN, como vanguardia, en esta coyuntura, del pueblo. Los pueblos socialistas aliados de Centroamérica, creyendo a pie juntillas en la intervención que acabaría con todas las conquistas populares en el área, pedían el sacrificio de los procesos revolucionarios de El Salvador y también de Guatemala. Marcial lo vería como una traición a su pueblo y su sangre. El día primero de abril de ese año Marcial vive momentos intensos. Las palabras pronunciadas por Marcial en esa reunión con la membrecía de las F., recogidas ya en un folleto, resultan determinantes para comprender su pensamiento y su postura en esa coyuntura. Más tarde tiene una reunión amplia con amigos de nuestro proceso, en la cual muchos de los presentes no se cansan de hablar y de admirar su sencillez, su claridad y su decisión. Y es en este tiempo también cuando Cayetano vive con dolor la muerte de dos grandes amigos: Marianela García Villas, campeona de los derechos humanos y Bernardo Torres, comandante conductor de las Unidades de Vanguardia, forjado como militante en las luchas obreras y querido por las tropas.
Y así llegamos a los hechos de abril. El responsable de la seguridad interna de la mismas FPL, con el propio equipo de seguridad de la misma Cmte. Ana María, han decidido darle muerte. Marcial está en el extranjero tratando de buscar mayores ayudas para enfrentar con éxito la posible intervención. Muchos comienzan a señalar a Marcial como el responsable de la desaparición violenta de Ana María. De hecho el comandante estaba recluido en su propia casa con la amenaza de ser sacado a otro país... En un momento pide a los encargados de su seguridad que vayan a ver la tele y que dejen las armas para no inquietar a quienes vigilan la casa; a su esposa, le solicita que cuide a la nieta para que duerma, y él se recluye en su pequeño cuarto donde suele estudiar y escribir, deja escritas unas notas, y se suicida... Luego serían capturados todos los responsables de la muerte de Ana María y, a pesar de todas las presiones a que son sometidos, en ningún momento señalan la autoría de Marcial. En el juicio subsiguiente se declara oficialmente no poder disponer de pruebas en su contra...
Posterior a estos hechos surge un grupo de compañeros que se declaran en "Posición Rebelde", desconocen a la dirección de las FPL y se descoordinan de la dirección, agrupándose en el FCER (Frente Metropolitano "Clara Elisabeth Ramírez"), argumentando las razones de su posición política que no fue dado a conocer a toda la militancia de las "efes", mucho menos a las bases del resto de organizaciones del FMLN, esto provocó una purga interna dentro de la organización, al grado de que cualquier mínima crítica era rápidamente relacionada con la "disidencia", la "fracción" y muchos compañeros inocentes o de buena fe que pretendieron tocar el tema fueron señalados, interrogados, expulsados, desagradados y en el peor de los casos ajusticiados, por ese tiempo entre 83-88. Se preparó una versión oficial y se acuso en asambleas generales ante las masas y tropa de guerrilla al FCER de una infinidad de "cargos" desde infiltrados de la CIA hasta traidores de la revolución y enemigos del campo socialista y que se habían apoderado de una gran cantidad de dinero de la orga y por ese motivo se estaba aguantando hambre en la zona de Chalatenango, etc.
Esta situación de descontento con el cambio de línea, fue generalizado en todo el FMLN, las respectivos mandos y organismos de dirección, aprovecharon la oportunidad para deshacerte de todos aquellos elementos "radicales" y de línea "dura" con el "cuento" que no entendían el recambio de táctica y estrategia, con este argumento eliminaron y expulsaron a un buen grupo de compañeros de todos los niveles de militancia, que si estaban dispuestos a luchar hasta el final.
Lo que ignoraba la mayoría de bases y combatientes, eran los compromisos, presiones y acuerdos hacia la vía negociada, no convenía que se obtuviera una victoria militar, a través de la GPP ; las declaraciones de algunos funcionarios y aliados de los gringos, cuando miran que la cosa era seria y las guerrillas iban tomando forma y eran parte de la vida diaria de los pueblos oprimidos, entonces empiezan a descalificar y degenerar el verdadero sentido de la lucha armada y a quitar banderas de lucha, claman hipócritamente por la Paz y la Democracia, el pluralismo político y el dialogo; no porque lo deseen de verdad, sino para contrarrestar la avalancha que se avecina, restarle fuerzas al movimiento popular y al cabo de los años seguir con su misma política de explotación con otras modalidades; neoliberalismo, globalización...
Por eso en el día de hoy, cuando se cumplen 20 años de la muerte del compañero Salvador Cayetano Carpio, bueno es recordar las palabras con las que Antonio Morales Carbonell "Tono" concluye su trabajo "La muerte de Marcial ¿un asunto concluido":
"Traer a la memoria el suicidio de Marcial es una oportunidad para recordar aquellos aspectos democráticos de su pensamiento y de su práctica política dentro de su partido: su deseo de que los sectores mayoritarios de la población (los obreros y los campesinos) pudiesen orientar una amplia alianza popular, sus esfuerzos para que dichos sectores estuviesen orgánicamente representados en el partido, sus afirmaciones sobre la necesaria autonomía de los gremios y sindicatos, su insistencia en crear y desarrollar una amplia base celular que diera vida a la democracia interna "de abajo para arriba y de arriba para abajo", que obligara a los dirigentes a dar cuenta de sus actos y que permitiera combatir los abusos de poder, la corrupción y otras arbitrariedades que se daban en su organización y de romper con el terror de aquellos que tenian la impaciencia de reaccionar mal y de rebotar la crítica y de usar sus poderes en mala forma para el castigo a los que critican”.
Si algo caracterizó a Marcial fue precisamente su rectitud, su firmeza y su honestidad. Prefirió morir antes que permitir que se pusiera en duda su integridad moral. Con el fallecimiento de Marcial, la clase obrera salvadoreña perdió, sin lugar a dudas, uno de sus más genuinos dirigentes."
Poco más queremos decir. El pueblo salvadoreño, de seguro, podrá un día pronunciarse. Nuestro comandante sembró su vida en la historia de su pueblo. Quizás sea el momento de escuchar sus últimas palabras dejadas escritas aquel atardecer...
San Salvador 5 de Agosto 2014.
Federación Sindical Revolucionaria-FSR-
Central Obrera Organizada Socialista
de El Salvador - COESS -
Movimiento Obrero Organizado Sindical
y Gremial Socialistas de El Salvador
- MOESS -
Internacionalismo Proletario 2014
SINDICALISMO REVOLUCIONARIO
Por: Salvador Cayetano Carpio
Dedico estas páginas a la heroica clase trabajadora de El Salvador.
Después de las “CARTILLAS SINDICALES” escritas por otros compañeros, las cuales han
enseñado el funcionamiento de los sindicatos, he creído oportuno ofrecer a los compañeros
trabajadores, en forma breve y a grandes rasgos, los principios del sindicalismo que todos debemos
conocer.Sé que esta labor no es del agrado de la clase explotadora, que demostrará su furia en muchas formas. No importa. Que se encabriten, pataleen y nos muelan a coces los bestiales enemigos de la clase trabajadora, que tienen como supremos argumentos: la mentira, la calumnia, palos, cárceles, torturas y destierros.
Todo será bien recibido, sabiendo que en cambio, tú, compañero o compañera que anhelas una
existencia más digna, le darás toda tu atención a estas páginas de orientación sindical.
SALVADOR CAYETANO CARPIO
INDICE
CAPITULO I
SITUACIÓN HISTÓRICA DEL SINDICATO
* La comunidad primitiva
* La Esclavitud
* El Feudalismo
* Régimen Capitalista
CAPITULO II
¿QUÉ ES EL SINDICATO?
¿QUÉ ES EL INSTITUO DE CLASE Y QUE ES CONCIENCIA DE CLASE?
CAPITULO III
CORRIENTES SINDICALES
* El Sindicalismo Reformista
1 Sindicalismo Oficializado
1. Sindicatos Verticales o Corporativos
2. Sindicatos Peronistas o Justicialistas
2 Sindicatos “Rerum Novarum” o Sindicalismo Social Cristiano
3 Trade-Unionismo
* El Anarco-Sindicalismo
* El Sindicalismo Revolucionario
CAPITULO IV
FORMA Y ESENCIA DE LOS SINDICATOS
CAPITULO V
FORMAS DE ORGANIZACIÓN SINDICAL
* Sindicatos de Oficios Varios
* Sindicatos Gremiales
* Sindicatos de Empresa
* Sindicatos de Industria
* Las Federaciones
* La Confederación de Trabajadores o Central Sindical Única
NOTAS
Nota Editorial
Presentamos a continuación, los “PRINCIPIOS ELEMENTALES DEL SINDICALISMO” de Salvador Cayetano Carpio, escritos el 15 de Septiembre de 1951. Todos ellos se refieren a problemas concretos de la vida de los sindicatos, proyectados además a contribuir con la gran tarea histórica que los sindicalistas salvadoreños tienen –junto a su partido político- de impulsar la lucha para acabar con la explotación y dominación capitalista.
Todo el trabajo contiene un alto contenido teórico. Parecería que por lo lejano del tiempo en que fue escrito y por las reivindicaciones orgánicas que allí se señalan al movimiento sindical, habría perdido actualidad y su interés se centraría en un valor histórico. Sin embargo, todo parece ser lo
contrario. Elaborado en una época en que las urgencias de la organización sindical eran inmensas (como en la actualidad). Ello obligó a Salvador Cayetano Carpio a que centrara su talento teórico y su actividad política, para dotar al movimiento sindical de una arma teórica para vencer todos los obstáculos que se alzan en el camino de su liberación definitiva.
En cuanto a la presente edición de los “PRINCIPIOS ELEMENTALES DEL SINDICALISMO”, se
publica sin modificación en su contenido, con excepción del Capítulo V: Formas de Organización Sindical, el cual en el libro original aparece como APENDICE; las citas a que el autor hace referencia se han extraído de los diferentes capítulos, y llevados a otro apartado de notas; además se le han agregado algunas notas con el objeto de definir algunos conceptos, que amplíen más el conocimiento de los compañeros obreros.
Esperamos que el presente trabajo, sea un aporte más a la orientación del movimiento sindical. Comité de Propaganda del Comité Coordinador de Sindicatos “José Guillermo Rivas” San Salvador, 18 de Febrero de 1980.
CAPITULO I
SITUACIÓN HISTÓRICA DEL SINDICATO
El Sindicato es un arma de combate de la clase trabajadora.
¿Ha existido el Sindicato en todas las épocas de la humanidad?
No. El Sindicato no ha existido en todas las épocas.
Para comprender el Sindicato como una organización brotada de las necesidades de la sociedad actual, es preciso situarlo en el marco del propio período histórico en que ha sido posible su existencia, en el marco de una determinada forma social de producción.
Para esto es necesario tomar en cuenta que en la evolución histórica de la humanidad, se han sucedido en forma progresiva varios regímenes económicos y políticos. Estos cambios han estado determinados por el progreso que los hombres han ido desarrollando como consecuencia del perfeccionamiento de los instrumentos que utilizan en el trabajo, llamados instrumentos de producción y de los cambios efectuados en las relaciones que entre los hombres establece la producción, llamadas relaciones de producción.1 Lo que significa que la sociedad no ha tenido siempre el mismo régimen de producción; sino que éste ha cambiado como consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas2 de la sociedad.
Las formas sociales de producción que la sociedad ha conocido hasta nuestros días, son cinco
1. La Comunidad Primitiva.
2. La Esclavitud
3. El Feudalismo
4. El Capitalismo
5. El Socialismo (del que disfruta una parte de la humanidad y hacia el que se dirige aceleradamente el resto de los pueblos).
No es el objeto de este pequeño estudio sindical hacer un detallado análisis de la historia de la humanidad hasta nuestros días; empresa que, además, rebasa las capacidades del autor. Sin embargo, es necesario que hagamos una brevísima reseña de los períodos recorridos por la sociedad, con lo que estaremos en condiciones de comprender más claramente la función histórica del Sindicato.
LA COMUNIDAD PRIMITIVA
Cuando los hombres eran aún salvajes; cuando sus instrumentos de trabajo eran muy rudimentarios (el mazo, el hacha de piedra, la flecha), tenían que disputarse el alimento con las fieras del bosque y vencer las enormes dificultades de las fuerzas naturales.
Era imposible, en esas condiciones, sobrevivir separados los unos de los otros, por lo que tenían que vivir agrupados en tribus y cazaban, pescaban o cultivaban en común.
No habían explotadores, pues los hombres, con instrumentos de producción tan atrasados, no alcanzaban a producir más que para su propia subsistencia; por lo cual, no había hombres que vivieran del trabajo de otros.
No había propiedad privada, sino que la propiedad era común: las tierras eran de todos, los frutos que recogían o cultivaban eran de todos, lo mismo que los productos de la pesca o de la caza.
No había Estado, es decir, gobierno, ejército, cárceles, jueces, etc., sino que, quien dirigía las distintas fases de la producción y la distribución era (en la etapa más avanzada de este régimen) el patriarca de la tribu.
Resumiendo podemos decir, que las características del régimen de la comunidad primitiva son:
1. No había clases sociales;3 es decir, no había explotados ni explotadores.
2. No existía la propiedad privada.
3. No había Estado.
4. La producción y la distribución se efectuaban en común.
Como vemos, no era concebible la lucha de clases en esta etapa de la humanidad. ¿Cómo fue que
cambió esta situación?
Al principio, solamente existía división del trabajo entre los sexos: el hombre pescaba, cazaba, etc., la mujer cuidaba de la casa. Luego, se produce la PRIMERA GRAN DIVISIÓN DEL TRABAJO:
los hombres aprendieron a domesticar a los animales, luego, a criarlos. “Unas tribus, las más avanzadas, se dedicaron a la cría de ganado separándose de la masa de tribus bárbaras”
.4 Esto introdujo el cambio regular de productos entre las distintas tribus.
En el fondo de esta evolución existe el hecho de que “la producción se había desarrollado en proporciones tales, que ya la fuerza humana de trabajo podía crear más de lo necesario para su simple sustento”5, con lo que se sentaban las bases para que unos hombres pudieran explotar el trabajo de otros. En el propio seno de cada tribu no era posible encontrar hombres “sobrantes” (es decir, fuerza de trabajo excedente) que trabajaran para otros; pero las guerras que entre sí se hacían las tribus, proporcionaban un saldo de prisioneros. Al principio, a estos prisioneros de guerra se los comían, después, simplemente los mataban. Pero, cuando se llegó a este período en que se podía aprovechar su trabajo, los prisioneros de guerra “adquirieron un valor” y, desde entonces, comenzaron a ser incorporados a la producción en calidad de ESCLAVOS.
LA ESCLAVITUD
Este régimen se asienta sobre la explotación de la clase de los esclavos pela clase de los amos. Los
esclavos eran propiedad absoluta de los amos, quienes podían venderlos y matarlos. El producto del trabajo de los esclavos era para el amo quien les alimentaba, vestía y curaba.
El esclavo no tenía ningún derecho cívico.
Se estableció el Estado: gobierno, ejército, leyes, jueces, etc., para poder mantener sometidos a los esclavos que continuamente se revelaban contra los amos.
En resumen, podemos caracterizar al régimen esclavista por los siguientes rasgos:
1. Aparecimiento de la división de la sociedad en clases.
2. Implantación de la propiedad privada.
3. Aparecimiento del Estado.
“Ricos y pobres, explotadores y explotados, hombres con plenitud de derechos y hombres privados totalmente de derechos; una fiera lucha de clases entre los unos y otros, tal es el cuadro que presenta la esclavitud”
6. La esclavitud constituyó un progreso de la humanidad en relación con la comunidad primitiva:
ayudó a la Sociedad a salir del estado bárbaro y pasar a la civilización; sin embargo, a medida en que las fuerzas productivas de la Sociedad se iban desarrollando, este régimen se convirtió en una traba para el desarrollo de la Sociedad.
La explotación sin escrúpulos que Roma llevaba a cabo sobre las provincias conquistadas, los enormes impuestos recaudados con el fin de mantener el orden interno y detener las invasiones de los bárbaros determinó un empobrecimiento general. En igual medida retrocedió el comercio, los oficios, las artes, la agricultura, disminuía la población, decayeron las ciudades. Las grandes explotaciones agrícolas a base de esclavos fueron desapareciendo, pues ya no era económicamente costeable el trabajo de los esclavos. El número de esclavos liberados aumentaba sin cesar, pasando a convertirse en COLONOS, que tenían que pagar enormes tributos en dinero o en parte de la cosecha dueño de las tierras.
Pero, al mismo tiempo que la esclavitud ya no podía continuar siendo la base de la producción, existía la imposibilidad de que los hombres libres pudiera trabajar, pues se consideraba el trabajo
como una actividad deshonrosa, propio únicamente de esclavos. Las grandes insurrecciones de los esclavos y las invasiones de los bárbaros, aceleraron el proceso de liquidación del régimen de esclavitud. Este fue reemplazado por una nueva forma social de producción llamada:
EL FEUDALISMO
En el feudalismo ya no había esclavos, pero siempre la sociedad estaba divida en clases: en el campo, los señores feudales (llamados también latifundistas porque poseían inmensas extensiones de tierra) explotaban el trabajo de los SIERVOS. Los señores ya no tenían el derecho de matar a sus siervos, pero éstos tampoco podían abandonar las tierras (llamadas feudos) de su señor y, si el feudo era vendido, pasaban junto con la tierra, instrumentos de trabajo y animales a ser propiedad de un nuevo señor.
En la ciudad predominaba la ARTESANIA, que se dedicaba al trabajo manual (herreros, sastres, orfebres, etc.).
Tanto en la ciudad como en el campo la producción tenía un carácter NATURAL, es decir, que no
se producía para el cambio, para la venta, sino que los productos eran esencialmente para el consumo familiar.
Los artesanos, con el fin de defender los oficios y evitar la competencia, formaban organizaciones compuestas por maestros (que eran los dueños de taller), compañeros (que eran los operarios) y los aprendices. Dichas organizaciones de llamaban CORPORACIONES. Los artesanos tenían que pasar por la categoría de aprendices y operarios para poder llegar a Maestro, o sea, dueño de su propio tallercito. Sin embargo, ya en los últimos tiempos del feudalismo, a los operarios se les hacía casi imposible llegar a esta última categoría convirtiéndose las corporaciones en organismos que representaban esencialmente los intereses de los Maestros, ayudándoles a acentuar la explotación sobre los operarios y aprendices.
Mas, el régimen feudal no iba a ser eterno, porque ninguna formación social de producción pasada, presente o futura, puede considerarse como algo quieto e inmóvil; pues, siguiendo las leyes de la naturaleza y de la sociedad, todo tiene que nacer, desarrollarse y desaparecer. Eso sucedió con el feudalismo.
En efecto, la enorme intensificación del comercio, tanto interno como externo, impulsada por los grandes descubrimientos de nuevas tierras y nuevas rutas (descubrimiento de América y de la ruta marítima alrededor de África para llegar a las Indias Orientales y China) hacían insuficiente la producción, estrecha y atrasada, ya no era suficiente para cubrir las necesidades crecientes de la sociedad. “Concentrar y ampliar esos medios de producción, transformarlos en poderosas palancas de la producción moderna, era el papel histórico de la producción capitalista y de la burguesía”.7
Veamos cómo se efectuó este proceso.
En esa época de enorme actividad comercial, los comerciantes -agrupados cerca de los castillos, en el seno de las ciudades (BURGO quiere decir ciudad, de allí se originó el nombre de BURGUESIA)– adquirieron gran influencia económica. Sin participar en el proceso de producción, los comerciantes compraban y vendían los productos; sirviendo de intermediarios entre los productores acumularon rápidamente enormes riquezas.
Veamos, ahora, cómo estos comerciantes se convirtieron en empresarios capitalistas: inicialmente, los artesanos venden sus productos a los comerciantes, luego éstos facilitan dinero y materias primas para la elaboración de sus productos; finalmente, los comerciantes terminaron por apoderarse de los instrumentos de trabajo de los artesanos y los concentran en grandes locales de trabajo manual llamados MANUFACTURA. “Al lado de la pequeña producción, apareció la gran producción capitalista: LA MANUFACTURA… de la manufactura capitalista, en la que el trabajo manual constituía la base de la producción, surgió la fábrica capitalista provista de potentes medios mecánicos”.8
Vemos, pues, cómo de la clase de los comerciantes, surge la clase de los modernos capitalistas: los
modernos BURGUESES.
Por este proceso, vemos también, cómo los artesanos que al principio eran propietarios de sus medios de producción, vendían sus productos a los comerciantes y tienen que entregar, después, sus instrumentos de producción en manos de aquellos. Al final de este proceso, se encuentran ante la necesidad de VENDER SU FUERZA DE TRABAJO POR UN SALARIO, como único recurso para poder vivir. En esta forma nace una nueva clase completamente desconocida en los anteriores estados de la Humanidad. Esa es la clase del PROLETARIADO,9 o sea, la CLASE OBRERA.
Ante el desarrollo de la producción burguesa agigantada por el descubrimiento de la máquina y del vapor, se interponía las trabas feudales: en el campo, los señores feudales imponían tributos al paso de las mercancías; en la ciudad, las corporaciones artesanas por medio de los privilegios gremiales luchaban contra la nueva forma de producción. Además, esta forma de producción burguesa necesita enormes reservas de hombres libres de la servidumbre para que puedan vender su fuerza de trabajo dentro de las fábricas.
Eso no se podía llevar a cabo dentro del régimen feudal en el que los siervos tenían que trabajar toda la vida para el mismo señor feudal. Estas enormes contradicciones no era posible resolverlas
pacíficamente, era necesario una verdadera revolución10 que cambiara totalmente el sistema feudal y diera el poder político a la clase burguesa. Por eso la burguesía llevó a cabo la gran revolución industrial (revolución burguesa) que destruyó al régimen feudal, liberó de la servidumbre a los campesinos, destruyó las corporaciones artesanas y rompió las trabas que se interponían al desarrollo de la industria.
En esta forma se instauró el REGIMEN CAPITALISTA
El régimen capitalista se caracteriza porque la clase dominante, LA BURGUESIA, tiene en su poder los medios de producción (fábricas, máquinas, materias primas); mientras, la clase explotada.
EL PROLETARIADO, está absolutamente desposeída de todos los medios de producción, y sólo cuenta para su subsistencia con su fuerza de trabajo que vende por un salario.
Bajo este régimen, los productos no están destinados al consumo inmediato del productor; sino para la venta en el mercado.
El capitalismo ha hecho más simples los antagonismos de clase, dividiendo a la sociedad, cada vez
más, en dos campos encarnizadamente opuestos: LA BURGUESIA, por una parte, y EL PROLETARIADO, por la otra. La clase intermedia, que es la pequeña-burguesía, (pequeños comerciantes, propietarios de modestos talleres, campesinos medios, profesionales, etc.) a medida en que se arruina por la competencia de los burgueses, va a engrosar las filas del proletariado. Muy pocos pequeño-burgueses llegan a convertirse en burgueses.
La burguesía, por medio de la producción industrial, concentra a los obreros en las fábricas con lo
que los pone en capacidad de adquirir una clara conciencia de clase. Los obreros son explotados, pero se diferencian fundamentalmente de los esclavos, de los siervos y de los artesanos en los aspectos político y económico.11 En el aspecto político, los obreros poseen, legalmente, igualdad de derechos con los explotadores; teóricamente son considerados iguales ante la Ley; siendo, por
consiguiente, libres de vender su fuerza de trabajo a cualquier patrono. En el aspecto económico, los obreros no poseen medios de producción, no poseen máquinas, no poseen fábricas, no poseen
materiales (materias primas), ya que todo esto es propiedad privada de los burgueses. El trabajo es social (se efectúa en común); pero el producto de ese trabajo (que es la ganancia) es propiedad
privada del patrono.
El proletariado, como clase que sólo pudo nacer bajo estas condiciones históricas, encontró en el
Sindicato una forma más eficaz de lucha contra la burguesía por mejorar sus condiciones de trabajo y salarios. Por eso vemos, que en la medida en que se desarrollaba su instinto de clase iba creando nuevas formas de organización propias como las Cofradías, las Compañías, las Cooperativas, las Sociedades Mutualistas, y , finalmente, las Cajas de Resistencia, hasta desembocar en la forma de organización que refleja más certeramente sus intereses. Esa organización es el SINDICATO.
El Sindicato es una importante expresión espontánea de la lucha entre la clase obrera y la burguesía, brotada del desarrollo de las fuerzas productivas de la Sociedad; en consecuencia, el Sindicato no pudo nacer en las formas sociales de producción anteriores (no pudo nacer en la Comunidad Primitiva, ni en la Esclavitud, ni en el Feudalismo); sino que únicamente pudo surgir bajo el régimen de producción capitalista.
De esto, extraemos dos conclusiones:
1. Que el Sindicato, organización de lucha de la clase obrera, fue posible hasta que el desarrollo
de las fuerzas productivas engendró al proletariado.
2. De esto se deduce que el Sindicato no ha nacido del capricho o del deseo idealista de uno o más
“agitadores”; sino que asienta sus bases sobre la esencia misma del sistema capitalista de miseria y explotación de unos hombres sobre otros.
CAPITULO II
¿QUÉ ES EL SINDICATO?
El Sindicato es una organización de lucha de los trabajadores, reunidos para la defensa de sus
intereses comunes. Estos intereses son:
ECONOMICOS:
-lucha por mejores salarios.
-lucha por rebajar el alto costo de la vida: precio de los víveres, de la víveres, de la vivienda,
de los transportes, de las medicinas, etc.
SOCIALES:
-condiciones salubres de trabajo.
-prestaciones a la mujer.
-reducción de la jornada de trabajo.
-seguro social, etc.
POLÍTICOS:
-Lucha por la promulgación, ampliación y aplicación de un Código de Trabajo que legalice sus conquistas.
-lucha por hacer efectivas la Democracia, lucha por la paz.
-lucha por la liberación del país de los grandes intereses extranjeros.
La palabra “Sindicato” se deriva de “síndico”, por ser ese funcionario el encargado de defender los intereses de una comunidad, con lo cual se quiere significar que cada miembro de un sindicato es un defensor de los intereses colectivos. A su vez, la palabra “síndico”, como la inmensa mayoría de voces españolas, tiene sus raíces en el antiguo idioma Latín, derivándose directamente de la palabra “Syndicus”, que nació de la palabra griega “Síndikós” (Syn, quiere decir: co; dike: justicia). De tal manera, el significado que le damos a la palabra sindicato no traduce literalmente a las que le han dado origen; pero ello se debe a que una nueva interpretación (neologismo), o sea, un giro nuevo que se le ha dado a esa palabra.
¿QUÉ ES INSTINTO DE CLASE Y QUE ES CONCIENCIA DE CLASE?
Hemos visto que el sindicato es la expresión espontánea de la lucha entre los patronos y trabajadores.
¿Por qué decimos “expresión espontánea”?
Porque la organización Sindical no indica que los obreros tengamos conciencia de clase, indica solamente que tenemos “instinto”, “intuición” de clase, o sea: que ya sabemos que hay necesidad de unirnos para defendernos de la explotación. En otras palabras, nosotros nos agrupamos en el
Sindicato porque sentimos la explotación y porque instintivamente comprendemos que unidos podemos arrancarle al patrono algunas mejoras en los salarios y en las condiciones de trabajo. Pero hasta allí, no sabemos cómo se origina la explotación, de dónde proviene, no sabemos si es posible terminar con la explotación ni cómo es posible realizar ésto.
Por eso decimos, que al organizarnos en Sindicato estamos demostrando nuestro “instinto de clase” que debemos convertir en “conciencia de clase” definida que nos impulse a una lucha a fondo contra nuestros explotadores.
¿Qué es CONCIENCIA DE CLASE?
Conciencia de clase obrera es comprender que debemos unirnos todos los explotados, no sólo para defendernos de la explotación; sino también, para ABOLIR LA EXPLOTACIÓN, PARA LIBERARNOS DE LA EXPLOTACIÓN, para conquistar una forma social de producción en la cual ya no existan explotadores ni explotados, que no existan clases.
La expresión de este nivel de “conciencia de clase” es un PARTIDO POLÍTICO DE LA CLASE OBRERA que es el único que puede dirigirla acertadamente a la conquista de una vida de completa libertad, de absoluta ausencia de explotación.
De manera, pues, que para que los Sindicatos sean verdaderamente consecuente con los intereses de los trabajadores y del pueblo, debemos de luchar incesantemente por elevar su nivel de conciencia de clase para que estén en capacidad de ser poderosas palancas que ayuden efectivamente al proletariado en la tarea esencial de liberarse de la explotación.
De aquí se deriva la necesidad de luchar contra las tendencias sindicales inconsecuentes que buscan rebajar el nivel de conciencia de clase del proletariado.
CAPITULO III
CORRIENTES SINDICALES
Siendo que el Sindicato tiene por finalidad la defensa de los intereses de los trabajadores y que constituye un arma poderosa del proletariado para conquistar sus reinvidicaciones inmediatas, es lógico que la clase dominante se esfuerce por infiltrar su influencia dañina dentro del propio movimiento Sindical para desviarlo de los objetivos que persigue y obscurecer la conciencia de la
clase de los trabajadores.
Eso explica por qué dentro del movimiento sindical existen varias corrientes ideológicas, que luchan encarnizadamente por dirigirlo. Es de primera importancia comprender esto, para estar en capacidad de desempeñar un papel consciente dentro de las organizaciones obreras.
Las principales tendencias, dentro del movimiento sindical, son tres:
1°) El Sindicalismo Reformista o antirrevolucionario.
2°) El Anarco-Sindicalismo.
3°) El Sindicalismo Revolucionario.
EL SINDICALISMO REFORMISTA
A los sindicatos dominados por esta tendencia suele llamárseles SINDICATOS AMARILLOS.
Esta tendencia oportunista se presenta bajo una variedad de aspectos. Cambia de formas y matices, al parecer sin conexión entre sí, pero todas están enfiladas al logro de un mismo objetivo
fundamental: frenar la energía revolucionaria de la clase obrera para que la clase patronal pueda
disfrutar prolongadamente de los privilegios que le otorga su dominate posición.
Algunas de las formas que adquiere la tendencia reformista son:
1.Sindicalismo Oficializado
2. Sindicalismo “Social- cristiano”
3. Trade-Unionismo.
1. SINDICALISMO OFICIALIZADO
Los Sindicatos de este tipo presentan la característica de que están dirigidos por el Gobierno del
Estado, quien (aún en contra de la voluntad de los miembros de base) los somete a sus propios intereses políticos, valiéndose de líderes venales y oportunistas, a quienes utiliza al mismo tiempo, como correas de transmisión, como enyugadores y como instrumentos de intimidación.
En estas organizaciones, los dirigentes se convierten rápidamente en activos agentes o policías al
servicio de las oligarquías dominante y transforman a sus sindicatos en verdaderas oficinas gubernamentales. De estas “oficinas” o sindicatos está desterrada totalmente la Democracia sindical. Las camarillas gubernamentales asaltan los puestos de dirección utilizando todos los medios de imposición: fraude en las votaciones, sofocación sistemática de la voluntad de las mayorías e, incluso, instauran como medidas desesperadas, el gangsterismo y la bandas armadas.
El nazi-fascismo perfeccionó, por medio del terror y la demagogia, los métodos utilizados en la organización de estos sindicatos; de ahí se han derivado dos de las más extendidas formas de Sindicalismo intervenido por el Estado: a) los sindicatos VERTICALES o CORPORATIVOS y, b)
los sindicatos PERONISTAS O JUSTICIALISTAS.
a)Sindicatos Verticales o Corporativos
Los SINDICATOS VERTICALES O CORPORATIVOS consisten en que dentro de la misma organización están amalgamados los patronos, los obreros y los representantes del Gobierno, no teniendo los obreros ni la más remota posibilidad de hacer valer sus derechos.
Esta es la forma de organización sindical impuesta a los heroicos trabajadores españoles por el régimen Falangista del verdugo Franco.
Estos sindicatos Corporativos, verdaderos nidos de policías secretos, constituyen una poderosa arma del régimen falangista para lanzar a los obreros españoles a los más espantosos abismos de miseria y para barrer cualquier exteriorización de descontento. Sin embargo, ya los sindicatos corporativos no son capaces de contener la indignación del proletariado español como se ha evidenciado clamorosamente en los últimos tiempos, por medio de las grandes manifestaciones y huelgas de protesta de Bilbao, Barcelona, Madrid y otras ciudades de España; lo que indica que la clase trabajadora de ese país está caminado aceleradamente hacia la anhelada victoria en su impresionante lucha contra el fascismo español y su monstruoso engendro: el sindicalismo corporativo o vertical, que tiene que hundirse estrepitosamente ante los golpes de la unidad obrera española consciente y revolucionaria.
Esta asombrosa demostración de energía y combatividad de los trabajadores españoles, nos demuestra la importancia decisiva que tiene el hecho de que los trabajadores sean gu9iados por su propio partido político y nos enseña que aún bajo las peores condiciones de represión, aún con los sindicatos despedazados y enganchados al carro de los opresores, el partido político de la clase
obrera es el único que sabe dirigir acertadamente a los oprimidos en la lucha por la conquista de las libertades perdidas.
b)Sindicatos Peronistas o Justicialistas
Esta corriente sindical adquiere especial importancia para nosotros los trabajadores salvadoreños, porque es la que, con mayor o menor éxito y con algunas variantes impuestas por las condiciones de lugar, están tratando de introducir en sus respectivos países varios gobiernos latinoamericanos.
El peronismo despliega una ensordecedora propaganda alrededor de insignificantes concesiones hechas a los trabajadores, para impulsarlos a creer que el gobierno es el padre tutelar, el “ángel de la guarda”, el protector y defensor de los intereses obreros frente a los patronos. Pretende que está en una posición intermedia, que condena al capitalismo y sus métodos de explotación, condenando al mismo tiempo al comunismo. A esta desteñida posición suele darse el nombre de “justicialismo” y se concreta a sostener que sin necesidad de romper las bases de la explotación capitalistas, se puede terminar esa misma explotación por medio de la intervención y la regulación por parte del Estado.
El peronismo se asienta en los sindicatos como sostenes de su política, corrompiendo en forma tal a los dirigentes sindicales que, cegados por los favores oficiales y por su ventajosa situación personal, no tiene ya ningún escrúpulo en anteponer los intereses del régimen a los intereses vitales de la clase trabajadora. La acción del peronismo no se limita a la que efectúan desde dentro de los sindicatos los dirigente s vendidos, sino que ésta se coordina con las actividades de las oficinas del gobierno, que se esfuerzan por cambiar la mentalidad revolucionaria de los asalariados por medio de un bombardeo continuo de propaganda y de una intensa campaña de “Educación Obrera” (que más propiamente debería llamarse “esterilización” sindical) para convertir a la masa obrera en una mansa manada de ilusos “descamisados” pendientes y anhelosos de contemplar y aplaudir el menor gesto del “generoso” mandatario, que hará llover desde las alturas el ansiado “maná” social.
Esta demagogia engaña fácilmente a grandes cantidades de trabajadores, pues aquellos trabajadores que aún no han elevado su conciencia de clase, con vista corta y estrecha, se conforman con pequeñas y engañosas mejoras económicas, con insignificantes aumentos de salarios y miserables prestaciones, sin advertir que su situación general queda en igual o peores condiciones.
Está claro que el peronismo comete fatal equivocación al creer que va a castrar definitivamente el espíritu revolucionario de los obreros, error trágico, cuyos frutos probó el loco Hitler que murió entre las cenizas del palacio desde donde soñó gobernar al Mundo; probó Mussolini, que pereció ajusticiado, colgado de los pies por los mismos obreros a quienes pretendió destruir; lo comienza a probar el sanguinario Franco, quien aterroriza, ve aparecer ya las señales inequívocas de su destrucción. Sin embargo, sería necio desestimar el enorme daño que esa labor de confusión peronista causa entre los obreros.
En el peronismo, los sindicatos están dirigidos desde el Ministerio de Trabajo y, en última instancia, desde el despacho del Señor Presidente de la República a quien se hace aparecer, por arte de cínica demagogia, como el “compañero” y “líder supremo” de los trabajadores. Es tan degradante y esclavizadora esta desviación sindical, que llega hasta suprimir totalmente la libertad e independencia política de los trabajadores, sometiéndolos al partido político de la camarilla gobernante y dejando a las organizaciones sindicales a merced de los vaivenes electorales o de los cambios de gobierno.
En su esencia, el peronismo defiende los intereses de lo s capitalistas; pues, a costa de subsidios y
concesiones relativas a que eleven desmesuradamente el precio de los artículos (es decir, arrojando al país en garras de una política inflacioncita y ruinosa) consigue su consentimiento para desarrollar un estrecho y engañoso plan de prestaciones sociales, que propende a arrebatarle la iniciativa al proletariado y adormecer su espíritu de lucha creándole falsas ilusiones infladas desmesuradamente por la exagerada demagogia del Estado.
El ensayo clásico del “justicialismo” se ha efectuado en la República Argentina en donde millones
de trabajadores fueron inicialmente engañados por la demagogia del régimen Perón.
El despertar de esas masas ante la cruda realidad se hace cada vez más evidente y se manifiesta en múltiples formas, como, por ejemplo, en las huelgas que con fuerza creciente sacuden con frecuencia a fundamentales sectores de trabajadores, entre ellos, el de Ferrocarrileros y de Transporte Marítimo. Al régimen peronista se le hace cada vez más difícil controlar el movimiento sindical que se le escapa inevitablemente hacia una lucha consecuente, libre de la influencia gubernamental y por eso, tiene que recurrir a la represión descarada, como ocurrió durante la creciente huelga de ferroviarios argentinos.
En nuestro país, es especialmente peligroso este sistema sindical, por cuanto, la negación tradicional de los regímenes feudales a reconocer los más insignificantes derechos obreros, así como el bajo nivel de conciencia revolucionaria de las masas, los convierten en terreno abonado para la demagogia de los gobiernos con inclinaciones “peronistas” y “neofascistas”. Por esa razón los obreros conscientes deben combatir implacablemente esta teoría reaccionaria, desenmascarando valientemente a todos los oportunistas que traten de entregar el movimiento sindical en manos de las oficinas gubernamentales.
El tinte peronista del actual régimen político de El Salvador, llamado impropiamente de la “Revolución”, se manifiesta en todos los actos de su política obrera: su intervención abierta en el
funcionamiento interno de los sindicatos; la vociferante propaganda a cargo de plumíferos y gritones a sueldo; los intentos cada vez más fuertes de comprar y corromper dirigentes; la cólera
desbocada ante las manifestaciones de independencia de los sindicatos; su campaña de “educación obrera” manifestada a través de conferencias, charla, paseos patrocinados por el Ministerio en combinación con directivos ingenuos o claudicantes, proyección de películas y repartos periódicos de folletos –algunos de ellos con la marca “made in USA” (hecho en los Estados Unidos de Norte América, a pesar de que alegan luchar contra las ideas “exóticas” o extranjeras)-; Las leyes laborales estrechas y engañosas; sus intentos de quitarle el Instituto Salvadoreño del Seguro Social, la autonomía con el fin de convertirlo en una dependencia del Ministerio de Asistencia Social y así poder echar mano de las cuotas de los obreros y patronos para, con esos fondos, mejorar los hospitales públicos –desvirtuando, en esa forma, las finalidades del Seguro- para poder desatenderse de la obligación que el Estado tiene de proporcionar un buen servicio de beneficencia con los fondos públicos (servicios que dicho sea de paso, ahora son tan pésimos que en los hospitales no alcanzan ni las camas, ni las medicinas, ni se da una alimentación adecuada para los enfermos.
Todo esto “camuflageado” con su rabioso anticomunismo copiado de Hitler y coronado con la represión, las amenazas, los destierros, la cárcel y los palos para los obreros conscientes (como en el caso de la disolución del CROS.) Todo demuestra su afán de quietarle a los sindicatos su tónica
combativa; de sujetarlos al control gubernamental; de destruirles su independencia; de corromper a los obreros; de matar su conciencia de clase. Sin embargo, esto nos indica, que es ahora de grandes responsabilidades históricas para los trabajadores de nuestra patria, ahora es de no confundirse, ni desalentarse ante las tremendas dificultades, ante los grandes escollos sembrados en el camino sindical; hora es de levantar la clase trabajadora, hacia la aurora luminosa que inevitablemente ha de alumbrar la ancha vía de la liberación de nuestro país. Hora es de no perder de vista ni un instante,que los oportunistas que ya han comenzado a vender el patrimonio de su clase por inmundas monedas manchadas del llanto y miseria en que viven sus hermanos, tendrán que entregar cuentas a la clase obrera de su miserable traición; hora es de trabajo y combate por ampliar las conquistas ya obtenidas y que han costado el sacrificio de tantos trabajadores.
2. SINDICALISMO “RERUM NOVARUM” O SINDICALISMO SOCIAL-CRISTIANO
Esta tendencia tiene su inspiración en la doctrina social-cristiana que se asienta en la Encíclica (carta) “Rerum Novarum”, creación del Papa León XIII, y va encaminada a lograr la dirección del movimiento sindical por parte del clero católico.
“Rerum Novarum” es una expresión latina que traducida literalmente al castellano significa: “de las cosas nuevas” como en efecto consideraba León XIII a la lucha creciente entre los capitalistas y los obreros.
Esta doctrina preconiza que los capitalistas son los “administradores” de los bienes materiales; que están cumpliendo una misión divina al poseer los medios de producción. Lanza tremendas anatemas contra la injusticia y la sed de ganancias de “algunos” patronos que contribuyen, según ella, a fomentar la intranquilidad social; pero idealiza los fundamentos del régimen de explotación
considerándolos como cosas eternas e inmutables, dispuestos así por la infinita sabiduría del CREADOR. Sostiene que es suficiente con que los ricos practiquen la CARIDAD para que el mundo se convierta en un paraíso y para que termine la explotación y la miseria en que vivimos los trabajadores.
Por otro lado, predica que los trabajadores en vez de luchar contra la explotación y la pobreza deben de llenarse de santa RESIGNACIÓN y no afanarse mucho por mejorar las “simples” condiciones materiales de existencia; pues, antes que el pan, la vivienda, etc., está el ALMA y, mientras con mayor resignación y con más ferviente “amor a Dios2 suframos las privaciones en esta vida, mayor garantía tendremos para ganar la “gloria eterna”. (Pío XII reafirma esta tesis en su Encíclica del 16 de junio de 1951 al decir: “Proclamen en privado y en público que somos pasajeros en la tierra, en nuestro viaje a un hogar inmortal donde nos espera la felicidad eterna. Es imperativo, sin embargo, que, póngase en práctica con celo e inteligencia, los principios enseñados por la Iglesia, en lo atinente a las reformas sociales demandadas por la justicia y la “CARIDAD”.
Como vemos, esta teoría tiene dos pilares fundamentales: aconseja “CARIDAD” a los patronos y
“RESIGNACIÓN” a los obreros. En esta forma defiende cínicamente los intereses de los primeros a favor de quienes explota la fe y el espíritu religioso de los trabajadores: por lo demás, se basa en un idealismo infantil y anticientífico, despreciando las condiciones de desarrollo de la Sociedad Humana.
En países que cuentan con un proletariado combativo, la teoría social-cristiana, para no se liquidada definitivamente, tiene que tolerar ciertos perfiles de combatividad; pero en los países atrasados o coloniales, trata de no despertar en ninguna forma la conciencia de clase de los obreros.
En Francia, Italia y otros países de Europa, existen movimientos social-cristianos que, obligados
por las masas se ven forzados a organizar huelgas y protestas; pero, buscando siempre, reducir al mínimo estas manifestaciones de la lucha de clases, claudicando vergonzosamente, en todos los
casos, ante la exigencias patronales.
Por lo que se refiere a Centro América, los Sindicatos “Rerum Novarum” tienen su asiento en Costa Rica, en donde cuentan con una raquítica Central Sindical. Los dirigentes de esos sindicatos son sacerdotes, siendo su principal “líder obrero” el cura Benjamín Núñez, quien, durante el régimen del aventurero falangista Figueres, ocupó el cargo de Ministro del Trabajo, desde donde desarrolló implacable persecución contra el sindicalismo libre y anuló muchas de las conquistas anteriormente logradas por los trabajadores costarricenses.
3. TRADE-UNIONISMO
El trade-unionismo es una desviación funesta para la clase trabajadora. Todas las formas de
sindicatos reformistas tienten rasgos muy profundos de esta tendencia y no se diferencian de él en los aspectos fundamentales. El trade-unionismo practica la lucha contra los patronos, limitándola al campo puramente “económico” dejando que el campo político sea dirigido por los intereses de los capitalistas.
En el campo internacional, el trade-unionismo es defensor incondicional de los intereses de los grandes monopolios. El trade-unionismo se estableció firmemente en Inglaterra, desde donde se
extendió a otros países. En los Estados Unidos de Norte América, el movimiento sindical es predominantemente trade-unionista.
En países que tienen un proletariado poseedor de un alto nivel revolucionario, el trade-unionismo se disfraza de “Socialismo” para poder desorientar a los obreros. Con ese antifaz, predica la necesidad de cambios en la estructura de la Sociedad capitalista, pero sostiene que estos cambios deben lograrse mediante reformas progresivas que han de conducir insensiblemente a la desaparición de la explotación.
Como dijimos anteriormente, el trade-unionismo defiende los intereses de las grandes empresas
monopolistas. En los grandes países industriales los obreros trade-unionistas luchan junto con los
imperialistas de sus respectivos países para someter y explotar a los obreros de los países coloniales y dependientes; porque, con las fabulosas ganancias que obtienen las poderosas compañías imperialistas como las petroleras, mineras, caucheras, bananeras, cafetaleras, eléctricas, etc., pueden éstas, proporcionar relativa comodidad a una pequeña capa de obreros de esos países a costa del hambre y la miseria que sufren los trabajadores de los países atrasados.
Por eso, dentro del proletariado de esos países imperialistas se forma una capa de obreros que viven relativamente bien, los que se constituyen en lugartenientes o capataces de los imperialistas dentro del movimiento sindical, los arrastran y dirigen hacia el movimiento trade-unionista. Esa es, actualmente, la posición de los enriquecidos dirigentes de las grandes centrales obreras norteamericanas: la A.F.O.L. (Federación Americana del Trabajo) y el C.I.O. (Congreso de Organizaciones Industriales), lo mismo que la de los líderes Laboristas de Inglaterra y la de los “Socialistas” de Francia, Alemania Occidental, Bélgica, etc. Por eso vemos a muchos líderes sindicales norteamericanos propiciando la explotación inicua que llevan a cabo las grandes compañías (bananeras, mineras, azucareras, etc.), sobre nuestros países; defendiendo la política de dominación del gobierno norteamericano sobre los pueblos atrasados y apoyando en cuerpo y alma los preparativos de guerra que sólo favorecen a los poderosos fabricantes de armamentos. A esos líderes no les importa la muerte de millones de obreros y campesinos, no les interesa el luto y la miseria que caería sobre los hogares proletarios, no les interesan ni las viudas, ni los huérfanos ni los inválidos, ni la destrucción y desolación que tendría que traer otra guerra sobre los campos, pueblos y ciudades. No les interesa más que las migajas que reciben de sus amos imperialistas que les permiten gozar del 2modo de vida norteamericano2 amasado con el sudor, la miseria y el atraso semi-feudal de nuestros pueblos coloniales, semi-coloniales y dependientes.
Por eso vemos, también, a los Laboristas Ingleses apoyar la política agresiva de los grandes monopolios en el Irán, Birmania, Egipto, Hong-Kong, Belice, etc. Vemos a los “Socialistas Franceses propiciar el envío de tropas a la Indochina para someter a un pueble que quiere ser independiente, le vemos apoyado la política rapaz en África del Norte, Madagascar, etc., y a todos ellos en conjunto, defendiendo los planes de los grandes Carteles Internacionales como el monstruoso súper-monopolio internacional creado por el “Plan Schuman”, el fracasado “Plan Marshall”, el Pacto del Atlántico, el rearme del Japón y Alemania. En todo esto, no hacen más que defender los intereses del capital financiero, en contra de los intereses vitales de la clase obrera, a quien hipócritamente pretenden “defender”.
También en los países atrasados, los trade-unionistas se logran enquistar dentro del movimiento
sindical, con el apoyo, generalmente, de los gobiernos entregados al imperialismo, como ocurre con los gángsters de la C.T.K. de Cuba y los traidores del movimiento sindical chileno. Estos son traidores en grado superlativo, porque dan la espalda a los intereses de su clase y de su país, luchan por mantener las condiciones de atraso de nuestros países, propiciando la entrega de fuentes fundamentales de riqueza en manos de las empresas extranjeras que empobrecen y agotan nuestros recursos.
Estos capataces imperialistas cuando han logrado apoderarse de la dirección sindical, y aun antes, realizan con la ayuda de la policía, implacable persecución contra los obreros consiente y patriotas que propugnan la independencia nacional, la industrialización y el progreso que sólo es posible conquistar mediante la liberación nacional de las cadenas imperialistas.
Resumiendo, podemos decir, como hemos dejado asentado más arriba, que el SINDICALISMO REFORMISTA, a pesar de los aspectos y nombres que adopte: Corporativismo, Peronismo, “Rerum ovarum”, Trade-unionismo, etc., tiene un solo fondo: PROLONGAR LA EXPLOTACIÓN defendiendo los intereses del capital financiero, sus métodos de opresión. El Sindicalismo Reformista es un defensor ardiente de la dominación imperialista, de la guerra, del atraso y miserias de nuestros pueblos.
EL ANARCO SINDICALISMO
El anarco-sindicalismo es la expresión del anarquismo13 dentro del movimiento sindical.
La palabra ANARQUISMO se deriva del griego, y significa “sin gobierno”. (A: sin; ARCHOS: jefe).
Es una teoría política que preconiza la abolición de todo Estado,14 pues dice, que el Estado en cualquiera de sus formas, es el más poderoso instrumento de represión que poseen las clases dominantes para sofocar la LIBERTAD INDIVIDUAL; que en consecuencia, los hombres sólo podrán ser felices, el día en que desaparezca el Estado y puedan vivir sin leyes, ni gobierno, haciendo cada uno lo que su libre albedrío le indique. Partiendo de allí, los anarquistas son los más absurdos y descabellados individualistas.
Nosotros sabemos, de acuerdo con la ciencia de la economía política, que el Estado es una máquina de represión de la clase dominante sobre la clases dominada: el poder de los amos sirvió para reprimir a los esclavos; en poder de los señores feudales sirvió para reprimir a los siervos, burgueses y proletarios; en poder de los burgueses sirve para reprimir a la clase trabajadora; sabemos también que la maquinaria del Estado en manos de los oprimidos sirve para reprimir a los explotadores y terminar con la explotación. Esto es rigurosamente científico y a estas alturas ya está plenamente comprobado por la experiencia de la Humanidad. A la luz del desarrollo de la sociedad estamos en capacidad de comprender que el Estado tendrá que EXTINGUIRSE15 en una sociedad en que hayan desaparecido los antagonismos de clase, en que ya no sean posibles las luchas de clases; en una Sociedad sin clases, sin explotadores ni explotados, en donde ya no se necesitará de ese aparato de represión. Pero para llegar a ese estado superior de convivencia humana, los obreros necesitarán del Estado para acabar con la explotación y sentar las bases que hará posible el grandioso desarrollo futuro de la Sociedad. Este período intermedio se llama SOCIALISMO,16 durante el cual, “el pueblo ejercerá directamente su gobierno” (para decirlo con las palabras del gran dirigente del proletariado francés Mauricio Thorez).
Pero los anarquistas, de espaldas a la historia, continúan repitiendo como el papagayo: “toda clase de Estado es perjudicial porque reprime la libertad de los individuos”. Lo que significa que ellos miran los problemas sociales a través del reflejo distorsionado del interés personal, en contra de los altos intereses de la clase trabajadora y del pueblo.
Ellos no analizan el problema del Estado como una necesidad histórica basada en el desarrollo económico-social y en las relaciones de producción de los hombres, sino como algo que no tiene conexión con la estructura económica de la Sociedad. Por ese motivo, niegan también la necesidad que tiene el proletariado de participar en la política a través de su propio partido político e indican como métodos esenciales de lucha el TERRORISMO y la HUELGA GENERAL.
Hemos visto que los anarquistas prohíben a los trabajadores participar en política; pero, ¿qué es la huelga general predicado por los anarquistas? Es una huelga general que, aun cuando ellos digan que no es política, tiene por finalidad la destrucción del Estado. Es en consecuencia una lucha esencialmente política. Los anarquistas al prohibir, por una parte, a los trabajadores que participen en política a través de su propio partido político, y, por otra parte, lanzarnos desorganizadamente a supremas luchas políticas, los condenan irremisiblemente a la derrota.
Demos el caso –imposible por cierto- de que semejante huelga general tuviera éxito y que el Estado burgués fuera destruido sin ser reemplazado por otro Estado acorde con los intereses de las mayorías. ¿Qué vendría después?: el desorden, el caos, la anarquía y, como corolario inevitable la vuelta al poder de los opresores, la represión implacable, ríos de sangre proletaria.
Esta teoría ha ocasionado un gran daño a la clase obrera, porque ha disipado, en numerosas ocasiones, su energía revolucionaria, desviándola hacia formas ineficaces de lucha, dejando, en cambio, el aspecto político en manos de la burguesía.
Los ANARCO-SINCIALISTAS, al tomar del anarquismo esos errores y trasplantarlos al campo sindical, sostienen que:
1. Los obreros no deben poseer su propio partido político.
2 .Los sindicatos deben ser la UNICA ORGANIZACIÓN de lucha de los obreros.
3. Los sindicatos deben ser totalmente apolíticos.
4. La huelga general es la suprema forma de lucha.
5. La huelga general debe tener como meta la abolición del Estado.
6. Los sindicatos, al triunfar la huelga general, deben tomar en sus manos la producción y
distribución de los productos.
Esta utopía y grotesca desviación sindical enferma con facilidad a muchos honrados elementos sindicales, por ser aparentemente revolucionaria; especialmente en los países como el nuestro en
que el proletariado está dando los primeros pasos y aún no posee una clara conciencia clasista; Su
historial es fatídico para la clase obrera, pues siempre ha hecho desembocar el espíritu de lucha en acciones inútiles que han causado mucho dolor y pérdidas innecesarias de vidas en las filas del
proletariado.
Esto nos enseña cuán importante es conocer sus características, para que sepamos combatir sus
brotes dentro del movimiento sindical. Además no hay que perder de vista, que algunos dirigentes oportunistas, para ocultar sus desviaciones reformistas, gustan de confundir el Anarco-sindicalismo, caracterizándolo como el desorden dentro de los sindicatos. Esto no es cierto, el anarcosindicalismo es más peligroso que la simple falta de coordinación y planificación en las labores de un sindicato. Es obvio que debemos luchar porque los sindicatos estén bien organizados y que sus distintas secretarías y Comités trabajen de acuerdo a un plan coordinado, pues en esa forma aprovechamos hasta el máximun la fuerza de nuestra unidad; pero no debemos confundir la falta de planificación con el anarco-sindicalismo; porque esto equivale a menospreciar el peligro que representa dentro del movimiento sindical la corriente anarco-sindicalista.
EL SINDICALISMO REVOLUCIONARIO
En constante lucha contra todas estas tendencias o desviaciones sindicales, se encuentra el sindicalismo revolucionario, única teoría y práctica sindical que representa el espíritu genuino y combativo de los intereses de la clase trabajadora.
El sindicalismo Revolucionario se basa científicamente sobre las condiciones materiales en que se
desarrolla la Sociedad Humana, no disimula hipócritamente las contradicciones entre las clases sociales; no provoca artificialmente choques innecesarios; pero sí, aprovecha todas las circunstancias favorables para el proletariado, lo prepara, lo fortalece y lo arma para las luchas decisivas por su liberación.
Ya hemos visto que la desviación reformista trata de obscurecer la conciencia de clase de los trabajadores ilusionándolos alrededor de miserables conquistas que en nada cambian su condición de explotado; frena su espíritu de lucha, pone trabas a la expansión combativa del proletariado para poder prolongar e intensificar la miseria y la explotación. El Sindicalismo Revolucionario, por el contrario, sin menospreciar ni una sola de las conquistas mínimas que se pueden obtener diariamente, facilita a la clase trabajadora la elevación constante del nivel de su propia conciencia de clase, canaliza la combatividad por los causes más seguros, aprovechando al máximo las fuerzas liberadoras que lleva en sí el proletariado como clase revolucionaria, conduciéndola certeramente hacia la consecución de su destino histórico.
Hemos visto, también, que los anarco-sindicalistas, bajo una aparente bandera revolucionaria,
lanzan a los trabajadores, desorganizados y sin dirección, a combates prematuros o innecesarios,
ocasionando la desmoralización y el quebranto en la lucha sindical. El Sindicalismo Revolucionario
por el contrario, organiza, ordena y unifica a los trabajadores en un movimiento consciente y disciplinado, capaz de sostener las conquistas obtenidas; de avanzar, cuando las condiciones sean
favorables o de retroceder cuando haya necesidad de reagrupar alas fuerzas preparando las próximas acciones.
El Sindicalismo Revolucionario consiste en organizar, dirigir y preparar a los trabajadores para las acciones diarias contra la clase patronal por todas aquellas reivindicaciones inmediatas que hagan
posible el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores; sin perder de vista ni un solo instante, que estas ganancias son relativas y pasajeras; pues el proletariado no cambiará su condición de clase explotada, mientras no cambie fundamentalmente el sistema económico que hace posible la explotación de unos hombres por otros. ¿Por qué son pasajeras o transitorias esas
ganancias? Porque bajo el régimen de producción capitalista, los patronos rápidamente maniobran
para aumentar el precio de los artículos que consumimos o para burlar por mil medios las prestaciones sociales y, de esa manera, al poco tiempo estamos en las condiciones anteriores.
Los Sindicatos Revolucionarios luchan sin desmayo ni claudicaciones por salarios más altos, por mejores condiciones de trabajo, por el abaratamiento de los artículos de primera necesidad, de la
vivienda, de la educación, de las medicinas ,por leyes de trabajo más ventajosas para los trabajadores, por el funcionamiento y extensión del Seguro Social y, simultáneamente, en el fuego de estas luchas diarias, infunden a las masas obreras el temple acerado que convierte al proletariado en la clase dirigente de la lucha por la democracia17 y la liberación del país.
Los Sindicatos Revolucionarios utilizan las conquistas inmediatas (reformas sociales) como puntos de apoyo desde los cuales está el proletariado en mejor posición para luchar por sus conquistas futuras. En cambio, los sindicatos reformistas se sirven de las pequeñas conquistas del proletariado, para que la clase patronal afiance sus posiciones y esté en capacidad de intensificar en mayor grado la explotación sobre las espaldas de los trabajadores.
En una palabra, el sindicalismo reformista y el anarco-sindicalismo, representan los intereses de la clase patronal; sirven al campo de la reacción, del atraso y de la explotación. El Sindicalismo Revolucionario representa los intereses de la clase trabajadora, sirve al campo de la revolución, del progreso y de la liberación.
El Sindicalismo Revolucionario sostiene que los trabajadores debemos prepararnos, no solo para la lucha económica cotidiana contra los patronos, sino también, para la lucha política a través de nuestro partido político. Esto significa que el SINDICALISMO REVOLUCIONARIO despierta en
los trabajadores la conciencia de nuestro propio valer, nos arranca del campo de las reservas políticas de la clase patronal, nos ayuda a realizar nuestra emancipación política y nos muestra la
perspectiva grandiosa de las enormes tareas históricas que al proletariado toca realizar.
El Sindicalismo Revolucionario lucha por la más completa UNIDAD de todos los trabajadores, pues, los trabajadores no contamos con más armas que la unidad y la organización en nuestra lucha contra la explotación y la miseria. Y, es natural entonces, que mientras más amplia y sólida seanuestra unidad y nuestra compactación, mayor capacidad tendremos para llevar adelante nuestra lucha. Por eso, dentro de los sindicatos no puede haber distinciones ni discriminaciones por diferencias religiosas, por partidos políticos, por raza, color, sexo, etc.; pues en el sindicato nos une, esencialmente, nuestra calidad de explotados y nuestro deseo de emancipación.
Eso explica por qué el Sindicalismo Revolucionario delimita perfectamente bien los campos entre
un Sindicato y un Partido Político. Los sindicatos NO SON NI PUEDEN SER UN PARTIDO POLÍTICO: Ayudan o perjudican, según su orientación, a la política de clase del proletariado; pero no pueden desempeñar obreros de su respectiva industria, gremio, o empresa, sin distinción alguna.
Además, el Sindicalismo Revolucionario persigue la unidad de los trabajadores no sólo dentro de los marcos estrechos de su propia profesión, sino que preconiza la unidad de todos los sindicatos a través de una CENTRAL SINDICAL UNICA (llamada también Confederación de Trabajadores) que funda los distintos sectores obreros en un solo movimiento sindical disciplinado, compacto, consciente y poderoso.
El Sindicalismo Revolucionario sostiene que los sindicatos deben ser totalmente independientes del Estado, del clero, de los patronos y de cualquier otra influencia extraña que busca encadenarlos al carro patronal.
El Sindicalismo Revolucionario exige respeto a la DEMOCRACIA SINDICAL. En los Sindicatos Revolucionarios los acuerdos y resoluciones emanan de la base; son el resultado efectivo de la voluntad de las mayorías libremente expresada y ese fallo de las mayorías se respeta y se cumple.
El Sindicalismo Revolucionario exige honestidad absoluta a los dirigentes obreros. No caben dentro de los Sindicatos Revolucionario los dirigentes corrompidos, degenerados, vendidos, oportunistas y traidores de la clase obrera; por eso, esta clase de dirigentes combaten al Sindicalismo Revolucionario que desenmascara sus maniobras perjudiciales para los trabajadores.
El Sindicalismo Revolucionario exige respeto para la mujer obrera. Los Sindicatos Revolucionarios no permiten que compañeras. En el Sindicato Revolucionario tanto obreros, como obreras son absolutamente iguales, pues tanto unos como otras, somos explotados y luchamos en pie de igualdad por liberarnos de la miseria y por defender la vida de nuestros hijos.
Por todas estas razones, en el seno de los Sindicatos Revolucionarios se pone en práctica la CRITICA Y LA AUTO-CRITICA, para poder descubrir nuestras fallas y errores, encontrar sus
causas y superarlos en beneficio de la lucha colectiva.
El Sindicalismo Revolucionario estrecha los lazos que unen a los trabajadores de todos los países para poder aprovechar íntegramente la rica experiencia de la fecunda lucha obrera y para ayudarse mutuamente en la conquista de sus aspiraciones proletarias.
Podemos sintetizar los rasgos esenciales del Sindicalismo Revolucionario, de la siguiente manera:
1. Los Sindicatos deben de ser órganos de Unidad de los trabajadores, sin distinción de raza, color, religión, sexo o credo político.}
2. Los Sindicatos NO DEBEN SER APOLÍTICOS, sino que deben de servir la política de clase del proletariado.
3. Los Sindicatos deben de luchar con todas sus fuerzas por arrancar a la clase patronal, conquistas económicas y legislativas que mejoren las condiciones de vida de los trabajadores.
4. Estas conquistas deben servir como puntales para afianzar las posiciones del proletariado y prepararlo para su liberación de las garras de la explotación.
5. Los sindicatos, para poder desarrollar esta lucha, necesitan ser independientes de toda influencia extraña, ya sea que éstas se encubran bajo la intervención del Estado, del Clero, de los
patronos o de los Partidos Electoreros.
CAPITULO IV
FORMA Y ESENCIA DE LOS SINDICATOS
Es absolutamente cierto que la forma en que los obreros estemos organizados tiene gran importancia para utilizar nuestra fuerza con mayor efectividad. Por ejemplo, un sindicato de oficios varios no pueden llegar a adquirir la fuerza de un sindicato gremial que englobe a todos los
trabajadores de un oficio en plano nacional; lo mismo que un sindicato de empresas, aislado, no puede adquirir la potencia de un Sindicato de Industria.
Es, pues, de gran importancia para el movimiento sindical, la estructura orgánica, el esqueleto, podríamos decir, de los sindicatos. Pero sería un error, que de esto dedujéramos que la estructura orgánica es decisiva en los sindicatos y que es el elemento que los convierte en verdaderos defensores de los obreros. No, la capacidad de un sindicato y el temple necesario para la lucha por los derechos obreros está en relación directa con la orientación ideológica que siga.
Esto lo vemos claramente en los casos de grandes sindicatos de industria o poderosas federaciones de industria que están dirigidas por líderes oportunistas y bajo orientación amarillista. Estos sindicatos o federaciones, a pesar de tener en sus arcas grandes cantidades de dinero, de hacer gala de una organización bien ajustado en todos sus departamentos, de poseer órganos de publicidad y cantidades de dinero, de hacer gala de una organización bien ajustado en todos sus departamentos, de poseer órganos de publicidad y cantidades enormes de miembros, van siempre a remolque de la política obrera que tracen los gobiernos en acuerdo con la clase patronal, no hacen valer consecuentemente los intereses de clase, claudican lamentablemente ante las pretensiones patronales y hacen vegetar el movimiento en una angustiosa sensación de impotencia y frustración.
Esos sindicatos son, a los sumo, gigantescos organismos que alimentan a una burocracia obrera entregada en brazos de los enemigos de la clase obrera.
En vez de ser poderosos organismos de emancipación proletaria, son instrumentos que sirven a los explotadores, monstruosas cadenas que atan más a los obreros al carro de sus opresores.
Y eso explica, porque no es sólo la relación de CANTIDAD la que determina que un sindicato sea
la organización defensora de los trabajadores, sino, más aún que la cantidad, es el espíritu de combate, es el grado de conciencia de clase, es, en una palabra, la CALIDAD REVOLUCIONARIA la que convierte a los sindicatos en la más efectiva arma de unidad y lucha por la conquista de las reivindicaciones.
Porque, ¿qué utilidad efectiva y permanente reporta para los intereses de la clase obrera un inmenso sindicato que esté en manos del gobierno o del clero? Será una preciosa maquinaria para incensariar las actitudes políticas de los jerarcas eclesiásticos o las acciones despóticas de un gobierno, según el caso; o para movilizar a los obreros como rebaños oficiales o clericales en las campañas políticas o eventos electoreros; pero bajo esas circunstancias, no podrá ser jamás el organismo potente que rompa las trincheras de la resistencia patronal y ayude a liberar a nuestra clase de la miseria y la ignorancia.
Esto nos indica que no es sólo la forma organizativa la que decide la consecuencia o inconsecuencia de un sindicato. De lo que sacamos en claro que los obreros, de acuerdo con las condiciones propias de su oficio o industria, pueden hacer uso de los diversos métodos de organización de que dispongan: sindicatos gremiales, de empresa, sindicatos y federaciones de Industria, procurando vigorizarlos y fortalecerlos, al máximun. Esto es, que en unas industrias será mucho más conveniente y práctico organizarnos por sindicato de industria; mientras que en otras, dadas las condiciones de distancia, dispersión de los centros de trabajo y otros factores propios, será necesario organizarse por empresa y unificarse a través de una federación de industria que unifique a todos los trabajadores de esa industria.
Lo verdaderamente importante es organizarnos en la forma que facilite más la unificación de todos y cada uno de los trabajadores de cada industria e imprimirle a estas organizaciones el impulso y la orientación revolucionaria que canaliza y dirige a cada una de las voluntades y esfuerzos proletarios por el camino más recto y menos doloroso en la conquista de una mañana radiante y plena de felicidad para todos.
Lo importante es la unidad y que esta unidad esté orientada por una teoría de avanzada; la teoría del Sindicalismo Revolucionario. De lo contrario, podrá ser muy grande un sindicato desde el punto de vista de la CANTIDAD; pero, si no está armado de la teoría clasista, si no tiene una esencia proletaria, una CALIDAD REVOLUCIONARIA, tendrá que ser, necesariamente, nulo y nocivo a los propios intereses fundamentales del proletariado.
Los explotadores temen la forma de la organización sindical, indudablemente, de lo contrario no harían resistencia a la conquista del derecho sindical de los trabajadores, ni hubieran puesto tantas trabas a la legalización de los sindicatos de industria, ni hubieran estrechado el límite de esta clase de sindicatos, ni tuvieran prohibidas las federaciones ni la Confederación de Trabajadores, pero, incluso, se arriesgan a tolerar estas conquistas cuando creen que podrán desviarlas de sus finalidades, cuando creen que pueden aprovecharlas en su beneficio. Un ejemplo de esto lo tenemos en la Confederación de Trabajadores: ahora niegan ese derecho a los obreros porque no están seguros de controlarla; a gran parte de los trabajadores y sobornar a dirigentes venales y oportunistas, entonces, el gobierno estaría dispuesto a reconocer ese derecho, puesto que a través de una confederación espúrea controlada por el Estado, el gobierno cree que podría tener en un puño a todos los obreros organizados.
Por eso la Confederación de Trabajadores no debemos esperarla de la “buena voluntad” del gobierno; sino que debemos conquistarla, arrancarla a base de una lucha consciente y decidida.
Tenemos, pues, que aún cuando los explotadores temen a la forma de la organización sindical, es a su esencia, a su contenido revolucionario a lo que con más saña combaten; porque, precisamente, por ese lado es por donde les aprieta el zapato con más dureza; porque es lo único que indica a los obreros la manera de arrancar a los patronos, las conquistas vitales que NUNCA ESTARAN DISPUESRTOS A ENTREGAR SIN LUCHA.
De esto no se deduce, en manera alguna, que no debemos de luchar por sindicatos poderosos, NO, eso sería un grave error; pues, como hemos visto más arriba, la forma organizativa tiene gran importancia para la lucha sindical, pues la organización de los obreros en grandes sindicatos hace más viable su compenetración de un alto nivel de solidaridad y ayudan en mayor grado a limar sus prejuicios y a borrar las diferencias entre los obreros de distintas especialidades y categorías; la solución del problema y la armonización entre la forma y la esencia consiste, en la organización de GRANDES ORGANIZACIONES SINDICALES DOTADAS DE UN ALTO NIVEL DE CONCIENCIA DE CLASE Y ESPIRITU REVOLUCIONARIO.
Y aquí es donde revela en toda su trascendencia la necesidad de luchar implacablemente contra todas las tendencias oportunistas.
CAPITULO V
FORMAS DE ORGANIZACIÓN SINDICAL
Sin perder de vista estas importantísimas cuestiones, pasaremos a hacer unas breves consideraciones sobre las diversas formas de organización sindical.
Las formas más conocidas de organización sindical son cuatro:
1. Sindicatos de oficios varios.
2. Sindicatos gremiales.
3. Sindicatos de empresa.
4. Sindicatos de industria.
SINDICATO DE OFICIOS VARIOS
El Sindicato de oficios varios es el formado por trabajadores de diferentes especialidades u oficios
que trabajan en distintos talleres, en aquellas poblaciones en las que a los trabajadores de cada oficio les sea imposible alcanzar el número que determinen las leyes para organizar su propio sindicato. (La ley de Sindicatos actual no contempla la organización de estos sindicatos).
Esta clase de sindicatos es totalmente inconveniente, pues, con la formación de sindicatos que abarquen a todo el país, los pequeños núcleos de obreros de las localidades modestas, tendrán que organizarse dentro de un sindicato general que es a quien corresponde defenderles.
SINDICATO GREMIAL
El Sindicato gremial es el formado por los trabajadores de un mismo oficio o especialidad que trabajen en distintos talleres.
Dadas las condiciones de atraso artesanal en que se encuentran nuestros países, no es posible prescindir, por de pronto, de esta clase de sindicatos. Esto plantea la necesidad de luchar con energía dentro de los sindicatos gremiales, contra todos los resabios negativos propios de la estrechez gremial.
En consecuencia, es esencial:
a) Que no se formen sindicatos por región o zona; sino que, por el contrario, cada sindicato gremial tenga amplitud nacional englobando a todos los obreros del respectivo oficio.
b) Dentro del sindicato no deben establecerse categorías; al contrario, deben de borrarse las diferencias entre aprendices, medio-operarios u operarios, pues tanto los unos como los otros son
trabajadores que sufren la explotación patronal.
Estas condiciones permitirán que los sindicatos gremiales puedan vencer los perjuicios propios de
su condición artesanal y que se conviertan en organizaciones fuertes y compactas.
SINDICATOS DE EMPRESA
Los Sindicatos de empresa son los formados por trabajadores de distintos oficios o especialidades
que trabajan en una misma empresa.
Con la organización de sindicatos de industria, esta forma organizativa sólo se justifica en los Casos en que formen federaciones de industria centralizadas y, en aquellos otros, en que sólo exista una empresa de la industria de que se trate.
SINDICATOS DE INDUSTRIA
Los Sindicatos de industria son los formados por los trabajadores de distintos oficios o especialidades de una industria.
Esta es la forma Sindical que facilita en mayor grado la más amplia organización entre las grandes masas de trabajadores. La clase obrera salvadoreña luchó infatigablemente hasta conquistar el reconocimiento legal de los sindicatos de industria; sin embargo, la Ley de Sindicatos de Trabajadores actual, tal como fue aprobada en contra de la voluntad de los trabajadores por la Asamblea Nacional Legislativa, restringe considerablemente el marco de los Sindicatos de Industria, al introducir en su texto la frase “rama industrial especializada” (Art. 5), con lo que obliga a formar varios sindicatos dentro de una misma industria.
¿Cómo funciona un Sindicato de Industria?
Las bases del Sindicato de Industria las forman las SECCIONALES. En cada empresa o concentración importante de trabajadores se forma una seccional del Sindicato, dentro de la cual se elige un Comité Seccional (una torpe disposición de la Ley Sindical establece solamente Seccionales Departamentales, equiparando en su funcionamiento a los sindicatos gremiales con los de industria. Esto tendrá que causar serias dificultades a los sindicatos de industria, sobre todo a aquellos que tengan fuertes núcleos de trabajadores concentrados en fábricas o empresas enclavadas en localidades distintas de un mismo departamento). La Dirección del Sindicato está a cargo del Comité Ejecutivo General (o Central), electo democráticamente por las bases.
En los Sindicatos de Industria, es casi del todo imposible que se reuna la mayoría de miembros para asistir a las Asambleas Generales, pues eso lo impiden las distancias que median entre los distintos centros de trabajo organizados en seccionales. Por esa razón de gran peso, leyes sindicales de otros países establecen que no hay necesidad de celebrar Asambleas Generales en los sindicatos que tienen amplitud nacional. Esto queda subsanado con los Consejos y Congresos Nacionales del Sindicato. Además, los problemas y proposiciones que afectan a todo el Sindicatos son elevados a la consideración de todas las Asambleas Seccionales, en donde son discutidos; siendo obligatorios, cuando han recibido la aprobación de la mayoría de seccionales. (Así funcionan, por ejemplo, los grandes sindicatos de industria en México). Este procedimiento lo contempla la actual ley de sindicatos salvadoreña, pero sólo para los casos como “elección de la Junta Directiva General, aprobación de Estatutos y otros similares” (Art. 15) dejando expresamente para las Asambleas Generales “aprobar las cuentas semestrales”, “aprobar los contratos y convenciones colectivos de trabajos que afecten a todo el Sindicato”, “decidir sobre todos aquellos asuntos que no estén encomendados a otro órgano” (Art. 14 Apart. b). Además, la ley prohíbe que unos miembros estén representados por otros, salvo en los “casos de aprobación de la Memoria o de un contrato o convención colectiva de trabajo” (Art. 18, inc. d).
Eso traba toda la marcha normal del sindicato, pues, para celebrar las Asambleas Generales –se necesitaría PARAR EL TRABAJO de la industria-, lo que lógicamente es imposible realizar tan sólo para este objeto.
Se podrá alegar que esta situación es salvada convocando a nuevas Asambleas Generales, en las que se tomen los acuerdos con los que asistan (Art. 16); pero eso es una solución que no salva nada; pues condena al Sindicato a ser regido antidemocráticamente por una minoría privilegiada que viva cerca del lugar en que se efectúan las Asambleas Generales.
Otro aspecto de este mismo problema, que puede tener consecuencias de incalculable daño para los trabajadores y que conduce a la negación del derecho a huelga, es que la Ley Sindical remite a la competencia de las Asambleas Generales Extraordinarias “acordar las huelgas” (numeral 1 del
apartado d, del artículo 13) siendo de competencia de las seccionales extraordinarias “cuando la
huelga afectare únicamente a la seccional respectiva” (artículo 14, numeral 1 del apartado c).
No importa qué reglamento se dé a los conflictos colectivos de trabajo, el hecho es que, mientras no sean reformadas esas disposiciones dañinas(que contiene la Ley de Sindicatos), cualquier futura Ley de Conflictos Colectivos de Trabajo que promulgare el gobierno tendrá que estar de acuerdo con este dictado: que las huelgas que afecten a todo el Sindicato deben ser aprobadas en Asamblea General Extraordinaria y que en ellas debe estar presente la mayoría requerida de miembros por otros, ni puede convocarse a una nueva reunión en la que se pueda tomar el acuerdo con los que asistan. (Esto último está expresamente prohibido en el Art. 17).
Todo esto indica, que un sindicato para declarar una huelga que afecte a todo el Sindicato tiene que reunir a sus miembros en un solo lugar; significa que los miembros de las seccionales tendrán que trasladarse desde todos los lugares de la República (donde funcionen), al punto en que ha de celebrarse la Asamblea General Extraordinaria para decidir la declaratoria de huelga.
¿Cómo pueden los miembros de las seccionales efectuar ese traslado en masa? Pues, sencillamente, ABANDONANDO EL TRABAJO, paralizando el trabajo de toda su industria, cuando TODAVIA NO SE HA DECLARADO LA HUELGA, y cuando ni siquiera se ha decidido definitivamente declararla. Lo que es lo mismo, que los trabajadores TENDRAN QUE LLEVAR A CABO UNA HUELGA NO DECLARADA, como requisito previo para acordar la huelga.
¡A esos contrasentidos conducen los engendros de “disposiciones armónicas” elaboradas por el Ministerio de Trabajo! El ridículo acompaña a estos “sabios” en sus esfuerzos por donar la píldora
de la explotación, que quieren hacer tragar a los trabajadores. Esto, que afecta al Sindicato de Industria, reza también con los sindicatos gremiales.
Y ya sabemos por experiencia amarga, los trabajadores salvadoreños, la ferocidad que se gasta la
policía y el ejército, cuando de reprimir las huelgas no declaradas se trata.
Aún cuando resultaría una solución sumamente forzada, podría remediarse, en parte, esta situación si la futura ley de Conflictos Colectivos de Trabajo estableciera que sea legal el abandono de trabajo que tenga por objeto considerar la declaratoria de huelga.
No tendríamos que estar ante este problema si la Ley de Sindicatos diera lugar a que las Asambleas Seccionales pudieran discutir la declaratoria de huelga (que afecte a todo el Sindicato), y que esta declaratoria pudiera tramitarse legalmente al recibir la aprobación de la mayoría de miembros requerida –y cuyos votos se emitirían en las mismas Asambleas Seccionales-, estableciendo idéntico procedimiento para todos las decisiones que afecten a todo el Sindicato. Pero esta solución justa y natural les asusta, pues la finalidad del gobierno es impedir a todo costa las huelgas y defender os intereses de los patronos. Por esa razón no se permitió a los obreros expresar libremente su opinión en el seno de la Asamblea Nacional Legislativa cuando se discutió la ley que nos ocupa.
Esa es también la razón de los cómicos afanes del Señor Ministro para elaborar leyes “genuinamente salvadoreñas”, que de tales no tienen nada; pues ni siquiera pueden llamarse “salvadoreñas” las “originales” disposiciones constrictoras que ahogan e impiden el libre ejercicio
del derecho sindical y del derecho a huelga ya que obedecen al inveterado afán de todos los representantes de los explotadores del mundo entero, por someter a los explotados y reprimir su anhelo de mejoramiento y liberación.
Ahora apagados un poco los estruendos que anunciaban su llegada, podemos contemplar serenamente la famosa “fórmula salvadoreña” que “estudió cuidadosamente” el Gobierno y que fue proclamado con acompañamiento de bombo y platillos por el Señor Ministro de Trabajo en su
“histórico discurso” el 18 de julio pasado. Vemos que no se trata más que de una menguada versión de la fábula del Parto de los Montes: después de tanto retumbo, el monte, en vez de parir una montaña, ha dado a luz… un mísero ratón! Y, después de semejante parto, todavía tiene alientos el heroico Señor Ministro para quejarse amargamente de que los desagradecidos trabajadores no hayan salido jubilosos a la calle, con flores y cohetes, a celebrara el acontecimiento de la llegada de la Ley Sindical. No pongamos oídos sordos a sus lamentos, oigámosle: “Los agentes comunistas, dice, consiguieron confundir a más de un líder sindical honesto y sincero, para convertir esos días que debieron de ser de júbilo (¿Otro día de “júbilo” como el del 26 de Diciembre? Nota de SC.C), en días de desaliento…”.
¡Preciosa confesión de fracaso ante la capacidad de visión de los trabajadores! Equivocada valoración acerca de la actitud proletaria, al calificar de desaliento lo que no es más que el limpio reflejo de la condenación de los métodos demagógicos del gobierno.
Los trabajadores hemos comprendido claramente que bajo la podrida cantinela de “combatir al
comunismo” y a las “ideas exóticas” (vieja canción de Max. H. Martínez y nueva canción del Gobierno de Osorio), se esconde, pérfida como serpiente, la finalidad de quitarle al sindicalismo salvadoreño todo perfil de combatividad, de independencia y de anular los derechos que con tantos sacrificios ha conquistado la clase obrera salvadoreña.
En realidad, no es desaliento lo que ha sentido el proletariado; sino todo lo contrario, es determinación dinámica de seguir luchando. Los obreros no nos quedaremos con los brazos cruzados ante los intento de ahogar en leyes restrictivas los irrenunciables derechos que nos reconoce la Constitución Política.
Todo esto nos indica, en primer lugar, el descarado sentido demagógico de la ley Sindical encaminada a restringir la libertad sindical y a suprimir el derecho Constitucional de Huelga; en segundo lugar, que los trabajadores estamos en capacidad de combatir la demagogia y, en tercer lugar, que debemos levantar un movimiento nacional poderoso por las reformas inmediatas a la Ley Sindical vigente, y por la promulgación de una amplia Ley de Conflictos Colectivos de Trabajo transformándolas en leyes de positivo beneficio para la clase trabajadora.
LAS FEDERACIONES
Como consecuencia lógica y armónica de estas clases de sindicatos, aparecen las FEDERACIONES, las cuales son de dos clases: FEDERACIONES DE INDUSTRIA y FEDERACIONES REGIONALES.
Las Federaciones de Industria son las formadas por sindicatos que pertenecen a una misma industria, y las Federaciones Regionales, aquellas que se forman con sindicatos sin tomar en cuenta su calidad profesional, sino el lugar o zona donde están establecidos.
Las Federaciones de la Industria tienen un funcionamiento similar a los sindicatos de la industria
con la diferencia fundamental de que en vez de estar formadas por Seccionales, se integra con Sindicatos (de empresa o gremiales) de una misma industria.
En las federaciones existe el peligro de que los sindicatos integrantes se sienten demasiado desligados y no actúen como parte de un organismo único. Eso mismo puede acontecer en Sindicatos de Industria cuyos estatutos otorguen demasiada autonomía (financiera y administrativa) a sus seccionales.
Las federaciones, para que unifiquen completamente a los trabajadores de una misma industria necesitan tener una efectiva CENTRALIZACION y, su Comité Ejecutivo debe estar investido de autoridad y respaldo suficiente para dirigir la lucha general de los obreros de la rama industrial de que se trate. Hay países, en donde las federaciones son la forma sindical predominante (en Cuba, por ejemplo, en donde los obreros industriales vitales: azucareros, tabacaleros, ferrocarrileros, marítimos, etc, están unificados a través de poderosas federaciones de industria).
Los problemas locales los discute cada sindicato en su respectiva jurisdicción pero los problemas
que afectan a toda la industria los discute el Ejecutivo Central de la Federación (en el que están representados todos los sindicatos federados), siendo luego discutidos en Asambleas Sindicales. El voto de la mayoría de Asambleas de Sindicatos hace obligatoria una resolución para toda la federación.
La máxima autoridad de la Federación la constituye el Congreso integrado por los representantes de todos los sindicatos federados, que se reúne anualmente.
A pesar de que le proletariado desde hace mucho tiempo viene luchando ardientemente por conquistar el derecho a organizar federaciones, nuestra actual Ley de Sindicatos no permite su funcionamiento, despojando a la clase obrera salvadoreña de uno de sus más efectivos medios de organización.
No hace falta señalar la gran importancia que para los trabajadores salvadoreños adquiere en este momento la lucha por conquistar el derecho a la formación de federaciones, aboliendo la anticonstitucional prohibición de organizar “Sindicato de Sindicatos”, que aún, más que contra las
federaciones, está enfilada a impedir al proletariado salvadoreño la formación de su querida Central Sindical Unica.
LA CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES O CENTRAL SINDICAL UNICA
La Confederación de Trabajadores, llamada también CENTRAL SINDICAL, es la organización más avanzada del movimiento sindical de un país. Es su más alta expresión.
Donde quiera que hay movimiento sindical, existe la Confederación de Trabajadores; no es posible concebir lo uno sin lo otro.
Está compuesta por todos los sindicatos nacionales (es decir, de amplitud nacional) y por las federaciones, de industria o zona, unidos orgánicamente para la defensa de los intereses que son comunes a todos los trabajadores.
La Confederación de Trabajadores es el organismo que une a todos los sindicatos y federaciones, dispersos, en un solo movimiento sindical coordinado, compacto y disciplinado.
Cuando los sindicatos están dispersos, sin un lazo de unión que coordine sus actividades, el movimiento obrero camina a ciegas, dividido y confuso. Cada organización “jala” por su lado sin plan ni concierto; cada militante sindical se concreta a procurar el engrandecimiento exclusivo de su respectiva organización sin preocuparle las condiciones en que vive el resto de trabajadores, ni
atender la lucha general de la clase obrera, descuidando los problemas que afectan por igual a todos los asalariados.
Esa es, prácticamente, la situación del movimiento sindical salvadoreño en la hora actual, por no existir la Central Sindical. Frente a ese cuadro de dispersión e insensatez se alza la realidad de las
clases feudal y capitalista perfectamente organizadas a través de poderosas organizaciones patronales que controlan la vida económica del país.
Todos los productores de café están organizados en la Asociación Cafetalera; todos los ganaderos en la Asociación Ganadera; todos los dueños de los ingenios de azúcar, en la Asociación Azucarera, todos los cultivadores de algodón, en la Cooperativa Algodonera; todos los importadores, exportadores, grandes comerciantes y dueños de fábricas y empresas industriales, en la Cámara de Comercio e Industria; y todos en conjunto, perfectamente vinculados a través de los bancos.
Desde esos organismos planean sus luchas contra la clase obrera, urden sus maniobras y coordinan sus esfuerzos para luchar contra los salarios de los trabajadores, contra las prestaciones sociales; para devorar los miserables aumentos de salarios subiendo el precio de los artículos que consumimos. Ellos no se limitan a luchar contra un sindicato aislado, sino que abarcan con sus tentáculos explotadores a todos los trabajadores organizados, a todo el pueblo.
Este hecho dolorosamente real nos demuestra cuán antidemocrática es cualquier ley que prohíba a los trabajadores unir sus actividades sindicales a través de un solo organismo directivo; mientras, por otro lado, se otorga la más irrestricta libertad de organización a los explotadores. Y eso es, precisamente, lo que hace la actual Ley de Sindicatos al prohibir la Confederación de Trabajadores.
Amarra las manos a los obreros, los dispersa y los entrega indefensos en garras de sus explotadores perfectamente organizados. Por eso, son obtusos, cobardes y traidores los dirigentes obreros que no eleven, entre las necesidades urgentes e imperiosas la lucha por desplazar las restricciones antidemocráticas y anticonstitucionales que contiene la actual Ley de Sindicatos, lo mismo que las interpretaciones profundamente perjudiciales para los trabajadores que de la misma hacen las autoridades del Trabajo, por medio de las cuales se prohíbe la creación y funcionamiento de la Confederación de Trabajadores.
Sin la Confederación de Trabajadores, la clase obrera se encuentra dividida y fraccionada en una cantidad de sindicatos aislados; sin la Confederación no tardarán en aparecer absurdas rivalidades entre unos y otros sindicatos; sin la Confederación, cada Sindicato se cree la élite y la crema de los trabajadores y queda abonado el campo para que nazca el repulsivo engreimiento de los dirigentes; sin la Confederación, cada Sindicato se encontrará sin el apoyo de los demás en el caso de declarar una huelga, porque no estarán en directa vinculación unos con otros, será muy difícil movilizarlos para apoyar a los compañeros huelguistas y si esa ayuda llega al fin, será muy tardía e ineficaz; sin la Confederación no será posible organizar una verdadera lucha por conquistar leyes de trabajo efectivamente ventajosas para los obreros; sin la Confederación es imposible luchar coordinadamente en el campo sindical, contra todas las fuerzas reaccionarias que no descansan en sus intentos por anular las miserables conquistas obtenidas; sin la Confederación de Trabajadores, se hace más lenta y difícil la tarea de elevar el grado de conciencia de clase de los obreros.
Esto nos demuestra lo importante que es, en estos momentos, la consigna de conquistar la Confederación. Precisamente por eso, es por lo que los enemigos de la clase obrera están haciendo todos los esfuerzos posibles por negarnos ese derecho. Ellos no vacilan en pisotear la Constitución para lograr sus propósitos; pero es indudable que tendrán que ser derrotados por la determinación combativa de los trabajadores. Debemos iniciar una poderosa campaña por conquistar la Confederación, sentida aspiración organizativa sindical del proletariado salvadoreño. Debemos de obtener el derecho de organizar la Confederación. Debe de ser una Confederación UNICA, para todos los trabajadores del país. No debemos permitir que se organicen 2 ó 3 Confederaciones, porque eso sería dividir nuestras escasas fuerzas. Debemos de luchar por la CENTRAL SINDICAL UNICA.
Pero no una Confederación cualquiera, dirigida por el gobierno, el clero o los patronos, sino una Confederación LIBRE Y ABSOLUTAMENTE INDEPENDIENTE que dirija a los trabajadores bajo el espíritu del sindicalismo revolucionario, en contra de la reacción, de la explotación, de la ignorancia y de la miseria.
Se ha llegado el momento, compañeros trabajadores, de que nos demos cuenta de nuestra fuerzas; que nos demos cuenta de lo que significa para la democracia salvadoreña un movimiento obrero unido, fuerte, consciente y disciplinado. El movimiento sindical libre es el más firme apoyo de una verdadera democracia. ¡Construyamos ese movimiento! Luchemos contra todo lo que se oponga a ese objetivo. Nuestros hijos reclaman un mañana mejor. De nuestra determinación, de nuestro grado de organización, de nuestro espíritu de lucha y sacrificio depende.
TODOS LOS TRABAJADORES A LUCHAR POR UNA CENTRAL SINDICAL UNICA:
POR LA GRAN CONFEDERACION DE TRABAJADORES DE EL SALVADOR! ¡TODOS A LUCHAR POR UN MOVIMIENTO SINDICAL LIBRE, INDEPENDIENTE Y REVOLUCIONARIO! ¡TODOS A LUCHAR POR UNA PAZ DURADERA! ¡TODOS A LUCHAR POR LA LIBERACION DEL PAIS DE LAS GARRAS DE LA OPRESION ECONOMICA EXTRANJERA! ¡POR UNA PATRIA LIBRE Y FELIZ! ¡POR LA PAZ, POR EL PAN, POR LA LIBERTAD! San Salvador, 15 de Septiembre de 1951 Salvador Cayetano Carpio
Notas
1. “Las relaciones de Producción están formadas por las relaciones técnicas y las relaciones sociales de producción”.
“Llamaremos RELACIONES TECNICAS DE PRODUCCION a las formas de control o dominio que los agentes de la producción ejercen sobre los medios de trabajo en particular y sobre el proceso de trabajo en general” “Llamaremos RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCION a las relaciones que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos en un proceso de producción determinado, relación que depende del tipo de relación de propiedad, posesión, disposición o usufructo que ellos establezcan con los medios de producción. (Marta Harnecker:
Los conceptos elementales del materialismo histórico. Paginas: 52, 37 y 43 respectivamente.
1976).
2. “Llamaremos FUERZAS PRODUCTIVAS propiamente tales a las fuerzas que resultan de la combinación de los elementos del proceso de trabajo bajo relaciones de producción determinadas.
Su resultado es una determinada productividad del trabajo”. (M. Harnecker: obra citada, p. 62) -
2. 3. “Las Clases Sociales son grandes grupos de hombres que se diferencian entre si por el lugar que ocupan en un sistema de producción históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran frente a los medios de producción (relaciones que las leyes fijan y consagran), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, por consiguiente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen”.
“Las clases sociales son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse del trabajo del otro por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social”. (V.I.Lenin: “Una gran iniciativa”, en Marx, Engels, Marxismo, p. 479.)
3. 4. Ver Georgen Politzer: “Principios elementales y principios fundament.es de filosofía” p. 168.
3 .5. Ver Federico Ángel: “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”. Obras
escogidas, Moscú, 1952, t. II, p. 289.
3.6. Ver F. V. Konstantinov: “El Materialismo Histórico”. Moscú, 1956, p. 69. –
7. Ver Georges Politzer: Obra citada, p. 172. -7
8. Ver Luís Segal: “Principios de Economía Política”.-7
9. “El proletariado es la clase social que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la
venta de su fuerza de trabajo, y no del rédito de algún capital; es la clase, cuyas dicha y pena, vida y muerte y toda la existencia dependen de la demanda de trabajo, es decir, de los periodos de crisis y de prosperidad de los negocios, de las fluctuaciones de una competencia desenfrenada. Dicho en pocas palabras el proletariado, o la clase de los proletarios es la clase trabajadora del siglo XIX”.
(F. Engels: “Principios del comunismo”. P. 1) -8
10. “Revolución social. Cambio radical en la vida de la sociedad, que significa el derrocamiento del régimen social caduco y la instauración de otro nuevo, progresivo. A diferencia de los teóricos de la burguesía liberal y del oportunismo, que consideran la revolución social como una casualidad, el marxismo-leninismos enseña que la revolución es un resultado necesario sujeto a leyes, del desarrollo de la sociedad de clases”. (M. M. Rosental y P. F. Iudin: “Diccionario Filosófico”. P. 404) -8.
11. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el esclavo?
“El esclavo esta vendido de una vez y para siempre, en cambio, el proletario tiene que venderse el mismo cada día y cada hora. Todo esclavo individual, propiedad de un señor determinado, tiene ya asegurada su existencia por miserable que sea, por interés de este. En cambio el proletario individual es, valga la expresión, propiedad de toda la clase de la burguesía. Su fuerza de trabajo no se compra más que cuando alguien la necesita, por cuya razón no tiene la existencia asegurada.
Esta existencia esta asegurada únicamente a toda la clase de los proletarios. El esclavo esta fuera
de la competencia. El proletario se halla sometido a ella siente todas las fluctuaciones. El esclavo es considerado como una cosa, y no miembro de la sociedad civil. El proletario es reconocido como persona, como miembro de la sociedad civil. Por consiguiente, el esclavo puede tener una existencia mejor que el proletario, pero este último pertenece a una etapa superior de desarrollo de la sociedad y se encuentra a un nivel más alto que el esclavo. Este se libera cuando de todas las relaciones de la propiedad privada no suprime mas que una, la relación de esclavitud, gracias a lo cual solo entonces se convierte en proletario; en cambio, el proletario solo puede liberarse suprimiendo toda la propiedad privada en general”.
¿Qué diferencia hay entre el proletario y el siervo?
“El siervo posee en propiedad y usufructo un instrumento de producción y una porción de tierra, a cambio de lo cual entrega una parte de su producto o cumple ciertos trabajos. El proletario trabaja con instrumentos de producción pertenecientes a otra persona, por cuenta de esta, a cambio de una parte del producto. El siervo da, al proletario le dan. El siervo tiene la existencia asegurada, el proletario no. El siervo esta fuera de la competencia, el proletario se halla sujeto a ella. El siervo se libera ya refugiándose en la ciudad y haciéndose artesano, ya dando a su amo dinero en lugar de trabajo o productos a su señor, transformándose en libre arrendatario, ya expulsando a su señor feudal y haciéndose el mismo propietario. Dicho en breves palabras, se libera entrando de una manera u otra en la clase poseedora y en la esfera de competencia. El proletario se libera suprimiendo la competencia, la propiedad privada y todas las diferencias de clase”.
¿Qué diferencia hay entre el proletario y el artesano?
“El obrero de manufactura (artesano) de los siglos XVI-XVIII poseía casi en todas partes instrumentos de producción: su telar, su rueca para la familia y un pequeño terreno que cultivaba en las horas libres. EL proletario no tiene nada de eso. El obrero de manufactura vive casi siempre en el campo y se halla en relación más o menos patriarcales con su señor o su patrono. El proletario suele vivir en grandes ciudades y no lo unen a su patrono más que relaciones de dinero.
La gran industria arranca al obrero de manufactura de sus condiciones patriarcales; este pierde la propiedad que todavía poseía y solo entonces se convierte en proletario”. (F. Engels: “Principios del Comunismo”. Paginas 72-73)-9
12. “Trade-Union es una expresión inglesa que equivale a Sindicato. Al tomar nosotros la expresión trade-unionismo no lo hacemos con su significado literal, sino en cuanto representa una corriente ideológica dentro del movimiento obrero”. (Nota del autor)-24.
13. ANARQUISMO (sin autoridad, sin poder). “Corriente político-social pequeño burguesa, hostil
a todo poder, incluido el de la dictadura del proletariado; contrapone los intereses de la pequeña propiedad privada y la pequeña economía campesina al progreso de la sociedad apoyada en la gran producción. La base filosófica del anarquismo es el individualismo, el subjetivismo, el voluntarismo. La aparición del anarquismo esta unida a los nombres de Schmidt (Stirner), Proudhon y Bakunin, cuyas teorías utópicas fueron sometidas a crítica en los trabajos de Marx y Engels. En el siglo XIX, el anarquismo se extendió por Francia, Italia y España. El anarquismo no va mas allá de las frases generales contra la explotación no comprende cuales son las causas de esta última, ni la lucha de clases como fuerza creadora para la realización del socialismo. La negación anarquista de la lucha política contribuye objetivamente a que la clase obrera se subordine a la política burguesa. Lo mas esencial en la lucha contra el anarquismo radica en el problema de como debe proceder la revolución frente al Estado y en el problema de Estado en general. Los anarquistas propugnan el aniquilamiento inmediato del Estado, no reconocen que sea posible aprovechar el Estado burgués para preparar al proletariado con vistas a la revolución.
Después de 1917, el anarquismo en Rusia se convirtió en una tendencia contrarrevolucionaria.
Actualmente goza de cierta influencia en España, Italia y América Latina”. (M.M. Rosental y P.F.
Iudin: Diccionario Filosófico”, paginas 13-14)-27.
14. “El Estado no es de ningún modo un poder impuesto desde fuera de la sociedad; tampoco es “la realidad de la idea moral”, “ni la imagen y la realidad de la razón”, como afirma Hegel. Es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado; es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable contradicción consigo misma y
esta dividida por antagonismos irreconciliables, que es impotente para conjurar. Pero a fin de que estos antagonismo, estas clases con intereses económicos en pugna no se devoren a si mismas y, no consuman a la sociedad en una lucha estéril, se hace necesario un poder situado aparentemente por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los limites del “orden”. Y ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella y se divorcia de ella mas y mas, es el Estado”.
“…..Como el Estado nació de la necesidad de refrenar los antagonismos de clase, y como al mismo
tiempo, nació en medio del conflicto de esas clases, es, por regla general, el Estado de la clase mas
poderosa, de la clase económicamente dominante, que, con ayuda de el, se convierte también en la clase políticamente dominante, adquiriendo con ello nuevos medios para la represión y la explotación de la clase oprimida. Así, el estado antiguo era ante todo, el Estado de los esclavistas par tener sometidos a los esclavos; el Estado feudal era el órgano de que se valía la nobleza para tener sujetos a los campesinos siervos, y el moderno Estado representativo es el instrumento de que se sirve el capital para explotar al trabajo asalariado. Sin embargo, por excepción, hay periodos en que las clases en lucha están tan equilibradas, que el poder del Estado, como mediador aparente, adquiere cierta independencia momentánea respecto a una y otra”.
“….En la republica democrática “la riqueza ejerce su poder indirectamente, pero de un modo mas
seguro”. De una parte, bajo la forma de “Corrupción directa de los funcionarios”, de lo cual es América un modelo clásico, y, de otra parte, bajo la forma de “alianza entre el gobierno y la bolsa……” (F. Engels: El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”, paginas 144- 145-146) 27.
15. LA “EXTINCION” DEL ESTADO. “El proletariado toma el poder estatal y comienza por convertir los medios de producción en propiedad del Estado. Pero con este acto se destruye a si mismo como proletario y destruye toda diferencia y todo antagonismo de clase y, con ello mismo, el Estado como tal. La sociedad que se ha movido hasta ahora entre antagonismos de clase, ha tenido necesidad del Estado, o sea de una organización de la clase explotadora para mantener las condiciones exteriores de producción, y por tanto, particularmente, para mantener por la fuerza a la clase explotada en las condiciones de opresión (la esclavitud, la servidumbre, el trabajo asalariado) determinadas por el modo de producción existente. El Estado era el representante oficial de toda la sociedad, su síntesis en una corporación visible; pero lo era tan solo como Estado de la clase que en su época representaba a toda la sociedad: en la antigüedad era el Estado de los ciudadanos esclavistas; en la Edad Media, el de la nobleza feudal; en nuestros tiempos es de la burguesía. Cuando el Estado se convierta finalmente en representante efectivo de toda la sociedad, será por si mismo superfluo. Cuando ya no exista ninguna clase social a la que haya que
mantener en la opresión; cuando desaparezcan, junto con la dominación de clase, junto con la lucha por la existencia individual, engendrada por la actual anarquía de la producción, los choques y los excesos resultantes de esta lucha, no habrá ya nada que reprimir ni hará falta, por tanto, esa fuerza especial de represión, el Estado. El primer acto en que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de toda la sociedad –la toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad- es a la par su último acto independiente como Estado. La intervención del poder estatal en las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro y “se adormecerá por si misma”. “El gobierno sobre las personas será sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los procesos de producción”. El Estado no será “abolido”: se extinguirá. Partiendo de esto es como hay que juzgar el valor de esa frase que habla del “Estado popular libre”, frase que durante cierto tiempo tuvo derecho a la existencia como consigna de agitación, pero que, en resumidas cuentas, carece en absoluto de fundamento científico. Partiendo de esto es también como debe ser considerada la exigencia de los llamados anarquistas de que el Estado sea abolido de la noche a la mañana” (F. Engels: Anti-Dühring o la subversión de la ciencia por el señor Eugenio Dühring, paginas 301-303 de la tercera edición alemana)-28
16. SOCIALISMO. “Régimen social que surge como resultado de la supresión del modo burgués de producción y de la instauración de la dictadura del proletariado. Esta basado en la propiedad social sobre los medios de producción, propiedad que presenta dos formas, estatal (de todo el pueblo) y cooperativo-Koljosiana. La propiedad social determina la inexistencia de clases explotadoras de la explotación del hombre por el hombre, que las relaciones entre los trabajadores sean de colaboración amistosa y de ayuda mutua. Bajo el socialismo, se acaba con toda opresión social y toda desigualdad nacional, con la oposición entre la ciudad y el campo, entre el trabajo intelectual y el trabajo físico (pese a que todavía se conserva una diferencia esencial). En la sociedad socialista, se dan dos clases amigas la clase obrera y los campesinos koljosianos, y también la intelectualidad. Las diferencias entre estas dos clases, así como también entre ellas y la intelectualidad, se van borrando gradualmente. Las relaciones de todos los grupos sociales, unos con otros, se caracterizan por la unidad político-social e ideológica; las naciones socialistas entre si, por ser relaciones de amistad, colaboración y fraternal ayuda mutua. Sobre la base de la propiedad social, bajo el socialismo se desarrolla de manera planificada la economía nacional, lo cual es inaccesible al capitalismo. El Desarrollo y el perfeccionamiento de la producción social sirven para satisfacer, de manera cada vez mas completa, las crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo. La vida de la sociedad socialista se asienta sobre una amplia democracia; la incorporación de todos los trabajadores a la participación activa en la dirección de los asuntos estatales. El democratismo socialista garantiza tanto los derechos sociales –derecho al trabajo, al descanso, a la instrucción y al servicio medico gratuitos- , a disponer de lo necesario en la vejez, igualdad de derechos para la mujer y el hombre, para los ciudadanos de todas las razas y nacionalidades –así como las libertades políticas- las libertades de palabra, de prensa y de reunión, el derecho a elegir y a ser elegido. El socialismo se diferencia de la fase superior del comunismo por el grado de madurez de todos los aspectos de la vida social. Las fuerzas productivas, en el régimen socialista, no están aun suficientemente desarrolladas como para asegurar la abundancia de productos; el trabajo no se ha convertido aun en la primera necesidad vital de todos los miembros de la sociedad. En consecuencia, la distribución de los bienes materiales se lleva a cabo según el principio: “De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según su trabajo”. El desarrollo del socialismo conduce, con sujeción a ley al comunismo. En la U.R.S.S., El socialismo ha vencido plena y definitivamente, el país ha entrado en el periodo de la edificación del comunismo en todo el frente. Actualmente, el socialismo se construye en varios
países de Europa, Asia y América. El sistema mundial del socialismo abarca mas de un tercio de la población del globo terrestre”. (M.M. Rosental y P.F. Iudin: “Diccionario Filosófico, pagina 429) -28
17. DEMOCRACIA: (del griego: pueblo, fuerza, poder) “Una de las formas de poder; se caracteriza por proclamar oficialmente el principio de la subordinación de la minoría a la mayoría y el reconocimiento de la libertad y de la igualdad de derechos de los ciudadanos. En la ciencia burguesa, al caracterizarse la democracia por lo común no se va más allá de aducir esos rasgos formales al margen de las condiciones económico-sociales de la vida de la sociedad y del estado real de las cosas. Surge, como resultado, la idea de la denominada democracia “pura”, compartida por oportunistas y reformistas. La realidad es, no obstante, que toda democracia como forma de organización política de la sociedad “sirve, en última instancia a la producción y esta determinada, en último termino, por las relaciones, de producción de la sociedad dada” (Lenin, t XXXII, Pág. 60). Ello hace que sea necesario tener en cuenta el desarrollo histórico de la democracia, su dependencia directa del cambio de las formaciones económico-sociales, del carácter y dureza de la lucha de clases. En las formaciones clasistas, la democracia aparece como forma de la dictadura de la clase dominante; posee, en consecuencia, un carácter de clase y de hecho existe solo para los miembros de aquella clase. Así, en la sociedad burguesa, la democracia constituye la forma de dominio de la clase de la burguesía. Durante cierto tiempo, la burguesía esta interesada en la democracia como instrumento de dominio político. Elabora una constitución,
establece un parlamento y otras instituciones representativas, introduce (bajo la presión de las masas) el derecho general al voto y las libertades políticas formales. No obstante, las posibilidades de utilizar todos estos derechos democráticos e instituciones, se reducen por todos los medios para las amplias masas de trabajadores; todo el aparato democrático de la republica burguesa esta estructurado de modo que pueda paralizar la actividad política de las masas y desplazar a los trabajadores de toda intervención en la vida política. Por otra parte, nada hay que garantice la vigencia de los derechos políticos formalmente proclamados, y las instituciones representativas sirven sobre todo para encubrir los objetivos reales de la política que la clase dominante lleva a cabo. Es un rasgo característico de la democracia burguesa, la existencia del parlamentarismo, o sea, la división del poder legislativo y del poder ejecutivo, con una manifiesta tendencia a aumentar el papel de este ultimo. En la época imperialista, se produce en los estados burgueses un giro de la democracia a la reacción política. La democracia socialista constituye la forma mas elevada de democracia, es la autentica democracia para la mayoría del pueblo, para las amplias masas trabajadoras. Su base económica radica en la propiedad colectiva de los medios de producción”. (M.M. Rosental y P.F. Iudin: “Directorio filosófico”, paginas 109-110)
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Al intentar ofrecer una pequeña biografía del Comandante 'Marcial', fundador de las Fuerzas Populares de Liberación Nacional - FPL - 'Farabundo Martí', lo hacemos para responder a la demanda de muchos de nuestros obreros y campesinos y compañeros revolucionarios de otros sectores populares.
No vemos riesgo alguno de caer en el culto a la personalidad, ya que somos conscientes de que los dirigentes del pueblo son, antes que nada, hijos del pueblo, forjados por las necesidades y las luchas del mismo pueblo.Esta biografía, porque quiere ser objetiva, pretende ser como una gota de rocío que no se refleja a sí misma, sino que refleja en sí el mundo que le rodea. Y SALVADOR CAYETANO CARPIO constituye en sí mismo la síntesis de los últimos 50 años de la lucha del pueblo salvadoreño; el mismo pueblo que sigue luchando sin su presencia física, pero recogiendo su práctica y su espíritu.
Fue el primero de abril de 1980 cuando las FPL dieron a conocer la identidad de su fundador y primer responsable, que había vivido bajo el seudónimo de MARCIAL durante los últimos 10 años, forjando el instrumento más decisivo para que el pueblo pudiera realizar su revolución.
En aquella ocasión se dio también a conocer una biografía oficial de Salvador C. Carpio que ha servido de base para esta, así como la que en el año 1984 difundió el Centro de Cultura Popular Salvadoreña desde San José de Costa Rica, el libro de Nicolás Doljanin" Chalatenango la guerra descalza" y el trabajo de Antonio Morales Carbonell "La muerte de Marcial ¿un asunto concluido?":
¿Y quién carajo dice
que Marcial esta muerto?
Dijo Ambrosio en la asamblea popular
Celebrada en Chalatenango.
Y añadió:
Acaso se muere el viento
sobre los árboles,
el mismo viento que despeina a los hombres
y que trae noticias de los pájaros?
¿Puede morir así no más
el agua que baja de la montaña
clarita y eternamente fresca?
¿Quien puede asegurar que un día se termine
la luz de las mañanas
y el titilar de las estrellas en la noche?
Acaso el maíz dejara de crecer
el
todos los años
y su pequeña luna, la tortilla
pasara a la historia?
¿Cómo podría acabarse el verde de las hojas,
las flores silvestres
que adornan la soledad de la montaña,
las ceibas, los amates,
los frutos de la tierra?
¿Por qué el mar dejaría de venir a las costas
y la lluvia pasaría
a ser solo un recuerdo?
¿Que acaso el fuego de los fierros
no hace posible a veces
que amanezca más temprano
entre los estampidos de la guerra del pueblo?
¿Quien carajo pretende
que Marcial esta muerto?
Sería como decir
Que se murió la vida para siempre,
Que solo es orfandad lo que nos queda.
Allí esta Marcial, compañeros,
Que no lo ven atrás, entre los niños,
Escuchando las cosas que decimos,
Aprendiendo como siempre entre nosotros,
Dirigiendo la furia, reuniéndola
Como un fusil inmenso que escribirá la historia.
que Marcial esta muerto?
Dijo Ambrosio en la asamblea popular
Celebrada en Chalatenango.
Y añadió:
Acaso se muere el viento
sobre los árboles,
el mismo viento que despeina a los hombres
y que trae noticias de los pájaros?
¿Puede morir así no más
el agua que baja de la montaña
clarita y eternamente fresca?
¿Quien puede asegurar que un día se termine
la luz de las mañanas
y el titilar de las estrellas en la noche?
Acaso el maíz dejara de crecer
el
todos los años
y su pequeña luna, la tortilla
pasara a la historia?
¿Cómo podría acabarse el verde de las hojas,
las flores silvestres
que adornan la soledad de la montaña,
las ceibas, los amates,
los frutos de la tierra?
¿Por qué el mar dejaría de venir a las costas
y la lluvia pasaría
a ser solo un recuerdo?
¿Que acaso el fuego de los fierros
no hace posible a veces
que amanezca más temprano
entre los estampidos de la guerra del pueblo?
¿Quien carajo pretende
que Marcial esta muerto?
Sería como decir
Que se murió la vida para siempre,
Que solo es orfandad lo que nos queda.
Allí esta Marcial, compañeros,
Que no lo ven atrás, entre los niños,
Escuchando las cosas que decimos,
Aprendiendo como siempre entre nosotros,
Dirigiendo la furia, reuniéndola
Como un fusil inmenso que escribirá la historia.
Árqueles Morales
NACIMIENTO - 1919
Cuando nace el niño Salvador Cayetano, el día 6 de agosto de 1919, en la ciudad de Santa Tecla, a pocos kilómetros de San Salvador, su familia no sospechaba que ya había surgido en nuestro mundo y en su historia el primer estado socialista en la URSS, fruto de la lucha del pueblo trabajador, ni que el mundo acababa de sacrificar a millones de sus mejores hijos para sacudirse el yugo fascista que quería surgir desde Alemania contra todos los trabajadores del mundo. Y es que la familia de Chambita tenía bastante con vivir, trabajar y luchar por sobrevivir cada día.
Él nace en el seno de los pobres del pueblo pobre. Su papá, llegado a la ciudad en busca de trabajo desde Chalatenango, era zapatero y se llamaba José Carpio. Nunca lo conoció porque murió apenas nacido su hijo. Su mamá, Marcos Cerro, ha venido de Cojutepeque para encontrar trabajo sirviendo en las casas de los ricos, en cuyas mansiones no permiten que ande con su hijo. Es por eso que ella tiene que dejar al cipote al cuidado de la 'niña' Petronila, su suegra. Pero esta tampoco puede cargar con el niño y pronto es llevado a la Casa de San Vicente de Paúl de la hermanitas de la Caridad. Allí crece, entre el ruido del mercado y los rezos y cuidado de las monjitas. La viveza natural de Chambita y su vivaz inteligencia ha sorprendido a las hermanas, que sueñan pronto en hacer de él un 'padrecito' y para ello se ponen al habla con los padres somascos que atienden la iglesia vecina de El Calvario, y así, casi sin darse cuenta, entra en el seminario de aquella comunidad cuya mayoría habla italiano. El responsable de la comunidad es el Padre Mario, de origen español y amigo de los coroneles de las fuerzas armadas salvadoreñas. Luego será obispo y cardenal en Guatemala, resultando un personaje tristemente célebre por su servilismo para con todos los dictadores y opresores. Fue precisamente él, el padre Mario Casariego, quien un día lo castigara cruelmente, llegando a golpearlo y pelonearlo. El sentido de dignidad y de rebeldía del joven seminarista hizo que esa misma noche intentara escapar del seminario. Expulsado de allí "cuando vieron que me quería saltar por los cercos" no tuvo más remedio que buscarse trabajo. Tenía 13 años y "naturalmente el haber estado varios años en ambiente religioso y comodidades que nunca antes había conocido en mi infancia, me hacía difícil la readaptación a la vida del muchacho que tiene que ganarse un salario de cualquier modo".
Tal vez pensando en su padre. Carpió ingresó a trabajar de aprendiz de zapatero:
"fue el primer oficio que aprendí, laborando de alistador, porque en la zapatería semi-artesanal de entonces había dos especialidades, ensuelador y alistador".
"El trato inhumano que se le daba a los aprendices inmediatamente chocó con los conceptos que había ido asimilando en los colegios religiosos, es decir cierta actitud respetuosa hacia la persona humana; porque ahí en el taller de zapatería además de que no me pagaban, salvo los 25 centavos que me daban a la semana para compensar un sueldo y para que fuera al cine de vez en cuando, co¬menzaron a darme unos latigazos que ardían demasiado".
"fue el primer oficio que aprendí, laborando de alistador, porque en la zapatería semi-artesanal de entonces había dos especialidades, ensuelador y alistador".
"El trato inhumano que se le daba a los aprendices inmediatamente chocó con los conceptos que había ido asimilando en los colegios religiosos, es decir cierta actitud respetuosa hacia la persona humana; porque ahí en el taller de zapatería además de que no me pagaban, salvo los 25 centavos que me daban a la semana para compensar un sueldo y para que fuera al cine de vez en cuando, co¬menzaron a darme unos latigazos que ardían demasiado".
Así, "un buen día que fue lunes —era regla que los lunes los aprendices teníamos que presentarnos para hacer todo el aseo del taller y dejar todas las hormas bien aseadas— me fui".
"Estábamos haciendo el engrudo que se necesitaría para que los alistadores pudiesen hacer su tarea, cuando llegó el dueño del taller —pocas veces venían los lunes, todavía resentidos con el aguardiente del día anterior— y diciendo que no estábamos haciendo bien el trabajo, cuando solo pasaba que había llegado de pocas pulgas, nos agarró a cinchazos; entonces yo sentí una rebeldía interna y decidí no volver a ese taller".
..."después que me pegaron injustamente en el taller agarré a pie rumbo a Santa Ana donde me ligué a un grupo de campesinos que iban a cortar café y me fui con ellos a ganar unos centavos a una finca que queda entre Chalchuapa y Santa Ana, llamada Monte Largo; ahí conocí toda la dureza de la vida campesina".
"Estábamos haciendo el engrudo que se necesitaría para que los alistadores pudiesen hacer su tarea, cuando llegó el dueño del taller —pocas veces venían los lunes, todavía resentidos con el aguardiente del día anterior— y diciendo que no estábamos haciendo bien el trabajo, cuando solo pasaba que había llegado de pocas pulgas, nos agarró a cinchazos; entonces yo sentí una rebeldía interna y decidí no volver a ese taller".
..."después que me pegaron injustamente en el taller agarré a pie rumbo a Santa Ana donde me ligué a un grupo de campesinos que iban a cortar café y me fui con ellos a ganar unos centavos a una finca que queda entre Chalchuapa y Santa Ana, llamada Monte Largo; ahí conocí toda la dureza de la vida campesina".
Así conoció su práctica de clase y empezó su vida adulta.
Más tarde llegara hasta Guatemala ciudad. Era el momento en que se estaba desarrollando en El Salvador la insurrección popular del 32, la primera en el continente Latinoamericano con proyecto alternativo de sociedad, que costó a nuestro pueblo 30.000 muertos y que sirvió después a los mismos dominadores de excusa para mantener el terror durante muchos años y para seguir oprimiéndolo con el mito del anticomunismo. Es en esta gesta popular que emerge la figura de Agustín Farabundo Martí, cuyo testimonio tanto significó más tarde para Carpio y a quien este logró rescatar del olvido cuando muchos 'revolucionarios' salvadoreños hicieron todo lo posible por enterrar su memoria porque resultaba incómodo para sus pragmatismos.
Más tarde llegara hasta Guatemala ciudad. Era el momento en que se estaba desarrollando en El Salvador la insurrección popular del 32, la primera en el continente Latinoamericano con proyecto alternativo de sociedad, que costó a nuestro pueblo 30.000 muertos y que sirvió después a los mismos dominadores de excusa para mantener el terror durante muchos años y para seguir oprimiéndolo con el mito del anticomunismo. Es en esta gesta popular que emerge la figura de Agustín Farabundo Martí, cuyo testimonio tanto significó más tarde para Carpio y a quien este logró rescatar del olvido cuando muchos 'revolucionarios' salvadoreños hicieron todo lo posible por enterrar su memoria porque resultaba incómodo para sus pragmatismos.
Él, Chamba, se entera de todo esto en la panadería del Hospital de Antigua Guatemala. Había llegado allí de la mano de un trabajador chapín que le ha querido ofrecer ayuda al guanaquito huérfano y se lo ha llevado a su trabajo para que aprendiera un oficio. Es así como deviene 'panificador', pero también sabe hacer de zapatero para arrimar sus centavos y poder subsistir.
LA LUCHA OBRERA
Cuando Chamba vuelve a Santa Tecla, 1940, ya tiene 21 años, una experiencia de vida dura y un oficio, y se dedica a buscar trabajo como panificador. Su nueva vida es dura. Aquellas panaderías eran de tipo artesanal, donde trabajaba toda la familia y emplean algunos trabajadores de fuera en quienes descargan las perores tareas: amasar y hornear por la noche y, durante el día, patear las calles con el pan al hombro para venderlo en el mercado y de casa en casa. Y no hay organizaciones de trabajadores porque lo único que permiten los nuevos gobernantes son asociaciones, sociedades, etc. Y por eso en la asociación de panaderos entraban juntos los patronos y los trabajadores (panaderos y panificadores) como si ambos grupos tuvieran comunidad de intereses.
Comienza a suscitar conciencia entre sus compañeros para organizarse como panificadores y enfrente de sus patronos, hasta que en junio de 1943 logra articular una huelga que da comienzo en la panadería de Félix Orlando, pero que pronto encuentra resonancia y solidaridad entre otros panificadores, hasta que el 17 del mismo junio de 1943 triunfan sus reivindicaciones de mejores salarios y menos horas de trabajo... Fue una huelga pionera. Este día será proclamado como el 'día de los panificadores'. Desde este momento comienza a formarse la aguda conciencia de clase de Marcial para detectar las falsas alianzas que se ofrecen a la clase obrera. Aquí, igualmente, surge la primera organización: "Asociación de obreros panificadores federados de El Salvador".
Comienza a suscitar conciencia entre sus compañeros para organizarse como panificadores y enfrente de sus patronos, hasta que en junio de 1943 logra articular una huelga que da comienzo en la panadería de Félix Orlando, pero que pronto encuentra resonancia y solidaridad entre otros panificadores, hasta que el 17 del mismo junio de 1943 triunfan sus reivindicaciones de mejores salarios y menos horas de trabajo... Fue una huelga pionera. Este día será proclamado como el 'día de los panificadores'. Desde este momento comienza a formarse la aguda conciencia de clase de Marcial para detectar las falsas alianzas que se ofrecen a la clase obrera. Aquí, igualmente, surge la primera organización: "Asociación de obreros panificadores federados de El Salvador".
Son los últimos años de la dictadura de Maximiliano. Martínez, que venía tiranizando al pueblo desde 1931. La acción combativa popular mediante una 'huelga general' sostenida con heroísmo durante los meses de abril y mayo lograron derrocar al tirano. De poco sirvió esto, sin embargo, para los trabajadores, ya que, por falta de capacidad de conducción y por debilidades propias, nuevamente la burguesía y el ejército aliados se hicieron con el poder y relanzaron la represión contra los dirigentes populares.
Pero fue una gran experiencia y de ella fue sacando Cayetano sus propias conclusiones. Si los obreros queremos liberarnos tendremos necesidad de forjar dirigentes de contextura acerada, como le gustaba decir a él, capaces de romper los mecanismos que propicia el sistema para domesticarnos. Los vicios de la burguesía son armas a favor de la explotación. Tampoco los cauces legales pueden ser el único cauce para lucha obrera; es necesario utilizar métodos alégales para que no nos impongan sus reglas de juego. Por eso, hablando de aquella huelga, no dice Carpio: "Para mí el concepto de combatividad de los obreros estaba ligado desde entonces a la lucha ilegal. La legalidad burguesa no conduce a la liberación popular". Pero la gran lección de esta coyuntura será que, siempre el pueblo acaba recogiendo a sus muertos y retornando a una explotación semejante. Esas ideas quedaran clavadas en Marcial a fuego.
Es así cómo el 21 de octubre el coronel Osmín Aguirre toma el poder con el objetivo de quebrar la organización popular por medio de eliminación, cárceles o exilios. Algunos sueñan que podrán derrocar el régimen organizando desde Guatemala acciones armadas, pero Salvador Cayetano, constituido ya en dirigente sindical reconocido, se mantiene creando conciencia y organización popular hasta que, a principios de 1945, puede llevar a cabo la segunda huelga de los panificadores. Acababa de llegar al poder Castaneda, que no quiere comenzar su mandato con conflictos y trata de lograr la mediación entre panaderos y panificadores. La combatividad de los trabajadores, no obstante, obligará pronto a Castaneda a desenmascarar su verdadero carácter represivo cuando lo panificadores lanzan su tercera huelga, que debería ser el 6 de agosto, tiempo de las fiestas patronales de San Salvador, cuando la demanda de pan proporcionaba mayores ganancias a sus patrones.
Antes del comienzo de la huelga la policía logra capturar al secretario general del sindicato, Carpio, por el parque Barrios, acusándolo de amenazas de muerte, infamias y calumnias en contra del propio Presidente de la República. Al entrar por primera vez en las bartolinas tenía ya 27 años. Sin embargo el movimiento huelguístico no se detiene; únicamente asume ahora una nueva reivindicación de carácter político: la liberación de Cayetano Carpio.
EN EL PARTIDO
Toda esta lucha del compañero está penetrada y orientada por una intuición de clase, pero la brutalidad del régimen y la desarticulación sistemática del movimiento obrero y popular le van haciendo comprender la necesidad de implementar métodos de organización y de lucha clandestina, así como necesidad de la guía de una teoría revolucionaria para la orientación de la acción. Es así como busca el viejo Partido Comunista Salvadoreño, única organización clandestina existente. Es el abogado Tony V. Hidalgo quien lo introdujo en el Partido. Pero se encuentra con que la dirigencia del mismo no es proletaria:
Su calidad personal y su combatividad hacen que el poco tiempo sea nombrado Carpio como responsable de Organización del Comité Central de PCS, Era ya, de hecho, el máximo dirigente de la clase obrera de El Salvador. Y sus prioridades en ese momento son: a) recuperar a todos los dirigentes obreros dispersos por la represión, b) luchar desde el seno del partido, en los mismos sindicatos o asociaciones contra todos los dirigentes corruptos de la clase obrera. c) orientar la lucha proletaria con métodos combativos y clandestinos. Es así como logra levantar un auténtico movimiento obrero: el Comité de Reorganización Obrera Sindical Salvadoreño (CROSS) con carácter clandestino, que tendrá presencia en todas las estructuras abierta para conducirlas correctamente. Este Comité tendrá una incidencia muy grande en la clarificación de las luchas populares, Ya desde entonces insiste en que se requieren mecanismos de autodefensa y de luchas de solidaridad; pero esto difícilmente puede abrirse paso en un partido plagado de dirigentes de extracción no proletaria.
Así es como se vive cuando Oscar Osorio toma el poder. Algunos sectores del partido creyeron ver en aquel golpe una oportunidad favorable para la clase obrera, pero el movimiento obrero orientado por el CROSS no se dejó ya engañar y prosiguió impulsando sus jornadas de lucha. Es entonces cuando nuevamente es capturado Carpio y obligado al exilio en Nicaragua. Pero al poco tiempo vuelve clandestinamente a El Salvador, atravesando Honduras y Guatemala, en cuyos países se va poniendo en contacto con los movimientos revolucionarios centroamericanos. Así es que toma parte en el Congreso fundacional del Partido guatemalteco de los trabajadores. Al volver, el Partido lo envía a México donde tendrá también un encuentro significativo: Blas Roca, dirigente obrero cubano y miembro del Partido comunista cubano. Este lo invita a la isla y allí permanece hasta octubre de 1950 estudiando la experiencia del movimiento popular en la isla.
Enriquecido con toda esta experiencia -Nicaragua, Honduras, Guatemala, México y Cuba- al retornar a El Salvador, prosigue con la organización del CROSS y, para la formación de cuadros obreros escribe un folleto: EL SINDICALISMO REVOLUCIONARIO, donde analiza los distintos modelos de organización obrera y va desenmascarando los mecanismos de engaño y de frustración en muchos de ellos, hasta hacer ver la necesidad de combinar armónicamente la lucha sindical con el proyecto estratégico del pueblo. Consecuencia de sus reflexiones al respecto es que Marcial dirá:
Salvador Cayetano Carpio es capturado por tercera vez el 26 de setiembre de 1952, junto con su compañera y esposa, Tula Alvarenga. Ella también había sido fundadora del sindicato (asociación) de Bebidas Gaseosas y trabajadora de la Pepsi, en La Cascada. Esta vez la brutalidad de las torturas se hicieron inmensamente más refinada. Ya está dirigiendo la represión contra el movimiento popular un personaje desalmado y criminal: el Chele Medrano. Toda la experiencia de esta tercer captura con verdadero lirismo en su libro: 'SECUESTRO Y CAPUCHA'. Es un libro que puede servir de escuela de formación para la contextura revolucionaria y la fe en el propio pueblo. En un momento de la tortura ve la posibilidad de dejarse matar cuando le están aplicando 'el avión', pero reflexiona:
Mientras tanto el compañero Cayetano en diciembre de 1953 logra escaparse con todos sus compañeros de cárcel, pero pronto es vuelto capturar cerca del Mercado de San Miguelito. Pero, con ocasión de esto, los estudiantes universitarios se han dado cuenta de su situación y lanzan unas jornadas de lucha dirigida por la Asociación General de estudiantes Universitarios (AGEUS) desarrollando manifestaciones. Cayetano, mientras tanto, se declara en huelga de hambre que mantiene durante 21 días hasta que es remitido a los tribunales bajo la acusación de tenencia del libro EL CAPITAL, de K. Marx. En el juicio lo tienen que declarar inocente.
EN LA URSS
A Carpio le quedan, después de tantas luchas, pocos espacios para el trabajo abierto en El Salvador y, por otra parte, su estado físico después de las torturas y la huelga de hambre es realmente alarmante. Es por ello que el Partido le da una beca para ir a estudiar con 34 años a la Unión Soviética. Entra así en la famosa Escuela Superior del PCUS, adscrita al propio Comando Central del Partido. Aprendió la lengua rusa a la perfección y realizó un curso de dos años y medio sobre marxismo. Su clásica intuición de clase y su inteligencia despierta han hecho posible que Marcial haya introyectado el método marxista, ideología del proletariado, en su propio espíritu, de modo que era sorprendente la sencillez con que lo explicaba y lo aplicaba en todas las circunstancia como algo connatural.
Le gustaba contar muchas anécdotas de su paso por la URSS, como cuando, con mucho misterio, le querían mostrar una flor muy especial y conservada en condiciones especiales en el museo de biología de la Universidad y, para su sorpresa, se trataba de la 'dormilona', que tantas veces entretiene a los cipotes de Chalatenango. Al finalizar el curso se vuelve a reunir con su compañera Tula para realizar un viaje de estudios por la China de Mao.
Cuando los dos dirigentes obreros vuelven a San Salvador clandestinamente se encuentran con otro golpe de estado que ha puesto en el poder a otro militar: el comandante Lemus. Para entonces ya se había ido formando un sindicalismo de clase, como conquista de las luchas obreras: La Confederación General de Trabajadores Salvadoreños -CGTS-. Es aquí donde vuelve a injertarse el compañero, con su nueva formación, la cual sabe proyectar a sus compañeros de lucha: la sabiduría de un auténtico dirigente proletario popular. Es por eso que el informe oficial de la FPL de abril de 1980 nos dirá:
El triunfo de los rebeldes con Fidel a la cabeza cambió la perspectiva revolucionaria de América Latina. Marcial repite esto constantemente. Por ejemplo, nos observa sobre este hecho:
prolongada y las solidaridades con todos los procesos
centroamericanos...
El Partido, sin embargó, logró aprobar el lanzamiento de la organización del FUAR (Frente Unido de Acción Popular), aunque aquí también la extracción pequeño burguesa de la dirección hizo que, en lugar de un movimiento táctico dentro de un proyecto estratégico, se tratara de un bandazo de línea. Así se tuvo un intento abortado antes de nacer de lo que debía ser la estrategia popular: 1) En algo más de dos años que duró no logró pasar de acciones de propaganda, llegando a frustrar todas las expectativas puestas en él, 2) Generó un gran desprecio para con la lucha obrera sindical y de masas. Fue así como el Partido quedó aislado del pueblo y el enemigo supo aprovecharlo para controlar la mayoría de los sindicatos. La CUTS quedó convertida en un cascarón y la Confederación General de Sindicatos (CGS) orientada por la ORIT de obediencia norteamericana acaparó a los trabajadores salvadoreños.
Todo esto contribuyó a crear un escenario que nuevamente generó la desmovilización de los militantes, de modo que algunos lo denominan "el gran bajón". Cuando el imperio lanzó su estrategia contrarrevolucionaria bajo el lema de Alianza para el Progreso, creyeron que tenían delante un camino abierto, el de las elecciones y las vías pacíficas, para la acumulación de fuerzas, y se lanzaron con todos sus bagajes por el boquete tramposo que se les abría...
SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO C. S.
Martha Harneker, en una entrevista que le hace a Marcial, al llegar a este punto, le pregunta sorprendida sobre la razón para ser elegido como Secretario General del PCS cuando la lucha ideológica había sido tan dura. La respuesta es que no encontraron otra salida. El Partido estaba perdiendo a la clase obrera y una supuesta vanguardia sin clase obrera es impensable. Por otra parte si se quería tener peso específico a través de los cauces electorales tenía que ser a base de una hegemonía real en las bases populares. En aquellos momentos el Partido tenía incidencia real en la orientación de ocho sindicatos únicamente y, aún en muchos de ellos, solamente en sus cúpulas, porque la inactividad los estaba hundiendo en la apatía. Para relanzarlos vieron preciso que Salvador Cayetano Carpio tuviera en sus manos todos los mecanismos para lo que se pretendía: "relanzar a las masas". Para comprenderlo es necesario entender que Cayetano antes que marxista o miembro del partido era conscientemente obrero. Si entró al partido fue en búsqueda de instrumentos adecuados para poder mantener la combatividad proletaria, y ahora también para él el cargo de Secretario General era una nueva oportunidad de trabajar el servicio de la clase obrera y su proyecto de liberación.
Por eso mismo la primera tarea que se impone es recuperar cuadros. Cuando en este camino eleva a 14 los sindicatos que puede orientar, se lanza a la formación 'de la histórica FUSS (Federación Unitaria Sindical Salvadoreña) con una formación combativa e integradora de todos los métodos de lucha. Es el mismo Cayetano quien redacta la propuesta de estatutos, la carta de principios y el documento de estudio sobre los diversos tipos de tareas sindicales. Con la misma orientación no tarda en lanzar igualmente la FESTIAVCES (Federación de sindicatos de trabajadores de la industria del alimento, vestido, textiles...) La FUSS pasa en solamente dos años de 14 a 40 sindicatos federados y se da un salto cualitativo en los métodos que utiliza para implementar la lucha obrera.
Y, nuevamente surgen los conflictos con la línea del Partido. En su mayoría la dirección del mismo apuesta en este periodo por las vías legales y pacificas para la acumulación de fuerzas, mientras los sectores más conscientes y avanzados de la clase obrera empujan hacia formas cada día más combativas. Es en medio de esa coyuntura que Carpio, con gran creatividad, pone en marcha el COAP (Comité Obrero de Acción Política) compuesto por grupos clandestinos para la conducción del movimiento obrero por cauces consecuentes que no puedan ser mediatizados por la interferencia de agentes externos a la clase. En estos grupos se irán forjando grandes líderes como Saúl Contreras, José Dimas Alas, etc.
Con estas condiciones es que se crea la coyuntura de abril de 1967 alrededor de la huelga que se está llevando por el sindicato de Aceros S.A., en Zacatecoluca, a 59 kilómetros de la capital, que llegará a poner en pie de lucha solidaria y política a nada menos que 30.000 obreros. Toda la experiencia acumulada en esta coyuntura está descrita y reflexionada críticamente en un folleto escrito por Marcial en su dinámica práxica de acción-reflexión: "La Huelga general obrera de abril de 1967". En este folleto pueden observarse los criterios permanentes de Marcial para formar la unidad del pueblo, ya que el sindicato promotor de la huelga este dentro de la federación conducida por un traidor a la clase obrera como fue Felipe Zaldibar. Por eso los dirigentes de COAP lanzan un trabajo a partir de las bases para lograr nuevos niveles de cooperación obrera y sindical. El triunfo de los obreros se convirtió en un nuevo acicate para nuevos niveles de combatividad. Sin embargo, los demás dirigentes del Partido no lo entendieron así...
Más crítica resultó esta situación conflictiva cuando el sindicato de panificadores lanza una nueva huelga y, después de agotar todos los medios legales y soportar todas las represiones, se deciden a impulsar una huelga de hambre en la que se compromete el propio secretario general juntamente con 20 trabajadores en el centro mismo de la ciudad y al aire libre: al costado del Palacio Nacional. Cada día este hecho se convierte en un mitin permanente de agitación popular. En estos momentos la mayoría de la dirección del Partido siente que con tales métodos se está echando por tierra su estrategia y lanzan una campaña en contra de la huelga de hambre a través de los cauces sindicales. No les importa que allí, con todo el pueblo, esté su propio Secretario General. Tampoco que el propio partido se esté quedando a la cola con los sectores más atrasados de la clase obrera, como bomberos, apagando los fuegos que va encendiendo en la calle el mismo pueblo a partir de sus necesidades y esperanzas.
Otro hecho significativo: La huelga impulsada por los maestros organizados en ANDES en los primeros meses de 1968 con llamamientos a la huelga general. ANDES se toma las calles adyacentes al Ministerio de Educación en el propio centro de San Salvador durante todo un mes. Siguiendo su línea de solidaridad el COAP, con Carpio, Saúl Contreras, Oscar Martínez o José Dimas se comprometen hasta sus últimas consecuencias con el proceso que estaban implementando los maestros, mientras el ejército y la Guardia rodean el ministerio y las calles ocupadas. Aquí mueren asesinados Saúl y Oscar por la Guardia Nacional y a quienes Marcial considerará siempre como cofundadores de las FPL. Por supuesto que la lucha interna en el Partido se agudiza más todavía con esta acción. Sin embargo el triunfo popular de estas jornadas hegemonizadas por el magisterio marcará una nueva época.
Toda esta lucha al interior del partido llega a su punto culminante cuando la mayoría de la dirección convoca al pueblo trabajador salvadoreño a respaldar al gobierno del general Sánchez Hernández en la guerra contra el pueblo hermano de Honduras, tratando de situar nuevamente a los sectores populares a la cola de los intereses de la burguesía salvadoreña, con la excusa de que había que apoyar en aquella coyuntura al sector más progresista del capital... Fue este hecho el detonante para descubrir que en el Partido no había posibilidad de cambio alguno y que permanecer en él era traicionar al pueblo. El núcleo obrero del COAP toma entonces la decisión de renunciar al PCS e iniciar un largo y doloroso nuevo camino para crear la estructura que el pueblo necesita. Sin embargo, no todos reemprendieron la lucha por otros caminos. Junto a Marcial se quedaron el secretario general de la FUSS, José Dimas Alas (Ramiro) y el dirigente del sindicato de la construcción, Ernesto Morales (Omar) y otros.
EL NUEVO CAMINO: LAS FUERZAS POPULARES DE LIBERACION (FPL)
La reacción de la dirección del Partido fue violenta, como suele ser en situaciones semejantes. Lanzó una campaña de desprestigio y de aislamiento contra Salvador C. Carpio y sus compañeros en todos los sindicatos. Por otra parte propagandizó entre toda la militancia todos los textos de Lenín sobre el ultra izquierdismo, pretendiendo aplicarlos mecánicamente a la situación salvadoreña de 1970 y a un pueblo que estaba dando los pasos iniciales para retomar el camino de su liberación.
No todo estaba tan claro desde el principio, pero sí lo fundamental. La praxis irá haciendo lo demás. Al comienzo era preciso desbloquear dogmatismos y romper muchos mitos. Es urgente demostrarle al pueblo que la lucha armada era posible también en El Salvador sin montañas y superpoblado y llevando a cuestas los fracasos anteriores. Para ello se recurre a los más dispuestos sicológicamente en aquel momento como son los universitarios radicalizados y con experiencias en tareas de concientización popular, pero al mismo tiempo se requiere fundirse con el propio pueblo, depender hasta económicamente de él y creer en él, sin depender de la ayuda exterior.
La preparación para la lucha armada requiere cambios radicales en el estilo de vida. El propio Marcial ya ha pasado la barrera de los 50 años y jamás ha hecho ejercicio físico ni ha tomado una pistola en sus manos. Al poco tiempo ya podrá caminar 10, 30, 60 kilómetros. Luego aprender a utilizar la Beretta 22 que se han encontrado y la primera arma requisada al enemigo, una escuadra 9mm. Browning. Desde ahí tenían que construir la fuerza armada del pueblo organizado alrededor de sus intereses objetivos. Y, a falta de montañas, tenían que encender el volcán en la montaña viva del pueblo: la guerrilla urbana, primero y la suburbana después. Primero formar los comandos armados y posteriormente recabar en medio del pueblo grupos de apoyo, que serían el germen del futuro Frente revolucionario popular.
Hombres como Toñito (Andrés Torres) o Nacho (Felipe Peña) tiene una gran experiencia en alfabetización y educación popular. Y pronto dan inicio pequeñas acciones guerrilleras que no quieren dar a conocer hasta no estar seguros de que tienen fuerza para resistir el embate del enemigo. Solamente se identificarán ante el pueblo después de dos años de trabajo.
FUNDIDO CON LA HISTORIA DE LAS FPL
Es difícil adivinar los perfiles de la vida de Marcial y de la FPL, pues desde este momento de clandestinidad echa un velo que solo se descorre para dar a conocer al pueblo las actividades de las FPL. Las tareas son bien concretas. De vez en cuando Marcial aparece en las comunidades de Chalatenango o en las cooperativas, junto con Toñito o Nacho dando sus charlas sobre 'realidad nacional' y la estrategia consecuente con los intereses fundamentales de las mayorías populares. Por ahí irán sembrando la semilla de donde saldrán los movimientos de masas más grandes de la historia de El Salvador como el Bloque Popular Revolucionario que brota en la coyuntura del 30 de julio de 1975 que formara más tarde el núcleo de la alianza obrero campesina, base de la unidad irreversible del pueblo.
Las FPL se dan a conocer a través de su órgano oficial, 'EL REBELDE'. Se había tomado la decisión de no darse a conocer al pueblo y a los posibles aliados estratégicos sino a partir de una práctica que implicara un mínimo de consolidación. La mística que se imponen desde el principio es depender lo más posible de sus propias fuerzas y de la ayuda del pueblo, para así fundirse con él y para garantizar siempre la verdadera autonomía de las FPL, dentro de más estricto internacionalismo proletario.
Las cosas no son perfectas desde el principio y la lucha ideológica interna es el motor que impulsa el desarrollo de la organización. Hay que recurrir a lo que Marcial denomina la "sabiduría colectiva". En 1976, cuando se convoca el primer consejo revolucionario para impulsar una autocrítica de los seis años de trayectoria salen a relucir todas las debilidades que se venían arrastrando con la voluntad férrea de superarlas dialécticamente, ya que de lo contrario se podía paralizar el proceso: "En el momento presente, renovarse o estancarse es la alternativa que se presenta", ya que sienten "la necesidad impostergable de revisar toda la situación de la organización y de su trabajo". Para ello se vuelve "vital y urgente identificar las debilidades, sus dimensiones y sus raíces" que ya se encuentran presentes "en capullo ":
La primera debilidad que se detecta:
Pero este emerger del pueblo como sujeto histórico de su propio destino, potenciado principalmente por la perspectiva proletaria de la FPL, se va abriendo paso dolorosamente en medio de una lucha ideológica que llegaba desde la calle hasta todos los rincones. El Movimiento popular estaba alcanzando cotas cada día más altas de incidencia en la vida del pueblo y la lucha de las distintas organizaciones populares iba adquiriendo cada día mayores niveles de convergencia. Y con ello, también, los grados de represión. Es dentro de esta conflictividad pueblo - sistema que Marcial vive un momento de dolor intenso con la muerte de su querida hija Enma Guadalupe, gran dirigente popular desde las filas del magisterio. Fue asesinada por la Guardia Nacional cuando iba al frente de una manifestación del BPR hacia la embajada de Venezuela que había sido tomada por el mismo Bloque en la coyuntura del 'Mayo heroico de 1979.
Marcial vive momentos de gran alegría al comprobar que se están dando todas las condiciones y todos los pasos dialécticos hacia la unidad del movimiento popular salvadoreño. Con mirada visionaria la había saludado siempre desde lejos y esta unidad había estado siempre en la perspectiva de todas sus acciones. La unidad del pueblo era su estrategia fundamental. Aunque su perspicacia y conciencia de clase y el profundo conocimiento de la historia de nuestro pueblo le hacían adivinar traiciones en nombre de la necesaria unidad como formula idealista de la misma. Por eso nadie vivió tan intensamente como él el amanecer del primer nivel camino de la unidad que era la coordinación de las organizaciones populares político-militares y de las organizaciones de masas hasta constituirse el FMLN y el FDR. Nadie como él luchó porque fuera integrado hasta el último de los movimientos en este nivel de unidad, a pesar de las contradicciones existentes.
Es dentro de este proceso unitario que el Comando Central de las FPL da a conocer la identidad de su primer responsable y comandante en jefe de las FAPL, Marcial: Salvador Cayetano Carpio. Cuando en esta ocacion se le pregunta por el significado de su nombre, responde:
LA OFENSIVA GENERAL
Marcial es nombrado por el FMLN en un primer momento como coordinador de su Comandancia general. Así se preparan lascondiciones para preparar la Ofensiva General de enero de 1981, en vísperas de la toma de posesión de Reagan de la presidencia de los EE.UU. con su evidente proyecto de recuperar la hegemonía mundial y de contener el avance del proceso hacia el socialismo en el mundo. Y su política de contención pasa por el meridiano de El Salvador, crucificado entre la lucha de bloques, este-oeste y la emergencia del movimiento de liberación norte-sur.
A pesar de todas estas amenazas el pueblo salvadoreño dio un salto de calidad en su proceso de liberación y la guerra en una dinámica supuestamente irreversible hacia su meta. Por ello Marcial, en la celebración del aniversario de las FPL de abril hace énfasis en la determinación de las FPL de ir hasta el final en la profundización de la guerra de liberación. Es también en ese momento que Marcial, que ha debido salir al exterior para cumplir tareas estratégicas, retorna a dirigir la guerra a las montañas de Chalatenango.
A pesar de ello, y con la llegada al poder de Reagan, hubo vacilaciones y comenzaron pronto a perfilarse intentos de arreglos negociados para ofrecerle al imperialismo salidas digeribles, aunque con ello se postergara el triunfo popular. En este marco es que se da la vuelta de Marcial. A sus 63 años de vida y de lucha no le importa el sacrificio de las interminables caminatas y los riesgos. Vive en 'Los Filos', bajo bombardeos constantes, hasta que la comandancia se traslada al 'Volcancillo'. Allí asiste con júbilo al nacimiento de los gérmenes de los PPL, que devuelven a la población civil su autonomía y su protagonismo en la misma guerra; ve formarse las Unidades de Vanguardia con hombres como el comandante Bernardo, núcleos fundamentales del nuevo ejército popular, mientras va marcando a todos con su fe en el triunfo y en la propia fuerza del pueblo.
Su tarea fundamental es preparar las condiciones para organizar la reunión del Comando Central, que, recogiendo la 'sabiduría popular', valorando las experiencias y las expectativas populares, relance el proceso después de la crisis creada por la Ofensiva General, pues esto se hacía urgente para retomar los principios. Este COCEN-81 se realiza bajo su coordinación en los meses de agosto y setiembre en el 'Volcancillo'. El discurso de Marcial en nombre del CP para iniciar los trabajos es un ejemplo de valentía autocrítica para afrontar nuevamente las debilidades y relanzar la guerra popular de ofensiva continua y de protagonismo popular.
Nuevamente aquí se señala como negatividad principal la ausencia de la clase obrera en la dirección del proceso, la necesidad de proletarizar el conjunto de la FPL, la militarización unilateral y la marginación de las organizaciones populares ligadas a la producción, etc. Impresiona el realismo histórico con que se apuntan las soluciones y la fe en las posibilidades del pueblo para el triunfo. Este documento, sin embargo, ha sido poco conocido aún entre los miembros de las FPL por intencionados bloqueos.
Apenas terminan las reuniones cuando el enemigo lanza un cerco para capturar al compa Marcial. Hasta llegará a anunciarse en los medios de comunicación del ejército que ya había sido capturado. Pero en las peores condiciones y dirigido el grupo por el comandante de las unidades de vanguardia, Bernardo Torres, después de diez días de escaramuzas, lograron burlar al enemigo. Como consecuencia de tener que ir abriéndose paso entre charrales, sin comer para proteger la vida de los niños que, a pesar de todo van muriendo en el camino, quedan huellas en su salud pues se le han infectado sus heridas hasta correr el peligro de quedar envenenado. Pero Bernardo con su gente logrará salvarlo de la muerte. Marcial también, por su estado de debilidad, es afectado por el dengue y tiene que pasar unos días de recuperación en 'El Alto' y luego en 'La Laguna', donde mantendrá sus últimas reuniones con la Comandancia.
Marcial no quería salir del frente. Pero le llegan llamamientos urgentes y la Comisión Política de las FPL toma la decisión de que debe salir. Las únicas prioridades son las necesidades de la guerra, dentro o fuera de la frontera. Lo importante es ocupar el puesto que le asignan dentro del proceso. Por eso su salida fue un acto de obediencia partidaria.
A la salida del Frente para recorrer pueblos que son aliados para nuestra guerra es que Marcial exclamará:
Es entonces cuando la mayoría de la dirección se plantean públicamente un cambio de línea y empiezan hablar abiertamente lo que se había mantenido casi en secreto ante las bases: una política de Dialogo-Negociación con la que Marcial nunca estuvo de acuerdo, no en el proceso, sino en el método de ese proceso, consideraba que era prematuro y que las condiciones no estaban dadas, la unidad apenas nacía, además suponía la perdida de la autonomía de la organización con respecto al FMLN, esa supeditación a la dirección del frente ponía en "minoría" su concepción revolucionaria de GPP y que fuese la clase obrera la "garante" del proceso.
Entró en abierta contradicción con el resto de la dirección del FMLN y con gente de su propio partido, incluida la segunda responsable como punta de lanza y gente de la calidad de Miguel Castellanos y otros; razón tenía, al cabo de 20 años de esa contradicción podemos constatar donde y como están "parados" el resto de dirigentes como Joaquín Villalobos y Co. Los "ortodoxos", los "renovadores", los de la tercera vía, el Partido Comunista etc.etc, y los "frutos" de esas negociaciones que verdaderamente han beneficiado a la cúpula de dirigentes, si durante la guerra fue difícil hablar con ellos, hoy es imposible, poco a poco se han ido alejando de las masas.
Aquí comienza una pesadilla para Marcial, Ana María, empezó a promover en cargos de dirección a gente leal al cambio de línea y as¡, fueron copando los organismos de dirección local, regional y nacional teóricos de la clase media, con manejo de elementos de la doctrina Marxista-leninista, muy buenos para la cuestión política y convencer a las "masas", pero cómodos y oportunistas dejando a un lado aquellos compañeros de la clase obrera y el campesina probados en tareas difíciles y en el combate contra el "enemigo" con suficientes méritos y capacidad para su ascenso a cargos de dirección, pero potencialmente "peligrosos" por su extracción de clase y posibles obstáculos al nuevo reacomodo ideológico.
El reclutamiento masivo de principios de los años 80, resolvió la "correlación de fuerzas" a favor de las corrientes negociadoras, tomando el control total de la dirección del movimiento hasta nuestros días; prácticamente los núcleos de partido en las FPL, que en un tiempo fueron el motor central del funcionamiento y toma de decisiones fueron paulatinamente convirtiéndose en simples círculos de estudio y accesibles a información previamente "pensada" y "elaborada" por la élite de la comisión política, los organismos de dirección tenían en su mayoría gente de la "pequebú" que le fue imprimiendo un carácter de "clase" al movimiento completamente "diferente" al inicial, esta desviación previamente calculada les permitió hacer las reformas necesarias para el cambio de línea, desplazando a todos los "marcialistas" y radicales del resto de organizaciones; de ahí que Marcial fue obstaculizado por todos lados, se empezó a maquinar un complot para su aniquilamiento del escenario político a promover una especie de "culto" a la personalidad, exagerando la celebración de su natalicio, se le comparó con figuras célebres y en secreto se lanzo la "bola" de que se creía el "Ho Chi Mính" de América Latina.
Hay que mencionar que el proyecto de GPP, ha tenido sus detractores dentro y fuera del contexto nacional, se menciona las contradicciones que Marcial tenía con Fidel a este respecto, en discusiones "privadas", marcial criticaba la actitud de fide) en Centroamérica... "As¡ el revolucionario Castro parece haber aceptado el parlamentarismo como método, incluso después de una lucha de liberación revolucionaria. A este respecto, Cuba ha llegado a estar más cerca de las ideas socialdemócratas que la extrema izquierda tradicional en el continente... "
En este ambiente se prepara la convocatoria para la reunión del COCEN-83, que debía ser decisivo para la marcha del proceso de guerra, donde se determinaría la voluntad de la FPL de vencer y derrotar al ejercito, de luchar porque no se diera la intervención amenazante, pero también de prepararse para, en el caso de que se diera, derrotarla; de llevar adelante un proceso de diálogo y negociación como forma estratégica, pero auxiliar, y de profundizar en el proceso de unidad revolucionaria en el FMLN, como vanguardia, en esta coyuntura, del pueblo. Los pueblos socialistas aliados de Centroamérica, creyendo a pie juntillas en la intervención que acabaría con todas las conquistas populares en el área, pedían el sacrificio de los procesos revolucionarios de El Salvador y también de Guatemala. Marcial lo vería como una traición a su pueblo y su sangre. El día primero de abril de ese año Marcial vive momentos intensos. Las palabras pronunciadas por Marcial en esa reunión con la membrecía de las F., recogidas ya en un folleto, resultan determinantes para comprender su pensamiento y su postura en esa coyuntura. Más tarde tiene una reunión amplia con amigos de nuestro proceso, en la cual muchos de los presentes no se cansan de hablar y de admirar su sencillez, su claridad y su decisión. Y es en este tiempo también cuando Cayetano vive con dolor la muerte de dos grandes amigos: Marianela García Villas, campeona de los derechos humanos y Bernardo Torres, comandante conductor de las Unidades de Vanguardia, forjado como militante en las luchas obreras y querido por las tropas.
Y así llegamos a los hechos de abril. El responsable de la seguridad interna de la mismas FPL, con el propio equipo de seguridad de la misma Cmte. Ana María, han decidido darle muerte. Marcial está en el extranjero tratando de buscar mayores ayudas para enfrentar con éxito la posible intervención. Muchos comienzan a señalar a Marcial como el responsable de la desaparición violenta de Ana María. De hecho el comandante estaba recluido en su propia casa con la amenaza de ser sacado a otro país... En un momento pide a los encargados de su seguridad que vayan a ver la tele y que dejen las armas para no inquietar a quienes vigilan la casa; a su esposa, le solicita que cuide a la nieta para que duerma, y él se recluye en su pequeño cuarto donde suele estudiar y escribir, deja escritas unas notas, y se suicida... Luego serían capturados todos los responsables de la muerte de Ana María y, a pesar de todas las presiones a que son sometidos, en ningún momento señalan la autoría de Marcial. En el juicio subsiguiente se declara oficialmente no poder disponer de pruebas en su contra...
Posterior a estos hechos surge un grupo de compañeros que se declaran en "Posición Rebelde", desconocen a la dirección de las FPL y se descoordinan de la dirección, agrupándose en el FCER (Frente Metropolitano "Clara Elisabeth Ramírez"), argumentando las razones de su posición política que no fue dado a conocer a toda la militancia de las "efes", mucho menos a las bases del resto de organizaciones del FMLN, esto provocó una purga interna dentro de la organización, al grado de que cualquier mínima crítica era rápidamente relacionada con la "disidencia", la "fracción" y muchos compañeros inocentes o de buena fe que pretendieron tocar el tema fueron señalados, interrogados, expulsados, desagradados y en el peor de los casos ajusticiados, por ese tiempo entre 83-88. Se preparó una versión oficial y se acuso en asambleas generales ante las masas y tropa de guerrilla al FCER de una infinidad de "cargos" desde infiltrados de la CIA hasta traidores de la revolución y enemigos del campo socialista y que se habían apoderado de una gran cantidad de dinero de la orga y por ese motivo se estaba aguantando hambre en la zona de Chalatenango, etc.
Esta situación de descontento con el cambio de línea, fue generalizado en todo el FMLN, las respectivos mandos y organismos de dirección, aprovecharon la oportunidad para deshacerte de todos aquellos elementos "radicales" y de línea "dura" con el "cuento" que no entendían el recambio de táctica y estrategia, con este argumento eliminaron y expulsaron a un buen grupo de compañeros de todos los niveles de militancia, que si estaban dispuestos a luchar hasta el final.
Lo que ignoraba la mayoría de bases y combatientes, eran los compromisos, presiones y acuerdos hacia la vía negociada, no convenía que se obtuviera una victoria militar, a través de la GPP ; las declaraciones de algunos funcionarios y aliados de los gringos, cuando miran que la cosa era seria y las guerrillas iban tomando forma y eran parte de la vida diaria de los pueblos oprimidos, entonces empiezan a descalificar y degenerar el verdadero sentido de la lucha armada y a quitar banderas de lucha, claman hipócritamente por la Paz y la Democracia, el pluralismo político y el dialogo; no porque lo deseen de verdad, sino para contrarrestar la avalancha que se avecina, restarle fuerzas al movimiento popular y al cabo de los años seguir con su misma política de explotación con otras modalidades; neoliberalismo, globalización...
Por eso en el día de hoy, cuando se cumplen 20 años de la muerte del compañero Salvador Cayetano Carpio, bueno es recordar las palabras con las que Antonio Morales Carbonell "Tono" concluye su trabajo "La muerte de Marcial ¿un asunto concluido":
San Salvador 5 de Agosto 2014.
Toda esta lucha del compañero está penetrada y orientada por una intuición de clase, pero la brutalidad del régimen y la desarticulación sistemática del movimiento obrero y popular le van haciendo comprender la necesidad de implementar métodos de organización y de lucha clandestina, así como necesidad de la guía de una teoría revolucionaria para la orientación de la acción. Es así como busca el viejo Partido Comunista Salvadoreño, única organización clandestina existente. Es el abogado Tony V. Hidalgo quien lo introdujo en el Partido. Pero se encuentra con que la dirigencia del mismo no es proletaria:
"El partido comunista y sus cuadros eran
fundamentalmente de la pequeña burguesía. Eran cuadros especialmente intelectuales, profesionales, como Dagoberto Marroquín, Tony V. Hidalgo y una serie de licenciados, doctores, estudiantes... muy pocos obreros, algún campesino que había quedado de 1932 y tres o cuatro dirigentes sindicales también de ese año; el predominio era pequeño burgués, de gente posiblemente honesta, tratando de proletarizarse, pero que sencillamente estaban con todas las lacras de su clase. "
Su calidad personal y su combatividad hacen que el poco tiempo sea nombrado Carpio como responsable de Organización del Comité Central de PCS, Era ya, de hecho, el máximo dirigente de la clase obrera de El Salvador. Y sus prioridades en ese momento son: a) recuperar a todos los dirigentes obreros dispersos por la represión, b) luchar desde el seno del partido, en los mismos sindicatos o asociaciones contra todos los dirigentes corruptos de la clase obrera. c) orientar la lucha proletaria con métodos combativos y clandestinos. Es así como logra levantar un auténtico movimiento obrero: el Comité de Reorganización Obrera Sindical Salvadoreño (CROSS) con carácter clandestino, que tendrá presencia en todas las estructuras abierta para conducirlas correctamente. Este Comité tendrá una incidencia muy grande en la clarificación de las luchas populares, Ya desde entonces insiste en que se requieren mecanismos de autodefensa y de luchas de solidaridad; pero esto difícilmente puede abrirse paso en un partido plagado de dirigentes de extracción no proletaria.
Así es como se vive cuando Oscar Osorio toma el poder. Algunos sectores del partido creyeron ver en aquel golpe una oportunidad favorable para la clase obrera, pero el movimiento obrero orientado por el CROSS no se dejó ya engañar y prosiguió impulsando sus jornadas de lucha. Es entonces cuando nuevamente es capturado Carpio y obligado al exilio en Nicaragua. Pero al poco tiempo vuelve clandestinamente a El Salvador, atravesando Honduras y Guatemala, en cuyos países se va poniendo en contacto con los movimientos revolucionarios centroamericanos. Así es que toma parte en el Congreso fundacional del Partido guatemalteco de los trabajadores. Al volver, el Partido lo envía a México donde tendrá también un encuentro significativo: Blas Roca, dirigente obrero cubano y miembro del Partido comunista cubano. Este lo invita a la isla y allí permanece hasta octubre de 1950 estudiando la experiencia del movimiento popular en la isla.
Enriquecido con toda esta experiencia -Nicaragua, Honduras, Guatemala, México y Cuba- al retornar a El Salvador, prosigue con la organización del CROSS y, para la formación de cuadros obreros escribe un folleto: EL SINDICALISMO REVOLUCIONARIO, donde analiza los distintos modelos de organización obrera y va desenmascarando los mecanismos de engaño y de frustración en muchos de ellos, hasta hacer ver la necesidad de combinar armónicamente la lucha sindical con el proyecto estratégico del pueblo. Consecuencia de sus reflexiones al respecto es que Marcial dirá:
"El obrero, cuando todavía no tiene conciencia de clase, entra en la lucha por las reivindicaciones económicas, pero que al chocar con la brutalidad de la policía, del régimen... el encarcelamiento, los maltratos, da un salto de calidad en su conciencia y aquel primer instinto: el deseo de ganar unos centavos más, la necesidad de llevar un poco de pan para sus hijos... le hace comprender que el régimen está al servicio de la clase dominante”.TERCERA CAPTURA
Salvador Cayetano Carpio es capturado por tercera vez el 26 de setiembre de 1952, junto con su compañera y esposa, Tula Alvarenga. Ella también había sido fundadora del sindicato (asociación) de Bebidas Gaseosas y trabajadora de la Pepsi, en La Cascada. Esta vez la brutalidad de las torturas se hicieron inmensamente más refinada. Ya está dirigiendo la represión contra el movimiento popular un personaje desalmado y criminal: el Chele Medrano. Toda la experiencia de esta tercer captura con verdadero lirismo en su libro: 'SECUESTRO Y CAPUCHA'. Es un libro que puede servir de escuela de formación para la contextura revolucionaria y la fe en el propio pueblo. En un momento de la tortura ve la posibilidad de dejarse matar cuando le están aplicando 'el avión', pero reflexiona:
"¿No significaría eso un intento de fuga vergonzosa? ¿Hay derecho para abandonar al pueblo, obreros y campesinos, en un momento en que más necesita de todos sus hombres? ¿La vida, mi vida, me pertenece en exclusiva o pertenece a mi pueblo? No; la vida de un obrero consciente no pertenece sola a él, sino a su pueblo, a sus hermanos en el sufrimiento y la explotación. Un obrero consciente no tiene derecho a abandonarse a la muerte o acelerarla para evitarse cualquier sufrimiento natural o extraordinario que se presente. Hasta el último soplo de su vida es de los trabajadores y de su pueblo. Lo contrario es fugarse del deber. Hay que luchar contra la invitación, contra el halago fatal. No hay que olvidar ni por un instante que inevitablemente llegará el día en que las caras sonrientes de la gente del pueblo celebrarán el arribo de una era de paz y libertad. Y ese día yo quiero estar acompañando al pueblo en ese gran regocijo. Pero, ¿por qué solo en la alegría? ¿No debemos acompañarle también en sus momentos de dolor y sufrimiento?"Una descripción inimitable es su encuentro con su esposa en medio de la tortura, cuando nos escribe:
"Ahora estoy frente a ella, desnudo completamente. Una nube de dolor empaña su frente, pero su semblante no refleja indecisión y sus dulces ojos están acerados con una fría determinación. Un gran aliento inunda mi alma"Tula Alvarenga no puede separarse de la vida de Marcial. Ella también se ha formado en medio de la lucha proletaria, en el exilio y en las cárceles. Quizás uno de sus rasgos característicos es su inmensa humanidad y sencillez. Y una de sus tareas más significativas ha sido la de incorporar a la mujer al proceso de liberación de su pueblo. Ella estuvo en la fundación de la Fraternidad de Mujeres de El Salvador, que desaparecerá cuando ella misma abandone el Partido; ella organiza las Mujeres de los Mercados o crea Comités de Mujeres para la atención a los presos políticos, hasta orientar el nacimiento y el seguimiento de la Asociación de Mujeres de El Salvador (AMES).
Mientras tanto el compañero Cayetano en diciembre de 1953 logra escaparse con todos sus compañeros de cárcel, pero pronto es vuelto capturar cerca del Mercado de San Miguelito. Pero, con ocasión de esto, los estudiantes universitarios se han dado cuenta de su situación y lanzan unas jornadas de lucha dirigida por la Asociación General de estudiantes Universitarios (AGEUS) desarrollando manifestaciones. Cayetano, mientras tanto, se declara en huelga de hambre que mantiene durante 21 días hasta que es remitido a los tribunales bajo la acusación de tenencia del libro EL CAPITAL, de K. Marx. En el juicio lo tienen que declarar inocente.
EN LA URSS
A Carpio le quedan, después de tantas luchas, pocos espacios para el trabajo abierto en El Salvador y, por otra parte, su estado físico después de las torturas y la huelga de hambre es realmente alarmante. Es por ello que el Partido le da una beca para ir a estudiar con 34 años a la Unión Soviética. Entra así en la famosa Escuela Superior del PCUS, adscrita al propio Comando Central del Partido. Aprendió la lengua rusa a la perfección y realizó un curso de dos años y medio sobre marxismo. Su clásica intuición de clase y su inteligencia despierta han hecho posible que Marcial haya introyectado el método marxista, ideología del proletariado, en su propio espíritu, de modo que era sorprendente la sencillez con que lo explicaba y lo aplicaba en todas las circunstancia como algo connatural.
Le gustaba contar muchas anécdotas de su paso por la URSS, como cuando, con mucho misterio, le querían mostrar una flor muy especial y conservada en condiciones especiales en el museo de biología de la Universidad y, para su sorpresa, se trataba de la 'dormilona', que tantas veces entretiene a los cipotes de Chalatenango. Al finalizar el curso se vuelve a reunir con su compañera Tula para realizar un viaje de estudios por la China de Mao.
Cuando los dos dirigentes obreros vuelven a San Salvador clandestinamente se encuentran con otro golpe de estado que ha puesto en el poder a otro militar: el comandante Lemus. Para entonces ya se había ido formando un sindicalismo de clase, como conquista de las luchas obreras: La Confederación General de Trabajadores Salvadoreños -CGTS-. Es aquí donde vuelve a injertarse el compañero, con su nueva formación, la cual sabe proyectar a sus compañeros de lucha: la sabiduría de un auténtico dirigente proletario popular. Es por eso que el informe oficial de la FPL de abril de 1980 nos dirá:
"El compañero Marcial ha sido un gran forjador de alternativas revolucionarias, guiándose toda su vida por los principios fundamentales: la sabiduría colectiva como único criterio de verdad y la aplicación creadora del marxismo-leninismo en la situación concreta de la lucha y de la vida, en el marco de que es el pueblo el único conductor de su historia y que es la lucha armada popular el único medio que le permitirá el triunfo total”DESPUES DE LA REVOLUCION CUBANA
El triunfo de los rebeldes con Fidel a la cabeza cambió la perspectiva revolucionaria de América Latina. Marcial repite esto constantemente. Por ejemplo, nos observa sobre este hecho:
"... vino a iluminar las mentes de todas las personas más sensibles a las necesidades revolucionarias en nuestro país, ya que nos hizo ver con claridad una serie de cosas que antes no se veían; por ej. que la lucha armada era absolutamente necesaria para la toma del poder, mostrando que sí se puede destruir a un ejército profesional bien armado por el imperialismo. Luego, el hecho de destruir el fatalismo geográfico; es decir, que estos países no se pueden liberar por la cercanía con los EE.UU., así como también que no hay necesidad de que se den todas las condiciones objetivas y subjetivas. "En su último libro nos cuenta también las discrepancias que tuviera al respecto con el propio comandante Che Guevara, a quien tanto admiraba siempre y a quien denominaba 'el símbolo del combatiente internacionalista, ideal de las juventudes de todo el mundo'. Pero, no obstante, pudo discrepar de él al realizar su análisis desde las concretas realidades de El Salvador y en Centro América. Para esta realidad y desde un análisis concreto se planeaba la lucha popular
prolongada y las solidaridades con todos los procesos
centroamericanos...
"El compañero Guevara arribaba a la tesis de que El Salvador tenía que desarrollar un movimiento armado, pero en apoyo logístico a la guerrilla de Guatemala y a las guerrillas que se fueran creando en Honduras y Nicaragua"Marcial ya en el año 44, con 25 años, había pretendido entrar en la lucha armada en tiempos de Osmín Aguirre. Se integro en un grupo que buscaba prepararse con las armas para combatir al tirano, pero se encontró con el engaño de los militares con quienes el grupo se quería vincular.
"Al final llegué a la conclusión de que todo aquello era una verdadera farsa, una manera de entretenernos; entonces comencé a buscar a los compañeros en los talleres"Pero ahora, con la revolución cubana, habían cambiado las cosas:
"La gloriosa epopeya revolucionaria del pueblo cubano cambió la historia del continente latinoamericano... y en 1959 la lucha interior del Partido se agudizó, producto de ese triunfo. "Desde aquí se fue abriendo camino la idea de que para derrotar a la oligarquía y la dependencia era necesario combinar la lucha política con la lucha armada. Pero ahí estaba el mito de que esto era imposible para El Salvador, por la ausencia de montañas y por la densidad de la población, unidos a la amarga experiencia que todavía se sentía y a la que constantemente se hacía mención: el enorme fracaso del 32. Dentro del movimiento revolucionario hasta el propio nombre de Farabundo Martí era tabú porque se consideraba peligroso su ejemplo y muchos querían pasar página para olvidarlo.
El Partido, sin embargó, logró aprobar el lanzamiento de la organización del FUAR (Frente Unido de Acción Popular), aunque aquí también la extracción pequeño burguesa de la dirección hizo que, en lugar de un movimiento táctico dentro de un proyecto estratégico, se tratara de un bandazo de línea. Así se tuvo un intento abortado antes de nacer de lo que debía ser la estrategia popular: 1) En algo más de dos años que duró no logró pasar de acciones de propaganda, llegando a frustrar todas las expectativas puestas en él, 2) Generó un gran desprecio para con la lucha obrera sindical y de masas. Fue así como el Partido quedó aislado del pueblo y el enemigo supo aprovecharlo para controlar la mayoría de los sindicatos. La CUTS quedó convertida en un cascarón y la Confederación General de Sindicatos (CGS) orientada por la ORIT de obediencia norteamericana acaparó a los trabajadores salvadoreños.
Todo esto contribuyó a crear un escenario que nuevamente generó la desmovilización de los militantes, de modo que algunos lo denominan "el gran bajón". Cuando el imperio lanzó su estrategia contrarrevolucionaria bajo el lema de Alianza para el Progreso, creyeron que tenían delante un camino abierto, el de las elecciones y las vías pacíficas, para la acumulación de fuerzas, y se lanzaron con todos sus bagajes por el boquete tramposo que se les abría...
SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO C. S.
Martha Harneker, en una entrevista que le hace a Marcial, al llegar a este punto, le pregunta sorprendida sobre la razón para ser elegido como Secretario General del PCS cuando la lucha ideológica había sido tan dura. La respuesta es que no encontraron otra salida. El Partido estaba perdiendo a la clase obrera y una supuesta vanguardia sin clase obrera es impensable. Por otra parte si se quería tener peso específico a través de los cauces electorales tenía que ser a base de una hegemonía real en las bases populares. En aquellos momentos el Partido tenía incidencia real en la orientación de ocho sindicatos únicamente y, aún en muchos de ellos, solamente en sus cúpulas, porque la inactividad los estaba hundiendo en la apatía. Para relanzarlos vieron preciso que Salvador Cayetano Carpio tuviera en sus manos todos los mecanismos para lo que se pretendía: "relanzar a las masas". Para comprenderlo es necesario entender que Cayetano antes que marxista o miembro del partido era conscientemente obrero. Si entró al partido fue en búsqueda de instrumentos adecuados para poder mantener la combatividad proletaria, y ahora también para él el cargo de Secretario General era una nueva oportunidad de trabajar el servicio de la clase obrera y su proyecto de liberación.
Por eso mismo la primera tarea que se impone es recuperar cuadros. Cuando en este camino eleva a 14 los sindicatos que puede orientar, se lanza a la formación 'de la histórica FUSS (Federación Unitaria Sindical Salvadoreña) con una formación combativa e integradora de todos los métodos de lucha. Es el mismo Cayetano quien redacta la propuesta de estatutos, la carta de principios y el documento de estudio sobre los diversos tipos de tareas sindicales. Con la misma orientación no tarda en lanzar igualmente la FESTIAVCES (Federación de sindicatos de trabajadores de la industria del alimento, vestido, textiles...) La FUSS pasa en solamente dos años de 14 a 40 sindicatos federados y se da un salto cualitativo en los métodos que utiliza para implementar la lucha obrera.
Y, nuevamente surgen los conflictos con la línea del Partido. En su mayoría la dirección del mismo apuesta en este periodo por las vías legales y pacificas para la acumulación de fuerzas, mientras los sectores más conscientes y avanzados de la clase obrera empujan hacia formas cada día más combativas. Es en medio de esa coyuntura que Carpio, con gran creatividad, pone en marcha el COAP (Comité Obrero de Acción Política) compuesto por grupos clandestinos para la conducción del movimiento obrero por cauces consecuentes que no puedan ser mediatizados por la interferencia de agentes externos a la clase. En estos grupos se irán forjando grandes líderes como Saúl Contreras, José Dimas Alas, etc.
Con estas condiciones es que se crea la coyuntura de abril de 1967 alrededor de la huelga que se está llevando por el sindicato de Aceros S.A., en Zacatecoluca, a 59 kilómetros de la capital, que llegará a poner en pie de lucha solidaria y política a nada menos que 30.000 obreros. Toda la experiencia acumulada en esta coyuntura está descrita y reflexionada críticamente en un folleto escrito por Marcial en su dinámica práxica de acción-reflexión: "La Huelga general obrera de abril de 1967". En este folleto pueden observarse los criterios permanentes de Marcial para formar la unidad del pueblo, ya que el sindicato promotor de la huelga este dentro de la federación conducida por un traidor a la clase obrera como fue Felipe Zaldibar. Por eso los dirigentes de COAP lanzan un trabajo a partir de las bases para lograr nuevos niveles de cooperación obrera y sindical. El triunfo de los obreros se convirtió en un nuevo acicate para nuevos niveles de combatividad. Sin embargo, los demás dirigentes del Partido no lo entendieron así...
Más crítica resultó esta situación conflictiva cuando el sindicato de panificadores lanza una nueva huelga y, después de agotar todos los medios legales y soportar todas las represiones, se deciden a impulsar una huelga de hambre en la que se compromete el propio secretario general juntamente con 20 trabajadores en el centro mismo de la ciudad y al aire libre: al costado del Palacio Nacional. Cada día este hecho se convierte en un mitin permanente de agitación popular. En estos momentos la mayoría de la dirección del Partido siente que con tales métodos se está echando por tierra su estrategia y lanzan una campaña en contra de la huelga de hambre a través de los cauces sindicales. No les importa que allí, con todo el pueblo, esté su propio Secretario General. Tampoco que el propio partido se esté quedando a la cola con los sectores más atrasados de la clase obrera, como bomberos, apagando los fuegos que va encendiendo en la calle el mismo pueblo a partir de sus necesidades y esperanzas.
Otro hecho significativo: La huelga impulsada por los maestros organizados en ANDES en los primeros meses de 1968 con llamamientos a la huelga general. ANDES se toma las calles adyacentes al Ministerio de Educación en el propio centro de San Salvador durante todo un mes. Siguiendo su línea de solidaridad el COAP, con Carpio, Saúl Contreras, Oscar Martínez o José Dimas se comprometen hasta sus últimas consecuencias con el proceso que estaban implementando los maestros, mientras el ejército y la Guardia rodean el ministerio y las calles ocupadas. Aquí mueren asesinados Saúl y Oscar por la Guardia Nacional y a quienes Marcial considerará siempre como cofundadores de las FPL. Por supuesto que la lucha interna en el Partido se agudiza más todavía con esta acción. Sin embargo el triunfo popular de estas jornadas hegemonizadas por el magisterio marcará una nueva época.
Toda esta lucha al interior del partido llega a su punto culminante cuando la mayoría de la dirección convoca al pueblo trabajador salvadoreño a respaldar al gobierno del general Sánchez Hernández en la guerra contra el pueblo hermano de Honduras, tratando de situar nuevamente a los sectores populares a la cola de los intereses de la burguesía salvadoreña, con la excusa de que había que apoyar en aquella coyuntura al sector más progresista del capital... Fue este hecho el detonante para descubrir que en el Partido no había posibilidad de cambio alguno y que permanecer en él era traicionar al pueblo. El núcleo obrero del COAP toma entonces la decisión de renunciar al PCS e iniciar un largo y doloroso nuevo camino para crear la estructura que el pueblo necesita. Sin embargo, no todos reemprendieron la lucha por otros caminos. Junto a Marcial se quedaron el secretario general de la FUSS, José Dimas Alas (Ramiro) y el dirigente del sindicato de la construcción, Ernesto Morales (Omar) y otros.
EL NUEVO CAMINO: LAS FUERZAS POPULARES DE LIBERACION (FPL)
La reacción de la dirección del Partido fue violenta, como suele ser en situaciones semejantes. Lanzó una campaña de desprestigio y de aislamiento contra Salvador C. Carpio y sus compañeros en todos los sindicatos. Por otra parte propagandizó entre toda la militancia todos los textos de Lenín sobre el ultra izquierdismo, pretendiendo aplicarlos mecánicamente a la situación salvadoreña de 1970 y a un pueblo que estaba dando los pasos iniciales para retomar el camino de su liberación.
Los compañeros no respondieron, sino que retomaron el espíritu de los panificadores, del CROSS y los COAP e iniciaron un camino nuevo, pues como dirá Marcial: "Mi presente es el porvenir... no me miro los pies, ni miro para atrás". La renuncia se consuma el 21 de marzo, después de una lucha ideológica intensa en la práctica revolucionaria y en documentos internos que no conocemos hasta el presente. De todos modos, en los últimos días de su vida Marcial nos dejo un testimonio en su último libro: "La lucha de clases, motor del desarrollo de la Guerra popular de liberación". Su lectura y sus reflexiones son indispensables para conocer la trayectoria de toda la lucha salvadoreña desde los años 40.
El día primero de abril del mismo año es la fecha de la fundación de las "Fuerzas Populares de Liberación -FPL- 'Farabundo Martí'", aunque su existencia no se daría a conocer hasta mucho más tarde, pues, por un lado, tenían que trabajar en condiciones excepcionales, perseguidos por los servicios secretos del gobierno y por los mismos excompañeros de Partido, y por otro comprendían que no se deben dar a conocer hasta que los hechos los garanticen ante el pueblo. Son ocho hombres contra todos los poderes fácticos del gobierno, la burguesía y el imperialismo. Y asumen consecuentemente la estrategia de 'guerra popular prolongada'. El enemigo era infinitamente más fuerte y la tarea era hacer que el propio pueblo consciente y organizado, asumiendo todos los métodos de lucha bien combinados alrededor de la lucha armada. Era, en el fondo, la lucha contra la inmensa violencia intrínseca del sistema y el pueblo debería ser el verdadero sujeto de su propia historia. Como el camino era largo, era necesario comenzar cuanto antes, yendo de lo simple a lo complejo, a partir de las propias fuerzas y de los niveles de conciencia y de organización que se iban adquiriendo desde la práctica diaria.No todo estaba tan claro desde el principio, pero sí lo fundamental. La praxis irá haciendo lo demás. Al comienzo era preciso desbloquear dogmatismos y romper muchos mitos. Es urgente demostrarle al pueblo que la lucha armada era posible también en El Salvador sin montañas y superpoblado y llevando a cuestas los fracasos anteriores. Para ello se recurre a los más dispuestos sicológicamente en aquel momento como son los universitarios radicalizados y con experiencias en tareas de concientización popular, pero al mismo tiempo se requiere fundirse con el propio pueblo, depender hasta económicamente de él y creer en él, sin depender de la ayuda exterior.
"Nosotros sosteníamos que los obreros y campesinos deberían tener el poder político en sus propias organizaciones y el poder militar. La alianza obrero-campesina, pero con fuerza. Después de esto venía la lucha de todo el pueblo donde cabría la burguesía. La cosa era invertir el esquema que ponía en el centro a la burguesía y a su alrededor a los demás. "La experiencia revolucionaria y, dentro de las luchas del pueblo la larga experiencia de Marcial había ido dejando sus lecciones. Ni a la cola de la burguesía, ni de los sectores más atrasados del pueblo.
"Teníamos claro desde el principio que era el pueblo el que iba a hacer la guerra y que estos grupos armados no deberían convertirse en una élite, en unos líderes desligados del pueblo que le ahorrarían a este el trabajo de hacer su revolución. "Pronto llegan las jornadas de entrenamiento, a veces disfrazados de pescadores del Lempa. Cuando vuelven, traen pescados y verduras para que Tulita pueda ayudarse para que vaya llegando para todos. Desde los comienzos van procurando contactos con los campesinos y con sus organizaciones.
Hombres como Toñito (Andrés Torres) o Nacho (Felipe Peña) tiene una gran experiencia en alfabetización y educación popular. Y pronto dan inicio pequeñas acciones guerrilleras que no quieren dar a conocer hasta no estar seguros de que tienen fuerza para resistir el embate del enemigo. Solamente se identificarán ante el pueblo después de dos años de trabajo.
FUNDIDO CON LA HISTORIA DE LAS FPL
Es difícil adivinar los perfiles de la vida de Marcial y de la FPL, pues desde este momento de clandestinidad echa un velo que solo se descorre para dar a conocer al pueblo las actividades de las FPL. Las tareas son bien concretas. De vez en cuando Marcial aparece en las comunidades de Chalatenango o en las cooperativas, junto con Toñito o Nacho dando sus charlas sobre 'realidad nacional' y la estrategia consecuente con los intereses fundamentales de las mayorías populares. Por ahí irán sembrando la semilla de donde saldrán los movimientos de masas más grandes de la historia de El Salvador como el Bloque Popular Revolucionario que brota en la coyuntura del 30 de julio de 1975 que formara más tarde el núcleo de la alianza obrero campesina, base de la unidad irreversible del pueblo.
Las FPL se dan a conocer a través de su órgano oficial, 'EL REBELDE'. Se había tomado la decisión de no darse a conocer al pueblo y a los posibles aliados estratégicos sino a partir de una práctica que implicara un mínimo de consolidación. La mística que se imponen desde el principio es depender lo más posible de sus propias fuerzas y de la ayuda del pueblo, para así fundirse con él y para garantizar siempre la verdadera autonomía de las FPL, dentro de más estricto internacionalismo proletario.
Las cosas no son perfectas desde el principio y la lucha ideológica interna es el motor que impulsa el desarrollo de la organización. Hay que recurrir a lo que Marcial denomina la "sabiduría colectiva". En 1976, cuando se convoca el primer consejo revolucionario para impulsar una autocrítica de los seis años de trayectoria salen a relucir todas las debilidades que se venían arrastrando con la voluntad férrea de superarlas dialécticamente, ya que de lo contrario se podía paralizar el proceso: "En el momento presente, renovarse o estancarse es la alternativa que se presenta", ya que sienten "la necesidad impostergable de revisar toda la situación de la organización y de su trabajo". Para ello se vuelve "vital y urgente identificar las debilidades, sus dimensiones y sus raíces" que ya se encuentran presentes "en capullo ":
"La necesaria labor de negación de los gérmenes negativos que, como unidad dialéctica, están integrados en el esquema inicial, gérmenes y rasgos negativos que de no superarse adquirirán dimensiones gigantescas en detrimento de los elementos positivos que históricamente determinaron su adopción y que deben marcar los hitos del crecimiento"Ahí, en pocas palabras, está marcada la actitud revolucionaria. El no reconocer las debilidades es caer en caminos de autodestrucción, pero reconocerlas y, en lugar de superarlas, encubrirlas y justificarlas, es práctica e ideológicamente entrar en un proceso de corrupción.
"Todo ser dialéctico lleva al mismo tiempo en sus entrañas los gérmenes -vivos y con capacidad de desarrollase- de superación y de destrucción. Saber superar dialécticamente los últimos y abrirles paso a los primeros constituye precisamente la ciencia marxista del desarrollo social. "
La primera debilidad que se detecta:
"El concentrar inicialmente la labor ideológica y orgánica de nuestra organización en los sectores avanzados no-proletarios. Ello, de no desplazarse en un tiempo prudencial, relativamente corto, a poner el acento en la clase obrera– retardaría la proletarización... generaría el menosprecio práctico del papel rector que debe alcanzar la clase obrera... y generaría estilo y métodos de trabajo pequeño burgueses". "La unilaterización del pensamiento hacia las tareas exclusivamente de la lucha armada. " "La sustitución del pueblo por una mentalidad de élite revolucionaria, la aplicación de un estilo autoritario en los métodos de dirección y de trabajo, la deshumanización en la atención a los problemas de los militantes".Y la solución de estos problemas que, como debilidades de un proceso positivo, son algo connatural, debe ser tarea de todos de una manera efectiva y participativa:
"En la medida en que las condiciones de seguridad lo aconsejen, la participación de toda la membrecía en la deliberación y en la consulta para la aplicación de las medidas que se tomen. "La "sabiduría colectiva" es la verdadera democracia interna de un partido verdaderamente popular. Así es cómo en aquellos momentos críticos se supo enfrentar los problemas para poderle ofrecer al pueblo unas FPL capaz de conducirlo política y militarmente por los vericuetos de la liberación nacional.
Pero este emerger del pueblo como sujeto histórico de su propio destino, potenciado principalmente por la perspectiva proletaria de la FPL, se va abriendo paso dolorosamente en medio de una lucha ideológica que llegaba desde la calle hasta todos los rincones. El Movimiento popular estaba alcanzando cotas cada día más altas de incidencia en la vida del pueblo y la lucha de las distintas organizaciones populares iba adquiriendo cada día mayores niveles de convergencia. Y con ello, también, los grados de represión. Es dentro de esta conflictividad pueblo - sistema que Marcial vive un momento de dolor intenso con la muerte de su querida hija Enma Guadalupe, gran dirigente popular desde las filas del magisterio. Fue asesinada por la Guardia Nacional cuando iba al frente de una manifestación del BPR hacia la embajada de Venezuela que había sido tomada por el mismo Bloque en la coyuntura del 'Mayo heroico de 1979.
"No puedo evitar el pensar en mi querida hija Enma Guadalupe, dirigente magisterial, acribillada a balazos el 22 de mayo... al encabezar una manifestación de masas. Ahora nadie ni nada derrotará a este férreo pueblo, aunque tengamos que luchar solo con las uñas, como lo estamos haciendo ahora, y aunque la fiebre imperialista decidiera mayores zarpazos. Este pueblo tiene temple, voluntad y decisión de combate para conquistar, cueste lo que cueste, su autodeterminación, su soberanía, independencia y libertad".MARCIAL ES IDENTIFICADO POR LAS FPL
Marcial vive momentos de gran alegría al comprobar que se están dando todas las condiciones y todos los pasos dialécticos hacia la unidad del movimiento popular salvadoreño. Con mirada visionaria la había saludado siempre desde lejos y esta unidad había estado siempre en la perspectiva de todas sus acciones. La unidad del pueblo era su estrategia fundamental. Aunque su perspicacia y conciencia de clase y el profundo conocimiento de la historia de nuestro pueblo le hacían adivinar traiciones en nombre de la necesaria unidad como formula idealista de la misma. Por eso nadie vivió tan intensamente como él el amanecer del primer nivel camino de la unidad que era la coordinación de las organizaciones populares político-militares y de las organizaciones de masas hasta constituirse el FMLN y el FDR. Nadie como él luchó porque fuera integrado hasta el último de los movimientos en este nivel de unidad, a pesar de las contradicciones existentes.
Es dentro de este proceso unitario que el Comando Central de las FPL da a conocer la identidad de su primer responsable y comandante en jefe de las FAPL, Marcial: Salvador Cayetano Carpio. Cuando en esta ocacion se le pregunta por el significado de su nombre, responde:
“El primero (Salvador Cayetano Carpio) hizo posible el segundo (Marcial) y este creó condiciones para realizar los sueños de aquel"Pero la necesario, difícil y dialéctica unidad entra en periodos de crisis con frecuencia y es entonces cuando la conciencia obrera de Marcial pregona que es necesario renunciar a los idealismos e ir construyendo la unidad sobre bases firmes y proletarias.
"Porque ellos dicen que la unidad es fundamental, aunque sea una unidad que se ponga al servicio de los intereses de la burguesía... Hasta este momento la burguesía se ha servido en bandeja todas las unidades del pueblo... sobre el sacrificio de los trabajadores. Construir mal la unidad significa que la hegemonía pase al poder de las fuerzas de derechas. "
LA OFENSIVA GENERAL
Marcial es nombrado por el FMLN en un primer momento como coordinador de su Comandancia general. Así se preparan lascondiciones para preparar la Ofensiva General de enero de 1981, en vísperas de la toma de posesión de Reagan de la presidencia de los EE.UU. con su evidente proyecto de recuperar la hegemonía mundial y de contener el avance del proceso hacia el socialismo en el mundo. Y su política de contención pasa por el meridiano de El Salvador, crucificado entre la lucha de bloques, este-oeste y la emergencia del movimiento de liberación norte-sur.
A pesar de todas estas amenazas el pueblo salvadoreño dio un salto de calidad en su proceso de liberación y la guerra en una dinámica supuestamente irreversible hacia su meta. Por ello Marcial, en la celebración del aniversario de las FPL de abril hace énfasis en la determinación de las FPL de ir hasta el final en la profundización de la guerra de liberación. Es también en ese momento que Marcial, que ha debido salir al exterior para cumplir tareas estratégicas, retorna a dirigir la guerra a las montañas de Chalatenango.
A pesar de ello, y con la llegada al poder de Reagan, hubo vacilaciones y comenzaron pronto a perfilarse intentos de arreglos negociados para ofrecerle al imperialismo salidas digeribles, aunque con ello se postergara el triunfo popular. En este marco es que se da la vuelta de Marcial. A sus 63 años de vida y de lucha no le importa el sacrificio de las interminables caminatas y los riesgos. Vive en 'Los Filos', bajo bombardeos constantes, hasta que la comandancia se traslada al 'Volcancillo'. Allí asiste con júbilo al nacimiento de los gérmenes de los PPL, que devuelven a la población civil su autonomía y su protagonismo en la misma guerra; ve formarse las Unidades de Vanguardia con hombres como el comandante Bernardo, núcleos fundamentales del nuevo ejército popular, mientras va marcando a todos con su fe en el triunfo y en la propia fuerza del pueblo.
Su tarea fundamental es preparar las condiciones para organizar la reunión del Comando Central, que, recogiendo la 'sabiduría popular', valorando las experiencias y las expectativas populares, relance el proceso después de la crisis creada por la Ofensiva General, pues esto se hacía urgente para retomar los principios. Este COCEN-81 se realiza bajo su coordinación en los meses de agosto y setiembre en el 'Volcancillo'. El discurso de Marcial en nombre del CP para iniciar los trabajos es un ejemplo de valentía autocrítica para afrontar nuevamente las debilidades y relanzar la guerra popular de ofensiva continua y de protagonismo popular.
Nuevamente aquí se señala como negatividad principal la ausencia de la clase obrera en la dirección del proceso, la necesidad de proletarizar el conjunto de la FPL, la militarización unilateral y la marginación de las organizaciones populares ligadas a la producción, etc. Impresiona el realismo histórico con que se apuntan las soluciones y la fe en las posibilidades del pueblo para el triunfo. Este documento, sin embargo, ha sido poco conocido aún entre los miembros de las FPL por intencionados bloqueos.
Apenas terminan las reuniones cuando el enemigo lanza un cerco para capturar al compa Marcial. Hasta llegará a anunciarse en los medios de comunicación del ejército que ya había sido capturado. Pero en las peores condiciones y dirigido el grupo por el comandante de las unidades de vanguardia, Bernardo Torres, después de diez días de escaramuzas, lograron burlar al enemigo. Como consecuencia de tener que ir abriéndose paso entre charrales, sin comer para proteger la vida de los niños que, a pesar de todo van muriendo en el camino, quedan huellas en su salud pues se le han infectado sus heridas hasta correr el peligro de quedar envenenado. Pero Bernardo con su gente logrará salvarlo de la muerte. Marcial también, por su estado de debilidad, es afectado por el dengue y tiene que pasar unos días de recuperación en 'El Alto' y luego en 'La Laguna', donde mantendrá sus últimas reuniones con la Comandancia.
Marcial no quería salir del frente. Pero le llegan llamamientos urgentes y la Comisión Política de las FPL toma la decisión de que debe salir. Las únicas prioridades son las necesidades de la guerra, dentro o fuera de la frontera. Lo importante es ocupar el puesto que le asignan dentro del proceso. Por eso su salida fue un acto de obediencia partidaria.
A la salida del Frente para recorrer pueblos que son aliados para nuestra guerra es que Marcial exclamará:
"Sufre nuestro corazón intensamente... Justa, mil veces justa, es la lucha de liberación de mi pueblo; la mil veces sagrada guerra popular de liberación"
Al verlo con la ropa destrozada, enfermo y hambriento, una viejecita del pueblo que lo conoce le dice: "No importa, tío (así se le reconoce e identifica entre los militantes), nuestros hijos podrán un día ser felices". Y Marcial comenta: "La sangre de miles de héroes es el preludio doloroso pero inevitable de la aurora de un futuro de libertad, democracia independencia, trasformación social revolucionaria y firme para el pueblo salvadoreño". Y un periodista presente le pregunta de pronto: "Pero, ¿usted ama la violencia?". Y Marcial rápido responde: "La odio". Así entiende él nuestra guerra como impuesta al pueblo por sus injustos y violentos agresores.
NUEVOS CAMINOS EN EL FRENTE EXTERNO
El 11 aniversario de las FPL encuentra a Marcial en Moscú y manda desde allí su mensaje a combatientes y militantes de las FPL. Tiene necesidad de recordar los principios que dieron sentido al nacimientos de las Fuerzas populares de liberación y de remarcar la responsabilidad histórica que les corresponde en estos momentos, pero el objetivo prioritario en estos momentos lo plantea así:
Los triunfos populares de la 'campaña de octubre' de este año son interpretados por Marcial como un signo de que se está en el camino recto. Convoca a la prensa y les manifiesta que esos hechos son demostración de que el FMLN ha adquirido nuevos niveles de coordinación estratégica y de capacidad de concentración de fuerzas, capaces de destruir a una compañía entera atrincherada y con sofisticadas fortificaciones que implica la consolidación de la iniciativa de la guerra por parte de un FMLN más unido y con mayor capacidad de coordinación.
"Tenemos una obligación que cumplir: fortalecer a las FPL, lograr una disciplina férrea, una organización férrea, una organización proletaria que sea fiel expresión de los intereses de la clase obrera y del campesinado".Él sabía por qué lo decía. Su proyecto de fortalecer a las FPL dentro del marco de la guerra lo lleva a una constante preocupación por todos y cada uno de los militantes y por cada uno de los organismos; por eso en toda oportunidad baja a las bases para dialogar la problemática que se está viviendo aún cuando otros creyeran que ese tiempo debiera priorizarlo en otras tareas. Tiene la decisión de consagrar los últimos momentos de su vida a hacer de las FPL el auténtico partido que nuestro pueblo necesita, porque sin un partido realmente proletario en las circunstancias que se están viviendo el proceso podría desviarse de sus objetivos fundamentales y convertirse en uno de las decenas de triunfos populares que luego sus enemigos han logrado revertir en contra del propio pueblo que ha puesto su sangre.
Los triunfos populares de la 'campaña de octubre' de este año son interpretados por Marcial como un signo de que se está en el camino recto. Convoca a la prensa y les manifiesta que esos hechos son demostración de que el FMLN ha adquirido nuevos niveles de coordinación estratégica y de capacidad de concentración de fuerzas, capaces de destruir a una compañía entera atrincherada y con sofisticadas fortificaciones que implica la consolidación de la iniciativa de la guerra por parte de un FMLN más unido y con mayor capacidad de coordinación.
"Estamos seguros y muy serenos ante el futuro... nuestra guerra tiene que terminar con un arreglo político... el dialogo está basado en la dignidad, en la defensa de los intereses del pueblo. Ningún revolucionario de El Salvador, en ningún momento, va a traicionar los intereses del pueblo. Toda negociación tiene que estar basada en la satisfacción de los intereses básicos de nuestro pueblo y toda conversación esta también basada en la dignidad. "No faltaban los que hablaban del famoso 'empate' de la guerra, del miedo a la intervención norteamericana que, comenzando por El Salvador, llegaría a Nicaragua y amenazaría a Cuba, hablaban también de evitar el costo social que implicaba nuestra guerra. Marcial afirmaba que esto era una visión no dinámica del proceso, que la manera de impedir la intervención era profundizar en la guerra popular y que la decisión de vencer estaba tomada...
Es entonces cuando la mayoría de la dirección se plantean públicamente un cambio de línea y empiezan hablar abiertamente lo que se había mantenido casi en secreto ante las bases: una política de Dialogo-Negociación con la que Marcial nunca estuvo de acuerdo, no en el proceso, sino en el método de ese proceso, consideraba que era prematuro y que las condiciones no estaban dadas, la unidad apenas nacía, además suponía la perdida de la autonomía de la organización con respecto al FMLN, esa supeditación a la dirección del frente ponía en "minoría" su concepción revolucionaria de GPP y que fuese la clase obrera la "garante" del proceso.
Entró en abierta contradicción con el resto de la dirección del FMLN y con gente de su propio partido, incluida la segunda responsable como punta de lanza y gente de la calidad de Miguel Castellanos y otros; razón tenía, al cabo de 20 años de esa contradicción podemos constatar donde y como están "parados" el resto de dirigentes como Joaquín Villalobos y Co. Los "ortodoxos", los "renovadores", los de la tercera vía, el Partido Comunista etc.etc, y los "frutos" de esas negociaciones que verdaderamente han beneficiado a la cúpula de dirigentes, si durante la guerra fue difícil hablar con ellos, hoy es imposible, poco a poco se han ido alejando de las masas.
Aquí comienza una pesadilla para Marcial, Ana María, empezó a promover en cargos de dirección a gente leal al cambio de línea y as¡, fueron copando los organismos de dirección local, regional y nacional teóricos de la clase media, con manejo de elementos de la doctrina Marxista-leninista, muy buenos para la cuestión política y convencer a las "masas", pero cómodos y oportunistas dejando a un lado aquellos compañeros de la clase obrera y el campesina probados en tareas difíciles y en el combate contra el "enemigo" con suficientes méritos y capacidad para su ascenso a cargos de dirección, pero potencialmente "peligrosos" por su extracción de clase y posibles obstáculos al nuevo reacomodo ideológico.
El reclutamiento masivo de principios de los años 80, resolvió la "correlación de fuerzas" a favor de las corrientes negociadoras, tomando el control total de la dirección del movimiento hasta nuestros días; prácticamente los núcleos de partido en las FPL, que en un tiempo fueron el motor central del funcionamiento y toma de decisiones fueron paulatinamente convirtiéndose en simples círculos de estudio y accesibles a información previamente "pensada" y "elaborada" por la élite de la comisión política, los organismos de dirección tenían en su mayoría gente de la "pequebú" que le fue imprimiendo un carácter de "clase" al movimiento completamente "diferente" al inicial, esta desviación previamente calculada les permitió hacer las reformas necesarias para el cambio de línea, desplazando a todos los "marcialistas" y radicales del resto de organizaciones; de ahí que Marcial fue obstaculizado por todos lados, se empezó a maquinar un complot para su aniquilamiento del escenario político a promover una especie de "culto" a la personalidad, exagerando la celebración de su natalicio, se le comparó con figuras célebres y en secreto se lanzo la "bola" de que se creía el "Ho Chi Mính" de América Latina.
Hay que mencionar que el proyecto de GPP, ha tenido sus detractores dentro y fuera del contexto nacional, se menciona las contradicciones que Marcial tenía con Fidel a este respecto, en discusiones "privadas", marcial criticaba la actitud de fide) en Centroamérica... "As¡ el revolucionario Castro parece haber aceptado el parlamentarismo como método, incluso después de una lucha de liberación revolucionaria. A este respecto, Cuba ha llegado a estar más cerca de las ideas socialdemócratas que la extrema izquierda tradicional en el continente... "
En este ambiente se prepara la convocatoria para la reunión del COCEN-83, que debía ser decisivo para la marcha del proceso de guerra, donde se determinaría la voluntad de la FPL de vencer y derrotar al ejercito, de luchar porque no se diera la intervención amenazante, pero también de prepararse para, en el caso de que se diera, derrotarla; de llevar adelante un proceso de diálogo y negociación como forma estratégica, pero auxiliar, y de profundizar en el proceso de unidad revolucionaria en el FMLN, como vanguardia, en esta coyuntura, del pueblo. Los pueblos socialistas aliados de Centroamérica, creyendo a pie juntillas en la intervención que acabaría con todas las conquistas populares en el área, pedían el sacrificio de los procesos revolucionarios de El Salvador y también de Guatemala. Marcial lo vería como una traición a su pueblo y su sangre. El día primero de abril de ese año Marcial vive momentos intensos. Las palabras pronunciadas por Marcial en esa reunión con la membrecía de las F., recogidas ya en un folleto, resultan determinantes para comprender su pensamiento y su postura en esa coyuntura. Más tarde tiene una reunión amplia con amigos de nuestro proceso, en la cual muchos de los presentes no se cansan de hablar y de admirar su sencillez, su claridad y su decisión. Y es en este tiempo también cuando Cayetano vive con dolor la muerte de dos grandes amigos: Marianela García Villas, campeona de los derechos humanos y Bernardo Torres, comandante conductor de las Unidades de Vanguardia, forjado como militante en las luchas obreras y querido por las tropas.
Y así llegamos a los hechos de abril. El responsable de la seguridad interna de la mismas FPL, con el propio equipo de seguridad de la misma Cmte. Ana María, han decidido darle muerte. Marcial está en el extranjero tratando de buscar mayores ayudas para enfrentar con éxito la posible intervención. Muchos comienzan a señalar a Marcial como el responsable de la desaparición violenta de Ana María. De hecho el comandante estaba recluido en su propia casa con la amenaza de ser sacado a otro país... En un momento pide a los encargados de su seguridad que vayan a ver la tele y que dejen las armas para no inquietar a quienes vigilan la casa; a su esposa, le solicita que cuide a la nieta para que duerma, y él se recluye en su pequeño cuarto donde suele estudiar y escribir, deja escritas unas notas, y se suicida... Luego serían capturados todos los responsables de la muerte de Ana María y, a pesar de todas las presiones a que son sometidos, en ningún momento señalan la autoría de Marcial. En el juicio subsiguiente se declara oficialmente no poder disponer de pruebas en su contra...
Posterior a estos hechos surge un grupo de compañeros que se declaran en "Posición Rebelde", desconocen a la dirección de las FPL y se descoordinan de la dirección, agrupándose en el FCER (Frente Metropolitano "Clara Elisabeth Ramírez"), argumentando las razones de su posición política que no fue dado a conocer a toda la militancia de las "efes", mucho menos a las bases del resto de organizaciones del FMLN, esto provocó una purga interna dentro de la organización, al grado de que cualquier mínima crítica era rápidamente relacionada con la "disidencia", la "fracción" y muchos compañeros inocentes o de buena fe que pretendieron tocar el tema fueron señalados, interrogados, expulsados, desagradados y en el peor de los casos ajusticiados, por ese tiempo entre 83-88. Se preparó una versión oficial y se acuso en asambleas generales ante las masas y tropa de guerrilla al FCER de una infinidad de "cargos" desde infiltrados de la CIA hasta traidores de la revolución y enemigos del campo socialista y que se habían apoderado de una gran cantidad de dinero de la orga y por ese motivo se estaba aguantando hambre en la zona de Chalatenango, etc.
Esta situación de descontento con el cambio de línea, fue generalizado en todo el FMLN, las respectivos mandos y organismos de dirección, aprovecharon la oportunidad para deshacerte de todos aquellos elementos "radicales" y de línea "dura" con el "cuento" que no entendían el recambio de táctica y estrategia, con este argumento eliminaron y expulsaron a un buen grupo de compañeros de todos los niveles de militancia, que si estaban dispuestos a luchar hasta el final.
Lo que ignoraba la mayoría de bases y combatientes, eran los compromisos, presiones y acuerdos hacia la vía negociada, no convenía que se obtuviera una victoria militar, a través de la GPP ; las declaraciones de algunos funcionarios y aliados de los gringos, cuando miran que la cosa era seria y las guerrillas iban tomando forma y eran parte de la vida diaria de los pueblos oprimidos, entonces empiezan a descalificar y degenerar el verdadero sentido de la lucha armada y a quitar banderas de lucha, claman hipócritamente por la Paz y la Democracia, el pluralismo político y el dialogo; no porque lo deseen de verdad, sino para contrarrestar la avalancha que se avecina, restarle fuerzas al movimiento popular y al cabo de los años seguir con su misma política de explotación con otras modalidades; neoliberalismo, globalización...
Por eso en el día de hoy, cuando se cumplen 20 años de la muerte del compañero Salvador Cayetano Carpio, bueno es recordar las palabras con las que Antonio Morales Carbonell "Tono" concluye su trabajo "La muerte de Marcial ¿un asunto concluido":
"Traer a la memoria el suicidio de Marcial es una oportunidad para recordar aquellos aspectos democráticos de su pensamiento y de su práctica política dentro de su partido: su deseo de que los sectores mayoritarios de la población (los obreros y los campesinos) pudiesen orientar una amplia alianza popular, sus esfuerzos para que dichos sectores estuviesen orgánicamente representados en el partido, sus afirmaciones sobre la necesaria autonomía de los gremios y sindicatos, su insistencia en crear y desarrollar una amplia base celular que diera vida a la democracia interna "de abajo para arriba y de arriba para abajo", que obligara a los dirigentes a dar cuenta de sus actos y que permitiera combatir los abusos de poder, la corrupción y otras arbitrariedades que se daban en su organización y de romper con el terror de aquellos que tenian la impaciencia de reaccionar mal y de rebotar la crítica y de usar sus poderes en mala forma para el castigo a los que critican”.Poco más queremos decir. El pueblo salvadoreño, de seguro, podrá un día pronunciarse. Nuestro comandante sembró su vida en la historia de su pueblo. Quizás sea el momento de escuchar sus últimas palabras dejadas escritas aquel atardecer...
Si algo caracterizó a Marcial fue precisamente su rectitud, su firmeza y su honestidad. Prefirió morir antes que permitir que se pusiera en duda su integridad moral. Con el fallecimiento de Marcial, la clase obrera salvadoreña perdió, sin lugar a dudas, uno de sus más genuinos dirigentes."
San Salvador 5 de Agosto 2014.
Federación Sindical Revolucionaria-FSR-
Central Obrera Organizada Socialista
de El Salvador - COESS -
Movimiento Obrero Organizado Sindical
y Gremial Socialistas de El Salvador
- MOESS -
Internacionalismo Proletario 2014
Central Obrera Organizada Socialista
de El Salvador - COESS -
Movimiento Obrero Organizado Sindical
y Gremial Socialistas de El Salvador
- MOESS -
Internacionalismo Proletario 2014
SINDICALISMO REVOLUCIONARIO
Por: Salvador Cayetano Carpio
Dedico estas páginas a la heroica clase trabajadora de El Salvador.
Después de las “CARTILLAS SINDICALES” escritas por otros compañeros, las cuales han
enseñado el funcionamiento de los sindicatos, he creído oportuno ofrecer a los compañeros
trabajadores, en forma breve y a grandes rasgos, los principios del sindicalismo que todos debemos
conocer.Sé que esta labor no es del agrado de la clase explotadora, que demostrará su furia en muchas formas. No importa. Que se encabriten, pataleen y nos muelan a coces los bestiales enemigos de la clase trabajadora, que tienen como supremos argumentos: la mentira, la calumnia, palos, cárceles, torturas y destierros.
Todo será bien recibido, sabiendo que en cambio, tú, compañero o compañera que anhelas una
existencia más digna, le darás toda tu atención a estas páginas de orientación sindical.
Por: Salvador Cayetano Carpio
Dedico estas páginas a la heroica clase trabajadora de El Salvador.
Después de las “CARTILLAS SINDICALES” escritas por otros compañeros, las cuales han
enseñado el funcionamiento de los sindicatos, he creído oportuno ofrecer a los compañeros
trabajadores, en forma breve y a grandes rasgos, los principios del sindicalismo que todos debemos
conocer.Sé que esta labor no es del agrado de la clase explotadora, que demostrará su furia en muchas formas. No importa. Que se encabriten, pataleen y nos muelan a coces los bestiales enemigos de la clase trabajadora, que tienen como supremos argumentos: la mentira, la calumnia, palos, cárceles, torturas y destierros.
Todo será bien recibido, sabiendo que en cambio, tú, compañero o compañera que anhelas una
existencia más digna, le darás toda tu atención a estas páginas de orientación sindical.
SALVADOR CAYETANO CARPIO
INDICE
CAPITULO I
SITUACIÓN HISTÓRICA DEL SINDICATO
* La comunidad primitiva
* La Esclavitud
* El Feudalismo
* Régimen Capitalista
CAPITULO II
¿QUÉ ES EL SINDICATO?
¿QUÉ ES EL INSTITUO DE CLASE Y QUE ES CONCIENCIA DE CLASE?
CAPITULO III
CORRIENTES SINDICALES
* El Sindicalismo Reformista
1 Sindicalismo Oficializado
1. Sindicatos Verticales o Corporativos
2. Sindicatos Peronistas o Justicialistas
2 Sindicatos “Rerum Novarum” o Sindicalismo Social Cristiano
3 Trade-Unionismo
* El Anarco-Sindicalismo
* El Sindicalismo Revolucionario
CAPITULO IV
FORMA Y ESENCIA DE LOS SINDICATOS
CAPITULO V
FORMAS DE ORGANIZACIÓN SINDICAL
* Sindicatos de Oficios Varios
* Sindicatos Gremiales
* Sindicatos de Empresa
* Sindicatos de Industria
* Las Federaciones
* La Confederación de Trabajadores o Central Sindical Única
NOTAS
Nota Editorial
Presentamos a continuación, los “PRINCIPIOS ELEMENTALES DEL SINDICALISMO” de Salvador Cayetano Carpio, escritos el 15 de Septiembre de 1951. Todos ellos se refieren a problemas concretos de la vida de los sindicatos, proyectados además a contribuir con la gran tarea histórica que los sindicalistas salvadoreños tienen –junto a su partido político- de impulsar la lucha para acabar con la explotación y dominación capitalista.
Todo el trabajo contiene un alto contenido teórico. Parecería que por lo lejano del tiempo en que fue escrito y por las reivindicaciones orgánicas que allí se señalan al movimiento sindical, habría perdido actualidad y su interés se centraría en un valor histórico. Sin embargo, todo parece ser lo
contrario. Elaborado en una época en que las urgencias de la organización sindical eran inmensas (como en la actualidad). Ello obligó a Salvador Cayetano Carpio a que centrara su talento teórico y su actividad política, para dotar al movimiento sindical de una arma teórica para vencer todos los obstáculos que se alzan en el camino de su liberación definitiva.
En cuanto a la presente edición de los “PRINCIPIOS ELEMENTALES DEL SINDICALISMO”, se
publica sin modificación en su contenido, con excepción del Capítulo V: Formas de Organización Sindical, el cual en el libro original aparece como APENDICE; las citas a que el autor hace referencia se han extraído de los diferentes capítulos, y llevados a otro apartado de notas; además se le han agregado algunas notas con el objeto de definir algunos conceptos, que amplíen más el conocimiento de los compañeros obreros.
Esperamos que el presente trabajo, sea un aporte más a la orientación del movimiento sindical. Comité de Propaganda del Comité Coordinador de Sindicatos “José Guillermo Rivas” San Salvador, 18 de Febrero de 1980.
CAPITULO I
SITUACIÓN HISTÓRICA DEL SINDICATO
El Sindicato es un arma de combate de la clase trabajadora.
¿Ha existido el Sindicato en todas las épocas de la humanidad?
No. El Sindicato no ha existido en todas las épocas.
Para comprender el Sindicato como una organización brotada de las necesidades de la sociedad actual, es preciso situarlo en el marco del propio período histórico en que ha sido posible su existencia, en el marco de una determinada forma social de producción.
Para esto es necesario tomar en cuenta que en la evolución histórica de la humanidad, se han sucedido en forma progresiva varios regímenes económicos y políticos. Estos cambios han estado determinados por el progreso que los hombres han ido desarrollando como consecuencia del perfeccionamiento de los instrumentos que utilizan en el trabajo, llamados instrumentos de producción y de los cambios efectuados en las relaciones que entre los hombres establece la producción, llamadas relaciones de producción.1 Lo que significa que la sociedad no ha tenido siempre el mismo régimen de producción; sino que éste ha cambiado como consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas2 de la sociedad.
Las formas sociales de producción que la sociedad ha conocido hasta nuestros días, son cinco
INDICE
CAPITULO I
SITUACIÓN HISTÓRICA DEL SINDICATO
* La comunidad primitiva
* La Esclavitud
* El Feudalismo
* Régimen Capitalista
CAPITULO II
¿QUÉ ES EL SINDICATO?
¿QUÉ ES EL INSTITUO DE CLASE Y QUE ES CONCIENCIA DE CLASE?
CAPITULO III
CORRIENTES SINDICALES
* El Sindicalismo Reformista
1 Sindicalismo Oficializado
1. Sindicatos Verticales o Corporativos
2. Sindicatos Peronistas o Justicialistas
2 Sindicatos “Rerum Novarum” o Sindicalismo Social Cristiano
3 Trade-Unionismo
* El Anarco-Sindicalismo
* El Sindicalismo Revolucionario
CAPITULO IV
FORMA Y ESENCIA DE LOS SINDICATOS
CAPITULO V
FORMAS DE ORGANIZACIÓN SINDICAL
* Sindicatos de Oficios Varios
* Sindicatos Gremiales
* Sindicatos de Empresa
* Sindicatos de Industria
* Las Federaciones
* La Confederación de Trabajadores o Central Sindical Única
NOTAS
Nota Editorial
Presentamos a continuación, los “PRINCIPIOS ELEMENTALES DEL SINDICALISMO” de Salvador Cayetano Carpio, escritos el 15 de Septiembre de 1951. Todos ellos se refieren a problemas concretos de la vida de los sindicatos, proyectados además a contribuir con la gran tarea histórica que los sindicalistas salvadoreños tienen –junto a su partido político- de impulsar la lucha para acabar con la explotación y dominación capitalista.
Todo el trabajo contiene un alto contenido teórico. Parecería que por lo lejano del tiempo en que fue escrito y por las reivindicaciones orgánicas que allí se señalan al movimiento sindical, habría perdido actualidad y su interés se centraría en un valor histórico. Sin embargo, todo parece ser lo
contrario. Elaborado en una época en que las urgencias de la organización sindical eran inmensas (como en la actualidad). Ello obligó a Salvador Cayetano Carpio a que centrara su talento teórico y su actividad política, para dotar al movimiento sindical de una arma teórica para vencer todos los obstáculos que se alzan en el camino de su liberación definitiva.
En cuanto a la presente edición de los “PRINCIPIOS ELEMENTALES DEL SINDICALISMO”, se
publica sin modificación en su contenido, con excepción del Capítulo V: Formas de Organización Sindical, el cual en el libro original aparece como APENDICE; las citas a que el autor hace referencia se han extraído de los diferentes capítulos, y llevados a otro apartado de notas; además se le han agregado algunas notas con el objeto de definir algunos conceptos, que amplíen más el conocimiento de los compañeros obreros.
Esperamos que el presente trabajo, sea un aporte más a la orientación del movimiento sindical. Comité de Propaganda del Comité Coordinador de Sindicatos “José Guillermo Rivas” San Salvador, 18 de Febrero de 1980.
CAPITULO I
SITUACIÓN HISTÓRICA DEL SINDICATO
El Sindicato es un arma de combate de la clase trabajadora.
¿Ha existido el Sindicato en todas las épocas de la humanidad?
No. El Sindicato no ha existido en todas las épocas.
Para comprender el Sindicato como una organización brotada de las necesidades de la sociedad actual, es preciso situarlo en el marco del propio período histórico en que ha sido posible su existencia, en el marco de una determinada forma social de producción.
Para esto es necesario tomar en cuenta que en la evolución histórica de la humanidad, se han sucedido en forma progresiva varios regímenes económicos y políticos. Estos cambios han estado determinados por el progreso que los hombres han ido desarrollando como consecuencia del perfeccionamiento de los instrumentos que utilizan en el trabajo, llamados instrumentos de producción y de los cambios efectuados en las relaciones que entre los hombres establece la producción, llamadas relaciones de producción.1 Lo que significa que la sociedad no ha tenido siempre el mismo régimen de producción; sino que éste ha cambiado como consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas2 de la sociedad.
Las formas sociales de producción que la sociedad ha conocido hasta nuestros días, son cinco
1. La Comunidad Primitiva.
2. La Esclavitud
3. El Feudalismo
4. El Capitalismo
5. El Socialismo (del que disfruta una parte de la humanidad y hacia el que se dirige aceleradamente el resto de los pueblos).
No es el objeto de este pequeño estudio sindical hacer un detallado análisis de la historia de la humanidad hasta nuestros días; empresa que, además, rebasa las capacidades del autor. Sin embargo, es necesario que hagamos una brevísima reseña de los períodos recorridos por la sociedad, con lo que estaremos en condiciones de comprender más claramente la función histórica del Sindicato.
LA COMUNIDAD PRIMITIVA
Cuando los hombres eran aún salvajes; cuando sus instrumentos de trabajo eran muy rudimentarios (el mazo, el hacha de piedra, la flecha), tenían que disputarse el alimento con las fieras del bosque y vencer las enormes dificultades de las fuerzas naturales.
Era imposible, en esas condiciones, sobrevivir separados los unos de los otros, por lo que tenían que vivir agrupados en tribus y cazaban, pescaban o cultivaban en común.
No habían explotadores, pues los hombres, con instrumentos de producción tan atrasados, no alcanzaban a producir más que para su propia subsistencia; por lo cual, no había hombres que vivieran del trabajo de otros.
No había propiedad privada, sino que la propiedad era común: las tierras eran de todos, los frutos que recogían o cultivaban eran de todos, lo mismo que los productos de la pesca o de la caza.
No había Estado, es decir, gobierno, ejército, cárceles, jueces, etc., sino que, quien dirigía las distintas fases de la producción y la distribución era (en la etapa más avanzada de este régimen) el patriarca de la tribu.
Resumiendo podemos decir, que las características del régimen de la comunidad primitiva son:
2. La Esclavitud
3. El Feudalismo
4. El Capitalismo
5. El Socialismo (del que disfruta una parte de la humanidad y hacia el que se dirige aceleradamente el resto de los pueblos).
No es el objeto de este pequeño estudio sindical hacer un detallado análisis de la historia de la humanidad hasta nuestros días; empresa que, además, rebasa las capacidades del autor. Sin embargo, es necesario que hagamos una brevísima reseña de los períodos recorridos por la sociedad, con lo que estaremos en condiciones de comprender más claramente la función histórica del Sindicato.
LA COMUNIDAD PRIMITIVA
Cuando los hombres eran aún salvajes; cuando sus instrumentos de trabajo eran muy rudimentarios (el mazo, el hacha de piedra, la flecha), tenían que disputarse el alimento con las fieras del bosque y vencer las enormes dificultades de las fuerzas naturales.
Era imposible, en esas condiciones, sobrevivir separados los unos de los otros, por lo que tenían que vivir agrupados en tribus y cazaban, pescaban o cultivaban en común.
No habían explotadores, pues los hombres, con instrumentos de producción tan atrasados, no alcanzaban a producir más que para su propia subsistencia; por lo cual, no había hombres que vivieran del trabajo de otros.
No había propiedad privada, sino que la propiedad era común: las tierras eran de todos, los frutos que recogían o cultivaban eran de todos, lo mismo que los productos de la pesca o de la caza.
No había Estado, es decir, gobierno, ejército, cárceles, jueces, etc., sino que, quien dirigía las distintas fases de la producción y la distribución era (en la etapa más avanzada de este régimen) el patriarca de la tribu.
Resumiendo podemos decir, que las características del régimen de la comunidad primitiva son:
1. No había clases sociales;3 es decir, no había explotados ni explotadores.
2. No existía la propiedad privada.
3. No había Estado.
4. La producción y la distribución se efectuaban en común.
Como vemos, no era concebible la lucha de clases en esta etapa de la humanidad. ¿Cómo fue que
cambió esta situación?
Al principio, solamente existía división del trabajo entre los sexos: el hombre pescaba, cazaba, etc., la mujer cuidaba de la casa. Luego, se produce la PRIMERA GRAN DIVISIÓN DEL TRABAJO:
los hombres aprendieron a domesticar a los animales, luego, a criarlos. “Unas tribus, las más avanzadas, se dedicaron a la cría de ganado separándose de la masa de tribus bárbaras”
2. No existía la propiedad privada.
3. No había Estado.
4. La producción y la distribución se efectuaban en común.
Como vemos, no era concebible la lucha de clases en esta etapa de la humanidad. ¿Cómo fue que
cambió esta situación?
Al principio, solamente existía división del trabajo entre los sexos: el hombre pescaba, cazaba, etc., la mujer cuidaba de la casa. Luego, se produce la PRIMERA GRAN DIVISIÓN DEL TRABAJO:
los hombres aprendieron a domesticar a los animales, luego, a criarlos. “Unas tribus, las más avanzadas, se dedicaron a la cría de ganado separándose de la masa de tribus bárbaras”
.4 Esto introdujo el cambio regular de productos entre las distintas tribus.
En el fondo de esta evolución existe el hecho de que “la producción se había desarrollado en proporciones tales, que ya la fuerza humana de trabajo podía crear más de lo necesario para su simple sustento”5, con lo que se sentaban las bases para que unos hombres pudieran explotar el trabajo de otros. En el propio seno de cada tribu no era posible encontrar hombres “sobrantes” (es decir, fuerza de trabajo excedente) que trabajaran para otros; pero las guerras que entre sí se hacían las tribus, proporcionaban un saldo de prisioneros. Al principio, a estos prisioneros de guerra se los comían, después, simplemente los mataban. Pero, cuando se llegó a este período en que se podía aprovechar su trabajo, los prisioneros de guerra “adquirieron un valor” y, desde entonces, comenzaron a ser incorporados a la producción en calidad de ESCLAVOS.
LA ESCLAVITUD
Este régimen se asienta sobre la explotación de la clase de los esclavos pela clase de los amos. Los
esclavos eran propiedad absoluta de los amos, quienes podían venderlos y matarlos. El producto del trabajo de los esclavos era para el amo quien les alimentaba, vestía y curaba.
El esclavo no tenía ningún derecho cívico.
Se estableció el Estado: gobierno, ejército, leyes, jueces, etc., para poder mantener sometidos a los esclavos que continuamente se revelaban contra los amos.
En resumen, podemos caracterizar al régimen esclavista por los siguientes rasgos:
1. Aparecimiento de la división de la sociedad en clases.
2. Implantación de la propiedad privada.
3. Aparecimiento del Estado.
“Ricos y pobres, explotadores y explotados, hombres con plenitud de derechos y hombres privados totalmente de derechos; una fiera lucha de clases entre los unos y otros, tal es el cuadro que presenta la esclavitud”
En el fondo de esta evolución existe el hecho de que “la producción se había desarrollado en proporciones tales, que ya la fuerza humana de trabajo podía crear más de lo necesario para su simple sustento”5, con lo que se sentaban las bases para que unos hombres pudieran explotar el trabajo de otros. En el propio seno de cada tribu no era posible encontrar hombres “sobrantes” (es decir, fuerza de trabajo excedente) que trabajaran para otros; pero las guerras que entre sí se hacían las tribus, proporcionaban un saldo de prisioneros. Al principio, a estos prisioneros de guerra se los comían, después, simplemente los mataban. Pero, cuando se llegó a este período en que se podía aprovechar su trabajo, los prisioneros de guerra “adquirieron un valor” y, desde entonces, comenzaron a ser incorporados a la producción en calidad de ESCLAVOS.
LA ESCLAVITUD
Este régimen se asienta sobre la explotación de la clase de los esclavos pela clase de los amos. Los
esclavos eran propiedad absoluta de los amos, quienes podían venderlos y matarlos. El producto del trabajo de los esclavos era para el amo quien les alimentaba, vestía y curaba.
El esclavo no tenía ningún derecho cívico.
Se estableció el Estado: gobierno, ejército, leyes, jueces, etc., para poder mantener sometidos a los esclavos que continuamente se revelaban contra los amos.
En resumen, podemos caracterizar al régimen esclavista por los siguientes rasgos:
1. Aparecimiento de la división de la sociedad en clases.
2. Implantación de la propiedad privada.
3. Aparecimiento del Estado.
“Ricos y pobres, explotadores y explotados, hombres con plenitud de derechos y hombres privados totalmente de derechos; una fiera lucha de clases entre los unos y otros, tal es el cuadro que presenta la esclavitud”
6. La esclavitud constituyó un progreso de la humanidad en relación con la comunidad primitiva:
ayudó a la Sociedad a salir del estado bárbaro y pasar a la civilización; sin embargo, a medida en que las fuerzas productivas de la Sociedad se iban desarrollando, este régimen se convirtió en una traba para el desarrollo de la Sociedad.
La explotación sin escrúpulos que Roma llevaba a cabo sobre las provincias conquistadas, los enormes impuestos recaudados con el fin de mantener el orden interno y detener las invasiones de los bárbaros determinó un empobrecimiento general. En igual medida retrocedió el comercio, los oficios, las artes, la agricultura, disminuía la población, decayeron las ciudades. Las grandes explotaciones agrícolas a base de esclavos fueron desapareciendo, pues ya no era económicamente costeable el trabajo de los esclavos. El número de esclavos liberados aumentaba sin cesar, pasando a convertirse en COLONOS, que tenían que pagar enormes tributos en dinero o en parte de la cosecha dueño de las tierras.
Pero, al mismo tiempo que la esclavitud ya no podía continuar siendo la base de la producción, existía la imposibilidad de que los hombres libres pudiera trabajar, pues se consideraba el trabajo
como una actividad deshonrosa, propio únicamente de esclavos. Las grandes insurrecciones de los esclavos y las invasiones de los bárbaros, aceleraron el proceso de liquidación del régimen de esclavitud. Este fue reemplazado por una nueva forma social de producción llamada:
EL FEUDALISMO
En el feudalismo ya no había esclavos, pero siempre la sociedad estaba divida en clases: en el campo, los señores feudales (llamados también latifundistas porque poseían inmensas extensiones de tierra) explotaban el trabajo de los SIERVOS. Los señores ya no tenían el derecho de matar a sus siervos, pero éstos tampoco podían abandonar las tierras (llamadas feudos) de su señor y, si el feudo era vendido, pasaban junto con la tierra, instrumentos de trabajo y animales a ser propiedad de un nuevo señor.
En la ciudad predominaba la ARTESANIA, que se dedicaba al trabajo manual (herreros, sastres, orfebres, etc.).
Tanto en la ciudad como en el campo la producción tenía un carácter NATURAL, es decir, que no
se producía para el cambio, para la venta, sino que los productos eran esencialmente para el consumo familiar.
Los artesanos, con el fin de defender los oficios y evitar la competencia, formaban organizaciones compuestas por maestros (que eran los dueños de taller), compañeros (que eran los operarios) y los aprendices. Dichas organizaciones de llamaban CORPORACIONES. Los artesanos tenían que pasar por la categoría de aprendices y operarios para poder llegar a Maestro, o sea, dueño de su propio tallercito. Sin embargo, ya en los últimos tiempos del feudalismo, a los operarios se les hacía casi imposible llegar a esta última categoría convirtiéndose las corporaciones en organismos que representaban esencialmente los intereses de los Maestros, ayudándoles a acentuar la explotación sobre los operarios y aprendices.
Mas, el régimen feudal no iba a ser eterno, porque ninguna formación social de producción pasada, presente o futura, puede considerarse como algo quieto e inmóvil; pues, siguiendo las leyes de la naturaleza y de la sociedad, todo tiene que nacer, desarrollarse y desaparecer. Eso sucedió con el feudalismo.
En efecto, la enorme intensificación del comercio, tanto interno como externo, impulsada por los grandes descubrimientos de nuevas tierras y nuevas rutas (descubrimiento de América y de la ruta marítima alrededor de África para llegar a las Indias Orientales y China) hacían insuficiente la producción, estrecha y atrasada, ya no era suficiente para cubrir las necesidades crecientes de la sociedad. “Concentrar y ampliar esos medios de producción, transformarlos en poderosas palancas de la producción moderna, era el papel histórico de la producción capitalista y de la burguesía”.7
Veamos cómo se efectuó este proceso.
En esa época de enorme actividad comercial, los comerciantes -agrupados cerca de los castillos, en el seno de las ciudades (BURGO quiere decir ciudad, de allí se originó el nombre de BURGUESIA)– adquirieron gran influencia económica. Sin participar en el proceso de producción, los comerciantes compraban y vendían los productos; sirviendo de intermediarios entre los productores acumularon rápidamente enormes riquezas.
Veamos, ahora, cómo estos comerciantes se convirtieron en empresarios capitalistas: inicialmente, los artesanos venden sus productos a los comerciantes, luego éstos facilitan dinero y materias primas para la elaboración de sus productos; finalmente, los comerciantes terminaron por apoderarse de los instrumentos de trabajo de los artesanos y los concentran en grandes locales de trabajo manual llamados MANUFACTURA. “Al lado de la pequeña producción, apareció la gran producción capitalista: LA MANUFACTURA… de la manufactura capitalista, en la que el trabajo manual constituía la base de la producción, surgió la fábrica capitalista provista de potentes medios mecánicos”.8
Vemos, pues, cómo de la clase de los comerciantes, surge la clase de los modernos capitalistas: los
modernos BURGUESES.
Por este proceso, vemos también, cómo los artesanos que al principio eran propietarios de sus medios de producción, vendían sus productos a los comerciantes y tienen que entregar, después, sus instrumentos de producción en manos de aquellos. Al final de este proceso, se encuentran ante la necesidad de VENDER SU FUERZA DE TRABAJO POR UN SALARIO, como único recurso para poder vivir. En esta forma nace una nueva clase completamente desconocida en los anteriores estados de la Humanidad. Esa es la clase del PROLETARIADO,9 o sea, la CLASE OBRERA.
Ante el desarrollo de la producción burguesa agigantada por el descubrimiento de la máquina y del vapor, se interponía las trabas feudales: en el campo, los señores feudales imponían tributos al paso de las mercancías; en la ciudad, las corporaciones artesanas por medio de los privilegios gremiales luchaban contra la nueva forma de producción. Además, esta forma de producción burguesa necesita enormes reservas de hombres libres de la servidumbre para que puedan vender su fuerza de trabajo dentro de las fábricas.
Eso no se podía llevar a cabo dentro del régimen feudal en el que los siervos tenían que trabajar toda la vida para el mismo señor feudal. Estas enormes contradicciones no era posible resolverlas
pacíficamente, era necesario una verdadera revolución10 que cambiara totalmente el sistema feudal y diera el poder político a la clase burguesa. Por eso la burguesía llevó a cabo la gran revolución industrial (revolución burguesa) que destruyó al régimen feudal, liberó de la servidumbre a los campesinos, destruyó las corporaciones artesanas y rompió las trabas que se interponían al desarrollo de la industria.
En esta forma se instauró el REGIMEN CAPITALISTA
El régimen capitalista se caracteriza porque la clase dominante, LA BURGUESIA, tiene en su poder los medios de producción (fábricas, máquinas, materias primas); mientras, la clase explotada.
EL PROLETARIADO, está absolutamente desposeída de todos los medios de producción, y sólo cuenta para su subsistencia con su fuerza de trabajo que vende por un salario.
Bajo este régimen, los productos no están destinados al consumo inmediato del productor; sino para la venta en el mercado.
El capitalismo ha hecho más simples los antagonismos de clase, dividiendo a la sociedad, cada vez
más, en dos campos encarnizadamente opuestos: LA BURGUESIA, por una parte, y EL PROLETARIADO, por la otra. La clase intermedia, que es la pequeña-burguesía, (pequeños comerciantes, propietarios de modestos talleres, campesinos medios, profesionales, etc.) a medida en que se arruina por la competencia de los burgueses, va a engrosar las filas del proletariado. Muy pocos pequeño-burgueses llegan a convertirse en burgueses.
La burguesía, por medio de la producción industrial, concentra a los obreros en las fábricas con lo
que los pone en capacidad de adquirir una clara conciencia de clase. Los obreros son explotados, pero se diferencian fundamentalmente de los esclavos, de los siervos y de los artesanos en los aspectos político y económico.11 En el aspecto político, los obreros poseen, legalmente, igualdad de derechos con los explotadores; teóricamente son considerados iguales ante la Ley; siendo, por
consiguiente, libres de vender su fuerza de trabajo a cualquier patrono. En el aspecto económico, los obreros no poseen medios de producción, no poseen máquinas, no poseen fábricas, no poseen
materiales (materias primas), ya que todo esto es propiedad privada de los burgueses. El trabajo es social (se efectúa en común); pero el producto de ese trabajo (que es la ganancia) es propiedad
privada del patrono.
El proletariado, como clase que sólo pudo nacer bajo estas condiciones históricas, encontró en el
Sindicato una forma más eficaz de lucha contra la burguesía por mejorar sus condiciones de trabajo y salarios. Por eso vemos, que en la medida en que se desarrollaba su instinto de clase iba creando nuevas formas de organización propias como las Cofradías, las Compañías, las Cooperativas, las Sociedades Mutualistas, y , finalmente, las Cajas de Resistencia, hasta desembocar en la forma de organización que refleja más certeramente sus intereses. Esa organización es el SINDICATO.
El Sindicato es una importante expresión espontánea de la lucha entre la clase obrera y la burguesía, brotada del desarrollo de las fuerzas productivas de la Sociedad; en consecuencia, el Sindicato no pudo nacer en las formas sociales de producción anteriores (no pudo nacer en la Comunidad Primitiva, ni en la Esclavitud, ni en el Feudalismo); sino que únicamente pudo surgir bajo el régimen de producción capitalista.
De esto, extraemos dos conclusiones:
1. Que el Sindicato, organización de lucha de la clase obrera, fue posible hasta que el desarrollo
de las fuerzas productivas engendró al proletariado.
2. De esto se deduce que el Sindicato no ha nacido del capricho o del deseo idealista de uno o más
“agitadores”; sino que asienta sus bases sobre la esencia misma del sistema capitalista de miseria y explotación de unos hombres sobre otros.
CAPITULO II
¿QUÉ ES EL SINDICATO?
El Sindicato es una organización de lucha de los trabajadores, reunidos para la defensa de sus
intereses comunes. Estos intereses son:
ECONOMICOS:
-lucha por mejores salarios.
-lucha por rebajar el alto costo de la vida: precio de los víveres, de la víveres, de la vivienda,
de los transportes, de las medicinas, etc.
SOCIALES:
-condiciones salubres de trabajo.
-prestaciones a la mujer.
-reducción de la jornada de trabajo.
-seguro social, etc.
POLÍTICOS:
-Lucha por la promulgación, ampliación y aplicación de un Código de Trabajo que legalice sus conquistas.
-lucha por hacer efectivas la Democracia, lucha por la paz.
-lucha por la liberación del país de los grandes intereses extranjeros.
La palabra “Sindicato” se deriva de “síndico”, por ser ese funcionario el encargado de defender los intereses de una comunidad, con lo cual se quiere significar que cada miembro de un sindicato es un defensor de los intereses colectivos. A su vez, la palabra “síndico”, como la inmensa mayoría de voces españolas, tiene sus raíces en el antiguo idioma Latín, derivándose directamente de la palabra “Syndicus”, que nació de la palabra griega “Síndikós” (Syn, quiere decir: co; dike: justicia). De tal manera, el significado que le damos a la palabra sindicato no traduce literalmente a las que le han dado origen; pero ello se debe a que una nueva interpretación (neologismo), o sea, un giro nuevo que se le ha dado a esa palabra.
¿QUÉ ES INSTINTO DE CLASE Y QUE ES CONCIENCIA DE CLASE?
Hemos visto que el sindicato es la expresión espontánea de la lucha entre los patronos y trabajadores.
¿Por qué decimos “expresión espontánea”?
Porque la organización Sindical no indica que los obreros tengamos conciencia de clase, indica solamente que tenemos “instinto”, “intuición” de clase, o sea: que ya sabemos que hay necesidad de unirnos para defendernos de la explotación. En otras palabras, nosotros nos agrupamos en el
Sindicato porque sentimos la explotación y porque instintivamente comprendemos que unidos podemos arrancarle al patrono algunas mejoras en los salarios y en las condiciones de trabajo. Pero hasta allí, no sabemos cómo se origina la explotación, de dónde proviene, no sabemos si es posible terminar con la explotación ni cómo es posible realizar ésto.
Por eso decimos, que al organizarnos en Sindicato estamos demostrando nuestro “instinto de clase” que debemos convertir en “conciencia de clase” definida que nos impulse a una lucha a fondo contra nuestros explotadores.
¿Qué es CONCIENCIA DE CLASE?
Conciencia de clase obrera es comprender que debemos unirnos todos los explotados, no sólo para defendernos de la explotación; sino también, para ABOLIR LA EXPLOTACIÓN, PARA LIBERARNOS DE LA EXPLOTACIÓN, para conquistar una forma social de producción en la cual ya no existan explotadores ni explotados, que no existan clases.
La expresión de este nivel de “conciencia de clase” es un PARTIDO POLÍTICO DE LA CLASE OBRERA que es el único que puede dirigirla acertadamente a la conquista de una vida de completa libertad, de absoluta ausencia de explotación.
De manera, pues, que para que los Sindicatos sean verdaderamente consecuente con los intereses de los trabajadores y del pueblo, debemos de luchar incesantemente por elevar su nivel de conciencia de clase para que estén en capacidad de ser poderosas palancas que ayuden efectivamente al proletariado en la tarea esencial de liberarse de la explotación.
De aquí se deriva la necesidad de luchar contra las tendencias sindicales inconsecuentes que buscan rebajar el nivel de conciencia de clase del proletariado.
CAPITULO III
CORRIENTES SINDICALES
Siendo que el Sindicato tiene por finalidad la defensa de los intereses de los trabajadores y que constituye un arma poderosa del proletariado para conquistar sus reinvidicaciones inmediatas, es lógico que la clase dominante se esfuerce por infiltrar su influencia dañina dentro del propio movimiento Sindical para desviarlo de los objetivos que persigue y obscurecer la conciencia de la
clase de los trabajadores.
Eso explica por qué dentro del movimiento sindical existen varias corrientes ideológicas, que luchan encarnizadamente por dirigirlo. Es de primera importancia comprender esto, para estar en capacidad de desempeñar un papel consciente dentro de las organizaciones obreras.
Las principales tendencias, dentro del movimiento sindical, son tres:
1°) El Sindicalismo Reformista o antirrevolucionario.
2°) El Anarco-Sindicalismo.
3°) El Sindicalismo Revolucionario.
EL SINDICALISMO REFORMISTA
A los sindicatos dominados por esta tendencia suele llamárseles SINDICATOS AMARILLOS.
Esta tendencia oportunista se presenta bajo una variedad de aspectos. Cambia de formas y matices, al parecer sin conexión entre sí, pero todas están enfiladas al logro de un mismo objetivo
fundamental: frenar la energía revolucionaria de la clase obrera para que la clase patronal pueda
disfrutar prolongadamente de los privilegios que le otorga su dominate posición.
Algunas de las formas que adquiere la tendencia reformista son:
1.Sindicalismo Oficializado
2. Sindicalismo “Social- cristiano”
3. Trade-Unionismo.
1. SINDICALISMO OFICIALIZADO
Los Sindicatos de este tipo presentan la característica de que están dirigidos por el Gobierno del
Estado, quien (aún en contra de la voluntad de los miembros de base) los somete a sus propios intereses políticos, valiéndose de líderes venales y oportunistas, a quienes utiliza al mismo tiempo, como correas de transmisión, como enyugadores y como instrumentos de intimidación.
En estas organizaciones, los dirigentes se convierten rápidamente en activos agentes o policías al
servicio de las oligarquías dominante y transforman a sus sindicatos en verdaderas oficinas gubernamentales. De estas “oficinas” o sindicatos está desterrada totalmente la Democracia sindical. Las camarillas gubernamentales asaltan los puestos de dirección utilizando todos los medios de imposición: fraude en las votaciones, sofocación sistemática de la voluntad de las mayorías e, incluso, instauran como medidas desesperadas, el gangsterismo y la bandas armadas.
El nazi-fascismo perfeccionó, por medio del terror y la demagogia, los métodos utilizados en la organización de estos sindicatos; de ahí se han derivado dos de las más extendidas formas de Sindicalismo intervenido por el Estado: a) los sindicatos VERTICALES o CORPORATIVOS y, b)
los sindicatos PERONISTAS O JUSTICIALISTAS.
a)Sindicatos Verticales o Corporativos
Los SINDICATOS VERTICALES O CORPORATIVOS consisten en que dentro de la misma organización están amalgamados los patronos, los obreros y los representantes del Gobierno, no teniendo los obreros ni la más remota posibilidad de hacer valer sus derechos.
Esta es la forma de organización sindical impuesta a los heroicos trabajadores españoles por el régimen Falangista del verdugo Franco.
Estos sindicatos Corporativos, verdaderos nidos de policías secretos, constituyen una poderosa arma del régimen falangista para lanzar a los obreros españoles a los más espantosos abismos de miseria y para barrer cualquier exteriorización de descontento. Sin embargo, ya los sindicatos corporativos no son capaces de contener la indignación del proletariado español como se ha evidenciado clamorosamente en los últimos tiempos, por medio de las grandes manifestaciones y huelgas de protesta de Bilbao, Barcelona, Madrid y otras ciudades de España; lo que indica que la clase trabajadora de ese país está caminado aceleradamente hacia la anhelada victoria en su impresionante lucha contra el fascismo español y su monstruoso engendro: el sindicalismo corporativo o vertical, que tiene que hundirse estrepitosamente ante los golpes de la unidad obrera española consciente y revolucionaria.
Esta asombrosa demostración de energía y combatividad de los trabajadores españoles, nos demuestra la importancia decisiva que tiene el hecho de que los trabajadores sean gu9iados por su propio partido político y nos enseña que aún bajo las peores condiciones de represión, aún con los sindicatos despedazados y enganchados al carro de los opresores, el partido político de la clase
obrera es el único que sabe dirigir acertadamente a los oprimidos en la lucha por la conquista de las libertades perdidas.
b)Sindicatos Peronistas o Justicialistas
Esta corriente sindical adquiere especial importancia para nosotros los trabajadores salvadoreños, porque es la que, con mayor o menor éxito y con algunas variantes impuestas por las condiciones de lugar, están tratando de introducir en sus respectivos países varios gobiernos latinoamericanos.
El peronismo despliega una ensordecedora propaganda alrededor de insignificantes concesiones hechas a los trabajadores, para impulsarlos a creer que el gobierno es el padre tutelar, el “ángel de la guarda”, el protector y defensor de los intereses obreros frente a los patronos. Pretende que está en una posición intermedia, que condena al capitalismo y sus métodos de explotación, condenando al mismo tiempo al comunismo. A esta desteñida posición suele darse el nombre de “justicialismo” y se concreta a sostener que sin necesidad de romper las bases de la explotación capitalistas, se puede terminar esa misma explotación por medio de la intervención y la regulación por parte del Estado.
El peronismo se asienta en los sindicatos como sostenes de su política, corrompiendo en forma tal a los dirigentes sindicales que, cegados por los favores oficiales y por su ventajosa situación personal, no tiene ya ningún escrúpulo en anteponer los intereses del régimen a los intereses vitales de la clase trabajadora. La acción del peronismo no se limita a la que efectúan desde dentro de los sindicatos los dirigente s vendidos, sino que ésta se coordina con las actividades de las oficinas del gobierno, que se esfuerzan por cambiar la mentalidad revolucionaria de los asalariados por medio de un bombardeo continuo de propaganda y de una intensa campaña de “Educación Obrera” (que más propiamente debería llamarse “esterilización” sindical) para convertir a la masa obrera en una mansa manada de ilusos “descamisados” pendientes y anhelosos de contemplar y aplaudir el menor gesto del “generoso” mandatario, que hará llover desde las alturas el ansiado “maná” social.
Esta demagogia engaña fácilmente a grandes cantidades de trabajadores, pues aquellos trabajadores que aún no han elevado su conciencia de clase, con vista corta y estrecha, se conforman con pequeñas y engañosas mejoras económicas, con insignificantes aumentos de salarios y miserables prestaciones, sin advertir que su situación general queda en igual o peores condiciones.
Está claro que el peronismo comete fatal equivocación al creer que va a castrar definitivamente el espíritu revolucionario de los obreros, error trágico, cuyos frutos probó el loco Hitler que murió entre las cenizas del palacio desde donde soñó gobernar al Mundo; probó Mussolini, que pereció ajusticiado, colgado de los pies por los mismos obreros a quienes pretendió destruir; lo comienza a probar el sanguinario Franco, quien aterroriza, ve aparecer ya las señales inequívocas de su destrucción. Sin embargo, sería necio desestimar el enorme daño que esa labor de confusión peronista causa entre los obreros.
En el peronismo, los sindicatos están dirigidos desde el Ministerio de Trabajo y, en última instancia, desde el despacho del Señor Presidente de la República a quien se hace aparecer, por arte de cínica demagogia, como el “compañero” y “líder supremo” de los trabajadores. Es tan degradante y esclavizadora esta desviación sindical, que llega hasta suprimir totalmente la libertad e independencia política de los trabajadores, sometiéndolos al partido político de la camarilla gobernante y dejando a las organizaciones sindicales a merced de los vaivenes electorales o de los cambios de gobierno.
En su esencia, el peronismo defiende los intereses de lo s capitalistas; pues, a costa de subsidios y
concesiones relativas a que eleven desmesuradamente el precio de los artículos (es decir, arrojando al país en garras de una política inflacioncita y ruinosa) consigue su consentimiento para desarrollar un estrecho y engañoso plan de prestaciones sociales, que propende a arrebatarle la iniciativa al proletariado y adormecer su espíritu de lucha creándole falsas ilusiones infladas desmesuradamente por la exagerada demagogia del Estado.
El ensayo clásico del “justicialismo” se ha efectuado en la República Argentina en donde millones
de trabajadores fueron inicialmente engañados por la demagogia del régimen Perón.
El despertar de esas masas ante la cruda realidad se hace cada vez más evidente y se manifiesta en múltiples formas, como, por ejemplo, en las huelgas que con fuerza creciente sacuden con frecuencia a fundamentales sectores de trabajadores, entre ellos, el de Ferrocarrileros y de Transporte Marítimo. Al régimen peronista se le hace cada vez más difícil controlar el movimiento sindical que se le escapa inevitablemente hacia una lucha consecuente, libre de la influencia gubernamental y por eso, tiene que recurrir a la represión descarada, como ocurrió durante la creciente huelga de ferroviarios argentinos.
En nuestro país, es especialmente peligroso este sistema sindical, por cuanto, la negación tradicional de los regímenes feudales a reconocer los más insignificantes derechos obreros, así como el bajo nivel de conciencia revolucionaria de las masas, los convierten en terreno abonado para la demagogia de los gobiernos con inclinaciones “peronistas” y “neofascistas”. Por esa razón los obreros conscientes deben combatir implacablemente esta teoría reaccionaria, desenmascarando valientemente a todos los oportunistas que traten de entregar el movimiento sindical en manos de las oficinas gubernamentales.
El tinte peronista del actual régimen político de El Salvador, llamado impropiamente de la “Revolución”, se manifiesta en todos los actos de su política obrera: su intervención abierta en el
funcionamiento interno de los sindicatos; la vociferante propaganda a cargo de plumíferos y gritones a sueldo; los intentos cada vez más fuertes de comprar y corromper dirigentes; la cólera
desbocada ante las manifestaciones de independencia de los sindicatos; su campaña de “educación obrera” manifestada a través de conferencias, charla, paseos patrocinados por el Ministerio en combinación con directivos ingenuos o claudicantes, proyección de películas y repartos periódicos de folletos –algunos de ellos con la marca “made in USA” (hecho en los Estados Unidos de Norte América, a pesar de que alegan luchar contra las ideas “exóticas” o extranjeras)-; Las leyes laborales estrechas y engañosas; sus intentos de quitarle el Instituto Salvadoreño del Seguro Social, la autonomía con el fin de convertirlo en una dependencia del Ministerio de Asistencia Social y así poder echar mano de las cuotas de los obreros y patronos para, con esos fondos, mejorar los hospitales públicos –desvirtuando, en esa forma, las finalidades del Seguro- para poder desatenderse de la obligación que el Estado tiene de proporcionar un buen servicio de beneficencia con los fondos públicos (servicios que dicho sea de paso, ahora son tan pésimos que en los hospitales no alcanzan ni las camas, ni las medicinas, ni se da una alimentación adecuada para los enfermos.
Todo esto “camuflageado” con su rabioso anticomunismo copiado de Hitler y coronado con la represión, las amenazas, los destierros, la cárcel y los palos para los obreros conscientes (como en el caso de la disolución del CROS.) Todo demuestra su afán de quietarle a los sindicatos su tónica
combativa; de sujetarlos al control gubernamental; de destruirles su independencia; de corromper a los obreros; de matar su conciencia de clase. Sin embargo, esto nos indica, que es ahora de grandes responsabilidades históricas para los trabajadores de nuestra patria, ahora es de no confundirse, ni desalentarse ante las tremendas dificultades, ante los grandes escollos sembrados en el camino sindical; hora es de levantar la clase trabajadora, hacia la aurora luminosa que inevitablemente ha de alumbrar la ancha vía de la liberación de nuestro país. Hora es de no perder de vista ni un instante,que los oportunistas que ya han comenzado a vender el patrimonio de su clase por inmundas monedas manchadas del llanto y miseria en que viven sus hermanos, tendrán que entregar cuentas a la clase obrera de su miserable traición; hora es de trabajo y combate por ampliar las conquistas ya obtenidas y que han costado el sacrificio de tantos trabajadores.
2. SINDICALISMO “RERUM NOVARUM” O SINDICALISMO SOCIAL-CRISTIANO
Esta tendencia tiene su inspiración en la doctrina social-cristiana que se asienta en la Encíclica (carta) “Rerum Novarum”, creación del Papa León XIII, y va encaminada a lograr la dirección del movimiento sindical por parte del clero católico.
“Rerum Novarum” es una expresión latina que traducida literalmente al castellano significa: “de las cosas nuevas” como en efecto consideraba León XIII a la lucha creciente entre los capitalistas y los obreros.
Esta doctrina preconiza que los capitalistas son los “administradores” de los bienes materiales; que están cumpliendo una misión divina al poseer los medios de producción. Lanza tremendas anatemas contra la injusticia y la sed de ganancias de “algunos” patronos que contribuyen, según ella, a fomentar la intranquilidad social; pero idealiza los fundamentos del régimen de explotación
considerándolos como cosas eternas e inmutables, dispuestos así por la infinita sabiduría del CREADOR. Sostiene que es suficiente con que los ricos practiquen la CARIDAD para que el mundo se convierta en un paraíso y para que termine la explotación y la miseria en que vivimos los trabajadores.
Por otro lado, predica que los trabajadores en vez de luchar contra la explotación y la pobreza deben de llenarse de santa RESIGNACIÓN y no afanarse mucho por mejorar las “simples” condiciones materiales de existencia; pues, antes que el pan, la vivienda, etc., está el ALMA y, mientras con mayor resignación y con más ferviente “amor a Dios2 suframos las privaciones en esta vida, mayor garantía tendremos para ganar la “gloria eterna”. (Pío XII reafirma esta tesis en su Encíclica del 16 de junio de 1951 al decir: “Proclamen en privado y en público que somos pasajeros en la tierra, en nuestro viaje a un hogar inmortal donde nos espera la felicidad eterna. Es imperativo, sin embargo, que, póngase en práctica con celo e inteligencia, los principios enseñados por la Iglesia, en lo atinente a las reformas sociales demandadas por la justicia y la “CARIDAD”.
Como vemos, esta teoría tiene dos pilares fundamentales: aconseja “CARIDAD” a los patronos y
“RESIGNACIÓN” a los obreros. En esta forma defiende cínicamente los intereses de los primeros a favor de quienes explota la fe y el espíritu religioso de los trabajadores: por lo demás, se basa en un idealismo infantil y anticientífico, despreciando las condiciones de desarrollo de la Sociedad Humana.
En países que cuentan con un proletariado combativo, la teoría social-cristiana, para no se liquidada definitivamente, tiene que tolerar ciertos perfiles de combatividad; pero en los países atrasados o coloniales, trata de no despertar en ninguna forma la conciencia de clase de los obreros.
En Francia, Italia y otros países de Europa, existen movimientos social-cristianos que, obligados
por las masas se ven forzados a organizar huelgas y protestas; pero, buscando siempre, reducir al mínimo estas manifestaciones de la lucha de clases, claudicando vergonzosamente, en todos los
casos, ante la exigencias patronales.
Por lo que se refiere a Centro América, los Sindicatos “Rerum Novarum” tienen su asiento en Costa Rica, en donde cuentan con una raquítica Central Sindical. Los dirigentes de esos sindicatos son sacerdotes, siendo su principal “líder obrero” el cura Benjamín Núñez, quien, durante el régimen del aventurero falangista Figueres, ocupó el cargo de Ministro del Trabajo, desde donde desarrolló implacable persecución contra el sindicalismo libre y anuló muchas de las conquistas anteriormente logradas por los trabajadores costarricenses.
3. TRADE-UNIONISMO
El trade-unionismo es una desviación funesta para la clase trabajadora. Todas las formas de
sindicatos reformistas tienten rasgos muy profundos de esta tendencia y no se diferencian de él en los aspectos fundamentales. El trade-unionismo practica la lucha contra los patronos, limitándola al campo puramente “económico” dejando que el campo político sea dirigido por los intereses de los capitalistas.
En el campo internacional, el trade-unionismo es defensor incondicional de los intereses de los grandes monopolios. El trade-unionismo se estableció firmemente en Inglaterra, desde donde se
extendió a otros países. En los Estados Unidos de Norte América, el movimiento sindical es predominantemente trade-unionista.
En países que tienen un proletariado poseedor de un alto nivel revolucionario, el trade-unionismo se disfraza de “Socialismo” para poder desorientar a los obreros. Con ese antifaz, predica la necesidad de cambios en la estructura de la Sociedad capitalista, pero sostiene que estos cambios deben lograrse mediante reformas progresivas que han de conducir insensiblemente a la desaparición de la explotación.
Como dijimos anteriormente, el trade-unionismo defiende los intereses de las grandes empresas
monopolistas. En los grandes países industriales los obreros trade-unionistas luchan junto con los
imperialistas de sus respectivos países para someter y explotar a los obreros de los países coloniales y dependientes; porque, con las fabulosas ganancias que obtienen las poderosas compañías imperialistas como las petroleras, mineras, caucheras, bananeras, cafetaleras, eléctricas, etc., pueden éstas, proporcionar relativa comodidad a una pequeña capa de obreros de esos países a costa del hambre y la miseria que sufren los trabajadores de los países atrasados.
Por eso, dentro del proletariado de esos países imperialistas se forma una capa de obreros que viven relativamente bien, los que se constituyen en lugartenientes o capataces de los imperialistas dentro del movimiento sindical, los arrastran y dirigen hacia el movimiento trade-unionista. Esa es, actualmente, la posición de los enriquecidos dirigentes de las grandes centrales obreras norteamericanas: la A.F.O.L. (Federación Americana del Trabajo) y el C.I.O. (Congreso de Organizaciones Industriales), lo mismo que la de los líderes Laboristas de Inglaterra y la de los “Socialistas” de Francia, Alemania Occidental, Bélgica, etc. Por eso vemos a muchos líderes sindicales norteamericanos propiciando la explotación inicua que llevan a cabo las grandes compañías (bananeras, mineras, azucareras, etc.), sobre nuestros países; defendiendo la política de dominación del gobierno norteamericano sobre los pueblos atrasados y apoyando en cuerpo y alma los preparativos de guerra que sólo favorecen a los poderosos fabricantes de armamentos. A esos líderes no les importa la muerte de millones de obreros y campesinos, no les interesa el luto y la miseria que caería sobre los hogares proletarios, no les interesan ni las viudas, ni los huérfanos ni los inválidos, ni la destrucción y desolación que tendría que traer otra guerra sobre los campos, pueblos y ciudades. No les interesa más que las migajas que reciben de sus amos imperialistas que les permiten gozar del 2modo de vida norteamericano2 amasado con el sudor, la miseria y el atraso semi-feudal de nuestros pueblos coloniales, semi-coloniales y dependientes.
Por eso vemos, también, a los Laboristas Ingleses apoyar la política agresiva de los grandes monopolios en el Irán, Birmania, Egipto, Hong-Kong, Belice, etc. Vemos a los “Socialistas Franceses propiciar el envío de tropas a la Indochina para someter a un pueble que quiere ser independiente, le vemos apoyado la política rapaz en África del Norte, Madagascar, etc., y a todos ellos en conjunto, defendiendo los planes de los grandes Carteles Internacionales como el monstruoso súper-monopolio internacional creado por el “Plan Schuman”, el fracasado “Plan Marshall”, el Pacto del Atlántico, el rearme del Japón y Alemania. En todo esto, no hacen más que defender los intereses del capital financiero, en contra de los intereses vitales de la clase obrera, a quien hipócritamente pretenden “defender”.
También en los países atrasados, los trade-unionistas se logran enquistar dentro del movimiento
sindical, con el apoyo, generalmente, de los gobiernos entregados al imperialismo, como ocurre con los gángsters de la C.T.K. de Cuba y los traidores del movimiento sindical chileno. Estos son traidores en grado superlativo, porque dan la espalda a los intereses de su clase y de su país, luchan por mantener las condiciones de atraso de nuestros países, propiciando la entrega de fuentes fundamentales de riqueza en manos de las empresas extranjeras que empobrecen y agotan nuestros recursos.
Estos capataces imperialistas cuando han logrado apoderarse de la dirección sindical, y aun antes, realizan con la ayuda de la policía, implacable persecución contra los obreros consiente y patriotas que propugnan la independencia nacional, la industrialización y el progreso que sólo es posible conquistar mediante la liberación nacional de las cadenas imperialistas.
Resumiendo, podemos decir, como hemos dejado asentado más arriba, que el SINDICALISMO REFORMISTA, a pesar de los aspectos y nombres que adopte: Corporativismo, Peronismo, “Rerum ovarum”, Trade-unionismo, etc., tiene un solo fondo: PROLONGAR LA EXPLOTACIÓN defendiendo los intereses del capital financiero, sus métodos de opresión. El Sindicalismo Reformista es un defensor ardiente de la dominación imperialista, de la guerra, del atraso y miserias de nuestros pueblos.
EL ANARCO SINDICALISMO
El anarco-sindicalismo es la expresión del anarquismo13 dentro del movimiento sindical.
La palabra ANARQUISMO se deriva del griego, y significa “sin gobierno”. (A: sin; ARCHOS: jefe).
Es una teoría política que preconiza la abolición de todo Estado,14 pues dice, que el Estado en cualquiera de sus formas, es el más poderoso instrumento de represión que poseen las clases dominantes para sofocar la LIBERTAD INDIVIDUAL; que en consecuencia, los hombres sólo podrán ser felices, el día en que desaparezca el Estado y puedan vivir sin leyes, ni gobierno, haciendo cada uno lo que su libre albedrío le indique. Partiendo de allí, los anarquistas son los más absurdos y descabellados individualistas.
Nosotros sabemos, de acuerdo con la ciencia de la economía política, que el Estado es una máquina de represión de la clase dominante sobre la clases dominada: el poder de los amos sirvió para reprimir a los esclavos; en poder de los señores feudales sirvió para reprimir a los siervos, burgueses y proletarios; en poder de los burgueses sirve para reprimir a la clase trabajadora; sabemos también que la maquinaria del Estado en manos de los oprimidos sirve para reprimir a los explotadores y terminar con la explotación. Esto es rigurosamente científico y a estas alturas ya está plenamente comprobado por la experiencia de la Humanidad. A la luz del desarrollo de la sociedad estamos en capacidad de comprender que el Estado tendrá que EXTINGUIRSE15 en una sociedad en que hayan desaparecido los antagonismos de clase, en que ya no sean posibles las luchas de clases; en una Sociedad sin clases, sin explotadores ni explotados, en donde ya no se necesitará de ese aparato de represión. Pero para llegar a ese estado superior de convivencia humana, los obreros necesitarán del Estado para acabar con la explotación y sentar las bases que hará posible el grandioso desarrollo futuro de la Sociedad. Este período intermedio se llama SOCIALISMO,16 durante el cual, “el pueblo ejercerá directamente su gobierno” (para decirlo con las palabras del gran dirigente del proletariado francés Mauricio Thorez).
Pero los anarquistas, de espaldas a la historia, continúan repitiendo como el papagayo: “toda clase de Estado es perjudicial porque reprime la libertad de los individuos”. Lo que significa que ellos miran los problemas sociales a través del reflejo distorsionado del interés personal, en contra de los altos intereses de la clase trabajadora y del pueblo.
Ellos no analizan el problema del Estado como una necesidad histórica basada en el desarrollo económico-social y en las relaciones de producción de los hombres, sino como algo que no tiene conexión con la estructura económica de la Sociedad. Por ese motivo, niegan también la necesidad que tiene el proletariado de participar en la política a través de su propio partido político e indican como métodos esenciales de lucha el TERRORISMO y la HUELGA GENERAL.
Hemos visto que los anarquistas prohíben a los trabajadores participar en política; pero, ¿qué es la huelga general predicado por los anarquistas? Es una huelga general que, aun cuando ellos digan que no es política, tiene por finalidad la destrucción del Estado. Es en consecuencia una lucha esencialmente política. Los anarquistas al prohibir, por una parte, a los trabajadores que participen en política a través de su propio partido político, y, por otra parte, lanzarnos desorganizadamente a supremas luchas políticas, los condenan irremisiblemente a la derrota.
Demos el caso –imposible por cierto- de que semejante huelga general tuviera éxito y que el Estado burgués fuera destruido sin ser reemplazado por otro Estado acorde con los intereses de las mayorías. ¿Qué vendría después?: el desorden, el caos, la anarquía y, como corolario inevitable la vuelta al poder de los opresores, la represión implacable, ríos de sangre proletaria.
Esta teoría ha ocasionado un gran daño a la clase obrera, porque ha disipado, en numerosas ocasiones, su energía revolucionaria, desviándola hacia formas ineficaces de lucha, dejando, en cambio, el aspecto político en manos de la burguesía.
Los ANARCO-SINCIALISTAS, al tomar del anarquismo esos errores y trasplantarlos al campo sindical, sostienen que:
1. Los obreros no deben poseer su propio partido político.
2 .Los sindicatos deben ser la UNICA ORGANIZACIÓN de lucha de los obreros.
3. Los sindicatos deben ser totalmente apolíticos.
4. La huelga general es la suprema forma de lucha.
5. La huelga general debe tener como meta la abolición del Estado.
6. Los sindicatos, al triunfar la huelga general, deben tomar en sus manos la producción y
distribución de los productos.
Esta utopía y grotesca desviación sindical enferma con facilidad a muchos honrados elementos sindicales, por ser aparentemente revolucionaria; especialmente en los países como el nuestro en
que el proletariado está dando los primeros pasos y aún no posee una clara conciencia clasista; Su
historial es fatídico para la clase obrera, pues siempre ha hecho desembocar el espíritu de lucha en acciones inútiles que han causado mucho dolor y pérdidas innecesarias de vidas en las filas del
proletariado.
Esto nos enseña cuán importante es conocer sus características, para que sepamos combatir sus
brotes dentro del movimiento sindical. Además no hay que perder de vista, que algunos dirigentes oportunistas, para ocultar sus desviaciones reformistas, gustan de confundir el Anarco-sindicalismo, caracterizándolo como el desorden dentro de los sindicatos. Esto no es cierto, el anarcosindicalismo es más peligroso que la simple falta de coordinación y planificación en las labores de un sindicato. Es obvio que debemos luchar porque los sindicatos estén bien organizados y que sus distintas secretarías y Comités trabajen de acuerdo a un plan coordinado, pues en esa forma aprovechamos hasta el máximun la fuerza de nuestra unidad; pero no debemos confundir la falta de planificación con el anarco-sindicalismo; porque esto equivale a menospreciar el peligro que representa dentro del movimiento sindical la corriente anarco-sindicalista.
EL SINDICALISMO REVOLUCIONARIO
En constante lucha contra todas estas tendencias o desviaciones sindicales, se encuentra el sindicalismo revolucionario, única teoría y práctica sindical que representa el espíritu genuino y combativo de los intereses de la clase trabajadora.
El sindicalismo Revolucionario se basa científicamente sobre las condiciones materiales en que se
desarrolla la Sociedad Humana, no disimula hipócritamente las contradicciones entre las clases sociales; no provoca artificialmente choques innecesarios; pero sí, aprovecha todas las circunstancias favorables para el proletariado, lo prepara, lo fortalece y lo arma para las luchas decisivas por su liberación.
Ya hemos visto que la desviación reformista trata de obscurecer la conciencia de clase de los trabajadores ilusionándolos alrededor de miserables conquistas que en nada cambian su condición de explotado; frena su espíritu de lucha, pone trabas a la expansión combativa del proletariado para poder prolongar e intensificar la miseria y la explotación. El Sindicalismo Revolucionario, por el contrario, sin menospreciar ni una sola de las conquistas mínimas que se pueden obtener diariamente, facilita a la clase trabajadora la elevación constante del nivel de su propia conciencia de clase, canaliza la combatividad por los causes más seguros, aprovechando al máximo las fuerzas liberadoras que lleva en sí el proletariado como clase revolucionaria, conduciéndola certeramente hacia la consecución de su destino histórico.
Hemos visto, también, que los anarco-sindicalistas, bajo una aparente bandera revolucionaria,
lanzan a los trabajadores, desorganizados y sin dirección, a combates prematuros o innecesarios,
ocasionando la desmoralización y el quebranto en la lucha sindical. El Sindicalismo Revolucionario
por el contrario, organiza, ordena y unifica a los trabajadores en un movimiento consciente y disciplinado, capaz de sostener las conquistas obtenidas; de avanzar, cuando las condiciones sean
favorables o de retroceder cuando haya necesidad de reagrupar alas fuerzas preparando las próximas acciones.
El Sindicalismo Revolucionario consiste en organizar, dirigir y preparar a los trabajadores para las acciones diarias contra la clase patronal por todas aquellas reivindicaciones inmediatas que hagan
posible el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores; sin perder de vista ni un solo instante, que estas ganancias son relativas y pasajeras; pues el proletariado no cambiará su condición de clase explotada, mientras no cambie fundamentalmente el sistema económico que hace posible la explotación de unos hombres por otros. ¿Por qué son pasajeras o transitorias esas
ganancias? Porque bajo el régimen de producción capitalista, los patronos rápidamente maniobran
para aumentar el precio de los artículos que consumimos o para burlar por mil medios las prestaciones sociales y, de esa manera, al poco tiempo estamos en las condiciones anteriores.
Los Sindicatos Revolucionarios luchan sin desmayo ni claudicaciones por salarios más altos, por mejores condiciones de trabajo, por el abaratamiento de los artículos de primera necesidad, de la
vivienda, de la educación, de las medicinas ,por leyes de trabajo más ventajosas para los trabajadores, por el funcionamiento y extensión del Seguro Social y, simultáneamente, en el fuego de estas luchas diarias, infunden a las masas obreras el temple acerado que convierte al proletariado en la clase dirigente de la lucha por la democracia17 y la liberación del país.
Los Sindicatos Revolucionarios utilizan las conquistas inmediatas (reformas sociales) como puntos de apoyo desde los cuales está el proletariado en mejor posición para luchar por sus conquistas futuras. En cambio, los sindicatos reformistas se sirven de las pequeñas conquistas del proletariado, para que la clase patronal afiance sus posiciones y esté en capacidad de intensificar en mayor grado la explotación sobre las espaldas de los trabajadores.
En una palabra, el sindicalismo reformista y el anarco-sindicalismo, representan los intereses de la clase patronal; sirven al campo de la reacción, del atraso y de la explotación. El Sindicalismo Revolucionario representa los intereses de la clase trabajadora, sirve al campo de la revolución, del progreso y de la liberación.
El Sindicalismo Revolucionario sostiene que los trabajadores debemos prepararnos, no solo para la lucha económica cotidiana contra los patronos, sino también, para la lucha política a través de nuestro partido político. Esto significa que el SINDICALISMO REVOLUCIONARIO despierta en
los trabajadores la conciencia de nuestro propio valer, nos arranca del campo de las reservas políticas de la clase patronal, nos ayuda a realizar nuestra emancipación política y nos muestra la
perspectiva grandiosa de las enormes tareas históricas que al proletariado toca realizar.
El Sindicalismo Revolucionario lucha por la más completa UNIDAD de todos los trabajadores, pues, los trabajadores no contamos con más armas que la unidad y la organización en nuestra lucha contra la explotación y la miseria. Y, es natural entonces, que mientras más amplia y sólida seanuestra unidad y nuestra compactación, mayor capacidad tendremos para llevar adelante nuestra lucha. Por eso, dentro de los sindicatos no puede haber distinciones ni discriminaciones por diferencias religiosas, por partidos políticos, por raza, color, sexo, etc.; pues en el sindicato nos une, esencialmente, nuestra calidad de explotados y nuestro deseo de emancipación.
Eso explica por qué el Sindicalismo Revolucionario delimita perfectamente bien los campos entre
un Sindicato y un Partido Político. Los sindicatos NO SON NI PUEDEN SER UN PARTIDO POLÍTICO: Ayudan o perjudican, según su orientación, a la política de clase del proletariado; pero no pueden desempeñar obreros de su respectiva industria, gremio, o empresa, sin distinción alguna.
Además, el Sindicalismo Revolucionario persigue la unidad de los trabajadores no sólo dentro de los marcos estrechos de su propia profesión, sino que preconiza la unidad de todos los sindicatos a través de una CENTRAL SINDICAL UNICA (llamada también Confederación de Trabajadores) que funda los distintos sectores obreros en un solo movimiento sindical disciplinado, compacto, consciente y poderoso.
El Sindicalismo Revolucionario sostiene que los sindicatos deben ser totalmente independientes del Estado, del clero, de los patronos y de cualquier otra influencia extraña que busca encadenarlos al carro patronal.
El Sindicalismo Revolucionario exige respeto a la DEMOCRACIA SINDICAL. En los Sindicatos Revolucionarios los acuerdos y resoluciones emanan de la base; son el resultado efectivo de la voluntad de las mayorías libremente expresada y ese fallo de las mayorías se respeta y se cumple.
El Sindicalismo Revolucionario exige honestidad absoluta a los dirigentes obreros. No caben dentro de los Sindicatos Revolucionario los dirigentes corrompidos, degenerados, vendidos, oportunistas y traidores de la clase obrera; por eso, esta clase de dirigentes combaten al Sindicalismo Revolucionario que desenmascara sus maniobras perjudiciales para los trabajadores.
El Sindicalismo Revolucionario exige respeto para la mujer obrera. Los Sindicatos Revolucionarios no permiten que compañeras. En el Sindicato Revolucionario tanto obreros, como obreras son absolutamente iguales, pues tanto unos como otras, somos explotados y luchamos en pie de igualdad por liberarnos de la miseria y por defender la vida de nuestros hijos.
Por todas estas razones, en el seno de los Sindicatos Revolucionarios se pone en práctica la CRITICA Y LA AUTO-CRITICA, para poder descubrir nuestras fallas y errores, encontrar sus
causas y superarlos en beneficio de la lucha colectiva.
El Sindicalismo Revolucionario estrecha los lazos que unen a los trabajadores de todos los países para poder aprovechar íntegramente la rica experiencia de la fecunda lucha obrera y para ayudarse mutuamente en la conquista de sus aspiraciones proletarias.
Podemos sintetizar los rasgos esenciales del Sindicalismo Revolucionario, de la siguiente manera:
1. Los Sindicatos deben de ser órganos de Unidad de los trabajadores, sin distinción de raza, color, religión, sexo o credo político.}
2. Los Sindicatos NO DEBEN SER APOLÍTICOS, sino que deben de servir la política de clase del proletariado.
3. Los Sindicatos deben de luchar con todas sus fuerzas por arrancar a la clase patronal, conquistas económicas y legislativas que mejoren las condiciones de vida de los trabajadores.
4. Estas conquistas deben servir como puntales para afianzar las posiciones del proletariado y prepararlo para su liberación de las garras de la explotación.
5. Los sindicatos, para poder desarrollar esta lucha, necesitan ser independientes de toda influencia extraña, ya sea que éstas se encubran bajo la intervención del Estado, del Clero, de los
patronos o de los Partidos Electoreros.
CAPITULO IV
FORMA Y ESENCIA DE LOS SINDICATOS
Es absolutamente cierto que la forma en que los obreros estemos organizados tiene gran importancia para utilizar nuestra fuerza con mayor efectividad. Por ejemplo, un sindicato de oficios varios no pueden llegar a adquirir la fuerza de un sindicato gremial que englobe a todos los
trabajadores de un oficio en plano nacional; lo mismo que un sindicato de empresas, aislado, no puede adquirir la potencia de un Sindicato de Industria.
Es, pues, de gran importancia para el movimiento sindical, la estructura orgánica, el esqueleto, podríamos decir, de los sindicatos. Pero sería un error, que de esto dedujéramos que la estructura orgánica es decisiva en los sindicatos y que es el elemento que los convierte en verdaderos defensores de los obreros. No, la capacidad de un sindicato y el temple necesario para la lucha por los derechos obreros está en relación directa con la orientación ideológica que siga.
Esto lo vemos claramente en los casos de grandes sindicatos de industria o poderosas federaciones de industria que están dirigidas por líderes oportunistas y bajo orientación amarillista. Estos sindicatos o federaciones, a pesar de tener en sus arcas grandes cantidades de dinero, de hacer gala de una organización bien ajustado en todos sus departamentos, de poseer órganos de publicidad y cantidades de dinero, de hacer gala de una organización bien ajustado en todos sus departamentos, de poseer órganos de publicidad y cantidades enormes de miembros, van siempre a remolque de la política obrera que tracen los gobiernos en acuerdo con la clase patronal, no hacen valer consecuentemente los intereses de clase, claudican lamentablemente ante las pretensiones patronales y hacen vegetar el movimiento en una angustiosa sensación de impotencia y frustración.
Esos sindicatos son, a los sumo, gigantescos organismos que alimentan a una burocracia obrera entregada en brazos de los enemigos de la clase obrera.
En vez de ser poderosos organismos de emancipación proletaria, son instrumentos que sirven a los explotadores, monstruosas cadenas que atan más a los obreros al carro de sus opresores.
Y eso explica, porque no es sólo la relación de CANTIDAD la que determina que un sindicato sea
la organización defensora de los trabajadores, sino, más aún que la cantidad, es el espíritu de combate, es el grado de conciencia de clase, es, en una palabra, la CALIDAD REVOLUCIONARIA la que convierte a los sindicatos en la más efectiva arma de unidad y lucha por la conquista de las reivindicaciones.
Porque, ¿qué utilidad efectiva y permanente reporta para los intereses de la clase obrera un inmenso sindicato que esté en manos del gobierno o del clero? Será una preciosa maquinaria para incensariar las actitudes políticas de los jerarcas eclesiásticos o las acciones despóticas de un gobierno, según el caso; o para movilizar a los obreros como rebaños oficiales o clericales en las campañas políticas o eventos electoreros; pero bajo esas circunstancias, no podrá ser jamás el organismo potente que rompa las trincheras de la resistencia patronal y ayude a liberar a nuestra clase de la miseria y la ignorancia.
Esto nos indica que no es sólo la forma organizativa la que decide la consecuencia o inconsecuencia de un sindicato. De lo que sacamos en claro que los obreros, de acuerdo con las condiciones propias de su oficio o industria, pueden hacer uso de los diversos métodos de organización de que dispongan: sindicatos gremiales, de empresa, sindicatos y federaciones de Industria, procurando vigorizarlos y fortalecerlos, al máximun. Esto es, que en unas industrias será mucho más conveniente y práctico organizarnos por sindicato de industria; mientras que en otras, dadas las condiciones de distancia, dispersión de los centros de trabajo y otros factores propios, será necesario organizarse por empresa y unificarse a través de una federación de industria que unifique a todos los trabajadores de esa industria.
Lo verdaderamente importante es organizarnos en la forma que facilite más la unificación de todos y cada uno de los trabajadores de cada industria e imprimirle a estas organizaciones el impulso y la orientación revolucionaria que canaliza y dirige a cada una de las voluntades y esfuerzos proletarios por el camino más recto y menos doloroso en la conquista de una mañana radiante y plena de felicidad para todos.
Lo importante es la unidad y que esta unidad esté orientada por una teoría de avanzada; la teoría del Sindicalismo Revolucionario. De lo contrario, podrá ser muy grande un sindicato desde el punto de vista de la CANTIDAD; pero, si no está armado de la teoría clasista, si no tiene una esencia proletaria, una CALIDAD REVOLUCIONARIA, tendrá que ser, necesariamente, nulo y nocivo a los propios intereses fundamentales del proletariado.
Los explotadores temen la forma de la organización sindical, indudablemente, de lo contrario no harían resistencia a la conquista del derecho sindical de los trabajadores, ni hubieran puesto tantas trabas a la legalización de los sindicatos de industria, ni hubieran estrechado el límite de esta clase de sindicatos, ni tuvieran prohibidas las federaciones ni la Confederación de Trabajadores, pero, incluso, se arriesgan a tolerar estas conquistas cuando creen que podrán desviarlas de sus finalidades, cuando creen que pueden aprovecharlas en su beneficio. Un ejemplo de esto lo tenemos en la Confederación de Trabajadores: ahora niegan ese derecho a los obreros porque no están seguros de controlarla; a gran parte de los trabajadores y sobornar a dirigentes venales y oportunistas, entonces, el gobierno estaría dispuesto a reconocer ese derecho, puesto que a través de una confederación espúrea controlada por el Estado, el gobierno cree que podría tener en un puño a todos los obreros organizados.
Por eso la Confederación de Trabajadores no debemos esperarla de la “buena voluntad” del gobierno; sino que debemos conquistarla, arrancarla a base de una lucha consciente y decidida.
Tenemos, pues, que aún cuando los explotadores temen a la forma de la organización sindical, es a su esencia, a su contenido revolucionario a lo que con más saña combaten; porque, precisamente, por ese lado es por donde les aprieta el zapato con más dureza; porque es lo único que indica a los obreros la manera de arrancar a los patronos, las conquistas vitales que NUNCA ESTARAN DISPUESRTOS A ENTREGAR SIN LUCHA.
De esto no se deduce, en manera alguna, que no debemos de luchar por sindicatos poderosos, NO, eso sería un grave error; pues, como hemos visto más arriba, la forma organizativa tiene gran importancia para la lucha sindical, pues la organización de los obreros en grandes sindicatos hace más viable su compenetración de un alto nivel de solidaridad y ayudan en mayor grado a limar sus prejuicios y a borrar las diferencias entre los obreros de distintas especialidades y categorías; la solución del problema y la armonización entre la forma y la esencia consiste, en la organización de GRANDES ORGANIZACIONES SINDICALES DOTADAS DE UN ALTO NIVEL DE CONCIENCIA DE CLASE Y ESPIRITU REVOLUCIONARIO.
Y aquí es donde revela en toda su trascendencia la necesidad de luchar implacablemente contra todas las tendencias oportunistas.
CAPITULO V
FORMAS DE ORGANIZACIÓN SINDICAL
Sin perder de vista estas importantísimas cuestiones, pasaremos a hacer unas breves consideraciones sobre las diversas formas de organización sindical.
Las formas más conocidas de organización sindical son cuatro:
1. Sindicatos de oficios varios.
2. Sindicatos gremiales.
3. Sindicatos de empresa.
4. Sindicatos de industria.
SINDICATO DE OFICIOS VARIOS
El Sindicato de oficios varios es el formado por trabajadores de diferentes especialidades u oficios
que trabajan en distintos talleres, en aquellas poblaciones en las que a los trabajadores de cada oficio les sea imposible alcanzar el número que determinen las leyes para organizar su propio sindicato. (La ley de Sindicatos actual no contempla la organización de estos sindicatos).
Esta clase de sindicatos es totalmente inconveniente, pues, con la formación de sindicatos que abarquen a todo el país, los pequeños núcleos de obreros de las localidades modestas, tendrán que organizarse dentro de un sindicato general que es a quien corresponde defenderles.
SINDICATO GREMIAL
El Sindicato gremial es el formado por los trabajadores de un mismo oficio o especialidad que trabajen en distintos talleres.
Dadas las condiciones de atraso artesanal en que se encuentran nuestros países, no es posible prescindir, por de pronto, de esta clase de sindicatos. Esto plantea la necesidad de luchar con energía dentro de los sindicatos gremiales, contra todos los resabios negativos propios de la estrechez gremial.
En consecuencia, es esencial:
a) Que no se formen sindicatos por región o zona; sino que, por el contrario, cada sindicato gremial tenga amplitud nacional englobando a todos los obreros del respectivo oficio.
b) Dentro del sindicato no deben establecerse categorías; al contrario, deben de borrarse las diferencias entre aprendices, medio-operarios u operarios, pues tanto los unos como los otros son
trabajadores que sufren la explotación patronal.
Estas condiciones permitirán que los sindicatos gremiales puedan vencer los perjuicios propios de
su condición artesanal y que se conviertan en organizaciones fuertes y compactas.
SINDICATOS DE EMPRESA
Los Sindicatos de empresa son los formados por trabajadores de distintos oficios o especialidades
que trabajan en una misma empresa.
Con la organización de sindicatos de industria, esta forma organizativa sólo se justifica en los Casos en que formen federaciones de industria centralizadas y, en aquellos otros, en que sólo exista una empresa de la industria de que se trate.
SINDICATOS DE INDUSTRIA
Los Sindicatos de industria son los formados por los trabajadores de distintos oficios o especialidades de una industria.
Esta es la forma Sindical que facilita en mayor grado la más amplia organización entre las grandes masas de trabajadores. La clase obrera salvadoreña luchó infatigablemente hasta conquistar el reconocimiento legal de los sindicatos de industria; sin embargo, la Ley de Sindicatos de Trabajadores actual, tal como fue aprobada en contra de la voluntad de los trabajadores por la Asamblea Nacional Legislativa, restringe considerablemente el marco de los Sindicatos de Industria, al introducir en su texto la frase “rama industrial especializada” (Art. 5), con lo que obliga a formar varios sindicatos dentro de una misma industria.
¿Cómo funciona un Sindicato de Industria?
Las bases del Sindicato de Industria las forman las SECCIONALES. En cada empresa o concentración importante de trabajadores se forma una seccional del Sindicato, dentro de la cual se elige un Comité Seccional (una torpe disposición de la Ley Sindical establece solamente Seccionales Departamentales, equiparando en su funcionamiento a los sindicatos gremiales con los de industria. Esto tendrá que causar serias dificultades a los sindicatos de industria, sobre todo a aquellos que tengan fuertes núcleos de trabajadores concentrados en fábricas o empresas enclavadas en localidades distintas de un mismo departamento). La Dirección del Sindicato está a cargo del Comité Ejecutivo General (o Central), electo democráticamente por las bases.
En los Sindicatos de Industria, es casi del todo imposible que se reuna la mayoría de miembros para asistir a las Asambleas Generales, pues eso lo impiden las distancias que median entre los distintos centros de trabajo organizados en seccionales. Por esa razón de gran peso, leyes sindicales de otros países establecen que no hay necesidad de celebrar Asambleas Generales en los sindicatos que tienen amplitud nacional. Esto queda subsanado con los Consejos y Congresos Nacionales del Sindicato. Además, los problemas y proposiciones que afectan a todo el Sindicatos son elevados a la consideración de todas las Asambleas Seccionales, en donde son discutidos; siendo obligatorios, cuando han recibido la aprobación de la mayoría de seccionales. (Así funcionan, por ejemplo, los grandes sindicatos de industria en México). Este procedimiento lo contempla la actual ley de sindicatos salvadoreña, pero sólo para los casos como “elección de la Junta Directiva General, aprobación de Estatutos y otros similares” (Art. 15) dejando expresamente para las Asambleas Generales “aprobar las cuentas semestrales”, “aprobar los contratos y convenciones colectivos de trabajos que afecten a todo el Sindicato”, “decidir sobre todos aquellos asuntos que no estén encomendados a otro órgano” (Art. 14 Apart. b). Además, la ley prohíbe que unos miembros estén representados por otros, salvo en los “casos de aprobación de la Memoria o de un contrato o convención colectiva de trabajo” (Art. 18, inc. d).
Eso traba toda la marcha normal del sindicato, pues, para celebrar las Asambleas Generales –se necesitaría PARAR EL TRABAJO de la industria-, lo que lógicamente es imposible realizar tan sólo para este objeto.
Se podrá alegar que esta situación es salvada convocando a nuevas Asambleas Generales, en las que se tomen los acuerdos con los que asistan (Art. 16); pero eso es una solución que no salva nada; pues condena al Sindicato a ser regido antidemocráticamente por una minoría privilegiada que viva cerca del lugar en que se efectúan las Asambleas Generales.
Otro aspecto de este mismo problema, que puede tener consecuencias de incalculable daño para los trabajadores y que conduce a la negación del derecho a huelga, es que la Ley Sindical remite a la competencia de las Asambleas Generales Extraordinarias “acordar las huelgas” (numeral 1 del
apartado d, del artículo 13) siendo de competencia de las seccionales extraordinarias “cuando la
huelga afectare únicamente a la seccional respectiva” (artículo 14, numeral 1 del apartado c).
No importa qué reglamento se dé a los conflictos colectivos de trabajo, el hecho es que, mientras no sean reformadas esas disposiciones dañinas(que contiene la Ley de Sindicatos), cualquier futura Ley de Conflictos Colectivos de Trabajo que promulgare el gobierno tendrá que estar de acuerdo con este dictado: que las huelgas que afecten a todo el Sindicato deben ser aprobadas en Asamblea General Extraordinaria y que en ellas debe estar presente la mayoría requerida de miembros por otros, ni puede convocarse a una nueva reunión en la que se pueda tomar el acuerdo con los que asistan. (Esto último está expresamente prohibido en el Art. 17).
Todo esto indica, que un sindicato para declarar una huelga que afecte a todo el Sindicato tiene que reunir a sus miembros en un solo lugar; significa que los miembros de las seccionales tendrán que trasladarse desde todos los lugares de la República (donde funcionen), al punto en que ha de celebrarse la Asamblea General Extraordinaria para decidir la declaratoria de huelga.
¿Cómo pueden los miembros de las seccionales efectuar ese traslado en masa? Pues, sencillamente, ABANDONANDO EL TRABAJO, paralizando el trabajo de toda su industria, cuando TODAVIA NO SE HA DECLARADO LA HUELGA, y cuando ni siquiera se ha decidido definitivamente declararla. Lo que es lo mismo, que los trabajadores TENDRAN QUE LLEVAR A CABO UNA HUELGA NO DECLARADA, como requisito previo para acordar la huelga.
¡A esos contrasentidos conducen los engendros de “disposiciones armónicas” elaboradas por el Ministerio de Trabajo! El ridículo acompaña a estos “sabios” en sus esfuerzos por donar la píldora
de la explotación, que quieren hacer tragar a los trabajadores. Esto, que afecta al Sindicato de Industria, reza también con los sindicatos gremiales.
Y ya sabemos por experiencia amarga, los trabajadores salvadoreños, la ferocidad que se gasta la
policía y el ejército, cuando de reprimir las huelgas no declaradas se trata.
Aún cuando resultaría una solución sumamente forzada, podría remediarse, en parte, esta situación si la futura ley de Conflictos Colectivos de Trabajo estableciera que sea legal el abandono de trabajo que tenga por objeto considerar la declaratoria de huelga.
No tendríamos que estar ante este problema si la Ley de Sindicatos diera lugar a que las Asambleas Seccionales pudieran discutir la declaratoria de huelga (que afecte a todo el Sindicato), y que esta declaratoria pudiera tramitarse legalmente al recibir la aprobación de la mayoría de miembros requerida –y cuyos votos se emitirían en las mismas Asambleas Seccionales-, estableciendo idéntico procedimiento para todos las decisiones que afecten a todo el Sindicato. Pero esta solución justa y natural les asusta, pues la finalidad del gobierno es impedir a todo costa las huelgas y defender os intereses de los patronos. Por esa razón no se permitió a los obreros expresar libremente su opinión en el seno de la Asamblea Nacional Legislativa cuando se discutió la ley que nos ocupa.
Esa es también la razón de los cómicos afanes del Señor Ministro para elaborar leyes “genuinamente salvadoreñas”, que de tales no tienen nada; pues ni siquiera pueden llamarse “salvadoreñas” las “originales” disposiciones constrictoras que ahogan e impiden el libre ejercicio
del derecho sindical y del derecho a huelga ya que obedecen al inveterado afán de todos los representantes de los explotadores del mundo entero, por someter a los explotados y reprimir su anhelo de mejoramiento y liberación.
Ahora apagados un poco los estruendos que anunciaban su llegada, podemos contemplar serenamente la famosa “fórmula salvadoreña” que “estudió cuidadosamente” el Gobierno y que fue proclamado con acompañamiento de bombo y platillos por el Señor Ministro de Trabajo en su
“histórico discurso” el 18 de julio pasado. Vemos que no se trata más que de una menguada versión de la fábula del Parto de los Montes: después de tanto retumbo, el monte, en vez de parir una montaña, ha dado a luz… un mísero ratón! Y, después de semejante parto, todavía tiene alientos el heroico Señor Ministro para quejarse amargamente de que los desagradecidos trabajadores no hayan salido jubilosos a la calle, con flores y cohetes, a celebrara el acontecimiento de la llegada de la Ley Sindical. No pongamos oídos sordos a sus lamentos, oigámosle: “Los agentes comunistas, dice, consiguieron confundir a más de un líder sindical honesto y sincero, para convertir esos días que debieron de ser de júbilo (¿Otro día de “júbilo” como el del 26 de Diciembre? Nota de SC.C), en días de desaliento…”.
¡Preciosa confesión de fracaso ante la capacidad de visión de los trabajadores! Equivocada valoración acerca de la actitud proletaria, al calificar de desaliento lo que no es más que el limpio reflejo de la condenación de los métodos demagógicos del gobierno.
Los trabajadores hemos comprendido claramente que bajo la podrida cantinela de “combatir al
comunismo” y a las “ideas exóticas” (vieja canción de Max. H. Martínez y nueva canción del Gobierno de Osorio), se esconde, pérfida como serpiente, la finalidad de quitarle al sindicalismo salvadoreño todo perfil de combatividad, de independencia y de anular los derechos que con tantos sacrificios ha conquistado la clase obrera salvadoreña.
En realidad, no es desaliento lo que ha sentido el proletariado; sino todo lo contrario, es determinación dinámica de seguir luchando. Los obreros no nos quedaremos con los brazos cruzados ante los intento de ahogar en leyes restrictivas los irrenunciables derechos que nos reconoce la Constitución Política.
Todo esto nos indica, en primer lugar, el descarado sentido demagógico de la ley Sindical encaminada a restringir la libertad sindical y a suprimir el derecho Constitucional de Huelga; en segundo lugar, que los trabajadores estamos en capacidad de combatir la demagogia y, en tercer lugar, que debemos levantar un movimiento nacional poderoso por las reformas inmediatas a la Ley Sindical vigente, y por la promulgación de una amplia Ley de Conflictos Colectivos de Trabajo transformándolas en leyes de positivo beneficio para la clase trabajadora.
LAS FEDERACIONES
Como consecuencia lógica y armónica de estas clases de sindicatos, aparecen las FEDERACIONES, las cuales son de dos clases: FEDERACIONES DE INDUSTRIA y FEDERACIONES REGIONALES.
Las Federaciones de Industria son las formadas por sindicatos que pertenecen a una misma industria, y las Federaciones Regionales, aquellas que se forman con sindicatos sin tomar en cuenta su calidad profesional, sino el lugar o zona donde están establecidos.
Las Federaciones de la Industria tienen un funcionamiento similar a los sindicatos de la industria
con la diferencia fundamental de que en vez de estar formadas por Seccionales, se integra con Sindicatos (de empresa o gremiales) de una misma industria.
En las federaciones existe el peligro de que los sindicatos integrantes se sienten demasiado desligados y no actúen como parte de un organismo único. Eso mismo puede acontecer en Sindicatos de Industria cuyos estatutos otorguen demasiada autonomía (financiera y administrativa) a sus seccionales.
Las federaciones, para que unifiquen completamente a los trabajadores de una misma industria necesitan tener una efectiva CENTRALIZACION y, su Comité Ejecutivo debe estar investido de autoridad y respaldo suficiente para dirigir la lucha general de los obreros de la rama industrial de que se trate. Hay países, en donde las federaciones son la forma sindical predominante (en Cuba, por ejemplo, en donde los obreros industriales vitales: azucareros, tabacaleros, ferrocarrileros, marítimos, etc, están unificados a través de poderosas federaciones de industria).
Los problemas locales los discute cada sindicato en su respectiva jurisdicción pero los problemas
que afectan a toda la industria los discute el Ejecutivo Central de la Federación (en el que están representados todos los sindicatos federados), siendo luego discutidos en Asambleas Sindicales. El voto de la mayoría de Asambleas de Sindicatos hace obligatoria una resolución para toda la federación.
La máxima autoridad de la Federación la constituye el Congreso integrado por los representantes de todos los sindicatos federados, que se reúne anualmente.
A pesar de que le proletariado desde hace mucho tiempo viene luchando ardientemente por conquistar el derecho a organizar federaciones, nuestra actual Ley de Sindicatos no permite su funcionamiento, despojando a la clase obrera salvadoreña de uno de sus más efectivos medios de organización.
No hace falta señalar la gran importancia que para los trabajadores salvadoreños adquiere en este momento la lucha por conquistar el derecho a la formación de federaciones, aboliendo la anticonstitucional prohibición de organizar “Sindicato de Sindicatos”, que aún, más que contra las
federaciones, está enfilada a impedir al proletariado salvadoreño la formación de su querida Central Sindical Unica.
LA CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES O CENTRAL SINDICAL UNICA
La Confederación de Trabajadores, llamada también CENTRAL SINDICAL, es la organización más avanzada del movimiento sindical de un país. Es su más alta expresión.
Donde quiera que hay movimiento sindical, existe la Confederación de Trabajadores; no es posible concebir lo uno sin lo otro.
Está compuesta por todos los sindicatos nacionales (es decir, de amplitud nacional) y por las federaciones, de industria o zona, unidos orgánicamente para la defensa de los intereses que son comunes a todos los trabajadores.
La Confederación de Trabajadores es el organismo que une a todos los sindicatos y federaciones, dispersos, en un solo movimiento sindical coordinado, compacto y disciplinado.
Cuando los sindicatos están dispersos, sin un lazo de unión que coordine sus actividades, el movimiento obrero camina a ciegas, dividido y confuso. Cada organización “jala” por su lado sin plan ni concierto; cada militante sindical se concreta a procurar el engrandecimiento exclusivo de su respectiva organización sin preocuparle las condiciones en que vive el resto de trabajadores, ni
atender la lucha general de la clase obrera, descuidando los problemas que afectan por igual a todos los asalariados.
Esa es, prácticamente, la situación del movimiento sindical salvadoreño en la hora actual, por no existir la Central Sindical. Frente a ese cuadro de dispersión e insensatez se alza la realidad de las
clases feudal y capitalista perfectamente organizadas a través de poderosas organizaciones patronales que controlan la vida económica del país.
ayudó a la Sociedad a salir del estado bárbaro y pasar a la civilización; sin embargo, a medida en que las fuerzas productivas de la Sociedad se iban desarrollando, este régimen se convirtió en una traba para el desarrollo de la Sociedad.
La explotación sin escrúpulos que Roma llevaba a cabo sobre las provincias conquistadas, los enormes impuestos recaudados con el fin de mantener el orden interno y detener las invasiones de los bárbaros determinó un empobrecimiento general. En igual medida retrocedió el comercio, los oficios, las artes, la agricultura, disminuía la población, decayeron las ciudades. Las grandes explotaciones agrícolas a base de esclavos fueron desapareciendo, pues ya no era económicamente costeable el trabajo de los esclavos. El número de esclavos liberados aumentaba sin cesar, pasando a convertirse en COLONOS, que tenían que pagar enormes tributos en dinero o en parte de la cosecha dueño de las tierras.
Pero, al mismo tiempo que la esclavitud ya no podía continuar siendo la base de la producción, existía la imposibilidad de que los hombres libres pudiera trabajar, pues se consideraba el trabajo
como una actividad deshonrosa, propio únicamente de esclavos. Las grandes insurrecciones de los esclavos y las invasiones de los bárbaros, aceleraron el proceso de liquidación del régimen de esclavitud. Este fue reemplazado por una nueva forma social de producción llamada:
EL FEUDALISMO
En el feudalismo ya no había esclavos, pero siempre la sociedad estaba divida en clases: en el campo, los señores feudales (llamados también latifundistas porque poseían inmensas extensiones de tierra) explotaban el trabajo de los SIERVOS. Los señores ya no tenían el derecho de matar a sus siervos, pero éstos tampoco podían abandonar las tierras (llamadas feudos) de su señor y, si el feudo era vendido, pasaban junto con la tierra, instrumentos de trabajo y animales a ser propiedad de un nuevo señor.
En la ciudad predominaba la ARTESANIA, que se dedicaba al trabajo manual (herreros, sastres, orfebres, etc.).
Tanto en la ciudad como en el campo la producción tenía un carácter NATURAL, es decir, que no
se producía para el cambio, para la venta, sino que los productos eran esencialmente para el consumo familiar.
Los artesanos, con el fin de defender los oficios y evitar la competencia, formaban organizaciones compuestas por maestros (que eran los dueños de taller), compañeros (que eran los operarios) y los aprendices. Dichas organizaciones de llamaban CORPORACIONES. Los artesanos tenían que pasar por la categoría de aprendices y operarios para poder llegar a Maestro, o sea, dueño de su propio tallercito. Sin embargo, ya en los últimos tiempos del feudalismo, a los operarios se les hacía casi imposible llegar a esta última categoría convirtiéndose las corporaciones en organismos que representaban esencialmente los intereses de los Maestros, ayudándoles a acentuar la explotación sobre los operarios y aprendices.
Mas, el régimen feudal no iba a ser eterno, porque ninguna formación social de producción pasada, presente o futura, puede considerarse como algo quieto e inmóvil; pues, siguiendo las leyes de la naturaleza y de la sociedad, todo tiene que nacer, desarrollarse y desaparecer. Eso sucedió con el feudalismo.
En efecto, la enorme intensificación del comercio, tanto interno como externo, impulsada por los grandes descubrimientos de nuevas tierras y nuevas rutas (descubrimiento de América y de la ruta marítima alrededor de África para llegar a las Indias Orientales y China) hacían insuficiente la producción, estrecha y atrasada, ya no era suficiente para cubrir las necesidades crecientes de la sociedad. “Concentrar y ampliar esos medios de producción, transformarlos en poderosas palancas de la producción moderna, era el papel histórico de la producción capitalista y de la burguesía”.7
Veamos cómo se efectuó este proceso.
En esa época de enorme actividad comercial, los comerciantes -agrupados cerca de los castillos, en el seno de las ciudades (BURGO quiere decir ciudad, de allí se originó el nombre de BURGUESIA)– adquirieron gran influencia económica. Sin participar en el proceso de producción, los comerciantes compraban y vendían los productos; sirviendo de intermediarios entre los productores acumularon rápidamente enormes riquezas.
Veamos, ahora, cómo estos comerciantes se convirtieron en empresarios capitalistas: inicialmente, los artesanos venden sus productos a los comerciantes, luego éstos facilitan dinero y materias primas para la elaboración de sus productos; finalmente, los comerciantes terminaron por apoderarse de los instrumentos de trabajo de los artesanos y los concentran en grandes locales de trabajo manual llamados MANUFACTURA. “Al lado de la pequeña producción, apareció la gran producción capitalista: LA MANUFACTURA… de la manufactura capitalista, en la que el trabajo manual constituía la base de la producción, surgió la fábrica capitalista provista de potentes medios mecánicos”.8
Vemos, pues, cómo de la clase de los comerciantes, surge la clase de los modernos capitalistas: los
modernos BURGUESES.
Por este proceso, vemos también, cómo los artesanos que al principio eran propietarios de sus medios de producción, vendían sus productos a los comerciantes y tienen que entregar, después, sus instrumentos de producción en manos de aquellos. Al final de este proceso, se encuentran ante la necesidad de VENDER SU FUERZA DE TRABAJO POR UN SALARIO, como único recurso para poder vivir. En esta forma nace una nueva clase completamente desconocida en los anteriores estados de la Humanidad. Esa es la clase del PROLETARIADO,9 o sea, la CLASE OBRERA.
Ante el desarrollo de la producción burguesa agigantada por el descubrimiento de la máquina y del vapor, se interponía las trabas feudales: en el campo, los señores feudales imponían tributos al paso de las mercancías; en la ciudad, las corporaciones artesanas por medio de los privilegios gremiales luchaban contra la nueva forma de producción. Además, esta forma de producción burguesa necesita enormes reservas de hombres libres de la servidumbre para que puedan vender su fuerza de trabajo dentro de las fábricas.
Eso no se podía llevar a cabo dentro del régimen feudal en el que los siervos tenían que trabajar toda la vida para el mismo señor feudal. Estas enormes contradicciones no era posible resolverlas
pacíficamente, era necesario una verdadera revolución10 que cambiara totalmente el sistema feudal y diera el poder político a la clase burguesa. Por eso la burguesía llevó a cabo la gran revolución industrial (revolución burguesa) que destruyó al régimen feudal, liberó de la servidumbre a los campesinos, destruyó las corporaciones artesanas y rompió las trabas que se interponían al desarrollo de la industria.
En esta forma se instauró el REGIMEN CAPITALISTA
El régimen capitalista se caracteriza porque la clase dominante, LA BURGUESIA, tiene en su poder los medios de producción (fábricas, máquinas, materias primas); mientras, la clase explotada.
EL PROLETARIADO, está absolutamente desposeída de todos los medios de producción, y sólo cuenta para su subsistencia con su fuerza de trabajo que vende por un salario.
Bajo este régimen, los productos no están destinados al consumo inmediato del productor; sino para la venta en el mercado.
El capitalismo ha hecho más simples los antagonismos de clase, dividiendo a la sociedad, cada vez
más, en dos campos encarnizadamente opuestos: LA BURGUESIA, por una parte, y EL PROLETARIADO, por la otra. La clase intermedia, que es la pequeña-burguesía, (pequeños comerciantes, propietarios de modestos talleres, campesinos medios, profesionales, etc.) a medida en que se arruina por la competencia de los burgueses, va a engrosar las filas del proletariado. Muy pocos pequeño-burgueses llegan a convertirse en burgueses.
La burguesía, por medio de la producción industrial, concentra a los obreros en las fábricas con lo
que los pone en capacidad de adquirir una clara conciencia de clase. Los obreros son explotados, pero se diferencian fundamentalmente de los esclavos, de los siervos y de los artesanos en los aspectos político y económico.11 En el aspecto político, los obreros poseen, legalmente, igualdad de derechos con los explotadores; teóricamente son considerados iguales ante la Ley; siendo, por
consiguiente, libres de vender su fuerza de trabajo a cualquier patrono. En el aspecto económico, los obreros no poseen medios de producción, no poseen máquinas, no poseen fábricas, no poseen
materiales (materias primas), ya que todo esto es propiedad privada de los burgueses. El trabajo es social (se efectúa en común); pero el producto de ese trabajo (que es la ganancia) es propiedad
privada del patrono.
El proletariado, como clase que sólo pudo nacer bajo estas condiciones históricas, encontró en el
Sindicato una forma más eficaz de lucha contra la burguesía por mejorar sus condiciones de trabajo y salarios. Por eso vemos, que en la medida en que se desarrollaba su instinto de clase iba creando nuevas formas de organización propias como las Cofradías, las Compañías, las Cooperativas, las Sociedades Mutualistas, y , finalmente, las Cajas de Resistencia, hasta desembocar en la forma de organización que refleja más certeramente sus intereses. Esa organización es el SINDICATO.
El Sindicato es una importante expresión espontánea de la lucha entre la clase obrera y la burguesía, brotada del desarrollo de las fuerzas productivas de la Sociedad; en consecuencia, el Sindicato no pudo nacer en las formas sociales de producción anteriores (no pudo nacer en la Comunidad Primitiva, ni en la Esclavitud, ni en el Feudalismo); sino que únicamente pudo surgir bajo el régimen de producción capitalista.
De esto, extraemos dos conclusiones:
1. Que el Sindicato, organización de lucha de la clase obrera, fue posible hasta que el desarrollo
de las fuerzas productivas engendró al proletariado.
2. De esto se deduce que el Sindicato no ha nacido del capricho o del deseo idealista de uno o más
“agitadores”; sino que asienta sus bases sobre la esencia misma del sistema capitalista de miseria y explotación de unos hombres sobre otros.
CAPITULO II
¿QUÉ ES EL SINDICATO?
El Sindicato es una organización de lucha de los trabajadores, reunidos para la defensa de sus
intereses comunes. Estos intereses son:
ECONOMICOS:
-lucha por mejores salarios.
-lucha por rebajar el alto costo de la vida: precio de los víveres, de la víveres, de la vivienda,
de los transportes, de las medicinas, etc.
SOCIALES:
-condiciones salubres de trabajo.
-prestaciones a la mujer.
-reducción de la jornada de trabajo.
-seguro social, etc.
POLÍTICOS:
-Lucha por la promulgación, ampliación y aplicación de un Código de Trabajo que legalice sus conquistas.
-lucha por hacer efectivas la Democracia, lucha por la paz.
-lucha por la liberación del país de los grandes intereses extranjeros.
La palabra “Sindicato” se deriva de “síndico”, por ser ese funcionario el encargado de defender los intereses de una comunidad, con lo cual se quiere significar que cada miembro de un sindicato es un defensor de los intereses colectivos. A su vez, la palabra “síndico”, como la inmensa mayoría de voces españolas, tiene sus raíces en el antiguo idioma Latín, derivándose directamente de la palabra “Syndicus”, que nació de la palabra griega “Síndikós” (Syn, quiere decir: co; dike: justicia). De tal manera, el significado que le damos a la palabra sindicato no traduce literalmente a las que le han dado origen; pero ello se debe a que una nueva interpretación (neologismo), o sea, un giro nuevo que se le ha dado a esa palabra.
¿QUÉ ES INSTINTO DE CLASE Y QUE ES CONCIENCIA DE CLASE?
Hemos visto que el sindicato es la expresión espontánea de la lucha entre los patronos y trabajadores.
¿Por qué decimos “expresión espontánea”?
Porque la organización Sindical no indica que los obreros tengamos conciencia de clase, indica solamente que tenemos “instinto”, “intuición” de clase, o sea: que ya sabemos que hay necesidad de unirnos para defendernos de la explotación. En otras palabras, nosotros nos agrupamos en el
Sindicato porque sentimos la explotación y porque instintivamente comprendemos que unidos podemos arrancarle al patrono algunas mejoras en los salarios y en las condiciones de trabajo. Pero hasta allí, no sabemos cómo se origina la explotación, de dónde proviene, no sabemos si es posible terminar con la explotación ni cómo es posible realizar ésto.
Por eso decimos, que al organizarnos en Sindicato estamos demostrando nuestro “instinto de clase” que debemos convertir en “conciencia de clase” definida que nos impulse a una lucha a fondo contra nuestros explotadores.
¿Qué es CONCIENCIA DE CLASE?
Conciencia de clase obrera es comprender que debemos unirnos todos los explotados, no sólo para defendernos de la explotación; sino también, para ABOLIR LA EXPLOTACIÓN, PARA LIBERARNOS DE LA EXPLOTACIÓN, para conquistar una forma social de producción en la cual ya no existan explotadores ni explotados, que no existan clases.
La expresión de este nivel de “conciencia de clase” es un PARTIDO POLÍTICO DE LA CLASE OBRERA que es el único que puede dirigirla acertadamente a la conquista de una vida de completa libertad, de absoluta ausencia de explotación.
De manera, pues, que para que los Sindicatos sean verdaderamente consecuente con los intereses de los trabajadores y del pueblo, debemos de luchar incesantemente por elevar su nivel de conciencia de clase para que estén en capacidad de ser poderosas palancas que ayuden efectivamente al proletariado en la tarea esencial de liberarse de la explotación.
De aquí se deriva la necesidad de luchar contra las tendencias sindicales inconsecuentes que buscan rebajar el nivel de conciencia de clase del proletariado.
CAPITULO III
CORRIENTES SINDICALES
Siendo que el Sindicato tiene por finalidad la defensa de los intereses de los trabajadores y que constituye un arma poderosa del proletariado para conquistar sus reinvidicaciones inmediatas, es lógico que la clase dominante se esfuerce por infiltrar su influencia dañina dentro del propio movimiento Sindical para desviarlo de los objetivos que persigue y obscurecer la conciencia de la
clase de los trabajadores.
Eso explica por qué dentro del movimiento sindical existen varias corrientes ideológicas, que luchan encarnizadamente por dirigirlo. Es de primera importancia comprender esto, para estar en capacidad de desempeñar un papel consciente dentro de las organizaciones obreras.
Las principales tendencias, dentro del movimiento sindical, son tres:
1°) El Sindicalismo Reformista o antirrevolucionario.
2°) El Anarco-Sindicalismo.
3°) El Sindicalismo Revolucionario.
EL SINDICALISMO REFORMISTA
A los sindicatos dominados por esta tendencia suele llamárseles SINDICATOS AMARILLOS.
Esta tendencia oportunista se presenta bajo una variedad de aspectos. Cambia de formas y matices, al parecer sin conexión entre sí, pero todas están enfiladas al logro de un mismo objetivo
fundamental: frenar la energía revolucionaria de la clase obrera para que la clase patronal pueda
disfrutar prolongadamente de los privilegios que le otorga su dominate posición.
Algunas de las formas que adquiere la tendencia reformista son:
1.Sindicalismo Oficializado
2. Sindicalismo “Social- cristiano”
3. Trade-Unionismo.
1. SINDICALISMO OFICIALIZADO
Los Sindicatos de este tipo presentan la característica de que están dirigidos por el Gobierno del
Estado, quien (aún en contra de la voluntad de los miembros de base) los somete a sus propios intereses políticos, valiéndose de líderes venales y oportunistas, a quienes utiliza al mismo tiempo, como correas de transmisión, como enyugadores y como instrumentos de intimidación.
En estas organizaciones, los dirigentes se convierten rápidamente en activos agentes o policías al
servicio de las oligarquías dominante y transforman a sus sindicatos en verdaderas oficinas gubernamentales. De estas “oficinas” o sindicatos está desterrada totalmente la Democracia sindical. Las camarillas gubernamentales asaltan los puestos de dirección utilizando todos los medios de imposición: fraude en las votaciones, sofocación sistemática de la voluntad de las mayorías e, incluso, instauran como medidas desesperadas, el gangsterismo y la bandas armadas.
El nazi-fascismo perfeccionó, por medio del terror y la demagogia, los métodos utilizados en la organización de estos sindicatos; de ahí se han derivado dos de las más extendidas formas de Sindicalismo intervenido por el Estado: a) los sindicatos VERTICALES o CORPORATIVOS y, b)
los sindicatos PERONISTAS O JUSTICIALISTAS.
a)Sindicatos Verticales o Corporativos
Los SINDICATOS VERTICALES O CORPORATIVOS consisten en que dentro de la misma organización están amalgamados los patronos, los obreros y los representantes del Gobierno, no teniendo los obreros ni la más remota posibilidad de hacer valer sus derechos.
Esta es la forma de organización sindical impuesta a los heroicos trabajadores españoles por el régimen Falangista del verdugo Franco.
Estos sindicatos Corporativos, verdaderos nidos de policías secretos, constituyen una poderosa arma del régimen falangista para lanzar a los obreros españoles a los más espantosos abismos de miseria y para barrer cualquier exteriorización de descontento. Sin embargo, ya los sindicatos corporativos no son capaces de contener la indignación del proletariado español como se ha evidenciado clamorosamente en los últimos tiempos, por medio de las grandes manifestaciones y huelgas de protesta de Bilbao, Barcelona, Madrid y otras ciudades de España; lo que indica que la clase trabajadora de ese país está caminado aceleradamente hacia la anhelada victoria en su impresionante lucha contra el fascismo español y su monstruoso engendro: el sindicalismo corporativo o vertical, que tiene que hundirse estrepitosamente ante los golpes de la unidad obrera española consciente y revolucionaria.
Esta asombrosa demostración de energía y combatividad de los trabajadores españoles, nos demuestra la importancia decisiva que tiene el hecho de que los trabajadores sean gu9iados por su propio partido político y nos enseña que aún bajo las peores condiciones de represión, aún con los sindicatos despedazados y enganchados al carro de los opresores, el partido político de la clase
obrera es el único que sabe dirigir acertadamente a los oprimidos en la lucha por la conquista de las libertades perdidas.
b)Sindicatos Peronistas o Justicialistas
Esta corriente sindical adquiere especial importancia para nosotros los trabajadores salvadoreños, porque es la que, con mayor o menor éxito y con algunas variantes impuestas por las condiciones de lugar, están tratando de introducir en sus respectivos países varios gobiernos latinoamericanos.
El peronismo despliega una ensordecedora propaganda alrededor de insignificantes concesiones hechas a los trabajadores, para impulsarlos a creer que el gobierno es el padre tutelar, el “ángel de la guarda”, el protector y defensor de los intereses obreros frente a los patronos. Pretende que está en una posición intermedia, que condena al capitalismo y sus métodos de explotación, condenando al mismo tiempo al comunismo. A esta desteñida posición suele darse el nombre de “justicialismo” y se concreta a sostener que sin necesidad de romper las bases de la explotación capitalistas, se puede terminar esa misma explotación por medio de la intervención y la regulación por parte del Estado.
El peronismo se asienta en los sindicatos como sostenes de su política, corrompiendo en forma tal a los dirigentes sindicales que, cegados por los favores oficiales y por su ventajosa situación personal, no tiene ya ningún escrúpulo en anteponer los intereses del régimen a los intereses vitales de la clase trabajadora. La acción del peronismo no se limita a la que efectúan desde dentro de los sindicatos los dirigente s vendidos, sino que ésta se coordina con las actividades de las oficinas del gobierno, que se esfuerzan por cambiar la mentalidad revolucionaria de los asalariados por medio de un bombardeo continuo de propaganda y de una intensa campaña de “Educación Obrera” (que más propiamente debería llamarse “esterilización” sindical) para convertir a la masa obrera en una mansa manada de ilusos “descamisados” pendientes y anhelosos de contemplar y aplaudir el menor gesto del “generoso” mandatario, que hará llover desde las alturas el ansiado “maná” social.
Esta demagogia engaña fácilmente a grandes cantidades de trabajadores, pues aquellos trabajadores que aún no han elevado su conciencia de clase, con vista corta y estrecha, se conforman con pequeñas y engañosas mejoras económicas, con insignificantes aumentos de salarios y miserables prestaciones, sin advertir que su situación general queda en igual o peores condiciones.
Está claro que el peronismo comete fatal equivocación al creer que va a castrar definitivamente el espíritu revolucionario de los obreros, error trágico, cuyos frutos probó el loco Hitler que murió entre las cenizas del palacio desde donde soñó gobernar al Mundo; probó Mussolini, que pereció ajusticiado, colgado de los pies por los mismos obreros a quienes pretendió destruir; lo comienza a probar el sanguinario Franco, quien aterroriza, ve aparecer ya las señales inequívocas de su destrucción. Sin embargo, sería necio desestimar el enorme daño que esa labor de confusión peronista causa entre los obreros.
En el peronismo, los sindicatos están dirigidos desde el Ministerio de Trabajo y, en última instancia, desde el despacho del Señor Presidente de la República a quien se hace aparecer, por arte de cínica demagogia, como el “compañero” y “líder supremo” de los trabajadores. Es tan degradante y esclavizadora esta desviación sindical, que llega hasta suprimir totalmente la libertad e independencia política de los trabajadores, sometiéndolos al partido político de la camarilla gobernante y dejando a las organizaciones sindicales a merced de los vaivenes electorales o de los cambios de gobierno.
En su esencia, el peronismo defiende los intereses de lo s capitalistas; pues, a costa de subsidios y
concesiones relativas a que eleven desmesuradamente el precio de los artículos (es decir, arrojando al país en garras de una política inflacioncita y ruinosa) consigue su consentimiento para desarrollar un estrecho y engañoso plan de prestaciones sociales, que propende a arrebatarle la iniciativa al proletariado y adormecer su espíritu de lucha creándole falsas ilusiones infladas desmesuradamente por la exagerada demagogia del Estado.
El ensayo clásico del “justicialismo” se ha efectuado en la República Argentina en donde millones
de trabajadores fueron inicialmente engañados por la demagogia del régimen Perón.
El despertar de esas masas ante la cruda realidad se hace cada vez más evidente y se manifiesta en múltiples formas, como, por ejemplo, en las huelgas que con fuerza creciente sacuden con frecuencia a fundamentales sectores de trabajadores, entre ellos, el de Ferrocarrileros y de Transporte Marítimo. Al régimen peronista se le hace cada vez más difícil controlar el movimiento sindical que se le escapa inevitablemente hacia una lucha consecuente, libre de la influencia gubernamental y por eso, tiene que recurrir a la represión descarada, como ocurrió durante la creciente huelga de ferroviarios argentinos.
En nuestro país, es especialmente peligroso este sistema sindical, por cuanto, la negación tradicional de los regímenes feudales a reconocer los más insignificantes derechos obreros, así como el bajo nivel de conciencia revolucionaria de las masas, los convierten en terreno abonado para la demagogia de los gobiernos con inclinaciones “peronistas” y “neofascistas”. Por esa razón los obreros conscientes deben combatir implacablemente esta teoría reaccionaria, desenmascarando valientemente a todos los oportunistas que traten de entregar el movimiento sindical en manos de las oficinas gubernamentales.
El tinte peronista del actual régimen político de El Salvador, llamado impropiamente de la “Revolución”, se manifiesta en todos los actos de su política obrera: su intervención abierta en el
funcionamiento interno de los sindicatos; la vociferante propaganda a cargo de plumíferos y gritones a sueldo; los intentos cada vez más fuertes de comprar y corromper dirigentes; la cólera
desbocada ante las manifestaciones de independencia de los sindicatos; su campaña de “educación obrera” manifestada a través de conferencias, charla, paseos patrocinados por el Ministerio en combinación con directivos ingenuos o claudicantes, proyección de películas y repartos periódicos de folletos –algunos de ellos con la marca “made in USA” (hecho en los Estados Unidos de Norte América, a pesar de que alegan luchar contra las ideas “exóticas” o extranjeras)-; Las leyes laborales estrechas y engañosas; sus intentos de quitarle el Instituto Salvadoreño del Seguro Social, la autonomía con el fin de convertirlo en una dependencia del Ministerio de Asistencia Social y así poder echar mano de las cuotas de los obreros y patronos para, con esos fondos, mejorar los hospitales públicos –desvirtuando, en esa forma, las finalidades del Seguro- para poder desatenderse de la obligación que el Estado tiene de proporcionar un buen servicio de beneficencia con los fondos públicos (servicios que dicho sea de paso, ahora son tan pésimos que en los hospitales no alcanzan ni las camas, ni las medicinas, ni se da una alimentación adecuada para los enfermos.
Todo esto “camuflageado” con su rabioso anticomunismo copiado de Hitler y coronado con la represión, las amenazas, los destierros, la cárcel y los palos para los obreros conscientes (como en el caso de la disolución del CROS.) Todo demuestra su afán de quietarle a los sindicatos su tónica
combativa; de sujetarlos al control gubernamental; de destruirles su independencia; de corromper a los obreros; de matar su conciencia de clase. Sin embargo, esto nos indica, que es ahora de grandes responsabilidades históricas para los trabajadores de nuestra patria, ahora es de no confundirse, ni desalentarse ante las tremendas dificultades, ante los grandes escollos sembrados en el camino sindical; hora es de levantar la clase trabajadora, hacia la aurora luminosa que inevitablemente ha de alumbrar la ancha vía de la liberación de nuestro país. Hora es de no perder de vista ni un instante,que los oportunistas que ya han comenzado a vender el patrimonio de su clase por inmundas monedas manchadas del llanto y miseria en que viven sus hermanos, tendrán que entregar cuentas a la clase obrera de su miserable traición; hora es de trabajo y combate por ampliar las conquistas ya obtenidas y que han costado el sacrificio de tantos trabajadores.
2. SINDICALISMO “RERUM NOVARUM” O SINDICALISMO SOCIAL-CRISTIANO
Esta tendencia tiene su inspiración en la doctrina social-cristiana que se asienta en la Encíclica (carta) “Rerum Novarum”, creación del Papa León XIII, y va encaminada a lograr la dirección del movimiento sindical por parte del clero católico.
“Rerum Novarum” es una expresión latina que traducida literalmente al castellano significa: “de las cosas nuevas” como en efecto consideraba León XIII a la lucha creciente entre los capitalistas y los obreros.
Esta doctrina preconiza que los capitalistas son los “administradores” de los bienes materiales; que están cumpliendo una misión divina al poseer los medios de producción. Lanza tremendas anatemas contra la injusticia y la sed de ganancias de “algunos” patronos que contribuyen, según ella, a fomentar la intranquilidad social; pero idealiza los fundamentos del régimen de explotación
considerándolos como cosas eternas e inmutables, dispuestos así por la infinita sabiduría del CREADOR. Sostiene que es suficiente con que los ricos practiquen la CARIDAD para que el mundo se convierta en un paraíso y para que termine la explotación y la miseria en que vivimos los trabajadores.
Por otro lado, predica que los trabajadores en vez de luchar contra la explotación y la pobreza deben de llenarse de santa RESIGNACIÓN y no afanarse mucho por mejorar las “simples” condiciones materiales de existencia; pues, antes que el pan, la vivienda, etc., está el ALMA y, mientras con mayor resignación y con más ferviente “amor a Dios2 suframos las privaciones en esta vida, mayor garantía tendremos para ganar la “gloria eterna”. (Pío XII reafirma esta tesis en su Encíclica del 16 de junio de 1951 al decir: “Proclamen en privado y en público que somos pasajeros en la tierra, en nuestro viaje a un hogar inmortal donde nos espera la felicidad eterna. Es imperativo, sin embargo, que, póngase en práctica con celo e inteligencia, los principios enseñados por la Iglesia, en lo atinente a las reformas sociales demandadas por la justicia y la “CARIDAD”.
Como vemos, esta teoría tiene dos pilares fundamentales: aconseja “CARIDAD” a los patronos y
“RESIGNACIÓN” a los obreros. En esta forma defiende cínicamente los intereses de los primeros a favor de quienes explota la fe y el espíritu religioso de los trabajadores: por lo demás, se basa en un idealismo infantil y anticientífico, despreciando las condiciones de desarrollo de la Sociedad Humana.
En países que cuentan con un proletariado combativo, la teoría social-cristiana, para no se liquidada definitivamente, tiene que tolerar ciertos perfiles de combatividad; pero en los países atrasados o coloniales, trata de no despertar en ninguna forma la conciencia de clase de los obreros.
En Francia, Italia y otros países de Europa, existen movimientos social-cristianos que, obligados
por las masas se ven forzados a organizar huelgas y protestas; pero, buscando siempre, reducir al mínimo estas manifestaciones de la lucha de clases, claudicando vergonzosamente, en todos los
casos, ante la exigencias patronales.
Por lo que se refiere a Centro América, los Sindicatos “Rerum Novarum” tienen su asiento en Costa Rica, en donde cuentan con una raquítica Central Sindical. Los dirigentes de esos sindicatos son sacerdotes, siendo su principal “líder obrero” el cura Benjamín Núñez, quien, durante el régimen del aventurero falangista Figueres, ocupó el cargo de Ministro del Trabajo, desde donde desarrolló implacable persecución contra el sindicalismo libre y anuló muchas de las conquistas anteriormente logradas por los trabajadores costarricenses.
3. TRADE-UNIONISMO
El trade-unionismo es una desviación funesta para la clase trabajadora. Todas las formas de
sindicatos reformistas tienten rasgos muy profundos de esta tendencia y no se diferencian de él en los aspectos fundamentales. El trade-unionismo practica la lucha contra los patronos, limitándola al campo puramente “económico” dejando que el campo político sea dirigido por los intereses de los capitalistas.
En el campo internacional, el trade-unionismo es defensor incondicional de los intereses de los grandes monopolios. El trade-unionismo se estableció firmemente en Inglaterra, desde donde se
extendió a otros países. En los Estados Unidos de Norte América, el movimiento sindical es predominantemente trade-unionista.
En países que tienen un proletariado poseedor de un alto nivel revolucionario, el trade-unionismo se disfraza de “Socialismo” para poder desorientar a los obreros. Con ese antifaz, predica la necesidad de cambios en la estructura de la Sociedad capitalista, pero sostiene que estos cambios deben lograrse mediante reformas progresivas que han de conducir insensiblemente a la desaparición de la explotación.
Como dijimos anteriormente, el trade-unionismo defiende los intereses de las grandes empresas
monopolistas. En los grandes países industriales los obreros trade-unionistas luchan junto con los
imperialistas de sus respectivos países para someter y explotar a los obreros de los países coloniales y dependientes; porque, con las fabulosas ganancias que obtienen las poderosas compañías imperialistas como las petroleras, mineras, caucheras, bananeras, cafetaleras, eléctricas, etc., pueden éstas, proporcionar relativa comodidad a una pequeña capa de obreros de esos países a costa del hambre y la miseria que sufren los trabajadores de los países atrasados.
Por eso, dentro del proletariado de esos países imperialistas se forma una capa de obreros que viven relativamente bien, los que se constituyen en lugartenientes o capataces de los imperialistas dentro del movimiento sindical, los arrastran y dirigen hacia el movimiento trade-unionista. Esa es, actualmente, la posición de los enriquecidos dirigentes de las grandes centrales obreras norteamericanas: la A.F.O.L. (Federación Americana del Trabajo) y el C.I.O. (Congreso de Organizaciones Industriales), lo mismo que la de los líderes Laboristas de Inglaterra y la de los “Socialistas” de Francia, Alemania Occidental, Bélgica, etc. Por eso vemos a muchos líderes sindicales norteamericanos propiciando la explotación inicua que llevan a cabo las grandes compañías (bananeras, mineras, azucareras, etc.), sobre nuestros países; defendiendo la política de dominación del gobierno norteamericano sobre los pueblos atrasados y apoyando en cuerpo y alma los preparativos de guerra que sólo favorecen a los poderosos fabricantes de armamentos. A esos líderes no les importa la muerte de millones de obreros y campesinos, no les interesa el luto y la miseria que caería sobre los hogares proletarios, no les interesan ni las viudas, ni los huérfanos ni los inválidos, ni la destrucción y desolación que tendría que traer otra guerra sobre los campos, pueblos y ciudades. No les interesa más que las migajas que reciben de sus amos imperialistas que les permiten gozar del 2modo de vida norteamericano2 amasado con el sudor, la miseria y el atraso semi-feudal de nuestros pueblos coloniales, semi-coloniales y dependientes.
Por eso vemos, también, a los Laboristas Ingleses apoyar la política agresiva de los grandes monopolios en el Irán, Birmania, Egipto, Hong-Kong, Belice, etc. Vemos a los “Socialistas Franceses propiciar el envío de tropas a la Indochina para someter a un pueble que quiere ser independiente, le vemos apoyado la política rapaz en África del Norte, Madagascar, etc., y a todos ellos en conjunto, defendiendo los planes de los grandes Carteles Internacionales como el monstruoso súper-monopolio internacional creado por el “Plan Schuman”, el fracasado “Plan Marshall”, el Pacto del Atlántico, el rearme del Japón y Alemania. En todo esto, no hacen más que defender los intereses del capital financiero, en contra de los intereses vitales de la clase obrera, a quien hipócritamente pretenden “defender”.
También en los países atrasados, los trade-unionistas se logran enquistar dentro del movimiento
sindical, con el apoyo, generalmente, de los gobiernos entregados al imperialismo, como ocurre con los gángsters de la C.T.K. de Cuba y los traidores del movimiento sindical chileno. Estos son traidores en grado superlativo, porque dan la espalda a los intereses de su clase y de su país, luchan por mantener las condiciones de atraso de nuestros países, propiciando la entrega de fuentes fundamentales de riqueza en manos de las empresas extranjeras que empobrecen y agotan nuestros recursos.
Estos capataces imperialistas cuando han logrado apoderarse de la dirección sindical, y aun antes, realizan con la ayuda de la policía, implacable persecución contra los obreros consiente y patriotas que propugnan la independencia nacional, la industrialización y el progreso que sólo es posible conquistar mediante la liberación nacional de las cadenas imperialistas.
Resumiendo, podemos decir, como hemos dejado asentado más arriba, que el SINDICALISMO REFORMISTA, a pesar de los aspectos y nombres que adopte: Corporativismo, Peronismo, “Rerum ovarum”, Trade-unionismo, etc., tiene un solo fondo: PROLONGAR LA EXPLOTACIÓN defendiendo los intereses del capital financiero, sus métodos de opresión. El Sindicalismo Reformista es un defensor ardiente de la dominación imperialista, de la guerra, del atraso y miserias de nuestros pueblos.
EL ANARCO SINDICALISMO
El anarco-sindicalismo es la expresión del anarquismo13 dentro del movimiento sindical.
La palabra ANARQUISMO se deriva del griego, y significa “sin gobierno”. (A: sin; ARCHOS: jefe).
Es una teoría política que preconiza la abolición de todo Estado,14 pues dice, que el Estado en cualquiera de sus formas, es el más poderoso instrumento de represión que poseen las clases dominantes para sofocar la LIBERTAD INDIVIDUAL; que en consecuencia, los hombres sólo podrán ser felices, el día en que desaparezca el Estado y puedan vivir sin leyes, ni gobierno, haciendo cada uno lo que su libre albedrío le indique. Partiendo de allí, los anarquistas son los más absurdos y descabellados individualistas.
Nosotros sabemos, de acuerdo con la ciencia de la economía política, que el Estado es una máquina de represión de la clase dominante sobre la clases dominada: el poder de los amos sirvió para reprimir a los esclavos; en poder de los señores feudales sirvió para reprimir a los siervos, burgueses y proletarios; en poder de los burgueses sirve para reprimir a la clase trabajadora; sabemos también que la maquinaria del Estado en manos de los oprimidos sirve para reprimir a los explotadores y terminar con la explotación. Esto es rigurosamente científico y a estas alturas ya está plenamente comprobado por la experiencia de la Humanidad. A la luz del desarrollo de la sociedad estamos en capacidad de comprender que el Estado tendrá que EXTINGUIRSE15 en una sociedad en que hayan desaparecido los antagonismos de clase, en que ya no sean posibles las luchas de clases; en una Sociedad sin clases, sin explotadores ni explotados, en donde ya no se necesitará de ese aparato de represión. Pero para llegar a ese estado superior de convivencia humana, los obreros necesitarán del Estado para acabar con la explotación y sentar las bases que hará posible el grandioso desarrollo futuro de la Sociedad. Este período intermedio se llama SOCIALISMO,16 durante el cual, “el pueblo ejercerá directamente su gobierno” (para decirlo con las palabras del gran dirigente del proletariado francés Mauricio Thorez).
Pero los anarquistas, de espaldas a la historia, continúan repitiendo como el papagayo: “toda clase de Estado es perjudicial porque reprime la libertad de los individuos”. Lo que significa que ellos miran los problemas sociales a través del reflejo distorsionado del interés personal, en contra de los altos intereses de la clase trabajadora y del pueblo.
Ellos no analizan el problema del Estado como una necesidad histórica basada en el desarrollo económico-social y en las relaciones de producción de los hombres, sino como algo que no tiene conexión con la estructura económica de la Sociedad. Por ese motivo, niegan también la necesidad que tiene el proletariado de participar en la política a través de su propio partido político e indican como métodos esenciales de lucha el TERRORISMO y la HUELGA GENERAL.
Hemos visto que los anarquistas prohíben a los trabajadores participar en política; pero, ¿qué es la huelga general predicado por los anarquistas? Es una huelga general que, aun cuando ellos digan que no es política, tiene por finalidad la destrucción del Estado. Es en consecuencia una lucha esencialmente política. Los anarquistas al prohibir, por una parte, a los trabajadores que participen en política a través de su propio partido político, y, por otra parte, lanzarnos desorganizadamente a supremas luchas políticas, los condenan irremisiblemente a la derrota.
Demos el caso –imposible por cierto- de que semejante huelga general tuviera éxito y que el Estado burgués fuera destruido sin ser reemplazado por otro Estado acorde con los intereses de las mayorías. ¿Qué vendría después?: el desorden, el caos, la anarquía y, como corolario inevitable la vuelta al poder de los opresores, la represión implacable, ríos de sangre proletaria.
Esta teoría ha ocasionado un gran daño a la clase obrera, porque ha disipado, en numerosas ocasiones, su energía revolucionaria, desviándola hacia formas ineficaces de lucha, dejando, en cambio, el aspecto político en manos de la burguesía.
Los ANARCO-SINCIALISTAS, al tomar del anarquismo esos errores y trasplantarlos al campo sindical, sostienen que:
1. Los obreros no deben poseer su propio partido político.
2 .Los sindicatos deben ser la UNICA ORGANIZACIÓN de lucha de los obreros.
3. Los sindicatos deben ser totalmente apolíticos.
4. La huelga general es la suprema forma de lucha.
5. La huelga general debe tener como meta la abolición del Estado.
6. Los sindicatos, al triunfar la huelga general, deben tomar en sus manos la producción y
distribución de los productos.
Esta utopía y grotesca desviación sindical enferma con facilidad a muchos honrados elementos sindicales, por ser aparentemente revolucionaria; especialmente en los países como el nuestro en
que el proletariado está dando los primeros pasos y aún no posee una clara conciencia clasista; Su
historial es fatídico para la clase obrera, pues siempre ha hecho desembocar el espíritu de lucha en acciones inútiles que han causado mucho dolor y pérdidas innecesarias de vidas en las filas del
proletariado.
Esto nos enseña cuán importante es conocer sus características, para que sepamos combatir sus
brotes dentro del movimiento sindical. Además no hay que perder de vista, que algunos dirigentes oportunistas, para ocultar sus desviaciones reformistas, gustan de confundir el Anarco-sindicalismo, caracterizándolo como el desorden dentro de los sindicatos. Esto no es cierto, el anarcosindicalismo es más peligroso que la simple falta de coordinación y planificación en las labores de un sindicato. Es obvio que debemos luchar porque los sindicatos estén bien organizados y que sus distintas secretarías y Comités trabajen de acuerdo a un plan coordinado, pues en esa forma aprovechamos hasta el máximun la fuerza de nuestra unidad; pero no debemos confundir la falta de planificación con el anarco-sindicalismo; porque esto equivale a menospreciar el peligro que representa dentro del movimiento sindical la corriente anarco-sindicalista.
EL SINDICALISMO REVOLUCIONARIO
En constante lucha contra todas estas tendencias o desviaciones sindicales, se encuentra el sindicalismo revolucionario, única teoría y práctica sindical que representa el espíritu genuino y combativo de los intereses de la clase trabajadora.
El sindicalismo Revolucionario se basa científicamente sobre las condiciones materiales en que se
desarrolla la Sociedad Humana, no disimula hipócritamente las contradicciones entre las clases sociales; no provoca artificialmente choques innecesarios; pero sí, aprovecha todas las circunstancias favorables para el proletariado, lo prepara, lo fortalece y lo arma para las luchas decisivas por su liberación.
Ya hemos visto que la desviación reformista trata de obscurecer la conciencia de clase de los trabajadores ilusionándolos alrededor de miserables conquistas que en nada cambian su condición de explotado; frena su espíritu de lucha, pone trabas a la expansión combativa del proletariado para poder prolongar e intensificar la miseria y la explotación. El Sindicalismo Revolucionario, por el contrario, sin menospreciar ni una sola de las conquistas mínimas que se pueden obtener diariamente, facilita a la clase trabajadora la elevación constante del nivel de su propia conciencia de clase, canaliza la combatividad por los causes más seguros, aprovechando al máximo las fuerzas liberadoras que lleva en sí el proletariado como clase revolucionaria, conduciéndola certeramente hacia la consecución de su destino histórico.
Hemos visto, también, que los anarco-sindicalistas, bajo una aparente bandera revolucionaria,
lanzan a los trabajadores, desorganizados y sin dirección, a combates prematuros o innecesarios,
ocasionando la desmoralización y el quebranto en la lucha sindical. El Sindicalismo Revolucionario
por el contrario, organiza, ordena y unifica a los trabajadores en un movimiento consciente y disciplinado, capaz de sostener las conquistas obtenidas; de avanzar, cuando las condiciones sean
favorables o de retroceder cuando haya necesidad de reagrupar alas fuerzas preparando las próximas acciones.
El Sindicalismo Revolucionario consiste en organizar, dirigir y preparar a los trabajadores para las acciones diarias contra la clase patronal por todas aquellas reivindicaciones inmediatas que hagan
posible el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores; sin perder de vista ni un solo instante, que estas ganancias son relativas y pasajeras; pues el proletariado no cambiará su condición de clase explotada, mientras no cambie fundamentalmente el sistema económico que hace posible la explotación de unos hombres por otros. ¿Por qué son pasajeras o transitorias esas
ganancias? Porque bajo el régimen de producción capitalista, los patronos rápidamente maniobran
para aumentar el precio de los artículos que consumimos o para burlar por mil medios las prestaciones sociales y, de esa manera, al poco tiempo estamos en las condiciones anteriores.
Los Sindicatos Revolucionarios luchan sin desmayo ni claudicaciones por salarios más altos, por mejores condiciones de trabajo, por el abaratamiento de los artículos de primera necesidad, de la
vivienda, de la educación, de las medicinas ,por leyes de trabajo más ventajosas para los trabajadores, por el funcionamiento y extensión del Seguro Social y, simultáneamente, en el fuego de estas luchas diarias, infunden a las masas obreras el temple acerado que convierte al proletariado en la clase dirigente de la lucha por la democracia17 y la liberación del país.
Los Sindicatos Revolucionarios utilizan las conquistas inmediatas (reformas sociales) como puntos de apoyo desde los cuales está el proletariado en mejor posición para luchar por sus conquistas futuras. En cambio, los sindicatos reformistas se sirven de las pequeñas conquistas del proletariado, para que la clase patronal afiance sus posiciones y esté en capacidad de intensificar en mayor grado la explotación sobre las espaldas de los trabajadores.
En una palabra, el sindicalismo reformista y el anarco-sindicalismo, representan los intereses de la clase patronal; sirven al campo de la reacción, del atraso y de la explotación. El Sindicalismo Revolucionario representa los intereses de la clase trabajadora, sirve al campo de la revolución, del progreso y de la liberación.
El Sindicalismo Revolucionario sostiene que los trabajadores debemos prepararnos, no solo para la lucha económica cotidiana contra los patronos, sino también, para la lucha política a través de nuestro partido político. Esto significa que el SINDICALISMO REVOLUCIONARIO despierta en
los trabajadores la conciencia de nuestro propio valer, nos arranca del campo de las reservas políticas de la clase patronal, nos ayuda a realizar nuestra emancipación política y nos muestra la
perspectiva grandiosa de las enormes tareas históricas que al proletariado toca realizar.
El Sindicalismo Revolucionario lucha por la más completa UNIDAD de todos los trabajadores, pues, los trabajadores no contamos con más armas que la unidad y la organización en nuestra lucha contra la explotación y la miseria. Y, es natural entonces, que mientras más amplia y sólida seanuestra unidad y nuestra compactación, mayor capacidad tendremos para llevar adelante nuestra lucha. Por eso, dentro de los sindicatos no puede haber distinciones ni discriminaciones por diferencias religiosas, por partidos políticos, por raza, color, sexo, etc.; pues en el sindicato nos une, esencialmente, nuestra calidad de explotados y nuestro deseo de emancipación.
Eso explica por qué el Sindicalismo Revolucionario delimita perfectamente bien los campos entre
un Sindicato y un Partido Político. Los sindicatos NO SON NI PUEDEN SER UN PARTIDO POLÍTICO: Ayudan o perjudican, según su orientación, a la política de clase del proletariado; pero no pueden desempeñar obreros de su respectiva industria, gremio, o empresa, sin distinción alguna.
Además, el Sindicalismo Revolucionario persigue la unidad de los trabajadores no sólo dentro de los marcos estrechos de su propia profesión, sino que preconiza la unidad de todos los sindicatos a través de una CENTRAL SINDICAL UNICA (llamada también Confederación de Trabajadores) que funda los distintos sectores obreros en un solo movimiento sindical disciplinado, compacto, consciente y poderoso.
El Sindicalismo Revolucionario sostiene que los sindicatos deben ser totalmente independientes del Estado, del clero, de los patronos y de cualquier otra influencia extraña que busca encadenarlos al carro patronal.
El Sindicalismo Revolucionario exige respeto a la DEMOCRACIA SINDICAL. En los Sindicatos Revolucionarios los acuerdos y resoluciones emanan de la base; son el resultado efectivo de la voluntad de las mayorías libremente expresada y ese fallo de las mayorías se respeta y se cumple.
El Sindicalismo Revolucionario exige honestidad absoluta a los dirigentes obreros. No caben dentro de los Sindicatos Revolucionario los dirigentes corrompidos, degenerados, vendidos, oportunistas y traidores de la clase obrera; por eso, esta clase de dirigentes combaten al Sindicalismo Revolucionario que desenmascara sus maniobras perjudiciales para los trabajadores.
El Sindicalismo Revolucionario exige respeto para la mujer obrera. Los Sindicatos Revolucionarios no permiten que compañeras. En el Sindicato Revolucionario tanto obreros, como obreras son absolutamente iguales, pues tanto unos como otras, somos explotados y luchamos en pie de igualdad por liberarnos de la miseria y por defender la vida de nuestros hijos.
Por todas estas razones, en el seno de los Sindicatos Revolucionarios se pone en práctica la CRITICA Y LA AUTO-CRITICA, para poder descubrir nuestras fallas y errores, encontrar sus
causas y superarlos en beneficio de la lucha colectiva.
El Sindicalismo Revolucionario estrecha los lazos que unen a los trabajadores de todos los países para poder aprovechar íntegramente la rica experiencia de la fecunda lucha obrera y para ayudarse mutuamente en la conquista de sus aspiraciones proletarias.
Podemos sintetizar los rasgos esenciales del Sindicalismo Revolucionario, de la siguiente manera:
1. Los Sindicatos deben de ser órganos de Unidad de los trabajadores, sin distinción de raza, color, religión, sexo o credo político.}
2. Los Sindicatos NO DEBEN SER APOLÍTICOS, sino que deben de servir la política de clase del proletariado.
3. Los Sindicatos deben de luchar con todas sus fuerzas por arrancar a la clase patronal, conquistas económicas y legislativas que mejoren las condiciones de vida de los trabajadores.
4. Estas conquistas deben servir como puntales para afianzar las posiciones del proletariado y prepararlo para su liberación de las garras de la explotación.
5. Los sindicatos, para poder desarrollar esta lucha, necesitan ser independientes de toda influencia extraña, ya sea que éstas se encubran bajo la intervención del Estado, del Clero, de los
patronos o de los Partidos Electoreros.
CAPITULO IV
FORMA Y ESENCIA DE LOS SINDICATOS
Es absolutamente cierto que la forma en que los obreros estemos organizados tiene gran importancia para utilizar nuestra fuerza con mayor efectividad. Por ejemplo, un sindicato de oficios varios no pueden llegar a adquirir la fuerza de un sindicato gremial que englobe a todos los
trabajadores de un oficio en plano nacional; lo mismo que un sindicato de empresas, aislado, no puede adquirir la potencia de un Sindicato de Industria.
Es, pues, de gran importancia para el movimiento sindical, la estructura orgánica, el esqueleto, podríamos decir, de los sindicatos. Pero sería un error, que de esto dedujéramos que la estructura orgánica es decisiva en los sindicatos y que es el elemento que los convierte en verdaderos defensores de los obreros. No, la capacidad de un sindicato y el temple necesario para la lucha por los derechos obreros está en relación directa con la orientación ideológica que siga.
Esto lo vemos claramente en los casos de grandes sindicatos de industria o poderosas federaciones de industria que están dirigidas por líderes oportunistas y bajo orientación amarillista. Estos sindicatos o federaciones, a pesar de tener en sus arcas grandes cantidades de dinero, de hacer gala de una organización bien ajustado en todos sus departamentos, de poseer órganos de publicidad y cantidades de dinero, de hacer gala de una organización bien ajustado en todos sus departamentos, de poseer órganos de publicidad y cantidades enormes de miembros, van siempre a remolque de la política obrera que tracen los gobiernos en acuerdo con la clase patronal, no hacen valer consecuentemente los intereses de clase, claudican lamentablemente ante las pretensiones patronales y hacen vegetar el movimiento en una angustiosa sensación de impotencia y frustración.
Esos sindicatos son, a los sumo, gigantescos organismos que alimentan a una burocracia obrera entregada en brazos de los enemigos de la clase obrera.
En vez de ser poderosos organismos de emancipación proletaria, son instrumentos que sirven a los explotadores, monstruosas cadenas que atan más a los obreros al carro de sus opresores.
Y eso explica, porque no es sólo la relación de CANTIDAD la que determina que un sindicato sea
la organización defensora de los trabajadores, sino, más aún que la cantidad, es el espíritu de combate, es el grado de conciencia de clase, es, en una palabra, la CALIDAD REVOLUCIONARIA la que convierte a los sindicatos en la más efectiva arma de unidad y lucha por la conquista de las reivindicaciones.
Porque, ¿qué utilidad efectiva y permanente reporta para los intereses de la clase obrera un inmenso sindicato que esté en manos del gobierno o del clero? Será una preciosa maquinaria para incensariar las actitudes políticas de los jerarcas eclesiásticos o las acciones despóticas de un gobierno, según el caso; o para movilizar a los obreros como rebaños oficiales o clericales en las campañas políticas o eventos electoreros; pero bajo esas circunstancias, no podrá ser jamás el organismo potente que rompa las trincheras de la resistencia patronal y ayude a liberar a nuestra clase de la miseria y la ignorancia.
Esto nos indica que no es sólo la forma organizativa la que decide la consecuencia o inconsecuencia de un sindicato. De lo que sacamos en claro que los obreros, de acuerdo con las condiciones propias de su oficio o industria, pueden hacer uso de los diversos métodos de organización de que dispongan: sindicatos gremiales, de empresa, sindicatos y federaciones de Industria, procurando vigorizarlos y fortalecerlos, al máximun. Esto es, que en unas industrias será mucho más conveniente y práctico organizarnos por sindicato de industria; mientras que en otras, dadas las condiciones de distancia, dispersión de los centros de trabajo y otros factores propios, será necesario organizarse por empresa y unificarse a través de una federación de industria que unifique a todos los trabajadores de esa industria.
Lo verdaderamente importante es organizarnos en la forma que facilite más la unificación de todos y cada uno de los trabajadores de cada industria e imprimirle a estas organizaciones el impulso y la orientación revolucionaria que canaliza y dirige a cada una de las voluntades y esfuerzos proletarios por el camino más recto y menos doloroso en la conquista de una mañana radiante y plena de felicidad para todos.
Lo importante es la unidad y que esta unidad esté orientada por una teoría de avanzada; la teoría del Sindicalismo Revolucionario. De lo contrario, podrá ser muy grande un sindicato desde el punto de vista de la CANTIDAD; pero, si no está armado de la teoría clasista, si no tiene una esencia proletaria, una CALIDAD REVOLUCIONARIA, tendrá que ser, necesariamente, nulo y nocivo a los propios intereses fundamentales del proletariado.
Los explotadores temen la forma de la organización sindical, indudablemente, de lo contrario no harían resistencia a la conquista del derecho sindical de los trabajadores, ni hubieran puesto tantas trabas a la legalización de los sindicatos de industria, ni hubieran estrechado el límite de esta clase de sindicatos, ni tuvieran prohibidas las federaciones ni la Confederación de Trabajadores, pero, incluso, se arriesgan a tolerar estas conquistas cuando creen que podrán desviarlas de sus finalidades, cuando creen que pueden aprovecharlas en su beneficio. Un ejemplo de esto lo tenemos en la Confederación de Trabajadores: ahora niegan ese derecho a los obreros porque no están seguros de controlarla; a gran parte de los trabajadores y sobornar a dirigentes venales y oportunistas, entonces, el gobierno estaría dispuesto a reconocer ese derecho, puesto que a través de una confederación espúrea controlada por el Estado, el gobierno cree que podría tener en un puño a todos los obreros organizados.
Por eso la Confederación de Trabajadores no debemos esperarla de la “buena voluntad” del gobierno; sino que debemos conquistarla, arrancarla a base de una lucha consciente y decidida.
Tenemos, pues, que aún cuando los explotadores temen a la forma de la organización sindical, es a su esencia, a su contenido revolucionario a lo que con más saña combaten; porque, precisamente, por ese lado es por donde les aprieta el zapato con más dureza; porque es lo único que indica a los obreros la manera de arrancar a los patronos, las conquistas vitales que NUNCA ESTARAN DISPUESRTOS A ENTREGAR SIN LUCHA.
De esto no se deduce, en manera alguna, que no debemos de luchar por sindicatos poderosos, NO, eso sería un grave error; pues, como hemos visto más arriba, la forma organizativa tiene gran importancia para la lucha sindical, pues la organización de los obreros en grandes sindicatos hace más viable su compenetración de un alto nivel de solidaridad y ayudan en mayor grado a limar sus prejuicios y a borrar las diferencias entre los obreros de distintas especialidades y categorías; la solución del problema y la armonización entre la forma y la esencia consiste, en la organización de GRANDES ORGANIZACIONES SINDICALES DOTADAS DE UN ALTO NIVEL DE CONCIENCIA DE CLASE Y ESPIRITU REVOLUCIONARIO.
Y aquí es donde revela en toda su trascendencia la necesidad de luchar implacablemente contra todas las tendencias oportunistas.
CAPITULO V
FORMAS DE ORGANIZACIÓN SINDICAL
Sin perder de vista estas importantísimas cuestiones, pasaremos a hacer unas breves consideraciones sobre las diversas formas de organización sindical.
Las formas más conocidas de organización sindical son cuatro:
1. Sindicatos de oficios varios.
2. Sindicatos gremiales.
3. Sindicatos de empresa.
4. Sindicatos de industria.
SINDICATO DE OFICIOS VARIOS
El Sindicato de oficios varios es el formado por trabajadores de diferentes especialidades u oficios
que trabajan en distintos talleres, en aquellas poblaciones en las que a los trabajadores de cada oficio les sea imposible alcanzar el número que determinen las leyes para organizar su propio sindicato. (La ley de Sindicatos actual no contempla la organización de estos sindicatos).
Esta clase de sindicatos es totalmente inconveniente, pues, con la formación de sindicatos que abarquen a todo el país, los pequeños núcleos de obreros de las localidades modestas, tendrán que organizarse dentro de un sindicato general que es a quien corresponde defenderles.
SINDICATO GREMIAL
El Sindicato gremial es el formado por los trabajadores de un mismo oficio o especialidad que trabajen en distintos talleres.
Dadas las condiciones de atraso artesanal en que se encuentran nuestros países, no es posible prescindir, por de pronto, de esta clase de sindicatos. Esto plantea la necesidad de luchar con energía dentro de los sindicatos gremiales, contra todos los resabios negativos propios de la estrechez gremial.
En consecuencia, es esencial:
a) Que no se formen sindicatos por región o zona; sino que, por el contrario, cada sindicato gremial tenga amplitud nacional englobando a todos los obreros del respectivo oficio.
b) Dentro del sindicato no deben establecerse categorías; al contrario, deben de borrarse las diferencias entre aprendices, medio-operarios u operarios, pues tanto los unos como los otros son
trabajadores que sufren la explotación patronal.
Estas condiciones permitirán que los sindicatos gremiales puedan vencer los perjuicios propios de
su condición artesanal y que se conviertan en organizaciones fuertes y compactas.
SINDICATOS DE EMPRESA
Los Sindicatos de empresa son los formados por trabajadores de distintos oficios o especialidades
que trabajan en una misma empresa.
Con la organización de sindicatos de industria, esta forma organizativa sólo se justifica en los Casos en que formen federaciones de industria centralizadas y, en aquellos otros, en que sólo exista una empresa de la industria de que se trate.
SINDICATOS DE INDUSTRIA
Los Sindicatos de industria son los formados por los trabajadores de distintos oficios o especialidades de una industria.
Esta es la forma Sindical que facilita en mayor grado la más amplia organización entre las grandes masas de trabajadores. La clase obrera salvadoreña luchó infatigablemente hasta conquistar el reconocimiento legal de los sindicatos de industria; sin embargo, la Ley de Sindicatos de Trabajadores actual, tal como fue aprobada en contra de la voluntad de los trabajadores por la Asamblea Nacional Legislativa, restringe considerablemente el marco de los Sindicatos de Industria, al introducir en su texto la frase “rama industrial especializada” (Art. 5), con lo que obliga a formar varios sindicatos dentro de una misma industria.
¿Cómo funciona un Sindicato de Industria?
Las bases del Sindicato de Industria las forman las SECCIONALES. En cada empresa o concentración importante de trabajadores se forma una seccional del Sindicato, dentro de la cual se elige un Comité Seccional (una torpe disposición de la Ley Sindical establece solamente Seccionales Departamentales, equiparando en su funcionamiento a los sindicatos gremiales con los de industria. Esto tendrá que causar serias dificultades a los sindicatos de industria, sobre todo a aquellos que tengan fuertes núcleos de trabajadores concentrados en fábricas o empresas enclavadas en localidades distintas de un mismo departamento). La Dirección del Sindicato está a cargo del Comité Ejecutivo General (o Central), electo democráticamente por las bases.
En los Sindicatos de Industria, es casi del todo imposible que se reuna la mayoría de miembros para asistir a las Asambleas Generales, pues eso lo impiden las distancias que median entre los distintos centros de trabajo organizados en seccionales. Por esa razón de gran peso, leyes sindicales de otros países establecen que no hay necesidad de celebrar Asambleas Generales en los sindicatos que tienen amplitud nacional. Esto queda subsanado con los Consejos y Congresos Nacionales del Sindicato. Además, los problemas y proposiciones que afectan a todo el Sindicatos son elevados a la consideración de todas las Asambleas Seccionales, en donde son discutidos; siendo obligatorios, cuando han recibido la aprobación de la mayoría de seccionales. (Así funcionan, por ejemplo, los grandes sindicatos de industria en México). Este procedimiento lo contempla la actual ley de sindicatos salvadoreña, pero sólo para los casos como “elección de la Junta Directiva General, aprobación de Estatutos y otros similares” (Art. 15) dejando expresamente para las Asambleas Generales “aprobar las cuentas semestrales”, “aprobar los contratos y convenciones colectivos de trabajos que afecten a todo el Sindicato”, “decidir sobre todos aquellos asuntos que no estén encomendados a otro órgano” (Art. 14 Apart. b). Además, la ley prohíbe que unos miembros estén representados por otros, salvo en los “casos de aprobación de la Memoria o de un contrato o convención colectiva de trabajo” (Art. 18, inc. d).
Eso traba toda la marcha normal del sindicato, pues, para celebrar las Asambleas Generales –se necesitaría PARAR EL TRABAJO de la industria-, lo que lógicamente es imposible realizar tan sólo para este objeto.
Se podrá alegar que esta situación es salvada convocando a nuevas Asambleas Generales, en las que se tomen los acuerdos con los que asistan (Art. 16); pero eso es una solución que no salva nada; pues condena al Sindicato a ser regido antidemocráticamente por una minoría privilegiada que viva cerca del lugar en que se efectúan las Asambleas Generales.
Otro aspecto de este mismo problema, que puede tener consecuencias de incalculable daño para los trabajadores y que conduce a la negación del derecho a huelga, es que la Ley Sindical remite a la competencia de las Asambleas Generales Extraordinarias “acordar las huelgas” (numeral 1 del
apartado d, del artículo 13) siendo de competencia de las seccionales extraordinarias “cuando la
huelga afectare únicamente a la seccional respectiva” (artículo 14, numeral 1 del apartado c).
No importa qué reglamento se dé a los conflictos colectivos de trabajo, el hecho es que, mientras no sean reformadas esas disposiciones dañinas(que contiene la Ley de Sindicatos), cualquier futura Ley de Conflictos Colectivos de Trabajo que promulgare el gobierno tendrá que estar de acuerdo con este dictado: que las huelgas que afecten a todo el Sindicato deben ser aprobadas en Asamblea General Extraordinaria y que en ellas debe estar presente la mayoría requerida de miembros por otros, ni puede convocarse a una nueva reunión en la que se pueda tomar el acuerdo con los que asistan. (Esto último está expresamente prohibido en el Art. 17).
Todo esto indica, que un sindicato para declarar una huelga que afecte a todo el Sindicato tiene que reunir a sus miembros en un solo lugar; significa que los miembros de las seccionales tendrán que trasladarse desde todos los lugares de la República (donde funcionen), al punto en que ha de celebrarse la Asamblea General Extraordinaria para decidir la declaratoria de huelga.
¿Cómo pueden los miembros de las seccionales efectuar ese traslado en masa? Pues, sencillamente, ABANDONANDO EL TRABAJO, paralizando el trabajo de toda su industria, cuando TODAVIA NO SE HA DECLARADO LA HUELGA, y cuando ni siquiera se ha decidido definitivamente declararla. Lo que es lo mismo, que los trabajadores TENDRAN QUE LLEVAR A CABO UNA HUELGA NO DECLARADA, como requisito previo para acordar la huelga.
¡A esos contrasentidos conducen los engendros de “disposiciones armónicas” elaboradas por el Ministerio de Trabajo! El ridículo acompaña a estos “sabios” en sus esfuerzos por donar la píldora
de la explotación, que quieren hacer tragar a los trabajadores. Esto, que afecta al Sindicato de Industria, reza también con los sindicatos gremiales.
Y ya sabemos por experiencia amarga, los trabajadores salvadoreños, la ferocidad que se gasta la
policía y el ejército, cuando de reprimir las huelgas no declaradas se trata.
Aún cuando resultaría una solución sumamente forzada, podría remediarse, en parte, esta situación si la futura ley de Conflictos Colectivos de Trabajo estableciera que sea legal el abandono de trabajo que tenga por objeto considerar la declaratoria de huelga.
No tendríamos que estar ante este problema si la Ley de Sindicatos diera lugar a que las Asambleas Seccionales pudieran discutir la declaratoria de huelga (que afecte a todo el Sindicato), y que esta declaratoria pudiera tramitarse legalmente al recibir la aprobación de la mayoría de miembros requerida –y cuyos votos se emitirían en las mismas Asambleas Seccionales-, estableciendo idéntico procedimiento para todos las decisiones que afecten a todo el Sindicato. Pero esta solución justa y natural les asusta, pues la finalidad del gobierno es impedir a todo costa las huelgas y defender os intereses de los patronos. Por esa razón no se permitió a los obreros expresar libremente su opinión en el seno de la Asamblea Nacional Legislativa cuando se discutió la ley que nos ocupa.
Esa es también la razón de los cómicos afanes del Señor Ministro para elaborar leyes “genuinamente salvadoreñas”, que de tales no tienen nada; pues ni siquiera pueden llamarse “salvadoreñas” las “originales” disposiciones constrictoras que ahogan e impiden el libre ejercicio
del derecho sindical y del derecho a huelga ya que obedecen al inveterado afán de todos los representantes de los explotadores del mundo entero, por someter a los explotados y reprimir su anhelo de mejoramiento y liberación.
Ahora apagados un poco los estruendos que anunciaban su llegada, podemos contemplar serenamente la famosa “fórmula salvadoreña” que “estudió cuidadosamente” el Gobierno y que fue proclamado con acompañamiento de bombo y platillos por el Señor Ministro de Trabajo en su
“histórico discurso” el 18 de julio pasado. Vemos que no se trata más que de una menguada versión de la fábula del Parto de los Montes: después de tanto retumbo, el monte, en vez de parir una montaña, ha dado a luz… un mísero ratón! Y, después de semejante parto, todavía tiene alientos el heroico Señor Ministro para quejarse amargamente de que los desagradecidos trabajadores no hayan salido jubilosos a la calle, con flores y cohetes, a celebrara el acontecimiento de la llegada de la Ley Sindical. No pongamos oídos sordos a sus lamentos, oigámosle: “Los agentes comunistas, dice, consiguieron confundir a más de un líder sindical honesto y sincero, para convertir esos días que debieron de ser de júbilo (¿Otro día de “júbilo” como el del 26 de Diciembre? Nota de SC.C), en días de desaliento…”.
¡Preciosa confesión de fracaso ante la capacidad de visión de los trabajadores! Equivocada valoración acerca de la actitud proletaria, al calificar de desaliento lo que no es más que el limpio reflejo de la condenación de los métodos demagógicos del gobierno.
Los trabajadores hemos comprendido claramente que bajo la podrida cantinela de “combatir al
comunismo” y a las “ideas exóticas” (vieja canción de Max. H. Martínez y nueva canción del Gobierno de Osorio), se esconde, pérfida como serpiente, la finalidad de quitarle al sindicalismo salvadoreño todo perfil de combatividad, de independencia y de anular los derechos que con tantos sacrificios ha conquistado la clase obrera salvadoreña.
En realidad, no es desaliento lo que ha sentido el proletariado; sino todo lo contrario, es determinación dinámica de seguir luchando. Los obreros no nos quedaremos con los brazos cruzados ante los intento de ahogar en leyes restrictivas los irrenunciables derechos que nos reconoce la Constitución Política.
Todo esto nos indica, en primer lugar, el descarado sentido demagógico de la ley Sindical encaminada a restringir la libertad sindical y a suprimir el derecho Constitucional de Huelga; en segundo lugar, que los trabajadores estamos en capacidad de combatir la demagogia y, en tercer lugar, que debemos levantar un movimiento nacional poderoso por las reformas inmediatas a la Ley Sindical vigente, y por la promulgación de una amplia Ley de Conflictos Colectivos de Trabajo transformándolas en leyes de positivo beneficio para la clase trabajadora.
LAS FEDERACIONES
Como consecuencia lógica y armónica de estas clases de sindicatos, aparecen las FEDERACIONES, las cuales son de dos clases: FEDERACIONES DE INDUSTRIA y FEDERACIONES REGIONALES.
Las Federaciones de Industria son las formadas por sindicatos que pertenecen a una misma industria, y las Federaciones Regionales, aquellas que se forman con sindicatos sin tomar en cuenta su calidad profesional, sino el lugar o zona donde están establecidos.
Las Federaciones de la Industria tienen un funcionamiento similar a los sindicatos de la industria
con la diferencia fundamental de que en vez de estar formadas por Seccionales, se integra con Sindicatos (de empresa o gremiales) de una misma industria.
En las federaciones existe el peligro de que los sindicatos integrantes se sienten demasiado desligados y no actúen como parte de un organismo único. Eso mismo puede acontecer en Sindicatos de Industria cuyos estatutos otorguen demasiada autonomía (financiera y administrativa) a sus seccionales.
Las federaciones, para que unifiquen completamente a los trabajadores de una misma industria necesitan tener una efectiva CENTRALIZACION y, su Comité Ejecutivo debe estar investido de autoridad y respaldo suficiente para dirigir la lucha general de los obreros de la rama industrial de que se trate. Hay países, en donde las federaciones son la forma sindical predominante (en Cuba, por ejemplo, en donde los obreros industriales vitales: azucareros, tabacaleros, ferrocarrileros, marítimos, etc, están unificados a través de poderosas federaciones de industria).
Los problemas locales los discute cada sindicato en su respectiva jurisdicción pero los problemas
que afectan a toda la industria los discute el Ejecutivo Central de la Federación (en el que están representados todos los sindicatos federados), siendo luego discutidos en Asambleas Sindicales. El voto de la mayoría de Asambleas de Sindicatos hace obligatoria una resolución para toda la federación.
La máxima autoridad de la Federación la constituye el Congreso integrado por los representantes de todos los sindicatos federados, que se reúne anualmente.
A pesar de que le proletariado desde hace mucho tiempo viene luchando ardientemente por conquistar el derecho a organizar federaciones, nuestra actual Ley de Sindicatos no permite su funcionamiento, despojando a la clase obrera salvadoreña de uno de sus más efectivos medios de organización.
No hace falta señalar la gran importancia que para los trabajadores salvadoreños adquiere en este momento la lucha por conquistar el derecho a la formación de federaciones, aboliendo la anticonstitucional prohibición de organizar “Sindicato de Sindicatos”, que aún, más que contra las
federaciones, está enfilada a impedir al proletariado salvadoreño la formación de su querida Central Sindical Unica.
LA CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES O CENTRAL SINDICAL UNICA
La Confederación de Trabajadores, llamada también CENTRAL SINDICAL, es la organización más avanzada del movimiento sindical de un país. Es su más alta expresión.
Donde quiera que hay movimiento sindical, existe la Confederación de Trabajadores; no es posible concebir lo uno sin lo otro.
Está compuesta por todos los sindicatos nacionales (es decir, de amplitud nacional) y por las federaciones, de industria o zona, unidos orgánicamente para la defensa de los intereses que son comunes a todos los trabajadores.
La Confederación de Trabajadores es el organismo que une a todos los sindicatos y federaciones, dispersos, en un solo movimiento sindical coordinado, compacto y disciplinado.
Cuando los sindicatos están dispersos, sin un lazo de unión que coordine sus actividades, el movimiento obrero camina a ciegas, dividido y confuso. Cada organización “jala” por su lado sin plan ni concierto; cada militante sindical se concreta a procurar el engrandecimiento exclusivo de su respectiva organización sin preocuparle las condiciones en que vive el resto de trabajadores, ni
atender la lucha general de la clase obrera, descuidando los problemas que afectan por igual a todos los asalariados.
Esa es, prácticamente, la situación del movimiento sindical salvadoreño en la hora actual, por no existir la Central Sindical. Frente a ese cuadro de dispersión e insensatez se alza la realidad de las
clases feudal y capitalista perfectamente organizadas a través de poderosas organizaciones patronales que controlan la vida económica del país.
Todos los productores de café están organizados en la Asociación Cafetalera; todos los ganaderos en la Asociación Ganadera; todos los dueños de los ingenios de azúcar, en la Asociación Azucarera, todos los cultivadores de algodón, en la Cooperativa Algodonera; todos los importadores, exportadores, grandes comerciantes y dueños de fábricas y empresas industriales, en la Cámara de Comercio e Industria; y todos en conjunto, perfectamente vinculados a través de los bancos.
Desde esos organismos planean sus luchas contra la clase obrera, urden sus maniobras y coordinan sus esfuerzos para luchar contra los salarios de los trabajadores, contra las prestaciones sociales; para devorar los miserables aumentos de salarios subiendo el precio de los artículos que consumimos. Ellos no se limitan a luchar contra un sindicato aislado, sino que abarcan con sus tentáculos explotadores a todos los trabajadores organizados, a todo el pueblo.
Este hecho dolorosamente real nos demuestra cuán antidemocrática es cualquier ley que prohíba a los trabajadores unir sus actividades sindicales a través de un solo organismo directivo; mientras, por otro lado, se otorga la más irrestricta libertad de organización a los explotadores. Y eso es, precisamente, lo que hace la actual Ley de Sindicatos al prohibir la Confederación de Trabajadores.
Amarra las manos a los obreros, los dispersa y los entrega indefensos en garras de sus explotadores perfectamente organizados. Por eso, son obtusos, cobardes y traidores los dirigentes obreros que no eleven, entre las necesidades urgentes e imperiosas la lucha por desplazar las restricciones antidemocráticas y anticonstitucionales que contiene la actual Ley de Sindicatos, lo mismo que las interpretaciones profundamente perjudiciales para los trabajadores que de la misma hacen las autoridades del Trabajo, por medio de las cuales se prohíbe la creación y funcionamiento de la Confederación de Trabajadores.
Sin la Confederación de Trabajadores, la clase obrera se encuentra dividida y fraccionada en una cantidad de sindicatos aislados; sin la Confederación no tardarán en aparecer absurdas rivalidades entre unos y otros sindicatos; sin la Confederación, cada Sindicato se cree la élite y la crema de los trabajadores y queda abonado el campo para que nazca el repulsivo engreimiento de los dirigentes; sin la Confederación, cada Sindicato se encontrará sin el apoyo de los demás en el caso de declarar una huelga, porque no estarán en directa vinculación unos con otros, será muy difícil movilizarlos para apoyar a los compañeros huelguistas y si esa ayuda llega al fin, será muy tardía e ineficaz; sin la Confederación no será posible organizar una verdadera lucha por conquistar leyes de trabajo efectivamente ventajosas para los obreros; sin la Confederación es imposible luchar coordinadamente en el campo sindical, contra todas las fuerzas reaccionarias que no descansan en sus intentos por anular las miserables conquistas obtenidas; sin la Confederación de Trabajadores, se hace más lenta y difícil la tarea de elevar el grado de conciencia de clase de los obreros.
Esto nos demuestra lo importante que es, en estos momentos, la consigna de conquistar la Confederación. Precisamente por eso, es por lo que los enemigos de la clase obrera están haciendo todos los esfuerzos posibles por negarnos ese derecho. Ellos no vacilan en pisotear la Constitución para lograr sus propósitos; pero es indudable que tendrán que ser derrotados por la determinación combativa de los trabajadores. Debemos iniciar una poderosa campaña por conquistar la Confederación, sentida aspiración organizativa sindical del proletariado salvadoreño. Debemos de obtener el derecho de organizar la Confederación. Debe de ser una Confederación UNICA, para todos los trabajadores del país. No debemos permitir que se organicen 2 ó 3 Confederaciones, porque eso sería dividir nuestras escasas fuerzas. Debemos de luchar por la CENTRAL SINDICAL UNICA.
Pero no una Confederación cualquiera, dirigida por el gobierno, el clero o los patronos, sino una Confederación LIBRE Y ABSOLUTAMENTE INDEPENDIENTE que dirija a los trabajadores bajo el espíritu del sindicalismo revolucionario, en contra de la reacción, de la explotación, de la ignorancia y de la miseria.
Se ha llegado el momento, compañeros trabajadores, de que nos demos cuenta de nuestra fuerzas; que nos demos cuenta de lo que significa para la democracia salvadoreña un movimiento obrero unido, fuerte, consciente y disciplinado. El movimiento sindical libre es el más firme apoyo de una verdadera democracia. ¡Construyamos ese movimiento! Luchemos contra todo lo que se oponga a ese objetivo. Nuestros hijos reclaman un mañana mejor. De nuestra determinación, de nuestro grado de organización, de nuestro espíritu de lucha y sacrificio depende.
TODOS LOS TRABAJADORES A LUCHAR POR UNA CENTRAL SINDICAL UNICA:
POR LA GRAN CONFEDERACION DE TRABAJADORES DE EL SALVADOR! ¡TODOS A LUCHAR POR UN MOVIMIENTO SINDICAL LIBRE, INDEPENDIENTE Y REVOLUCIONARIO! ¡TODOS A LUCHAR POR UNA PAZ DURADERA! ¡TODOS A LUCHAR POR LA LIBERACION DEL PAIS DE LAS GARRAS DE LA OPRESION ECONOMICA EXTRANJERA! ¡POR UNA PATRIA LIBRE Y FELIZ! ¡POR LA PAZ, POR EL PAN, POR LA LIBERTAD! San Salvador, 15 de Septiembre de 1951 Salvador Cayetano Carpio
Notas
1. “Las relaciones de Producción están formadas por las relaciones técnicas y las relaciones sociales de producción”.
Desde esos organismos planean sus luchas contra la clase obrera, urden sus maniobras y coordinan sus esfuerzos para luchar contra los salarios de los trabajadores, contra las prestaciones sociales; para devorar los miserables aumentos de salarios subiendo el precio de los artículos que consumimos. Ellos no se limitan a luchar contra un sindicato aislado, sino que abarcan con sus tentáculos explotadores a todos los trabajadores organizados, a todo el pueblo.
Este hecho dolorosamente real nos demuestra cuán antidemocrática es cualquier ley que prohíba a los trabajadores unir sus actividades sindicales a través de un solo organismo directivo; mientras, por otro lado, se otorga la más irrestricta libertad de organización a los explotadores. Y eso es, precisamente, lo que hace la actual Ley de Sindicatos al prohibir la Confederación de Trabajadores.
Amarra las manos a los obreros, los dispersa y los entrega indefensos en garras de sus explotadores perfectamente organizados. Por eso, son obtusos, cobardes y traidores los dirigentes obreros que no eleven, entre las necesidades urgentes e imperiosas la lucha por desplazar las restricciones antidemocráticas y anticonstitucionales que contiene la actual Ley de Sindicatos, lo mismo que las interpretaciones profundamente perjudiciales para los trabajadores que de la misma hacen las autoridades del Trabajo, por medio de las cuales se prohíbe la creación y funcionamiento de la Confederación de Trabajadores.
Sin la Confederación de Trabajadores, la clase obrera se encuentra dividida y fraccionada en una cantidad de sindicatos aislados; sin la Confederación no tardarán en aparecer absurdas rivalidades entre unos y otros sindicatos; sin la Confederación, cada Sindicato se cree la élite y la crema de los trabajadores y queda abonado el campo para que nazca el repulsivo engreimiento de los dirigentes; sin la Confederación, cada Sindicato se encontrará sin el apoyo de los demás en el caso de declarar una huelga, porque no estarán en directa vinculación unos con otros, será muy difícil movilizarlos para apoyar a los compañeros huelguistas y si esa ayuda llega al fin, será muy tardía e ineficaz; sin la Confederación no será posible organizar una verdadera lucha por conquistar leyes de trabajo efectivamente ventajosas para los obreros; sin la Confederación es imposible luchar coordinadamente en el campo sindical, contra todas las fuerzas reaccionarias que no descansan en sus intentos por anular las miserables conquistas obtenidas; sin la Confederación de Trabajadores, se hace más lenta y difícil la tarea de elevar el grado de conciencia de clase de los obreros.
Esto nos demuestra lo importante que es, en estos momentos, la consigna de conquistar la Confederación. Precisamente por eso, es por lo que los enemigos de la clase obrera están haciendo todos los esfuerzos posibles por negarnos ese derecho. Ellos no vacilan en pisotear la Constitución para lograr sus propósitos; pero es indudable que tendrán que ser derrotados por la determinación combativa de los trabajadores. Debemos iniciar una poderosa campaña por conquistar la Confederación, sentida aspiración organizativa sindical del proletariado salvadoreño. Debemos de obtener el derecho de organizar la Confederación. Debe de ser una Confederación UNICA, para todos los trabajadores del país. No debemos permitir que se organicen 2 ó 3 Confederaciones, porque eso sería dividir nuestras escasas fuerzas. Debemos de luchar por la CENTRAL SINDICAL UNICA.
Pero no una Confederación cualquiera, dirigida por el gobierno, el clero o los patronos, sino una Confederación LIBRE Y ABSOLUTAMENTE INDEPENDIENTE que dirija a los trabajadores bajo el espíritu del sindicalismo revolucionario, en contra de la reacción, de la explotación, de la ignorancia y de la miseria.
Se ha llegado el momento, compañeros trabajadores, de que nos demos cuenta de nuestra fuerzas; que nos demos cuenta de lo que significa para la democracia salvadoreña un movimiento obrero unido, fuerte, consciente y disciplinado. El movimiento sindical libre es el más firme apoyo de una verdadera democracia. ¡Construyamos ese movimiento! Luchemos contra todo lo que se oponga a ese objetivo. Nuestros hijos reclaman un mañana mejor. De nuestra determinación, de nuestro grado de organización, de nuestro espíritu de lucha y sacrificio depende.
TODOS LOS TRABAJADORES A LUCHAR POR UNA CENTRAL SINDICAL UNICA:
POR LA GRAN CONFEDERACION DE TRABAJADORES DE EL SALVADOR! ¡TODOS A LUCHAR POR UN MOVIMIENTO SINDICAL LIBRE, INDEPENDIENTE Y REVOLUCIONARIO! ¡TODOS A LUCHAR POR UNA PAZ DURADERA! ¡TODOS A LUCHAR POR LA LIBERACION DEL PAIS DE LAS GARRAS DE LA OPRESION ECONOMICA EXTRANJERA! ¡POR UNA PATRIA LIBRE Y FELIZ! ¡POR LA PAZ, POR EL PAN, POR LA LIBERTAD! San Salvador, 15 de Septiembre de 1951 Salvador Cayetano Carpio
Notas
1. “Las relaciones de Producción están formadas por las relaciones técnicas y las relaciones sociales de producción”.
“Llamaremos RELACIONES TECNICAS DE PRODUCCION a las formas de control o dominio que los agentes de la producción ejercen sobre los medios de trabajo en particular y sobre el proceso de trabajo en general” “Llamaremos RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCION a las relaciones que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos en un proceso de producción determinado, relación que depende del tipo de relación de propiedad, posesión, disposición o usufructo que ellos establezcan con los medios de producción. (Marta Harnecker:
Los conceptos elementales del materialismo histórico. Paginas: 52, 37 y 43 respectivamente.
1976).
2. “Llamaremos FUERZAS PRODUCTIVAS propiamente tales a las fuerzas que resultan de la combinación de los elementos del proceso de trabajo bajo relaciones de producción determinadas.
Su resultado es una determinada productividad del trabajo”. (M. Harnecker: obra citada, p. 62) -
2. 3. “Las Clases Sociales son grandes grupos de hombres que se diferencian entre si por el lugar que ocupan en un sistema de producción históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran frente a los medios de producción (relaciones que las leyes fijan y consagran), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, por consiguiente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen”.
“Las clases sociales son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse del trabajo del otro por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social”. (V.I.Lenin: “Una gran iniciativa”, en Marx, Engels, Marxismo, p. 479.)
1976).
2. “Llamaremos FUERZAS PRODUCTIVAS propiamente tales a las fuerzas que resultan de la combinación de los elementos del proceso de trabajo bajo relaciones de producción determinadas.
Su resultado es una determinada productividad del trabajo”. (M. Harnecker: obra citada, p. 62) -
2. 3. “Las Clases Sociales son grandes grupos de hombres que se diferencian entre si por el lugar que ocupan en un sistema de producción históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran frente a los medios de producción (relaciones que las leyes fijan y consagran), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, por consiguiente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen”.
“Las clases sociales son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse del trabajo del otro por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social”. (V.I.Lenin: “Una gran iniciativa”, en Marx, Engels, Marxismo, p. 479.)
3. 4. Ver Georgen Politzer: “Principios elementales y principios fundament.es de filosofía” p. 168.
3 .5. Ver Federico Ángel: “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”. Obras
escogidas, Moscú, 1952, t. II, p. 289.
escogidas, Moscú, 1952, t. II, p. 289.
3.6. Ver F. V. Konstantinov: “El Materialismo Histórico”. Moscú, 1956, p. 69. –
7. Ver Georges Politzer: Obra citada, p. 172. -7
8. Ver Luís Segal: “Principios de Economía Política”.-7
9. “El proletariado es la clase social que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la
venta de su fuerza de trabajo, y no del rédito de algún capital; es la clase, cuyas dicha y pena, vida y muerte y toda la existencia dependen de la demanda de trabajo, es decir, de los periodos de crisis y de prosperidad de los negocios, de las fluctuaciones de una competencia desenfrenada. Dicho en pocas palabras el proletariado, o la clase de los proletarios es la clase trabajadora del siglo XIX”.
(F. Engels: “Principios del comunismo”. P. 1) -8
10. “Revolución social. Cambio radical en la vida de la sociedad, que significa el derrocamiento del régimen social caduco y la instauración de otro nuevo, progresivo. A diferencia de los teóricos de la burguesía liberal y del oportunismo, que consideran la revolución social como una casualidad, el marxismo-leninismos enseña que la revolución es un resultado necesario sujeto a leyes, del desarrollo de la sociedad de clases”. (M. M. Rosental y P. F. Iudin: “Diccionario Filosófico”. P. 404) -8.
11. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el esclavo?
“El esclavo esta vendido de una vez y para siempre, en cambio, el proletario tiene que venderse el mismo cada día y cada hora. Todo esclavo individual, propiedad de un señor determinado, tiene ya asegurada su existencia por miserable que sea, por interés de este. En cambio el proletario individual es, valga la expresión, propiedad de toda la clase de la burguesía. Su fuerza de trabajo no se compra más que cuando alguien la necesita, por cuya razón no tiene la existencia asegurada.
Esta existencia esta asegurada únicamente a toda la clase de los proletarios. El esclavo esta fuera
de la competencia. El proletario se halla sometido a ella siente todas las fluctuaciones. El esclavo es considerado como una cosa, y no miembro de la sociedad civil. El proletario es reconocido como persona, como miembro de la sociedad civil. Por consiguiente, el esclavo puede tener una existencia mejor que el proletario, pero este último pertenece a una etapa superior de desarrollo de la sociedad y se encuentra a un nivel más alto que el esclavo. Este se libera cuando de todas las relaciones de la propiedad privada no suprime mas que una, la relación de esclavitud, gracias a lo cual solo entonces se convierte en proletario; en cambio, el proletario solo puede liberarse suprimiendo toda la propiedad privada en general”.
¿Qué diferencia hay entre el proletario y el siervo?
“El siervo posee en propiedad y usufructo un instrumento de producción y una porción de tierra, a cambio de lo cual entrega una parte de su producto o cumple ciertos trabajos. El proletario trabaja con instrumentos de producción pertenecientes a otra persona, por cuenta de esta, a cambio de una parte del producto. El siervo da, al proletario le dan. El siervo tiene la existencia asegurada, el proletario no. El siervo esta fuera de la competencia, el proletario se halla sujeto a ella. El siervo se libera ya refugiándose en la ciudad y haciéndose artesano, ya dando a su amo dinero en lugar de trabajo o productos a su señor, transformándose en libre arrendatario, ya expulsando a su señor feudal y haciéndose el mismo propietario. Dicho en breves palabras, se libera entrando de una manera u otra en la clase poseedora y en la esfera de competencia. El proletario se libera suprimiendo la competencia, la propiedad privada y todas las diferencias de clase”.
¿Qué diferencia hay entre el proletario y el artesano?
“El obrero de manufactura (artesano) de los siglos XVI-XVIII poseía casi en todas partes instrumentos de producción: su telar, su rueca para la familia y un pequeño terreno que cultivaba en las horas libres. EL proletario no tiene nada de eso. El obrero de manufactura vive casi siempre en el campo y se halla en relación más o menos patriarcales con su señor o su patrono. El proletario suele vivir en grandes ciudades y no lo unen a su patrono más que relaciones de dinero.
La gran industria arranca al obrero de manufactura de sus condiciones patriarcales; este pierde la propiedad que todavía poseía y solo entonces se convierte en proletario”. (F. Engels: “Principios del Comunismo”. Paginas 72-73)-9
12. “Trade-Union es una expresión inglesa que equivale a Sindicato. Al tomar nosotros la expresión trade-unionismo no lo hacemos con su significado literal, sino en cuanto representa una corriente ideológica dentro del movimiento obrero”. (Nota del autor)-24.
13. ANARQUISMO (sin autoridad, sin poder). “Corriente político-social pequeño burguesa, hostil
a todo poder, incluido el de la dictadura del proletariado; contrapone los intereses de la pequeña propiedad privada y la pequeña economía campesina al progreso de la sociedad apoyada en la gran producción. La base filosófica del anarquismo es el individualismo, el subjetivismo, el voluntarismo. La aparición del anarquismo esta unida a los nombres de Schmidt (Stirner), Proudhon y Bakunin, cuyas teorías utópicas fueron sometidas a crítica en los trabajos de Marx y Engels. En el siglo XIX, el anarquismo se extendió por Francia, Italia y España. El anarquismo no va mas allá de las frases generales contra la explotación no comprende cuales son las causas de esta última, ni la lucha de clases como fuerza creadora para la realización del socialismo. La negación anarquista de la lucha política contribuye objetivamente a que la clase obrera se subordine a la política burguesa. Lo mas esencial en la lucha contra el anarquismo radica en el problema de como debe proceder la revolución frente al Estado y en el problema de Estado en general. Los anarquistas propugnan el aniquilamiento inmediato del Estado, no reconocen que sea posible aprovechar el Estado burgués para preparar al proletariado con vistas a la revolución.
Después de 1917, el anarquismo en Rusia se convirtió en una tendencia contrarrevolucionaria.
Actualmente goza de cierta influencia en España, Italia y América Latina”. (M.M. Rosental y P.F.
Iudin: Diccionario Filosófico”, paginas 13-14)-27.
14. “El Estado no es de ningún modo un poder impuesto desde fuera de la sociedad; tampoco es “la realidad de la idea moral”, “ni la imagen y la realidad de la razón”, como afirma Hegel. Es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado; es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable contradicción consigo misma y
esta dividida por antagonismos irreconciliables, que es impotente para conjurar. Pero a fin de que estos antagonismo, estas clases con intereses económicos en pugna no se devoren a si mismas y, no consuman a la sociedad en una lucha estéril, se hace necesario un poder situado aparentemente por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los limites del “orden”. Y ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella y se divorcia de ella mas y mas, es el Estado”.
“…..Como el Estado nació de la necesidad de refrenar los antagonismos de clase, y como al mismo
tiempo, nació en medio del conflicto de esas clases, es, por regla general, el Estado de la clase mas
poderosa, de la clase económicamente dominante, que, con ayuda de el, se convierte también en la clase políticamente dominante, adquiriendo con ello nuevos medios para la represión y la explotación de la clase oprimida. Así, el estado antiguo era ante todo, el Estado de los esclavistas par tener sometidos a los esclavos; el Estado feudal era el órgano de que se valía la nobleza para tener sujetos a los campesinos siervos, y el moderno Estado representativo es el instrumento de que se sirve el capital para explotar al trabajo asalariado. Sin embargo, por excepción, hay periodos en que las clases en lucha están tan equilibradas, que el poder del Estado, como mediador aparente, adquiere cierta independencia momentánea respecto a una y otra”.
“….En la republica democrática “la riqueza ejerce su poder indirectamente, pero de un modo mas
seguro”. De una parte, bajo la forma de “Corrupción directa de los funcionarios”, de lo cual es América un modelo clásico, y, de otra parte, bajo la forma de “alianza entre el gobierno y la bolsa……” (F. Engels: El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”, paginas 144- 145-146) 27.
15. LA “EXTINCION” DEL ESTADO. “El proletariado toma el poder estatal y comienza por convertir los medios de producción en propiedad del Estado. Pero con este acto se destruye a si mismo como proletario y destruye toda diferencia y todo antagonismo de clase y, con ello mismo, el Estado como tal. La sociedad que se ha movido hasta ahora entre antagonismos de clase, ha tenido necesidad del Estado, o sea de una organización de la clase explotadora para mantener las condiciones exteriores de producción, y por tanto, particularmente, para mantener por la fuerza a la clase explotada en las condiciones de opresión (la esclavitud, la servidumbre, el trabajo asalariado) determinadas por el modo de producción existente. El Estado era el representante oficial de toda la sociedad, su síntesis en una corporación visible; pero lo era tan solo como Estado de la clase que en su época representaba a toda la sociedad: en la antigüedad era el Estado de los ciudadanos esclavistas; en la Edad Media, el de la nobleza feudal; en nuestros tiempos es de la burguesía. Cuando el Estado se convierta finalmente en representante efectivo de toda la sociedad, será por si mismo superfluo. Cuando ya no exista ninguna clase social a la que haya que
mantener en la opresión; cuando desaparezcan, junto con la dominación de clase, junto con la lucha por la existencia individual, engendrada por la actual anarquía de la producción, los choques y los excesos resultantes de esta lucha, no habrá ya nada que reprimir ni hará falta, por tanto, esa fuerza especial de represión, el Estado. El primer acto en que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de toda la sociedad –la toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad- es a la par su último acto independiente como Estado. La intervención del poder estatal en las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro y “se adormecerá por si misma”. “El gobierno sobre las personas será sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los procesos de producción”. El Estado no será “abolido”: se extinguirá. Partiendo de esto es como hay que juzgar el valor de esa frase que habla del “Estado popular libre”, frase que durante cierto tiempo tuvo derecho a la existencia como consigna de agitación, pero que, en resumidas cuentas, carece en absoluto de fundamento científico. Partiendo de esto es también como debe ser considerada la exigencia de los llamados anarquistas de que el Estado sea abolido de la noche a la mañana” (F. Engels: Anti-Dühring o la subversión de la ciencia por el señor Eugenio Dühring, paginas 301-303 de la tercera edición alemana)-28
7. Ver Georges Politzer: Obra citada, p. 172. -7
8. Ver Luís Segal: “Principios de Economía Política”.-7
9. “El proletariado es la clase social que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la
venta de su fuerza de trabajo, y no del rédito de algún capital; es la clase, cuyas dicha y pena, vida y muerte y toda la existencia dependen de la demanda de trabajo, es decir, de los periodos de crisis y de prosperidad de los negocios, de las fluctuaciones de una competencia desenfrenada. Dicho en pocas palabras el proletariado, o la clase de los proletarios es la clase trabajadora del siglo XIX”.
(F. Engels: “Principios del comunismo”. P. 1) -8
10. “Revolución social. Cambio radical en la vida de la sociedad, que significa el derrocamiento del régimen social caduco y la instauración de otro nuevo, progresivo. A diferencia de los teóricos de la burguesía liberal y del oportunismo, que consideran la revolución social como una casualidad, el marxismo-leninismos enseña que la revolución es un resultado necesario sujeto a leyes, del desarrollo de la sociedad de clases”. (M. M. Rosental y P. F. Iudin: “Diccionario Filosófico”. P. 404) -8.
11. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el esclavo?
“El esclavo esta vendido de una vez y para siempre, en cambio, el proletario tiene que venderse el mismo cada día y cada hora. Todo esclavo individual, propiedad de un señor determinado, tiene ya asegurada su existencia por miserable que sea, por interés de este. En cambio el proletario individual es, valga la expresión, propiedad de toda la clase de la burguesía. Su fuerza de trabajo no se compra más que cuando alguien la necesita, por cuya razón no tiene la existencia asegurada.
Esta existencia esta asegurada únicamente a toda la clase de los proletarios. El esclavo esta fuera
de la competencia. El proletario se halla sometido a ella siente todas las fluctuaciones. El esclavo es considerado como una cosa, y no miembro de la sociedad civil. El proletario es reconocido como persona, como miembro de la sociedad civil. Por consiguiente, el esclavo puede tener una existencia mejor que el proletario, pero este último pertenece a una etapa superior de desarrollo de la sociedad y se encuentra a un nivel más alto que el esclavo. Este se libera cuando de todas las relaciones de la propiedad privada no suprime mas que una, la relación de esclavitud, gracias a lo cual solo entonces se convierte en proletario; en cambio, el proletario solo puede liberarse suprimiendo toda la propiedad privada en general”.
¿Qué diferencia hay entre el proletario y el siervo?
“El siervo posee en propiedad y usufructo un instrumento de producción y una porción de tierra, a cambio de lo cual entrega una parte de su producto o cumple ciertos trabajos. El proletario trabaja con instrumentos de producción pertenecientes a otra persona, por cuenta de esta, a cambio de una parte del producto. El siervo da, al proletario le dan. El siervo tiene la existencia asegurada, el proletario no. El siervo esta fuera de la competencia, el proletario se halla sujeto a ella. El siervo se libera ya refugiándose en la ciudad y haciéndose artesano, ya dando a su amo dinero en lugar de trabajo o productos a su señor, transformándose en libre arrendatario, ya expulsando a su señor feudal y haciéndose el mismo propietario. Dicho en breves palabras, se libera entrando de una manera u otra en la clase poseedora y en la esfera de competencia. El proletario se libera suprimiendo la competencia, la propiedad privada y todas las diferencias de clase”.
¿Qué diferencia hay entre el proletario y el artesano?
“El obrero de manufactura (artesano) de los siglos XVI-XVIII poseía casi en todas partes instrumentos de producción: su telar, su rueca para la familia y un pequeño terreno que cultivaba en las horas libres. EL proletario no tiene nada de eso. El obrero de manufactura vive casi siempre en el campo y se halla en relación más o menos patriarcales con su señor o su patrono. El proletario suele vivir en grandes ciudades y no lo unen a su patrono más que relaciones de dinero.
La gran industria arranca al obrero de manufactura de sus condiciones patriarcales; este pierde la propiedad que todavía poseía y solo entonces se convierte en proletario”. (F. Engels: “Principios del Comunismo”. Paginas 72-73)-9
12. “Trade-Union es una expresión inglesa que equivale a Sindicato. Al tomar nosotros la expresión trade-unionismo no lo hacemos con su significado literal, sino en cuanto representa una corriente ideológica dentro del movimiento obrero”. (Nota del autor)-24.
13. ANARQUISMO (sin autoridad, sin poder). “Corriente político-social pequeño burguesa, hostil
a todo poder, incluido el de la dictadura del proletariado; contrapone los intereses de la pequeña propiedad privada y la pequeña economía campesina al progreso de la sociedad apoyada en la gran producción. La base filosófica del anarquismo es el individualismo, el subjetivismo, el voluntarismo. La aparición del anarquismo esta unida a los nombres de Schmidt (Stirner), Proudhon y Bakunin, cuyas teorías utópicas fueron sometidas a crítica en los trabajos de Marx y Engels. En el siglo XIX, el anarquismo se extendió por Francia, Italia y España. El anarquismo no va mas allá de las frases generales contra la explotación no comprende cuales son las causas de esta última, ni la lucha de clases como fuerza creadora para la realización del socialismo. La negación anarquista de la lucha política contribuye objetivamente a que la clase obrera se subordine a la política burguesa. Lo mas esencial en la lucha contra el anarquismo radica en el problema de como debe proceder la revolución frente al Estado y en el problema de Estado en general. Los anarquistas propugnan el aniquilamiento inmediato del Estado, no reconocen que sea posible aprovechar el Estado burgués para preparar al proletariado con vistas a la revolución.
Después de 1917, el anarquismo en Rusia se convirtió en una tendencia contrarrevolucionaria.
Actualmente goza de cierta influencia en España, Italia y América Latina”. (M.M. Rosental y P.F.
Iudin: Diccionario Filosófico”, paginas 13-14)-27.
14. “El Estado no es de ningún modo un poder impuesto desde fuera de la sociedad; tampoco es “la realidad de la idea moral”, “ni la imagen y la realidad de la razón”, como afirma Hegel. Es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado; es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable contradicción consigo misma y
esta dividida por antagonismos irreconciliables, que es impotente para conjurar. Pero a fin de que estos antagonismo, estas clases con intereses económicos en pugna no se devoren a si mismas y, no consuman a la sociedad en una lucha estéril, se hace necesario un poder situado aparentemente por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los limites del “orden”. Y ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella y se divorcia de ella mas y mas, es el Estado”.
“…..Como el Estado nació de la necesidad de refrenar los antagonismos de clase, y como al mismo
tiempo, nació en medio del conflicto de esas clases, es, por regla general, el Estado de la clase mas
poderosa, de la clase económicamente dominante, que, con ayuda de el, se convierte también en la clase políticamente dominante, adquiriendo con ello nuevos medios para la represión y la explotación de la clase oprimida. Así, el estado antiguo era ante todo, el Estado de los esclavistas par tener sometidos a los esclavos; el Estado feudal era el órgano de que se valía la nobleza para tener sujetos a los campesinos siervos, y el moderno Estado representativo es el instrumento de que se sirve el capital para explotar al trabajo asalariado. Sin embargo, por excepción, hay periodos en que las clases en lucha están tan equilibradas, que el poder del Estado, como mediador aparente, adquiere cierta independencia momentánea respecto a una y otra”.
“….En la republica democrática “la riqueza ejerce su poder indirectamente, pero de un modo mas
seguro”. De una parte, bajo la forma de “Corrupción directa de los funcionarios”, de lo cual es América un modelo clásico, y, de otra parte, bajo la forma de “alianza entre el gobierno y la bolsa……” (F. Engels: El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”, paginas 144- 145-146) 27.
15. LA “EXTINCION” DEL ESTADO. “El proletariado toma el poder estatal y comienza por convertir los medios de producción en propiedad del Estado. Pero con este acto se destruye a si mismo como proletario y destruye toda diferencia y todo antagonismo de clase y, con ello mismo, el Estado como tal. La sociedad que se ha movido hasta ahora entre antagonismos de clase, ha tenido necesidad del Estado, o sea de una organización de la clase explotadora para mantener las condiciones exteriores de producción, y por tanto, particularmente, para mantener por la fuerza a la clase explotada en las condiciones de opresión (la esclavitud, la servidumbre, el trabajo asalariado) determinadas por el modo de producción existente. El Estado era el representante oficial de toda la sociedad, su síntesis en una corporación visible; pero lo era tan solo como Estado de la clase que en su época representaba a toda la sociedad: en la antigüedad era el Estado de los ciudadanos esclavistas; en la Edad Media, el de la nobleza feudal; en nuestros tiempos es de la burguesía. Cuando el Estado se convierta finalmente en representante efectivo de toda la sociedad, será por si mismo superfluo. Cuando ya no exista ninguna clase social a la que haya que
mantener en la opresión; cuando desaparezcan, junto con la dominación de clase, junto con la lucha por la existencia individual, engendrada por la actual anarquía de la producción, los choques y los excesos resultantes de esta lucha, no habrá ya nada que reprimir ni hará falta, por tanto, esa fuerza especial de represión, el Estado. El primer acto en que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de toda la sociedad –la toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad- es a la par su último acto independiente como Estado. La intervención del poder estatal en las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro y “se adormecerá por si misma”. “El gobierno sobre las personas será sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los procesos de producción”. El Estado no será “abolido”: se extinguirá. Partiendo de esto es como hay que juzgar el valor de esa frase que habla del “Estado popular libre”, frase que durante cierto tiempo tuvo derecho a la existencia como consigna de agitación, pero que, en resumidas cuentas, carece en absoluto de fundamento científico. Partiendo de esto es también como debe ser considerada la exigencia de los llamados anarquistas de que el Estado sea abolido de la noche a la mañana” (F. Engels: Anti-Dühring o la subversión de la ciencia por el señor Eugenio Dühring, paginas 301-303 de la tercera edición alemana)-28
16. SOCIALISMO. “Régimen social que surge como resultado de la supresión del modo burgués de producción y de la instauración de la dictadura del proletariado. Esta basado en la propiedad social sobre los medios de producción, propiedad que presenta dos formas, estatal (de todo el pueblo) y cooperativo-Koljosiana. La propiedad social determina la inexistencia de clases explotadoras de la explotación del hombre por el hombre, que las relaciones entre los trabajadores sean de colaboración amistosa y de ayuda mutua. Bajo el socialismo, se acaba con toda opresión social y toda desigualdad nacional, con la oposición entre la ciudad y el campo, entre el trabajo intelectual y el trabajo físico (pese a que todavía se conserva una diferencia esencial). En la sociedad socialista, se dan dos clases amigas la clase obrera y los campesinos koljosianos, y también la intelectualidad. Las diferencias entre estas dos clases, así como también entre ellas y la intelectualidad, se van borrando gradualmente. Las relaciones de todos los grupos sociales, unos con otros, se caracterizan por la unidad político-social e ideológica; las naciones socialistas entre si, por ser relaciones de amistad, colaboración y fraternal ayuda mutua. Sobre la base de la propiedad social, bajo el socialismo se desarrolla de manera planificada la economía nacional, lo cual es inaccesible al capitalismo. El Desarrollo y el perfeccionamiento de la producción social sirven para satisfacer, de manera cada vez mas completa, las crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo. La vida de la sociedad socialista se asienta sobre una amplia democracia; la incorporación de todos los trabajadores a la participación activa en la dirección de los asuntos estatales. El democratismo socialista garantiza tanto los derechos sociales –derecho al trabajo, al descanso, a la instrucción y al servicio medico gratuitos- , a disponer de lo necesario en la vejez, igualdad de derechos para la mujer y el hombre, para los ciudadanos de todas las razas y nacionalidades –así como las libertades políticas- las libertades de palabra, de prensa y de reunión, el derecho a elegir y a ser elegido. El socialismo se diferencia de la fase superior del comunismo por el grado de madurez de todos los aspectos de la vida social. Las fuerzas productivas, en el régimen socialista, no están aun suficientemente desarrolladas como para asegurar la abundancia de productos; el trabajo no se ha convertido aun en la primera necesidad vital de todos los miembros de la sociedad. En consecuencia, la distribución de los bienes materiales se lleva a cabo según el principio: “De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según su trabajo”. El desarrollo del socialismo conduce, con sujeción a ley al comunismo. En la U.R.S.S., El socialismo ha vencido plena y definitivamente, el país ha entrado en el periodo de la edificación del comunismo en todo el frente. Actualmente, el socialismo se construye en varios
países de Europa, Asia y América. El sistema mundial del socialismo abarca mas de un tercio de la población del globo terrestre”. (M.M. Rosental y P.F. Iudin: “Diccionario Filosófico, pagina 429) -28
17. DEMOCRACIA: (del griego: pueblo, fuerza, poder) “Una de las formas de poder; se caracteriza por proclamar oficialmente el principio de la subordinación de la minoría a la mayoría y el reconocimiento de la libertad y de la igualdad de derechos de los ciudadanos. En la ciencia burguesa, al caracterizarse la democracia por lo común no se va más allá de aducir esos rasgos formales al margen de las condiciones económico-sociales de la vida de la sociedad y del estado real de las cosas. Surge, como resultado, la idea de la denominada democracia “pura”, compartida por oportunistas y reformistas. La realidad es, no obstante, que toda democracia como forma de organización política de la sociedad “sirve, en última instancia a la producción y esta determinada, en último termino, por las relaciones, de producción de la sociedad dada” (Lenin, t XXXII, Pág. 60). Ello hace que sea necesario tener en cuenta el desarrollo histórico de la democracia, su dependencia directa del cambio de las formaciones económico-sociales, del carácter y dureza de la lucha de clases. En las formaciones clasistas, la democracia aparece como forma de la dictadura de la clase dominante; posee, en consecuencia, un carácter de clase y de hecho existe solo para los miembros de aquella clase. Así, en la sociedad burguesa, la democracia constituye la forma de dominio de la clase de la burguesía. Durante cierto tiempo, la burguesía esta interesada en la democracia como instrumento de dominio político. Elabora una constitución,
establece un parlamento y otras instituciones representativas, introduce (bajo la presión de las masas) el derecho general al voto y las libertades políticas formales. No obstante, las posibilidades de utilizar todos estos derechos democráticos e instituciones, se reducen por todos los medios para las amplias masas de trabajadores; todo el aparato democrático de la republica burguesa esta estructurado de modo que pueda paralizar la actividad política de las masas y desplazar a los trabajadores de toda intervención en la vida política. Por otra parte, nada hay que garantice la vigencia de los derechos políticos formalmente proclamados, y las instituciones representativas sirven sobre todo para encubrir los objetivos reales de la política que la clase dominante lleva a cabo. Es un rasgo característico de la democracia burguesa, la existencia del parlamentarismo, o sea, la división del poder legislativo y del poder ejecutivo, con una manifiesta tendencia a aumentar el papel de este ultimo. En la época imperialista, se produce en los estados burgueses un giro de la democracia a la reacción política. La democracia socialista constituye la forma mas elevada de democracia, es la autentica democracia para la mayoría del pueblo, para las amplias masas trabajadoras. Su base económica radica en la propiedad colectiva de los medios de producción”. (M.M. Rosental y P.F. Iudin: “Directorio filosófico”, paginas 109-110)
países de Europa, Asia y América. El sistema mundial del socialismo abarca mas de un tercio de la población del globo terrestre”. (M.M. Rosental y P.F. Iudin: “Diccionario Filosófico, pagina 429) -28
17. DEMOCRACIA: (del griego: pueblo, fuerza, poder) “Una de las formas de poder; se caracteriza por proclamar oficialmente el principio de la subordinación de la minoría a la mayoría y el reconocimiento de la libertad y de la igualdad de derechos de los ciudadanos. En la ciencia burguesa, al caracterizarse la democracia por lo común no se va más allá de aducir esos rasgos formales al margen de las condiciones económico-sociales de la vida de la sociedad y del estado real de las cosas. Surge, como resultado, la idea de la denominada democracia “pura”, compartida por oportunistas y reformistas. La realidad es, no obstante, que toda democracia como forma de organización política de la sociedad “sirve, en última instancia a la producción y esta determinada, en último termino, por las relaciones, de producción de la sociedad dada” (Lenin, t XXXII, Pág. 60). Ello hace que sea necesario tener en cuenta el desarrollo histórico de la democracia, su dependencia directa del cambio de las formaciones económico-sociales, del carácter y dureza de la lucha de clases. En las formaciones clasistas, la democracia aparece como forma de la dictadura de la clase dominante; posee, en consecuencia, un carácter de clase y de hecho existe solo para los miembros de aquella clase. Así, en la sociedad burguesa, la democracia constituye la forma de dominio de la clase de la burguesía. Durante cierto tiempo, la burguesía esta interesada en la democracia como instrumento de dominio político. Elabora una constitución,
establece un parlamento y otras instituciones representativas, introduce (bajo la presión de las masas) el derecho general al voto y las libertades políticas formales. No obstante, las posibilidades de utilizar todos estos derechos democráticos e instituciones, se reducen por todos los medios para las amplias masas de trabajadores; todo el aparato democrático de la republica burguesa esta estructurado de modo que pueda paralizar la actividad política de las masas y desplazar a los trabajadores de toda intervención en la vida política. Por otra parte, nada hay que garantice la vigencia de los derechos políticos formalmente proclamados, y las instituciones representativas sirven sobre todo para encubrir los objetivos reales de la política que la clase dominante lleva a cabo. Es un rasgo característico de la democracia burguesa, la existencia del parlamentarismo, o sea, la división del poder legislativo y del poder ejecutivo, con una manifiesta tendencia a aumentar el papel de este ultimo. En la época imperialista, se produce en los estados burgueses un giro de la democracia a la reacción política. La democracia socialista constituye la forma mas elevada de democracia, es la autentica democracia para la mayoría del pueblo, para las amplias masas trabajadoras. Su base económica radica en la propiedad colectiva de los medios de producción”. (M.M. Rosental y P.F. Iudin: “Directorio filosófico”, paginas 109-110)
"SALVADOREÑOS,
POR EL BIEN DEL PAIS, NO VOTES "
UNIVERSIDAD OBRERA
DE EL SALVADOR
- UOES -
SALVADOR CAYETANO CARPIO
COMANDANTE MARCIAL
LIBRO EXPERIENCIAS
ESCRITO POR
SALVADOR CAYETANO CARPIO
LA HUELGA GENERAL
OBRERA DE ABRIL DE
1967
San Salvador, 6 de agosto de 1967.
San Salvador, 6 de agosto de 1967.
I.
ANTECEDENTES
Eran las doce de la noche del 30 de noviembre de 1945... Sonaron los pitos de los trenes, anunciando el estallido de la huelga de los ferrocarrileros. A las cero horas un minuto, todo el sistema ferroviario del país estaba paralizado. Horas después, esta gran huelga terminaba con la obtención de las demandas presentadas...
Como ya era tradicional en el país, estas y otras huelgas, organizadas por los trabajadores de diversas industrias y gremios, durante los años 1944-1945, estallaban sin previo aviso, cuando las gestiones pacificas se agotaban.
La eficacia de las huelgas obreras, como medio para lograr las demandas laborales alarmó a la parte patronal y la decidió a poner frenos legales a las mismas. Casi inmediatamente después de la huelga ferroviaria, el gobierno corrompido e inepto de Salvador Castaneda
Castro, fiel sirviente de la reacción interna y externa, emitió la Ley de Conflictos Colectivos de Trabajo (15 de enero de 1946) y creó el Departamento Nacional del Trabajo. Esa ley establecía, entre muchos requisitos difíciles de llenar, un período de 30 días entre el emplazamiento y el estallido de la huelga, para poner en juego toda clase de maniobras a fin de frustrarla antes de su inicio (despidos masivos, amenazas, encarcelamientos de directivos, contratación de esquiroles, etc.).
Los trabajadores que emplazaban a huelga acogiéndose a dicha ley, quedaban entrampados en el filo de una tenaza mortal: si a pesar de las maniobras de la empresa, después de treinta días de emplazamiento todavía tenían fuerza para llegar a la huelga, las oficinas del Departamento Nacional de Trabajo se encargaban de declararla ilegal autorizando a la fuerza pública a disolverla. NI UNA SOLA HUELGA, TRAMITADA DENTRO DE LOS TÉRMINOS DE ESA LEY FUE DECLARADA LEGAL POR EL GOBIERNO.
Era una Ley destinada a disuadir las huelgas, no a permitirlas. Cientos de panificadores, hombres y mujeres, fueron a parar a la cárcel en agosto de 1946. cuando su huelga fue declarada ilegal. Igualmente fueron declaradas ilegales las huelgas de “La Estrella” y de otras fábricas por esos mismos días, a pesar de haber llenado todos los requisitos de ley. El mitin que los trabajadores organizaron el 15 de septiembre de 1946 en la Plaza Libertad, en protesta por la ilegalización de todas las huelgas, fue masacrado, derramándose la sangre obrera.
Las protestas crecieron, se unieron a ellas otros sectores democráticos del país, especialmente el sector estudiantil, y estalló la huelga general a principios de octubre de 1946. Se paralizó la industria, el transporte y el comercio durante varios días; pero fue disuelta a base de terror, encarcelamientos y destierros.
Después de eso, las fuerzas reaccionarias lograron su propósito de disuasión: durante varios años no hubo huelgas obreras. Apenas una que otra, durante el período del llamado Consejo de Gobierno Revolucionario. Varios años después, el Ministro de Trabajo, doctor Mario Héctor Salazar (ahora apoderado de la IUSA), podría jactarse en sus Memorias, leídas en la Asamblea Legislativa, de que existía la “paz social” debido a la ausencia de huelgas; “armonía de clases” lograda a costa de la represión de los trabajadores, de la ilegalización de las huelgas, de la mediatización abusiva del Poder Público sobre los sindicatos.
Esto, por otra parte, significó privar a los trabajadores del derecho a luchar por su mejoramiento colectivo; pues si bien es cierto, que la lucha de la clase obrera por crear y mejorar la legislación laboral logró algunas apreciables conquistas (la sindicalización, la contratación colectiva, el descanso semanal, el Seguro Social, vacaciones, aguinaldos, etc.), los salarios se estancaron, el costo de la vida subió, la explotación se incrementó, las injusticias patronales aumentaron.
Prácticamente desprovista la clase obrera de su derecho de huelga, no estaba en capacidad de luchar colectivamente por el aumento de salarios, ni por un real mejoramiento de sus condiciones de vida. El terror psicológico hizo sus estragos: el temor a acogerse a una ley inefectiva y a que sus huelgas fueran declaradas ilegales, el temor a caer bajo los encarcelamientos y persecuciones,. la actitud de “legalismo a toda costa”. introducida por los agentes divisionistas que el gobierno y los monopolios extranjeros incrustaron en el movimiento sindical, hicieron sus efectos durante años.
Ahora mismo, en 1967, grandes sectores de trabajadores devengan todavía salarios que desde 1946 lograron alcanzar a base de luchas: 1.50, 1.25 y 1.00 Colones son salarios corrientes para una gran capa de trabajadores industriales y gremiales.
Sin embargo, el sector patronal no estaba satisfecho. Temía que algún resquicio de la Ley de Conflictos Colectivos de Trabajo pudiera ser todavía aprovechada por los trabajadores y que, en alguna ocasión, una huelga pudiera ser declarada legal. De tal manera, aprovechó la oportunidad que le ofrecía la promulgación del Código de Trabajo (1963) e introdujo en él tales tramitaciones y “regulaciones”, que prácticamente se hizo imposible en El Salvador ejercer legalmente el derecho Constitucional de huelga; ni una sola huelga se ha podido llevar a la práctica exitosamente de acuerdo con dicho Código que es una abierta inspiración patronal, y que ha reflejado con claridad la política laboral antiobrera y reaccionaria del gobierno del Coronel Julio Adalberto Rivera.
Eran las doce de la noche del 30 de noviembre de 1945... Sonaron los pitos de los trenes, anunciando el estallido de la huelga de los ferrocarrileros. A las cero horas un minuto, todo el sistema ferroviario del país estaba paralizado. Horas después, esta gran huelga terminaba con la obtención de las demandas presentadas...
Como ya era tradicional en el país, estas y otras huelgas, organizadas por los trabajadores de diversas industrias y gremios, durante los años 1944-1945, estallaban sin previo aviso, cuando las gestiones pacificas se agotaban.
La eficacia de las huelgas obreras, como medio para lograr las demandas laborales alarmó a la parte patronal y la decidió a poner frenos legales a las mismas. Casi inmediatamente después de la huelga ferroviaria, el gobierno corrompido e inepto de Salvador Castaneda
Castro, fiel sirviente de la reacción interna y externa, emitió la Ley de Conflictos Colectivos de Trabajo (15 de enero de 1946) y creó el Departamento Nacional del Trabajo. Esa ley establecía, entre muchos requisitos difíciles de llenar, un período de 30 días entre el emplazamiento y el estallido de la huelga, para poner en juego toda clase de maniobras a fin de frustrarla antes de su inicio (despidos masivos, amenazas, encarcelamientos de directivos, contratación de esquiroles, etc.).
Los trabajadores que emplazaban a huelga acogiéndose a dicha ley, quedaban entrampados en el filo de una tenaza mortal: si a pesar de las maniobras de la empresa, después de treinta días de emplazamiento todavía tenían fuerza para llegar a la huelga, las oficinas del Departamento Nacional de Trabajo se encargaban de declararla ilegal autorizando a la fuerza pública a disolverla. NI UNA SOLA HUELGA, TRAMITADA DENTRO DE LOS TÉRMINOS DE ESA LEY FUE DECLARADA LEGAL POR EL GOBIERNO.
Era una Ley destinada a disuadir las huelgas, no a permitirlas. Cientos de panificadores, hombres y mujeres, fueron a parar a la cárcel en agosto de 1946. cuando su huelga fue declarada ilegal. Igualmente fueron declaradas ilegales las huelgas de “La Estrella” y de otras fábricas por esos mismos días, a pesar de haber llenado todos los requisitos de ley. El mitin que los trabajadores organizaron el 15 de septiembre de 1946 en la Plaza Libertad, en protesta por la ilegalización de todas las huelgas, fue masacrado, derramándose la sangre obrera.
Las protestas crecieron, se unieron a ellas otros sectores democráticos del país, especialmente el sector estudiantil, y estalló la huelga general a principios de octubre de 1946. Se paralizó la industria, el transporte y el comercio durante varios días; pero fue disuelta a base de terror, encarcelamientos y destierros.
Después de eso, las fuerzas reaccionarias lograron su propósito de disuasión: durante varios años no hubo huelgas obreras. Apenas una que otra, durante el período del llamado Consejo de Gobierno Revolucionario. Varios años después, el Ministro de Trabajo, doctor Mario Héctor Salazar (ahora apoderado de la IUSA), podría jactarse en sus Memorias, leídas en la Asamblea Legislativa, de que existía la “paz social” debido a la ausencia de huelgas; “armonía de clases” lograda a costa de la represión de los trabajadores, de la ilegalización de las huelgas, de la mediatización abusiva del Poder Público sobre los sindicatos.
Esto, por otra parte, significó privar a los trabajadores del derecho a luchar por su mejoramiento colectivo; pues si bien es cierto, que la lucha de la clase obrera por crear y mejorar la legislación laboral logró algunas apreciables conquistas (la sindicalización, la contratación colectiva, el descanso semanal, el Seguro Social, vacaciones, aguinaldos, etc.), los salarios se estancaron, el costo de la vida subió, la explotación se incrementó, las injusticias patronales aumentaron.
Prácticamente desprovista la clase obrera de su derecho de huelga, no estaba en capacidad de luchar colectivamente por el aumento de salarios, ni por un real mejoramiento de sus condiciones de vida. El terror psicológico hizo sus estragos: el temor a acogerse a una ley inefectiva y a que sus huelgas fueran declaradas ilegales, el temor a caer bajo los encarcelamientos y persecuciones,. la actitud de “legalismo a toda costa”. introducida por los agentes divisionistas que el gobierno y los monopolios extranjeros incrustaron en el movimiento sindical, hicieron sus efectos durante años.
Ahora mismo, en 1967, grandes sectores de trabajadores devengan todavía salarios que desde 1946 lograron alcanzar a base de luchas: 1.50, 1.25 y 1.00 Colones son salarios corrientes para una gran capa de trabajadores industriales y gremiales.
Sin embargo, el sector patronal no estaba satisfecho. Temía que algún resquicio de la Ley de Conflictos Colectivos de Trabajo pudiera ser todavía aprovechada por los trabajadores y que, en alguna ocasión, una huelga pudiera ser declarada legal. De tal manera, aprovechó la oportunidad que le ofrecía la promulgación del Código de Trabajo (1963) e introdujo en él tales tramitaciones y “regulaciones”, que prácticamente se hizo imposible en El Salvador ejercer legalmente el derecho Constitucional de huelga; ni una sola huelga se ha podido llevar a la práctica exitosamente de acuerdo con dicho Código que es una abierta inspiración patronal, y que ha reflejado con claridad la política laboral antiobrera y reaccionaria del gobierno del Coronel Julio Adalberto Rivera.
II.
ASCENSO
Sin embargo, no se puede esperar que los trabajadores permanezcamos indefinidamente pasivos frente a las angustiosas necesidades económicas y sociales que se van acrecentando día a día. No se puede a estas alturas, vivir con salarios de 2.00 y de 1.00 (ni siquiera con el doble de éstos) en una época en que el alquiler de un cuarto de mesón vale más de 30.00 al mes (1.00 diario), y los alimentos, la ropa y las medicinas “están por las nubes”. La pasividad vendría a ser, en tales condiciones, un suicidio colectivo. Y si un padre o madre de familia pueden estar dispuestos a dejarse matar de inanición, no podrán estar dispuestos a ver con la misma pasividad que sus hijos se vayan consumiendo lenta pero implacablemente, a causa de la desnutrición y las enfermedades provocadas por la miserable alimentación a que dan lugar los salarios de hambre. ¿Como puede una madre o un padre alimentar, vestir, dar habitación y educación a 3 ó 4 hijos si devenga de 1.50 a 3.00 Colones? Este es un factor del despertar combativo actual de los trabajadores salvadoreños.
Por otro lado, la estructura de la clase obrera ha ido cambiando aceleradamente. En pocos años ha crecido apreciablemente el sector obrero industrial, a medida que las fábricas han ido poblando al país convirtiéndose en la parte fundamental del proletariado salvadoreño. Es un proletariado joven. de reciente formación, que durante los primeros años no tenía aún muy definida su conciencia de clase, pero que a golpe de explotación e injusticias patronales ha podido ir forjando su conciencia colectiva. El panorama que presenta el proletariado de hoy difiere mucho del de 1946, cuando el sector industrial era mucho menor, y la concentración de obreros en las fábricas no alcanzaba las proporciones actuales. Se puede decir que las acciones reivindicativas de este año están marcando el despertar de un nuevo proletariado industrial en El Salvador.
La urgencia de la lucha por mejores salarios y contra las injusticias patronales chocaba con las estipulaciones legales impuestas por los patronos en el Contrato de Trabajo: chocaba también con el temor a sobrepasar dichas limitaciones patronales. pero los trabajadores tenían que encontrar formas de lucha que les permitieran superar tales dificultades. Los obreros de la construcción (del Hospital Bloom en construcción) aplicaron con éxito los paros cortos. Los médicos de los hospitales se fueron a una huelga exitosa que duró tres días, haciendo a un lado el Contrato de Trabajo. Este ejemplo fue valioso, pues mostró que era posible ganar una huelga sin enredarse en las trabas patronales que el Contrato de Trabajo imponía: que bastaba con la firme unidad, la organización y la decisión necesarias, para triunfar. Luego las enfermeras se disponen a ir a una huelga sin atenerse al Contrato de Trabajo, y triunfan cuando ya estaban en los lindes mismos de la huelga.
El camino está trazado. El proletariado asimila la experiencia
Es así como el 18 de diciembre de 1966 (a dos meses de haber conquistado la jornada de 8 horas) en una histórica Asamblea, los pilotos automovilistas acuerdan luchar por el aumento de salarios. Después de varias gestiones infructuosas en el Departamento Nacional de Trabajo, llega el 17 de enero de 1967, cuando los motoristas de los buses urbanos, que en las acciones por reafirmar su derecho a la jornada de 8 horas recobraron confianza en sus fuerzas, se lanzaron a la huelga por lograr un apreciable aumento de salarios. Una tras otra se fueron paralizando todas las rutas de buses urbanos de la capital y comienza a extenderse la huelga a otras ciudades de la República. Alrededor de 1,600 motoristas se fueron a la huelga. Al tercer día de la huelga triunfa arrolladoramente, obteniendo un aumento del cincuenta y cien por ciento en los salarios (4.00) pagados por las empresas. Es notable que tan rotundo éxito se obtuvo después que la mesa de huelguistas rechazó el dañino acuerdo a que había llegado ya con el gobierno la Comisión Negociadora, encabezada por René Barrios Amaya, consistente en permitir un subsidio provisional del gobierno.
La huelga de motoristas creó rasgos valiosos que después fueron aplicados por otros trabajadores: los autobuses fueron puestos bajo el cuidado de los propios huelguistas que, disciplinados, conscientes y combativos, estaban dispuestos a defender sus derechos y mantener el más estricto orden y disciplina interna.
La Federación Unitaria Sindical (FUSS), organizó la ágil y amplia solidaridad de los sindicatos a ella afiliados, hacia los huelguistas. El Sindicato Gremial de Pilotos Automovilistas es afiliado a ella. El pueblo se volcó generosamente en su favor. Sólo la C.G.S. (Confederación General de Sindicatos) apegada a una tradicional línea separatista se negó a proporcionar la elemental solidaridad. A despecho de esto, algunos sindicatos más sensibles de esta Central (como eran IUSA y MINERVA) proporcionaron su apoyo solidario.
A continuación, el 13 de febrero, la huelga de 1,800 trabajadores de la fabrica IUSA vino a estremecer a todo el movimiento sindical. La directiva de la C.G.S. apegada a moldes de “legalismo a toda costa” trató de evitarla, pero los trabajadores ya no estaban dispuestos a dejarse arrastrar al tortuoso camino de los cánones patronales del contrato de trabajo en el terreno de las huelgas. Las páginas de heroísmo, valor, disciplina, que durante ocho días escribieron los obreros y obreras de IUSA son imborrables. La guardia que día y noche hacían los trabajadores frente a la fabrica, disciplinados y firmes, con garrotes en la mano, era el símbolo del despertar combativo de los trabajadores industriales. La “C. de G.” (“Comisión de Garroteros”), tanto en su sección masculina como femenina, eran la garantía de que la huelga no podía ser quebrantada por rompehuelgas, y que los trabajadores estaban dispuestos -frente a quien fuere- a defender sus derechos. Es cierto que esta huelga no obtuvo todo el éxito esperado, pero ese resultado no se debió a los huelguistas, sino a los dirigentes de la C.G.S. que no quisieron dar la batalla a fondo y prefirieron claudicar y ejercer presión sobre los trabajadores para que aceptaran un mal arreglo, alegando que la huelga podía ser declarada ilegal y que sus contratos individuales podían ser cancelados.
La FUSS proporcionó el mayor apoyo solidario de todas sus organizaciones, en aplicación de sus principios y mostró que, frente a los patronos, la unidad de acción es necesaria; con lo que merecidamente se ganó un sólido prestigio entre los trabajadores de IUSA.
Al siguiente día de terminada la huelga de IUSA, trabajadores de ASEO PUBLICO se fueron a la huelga, asesorados por la FUSS. En esta ocasión, la C.G.S. tampoco proporcionó la solidaridad. Los trabajadores llevaron los vehículos, montaron guardia disciplinada y, al quinto día -25 de febrero- obtuvieron la victoria completa de sus demandas.
¿QUÉ TENIAN DE COMÚN ESTAS HUELGAS? Que estaban fuera de los cánones patronales del contrato de trabajo. Los periódicos comenzaron a llamarlas “huelgas de hecho”. Eran rasgos comunes: la disciplina, la combatividad, la serenidad y la firmeza, así como la iniciativa creadora de los trabajadores. Cada una de ellas aportaba nuevos elementos a la lucha común, enriquecía la experiencia colectiva. Todas ellas mostraban el inapreciable valor de solidaridad de toda la clase obrera, el valor de la unidad proletaria, y el valor del apoyo de todo el pueblo. Cada nuevo triunfo era un triunfo de la clase trabajadora.
Mediante esas luchas los obreros habían hecho ya su propia experiencia en esta modalidad de huelga, como la más apropiada a las condiciones actuales del país, para la lucha por sus reivindicaciones inmediatas, cuando ya se han agotado los medios conciliatorios y existe suficiente organización, decisión y firmeza.
Y así. llegamos al 6 de abril, día en que estalló la huelga de los trabajadores de la Empresa “Acero, S.A.”, cuyos principales accionistas son Antonio y Mauricio Borgonovo, fabrica situada a dos kilómetros adelante de Zacatecoluca: kilómetro 58 de la Carretera del Litoral.
Abramos un paréntesis para recordar la canción de lucha que cantaban los trabajadores de IUSA durante su huelga para elevar su ánimo combativo; canción nacida al fragor de esta batalla de clase:
“CORRIDO A LA HUELGA DE LOS
TRABAJADORES DE I.U.S.A.” (con música de CANANEA)
Hoy les vamos a cantar, lo que sucedió en febrero. Que se fueron a la Huelga, todititos los obreros. (Se repite)
2. En la fabrica la I.U.S.A, los telares se han parado. Los obreros y obreras sus labores han cesado. (Se repite)
3. El patrono intransigente, comenzó a despedir gente. Pero los trabajadores agotaron su paciencia. (Se repite)
4. Hoy reclaman prestaciones, buen salario y trato justo. Y como están bien unidos, alcanzarán un gran triunfo. (Se repite)
5. Ni los fríos ni los vientos, ni maniobras patronales, no pudieron derrotar a las fuerzas sindicales. (Se repite)
6. Todos los trabajadores apoyamos, sin reservas esta lucha decidida, que ha de ser un gran ejemplo. (Se repite)
7. La Federación Textil, la Unitaria Sindical Hicieron causa común, en la lucha proletaria. (Se repite)
“VIVA LA FEDERACIÓN UNITARIA SINDICAL
DE EL SALVADOR
VIVA LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO SINDICAL
VIVA LA HUELGA”
En todos los piquetes los huelguistas entonaban esta canción, que en la hora de la madrugada. cuando disminuía la animación, lanzaba al viento el “Coro de los huelguistas” integrado por jóvenes obreras y obreros.
Sin embargo, no se puede esperar que los trabajadores permanezcamos indefinidamente pasivos frente a las angustiosas necesidades económicas y sociales que se van acrecentando día a día. No se puede a estas alturas, vivir con salarios de 2.00 y de 1.00 (ni siquiera con el doble de éstos) en una época en que el alquiler de un cuarto de mesón vale más de 30.00 al mes (1.00 diario), y los alimentos, la ropa y las medicinas “están por las nubes”. La pasividad vendría a ser, en tales condiciones, un suicidio colectivo. Y si un padre o madre de familia pueden estar dispuestos a dejarse matar de inanición, no podrán estar dispuestos a ver con la misma pasividad que sus hijos se vayan consumiendo lenta pero implacablemente, a causa de la desnutrición y las enfermedades provocadas por la miserable alimentación a que dan lugar los salarios de hambre. ¿Como puede una madre o un padre alimentar, vestir, dar habitación y educación a 3 ó 4 hijos si devenga de 1.50 a 3.00 Colones? Este es un factor del despertar combativo actual de los trabajadores salvadoreños.
Por otro lado, la estructura de la clase obrera ha ido cambiando aceleradamente. En pocos años ha crecido apreciablemente el sector obrero industrial, a medida que las fábricas han ido poblando al país convirtiéndose en la parte fundamental del proletariado salvadoreño. Es un proletariado joven. de reciente formación, que durante los primeros años no tenía aún muy definida su conciencia de clase, pero que a golpe de explotación e injusticias patronales ha podido ir forjando su conciencia colectiva. El panorama que presenta el proletariado de hoy difiere mucho del de 1946, cuando el sector industrial era mucho menor, y la concentración de obreros en las fábricas no alcanzaba las proporciones actuales. Se puede decir que las acciones reivindicativas de este año están marcando el despertar de un nuevo proletariado industrial en El Salvador.
La urgencia de la lucha por mejores salarios y contra las injusticias patronales chocaba con las estipulaciones legales impuestas por los patronos en el Contrato de Trabajo: chocaba también con el temor a sobrepasar dichas limitaciones patronales. pero los trabajadores tenían que encontrar formas de lucha que les permitieran superar tales dificultades. Los obreros de la construcción (del Hospital Bloom en construcción) aplicaron con éxito los paros cortos. Los médicos de los hospitales se fueron a una huelga exitosa que duró tres días, haciendo a un lado el Contrato de Trabajo. Este ejemplo fue valioso, pues mostró que era posible ganar una huelga sin enredarse en las trabas patronales que el Contrato de Trabajo imponía: que bastaba con la firme unidad, la organización y la decisión necesarias, para triunfar. Luego las enfermeras se disponen a ir a una huelga sin atenerse al Contrato de Trabajo, y triunfan cuando ya estaban en los lindes mismos de la huelga.
El camino está trazado. El proletariado asimila la experiencia
Es así como el 18 de diciembre de 1966 (a dos meses de haber conquistado la jornada de 8 horas) en una histórica Asamblea, los pilotos automovilistas acuerdan luchar por el aumento de salarios. Después de varias gestiones infructuosas en el Departamento Nacional de Trabajo, llega el 17 de enero de 1967, cuando los motoristas de los buses urbanos, que en las acciones por reafirmar su derecho a la jornada de 8 horas recobraron confianza en sus fuerzas, se lanzaron a la huelga por lograr un apreciable aumento de salarios. Una tras otra se fueron paralizando todas las rutas de buses urbanos de la capital y comienza a extenderse la huelga a otras ciudades de la República. Alrededor de 1,600 motoristas se fueron a la huelga. Al tercer día de la huelga triunfa arrolladoramente, obteniendo un aumento del cincuenta y cien por ciento en los salarios (4.00) pagados por las empresas. Es notable que tan rotundo éxito se obtuvo después que la mesa de huelguistas rechazó el dañino acuerdo a que había llegado ya con el gobierno la Comisión Negociadora, encabezada por René Barrios Amaya, consistente en permitir un subsidio provisional del gobierno.
La huelga de motoristas creó rasgos valiosos que después fueron aplicados por otros trabajadores: los autobuses fueron puestos bajo el cuidado de los propios huelguistas que, disciplinados, conscientes y combativos, estaban dispuestos a defender sus derechos y mantener el más estricto orden y disciplina interna.
La Federación Unitaria Sindical (FUSS), organizó la ágil y amplia solidaridad de los sindicatos a ella afiliados, hacia los huelguistas. El Sindicato Gremial de Pilotos Automovilistas es afiliado a ella. El pueblo se volcó generosamente en su favor. Sólo la C.G.S. (Confederación General de Sindicatos) apegada a una tradicional línea separatista se negó a proporcionar la elemental solidaridad. A despecho de esto, algunos sindicatos más sensibles de esta Central (como eran IUSA y MINERVA) proporcionaron su apoyo solidario.
A continuación, el 13 de febrero, la huelga de 1,800 trabajadores de la fabrica IUSA vino a estremecer a todo el movimiento sindical. La directiva de la C.G.S. apegada a moldes de “legalismo a toda costa” trató de evitarla, pero los trabajadores ya no estaban dispuestos a dejarse arrastrar al tortuoso camino de los cánones patronales del contrato de trabajo en el terreno de las huelgas. Las páginas de heroísmo, valor, disciplina, que durante ocho días escribieron los obreros y obreras de IUSA son imborrables. La guardia que día y noche hacían los trabajadores frente a la fabrica, disciplinados y firmes, con garrotes en la mano, era el símbolo del despertar combativo de los trabajadores industriales. La “C. de G.” (“Comisión de Garroteros”), tanto en su sección masculina como femenina, eran la garantía de que la huelga no podía ser quebrantada por rompehuelgas, y que los trabajadores estaban dispuestos -frente a quien fuere- a defender sus derechos. Es cierto que esta huelga no obtuvo todo el éxito esperado, pero ese resultado no se debió a los huelguistas, sino a los dirigentes de la C.G.S. que no quisieron dar la batalla a fondo y prefirieron claudicar y ejercer presión sobre los trabajadores para que aceptaran un mal arreglo, alegando que la huelga podía ser declarada ilegal y que sus contratos individuales podían ser cancelados.
La FUSS proporcionó el mayor apoyo solidario de todas sus organizaciones, en aplicación de sus principios y mostró que, frente a los patronos, la unidad de acción es necesaria; con lo que merecidamente se ganó un sólido prestigio entre los trabajadores de IUSA.
Al siguiente día de terminada la huelga de IUSA, trabajadores de ASEO PUBLICO se fueron a la huelga, asesorados por la FUSS. En esta ocasión, la C.G.S. tampoco proporcionó la solidaridad. Los trabajadores llevaron los vehículos, montaron guardia disciplinada y, al quinto día -25 de febrero- obtuvieron la victoria completa de sus demandas.
¿QUÉ TENIAN DE COMÚN ESTAS HUELGAS? Que estaban fuera de los cánones patronales del contrato de trabajo. Los periódicos comenzaron a llamarlas “huelgas de hecho”. Eran rasgos comunes: la disciplina, la combatividad, la serenidad y la firmeza, así como la iniciativa creadora de los trabajadores. Cada una de ellas aportaba nuevos elementos a la lucha común, enriquecía la experiencia colectiva. Todas ellas mostraban el inapreciable valor de solidaridad de toda la clase obrera, el valor de la unidad proletaria, y el valor del apoyo de todo el pueblo. Cada nuevo triunfo era un triunfo de la clase trabajadora.
Mediante esas luchas los obreros habían hecho ya su propia experiencia en esta modalidad de huelga, como la más apropiada a las condiciones actuales del país, para la lucha por sus reivindicaciones inmediatas, cuando ya se han agotado los medios conciliatorios y existe suficiente organización, decisión y firmeza.
Y así. llegamos al 6 de abril, día en que estalló la huelga de los trabajadores de la Empresa “Acero, S.A.”, cuyos principales accionistas son Antonio y Mauricio Borgonovo, fabrica situada a dos kilómetros adelante de Zacatecoluca: kilómetro 58 de la Carretera del Litoral.
Abramos un paréntesis para recordar la canción de lucha que cantaban los trabajadores de IUSA durante su huelga para elevar su ánimo combativo; canción nacida al fragor de esta batalla de clase:
“CORRIDO A LA HUELGA DE LOS
TRABAJADORES DE I.U.S.A.” (con música de CANANEA)
Hoy les vamos a cantar, lo que sucedió en febrero. Que se fueron a la Huelga, todititos los obreros. (Se repite)
2. En la fabrica la I.U.S.A, los telares se han parado. Los obreros y obreras sus labores han cesado. (Se repite)
3. El patrono intransigente, comenzó a despedir gente. Pero los trabajadores agotaron su paciencia. (Se repite)
4. Hoy reclaman prestaciones, buen salario y trato justo. Y como están bien unidos, alcanzarán un gran triunfo. (Se repite)
5. Ni los fríos ni los vientos, ni maniobras patronales, no pudieron derrotar a las fuerzas sindicales. (Se repite)
6. Todos los trabajadores apoyamos, sin reservas esta lucha decidida, que ha de ser un gran ejemplo. (Se repite)
7. La Federación Textil, la Unitaria Sindical Hicieron causa común, en la lucha proletaria. (Se repite)
“VIVA LA FEDERACIÓN UNITARIA SINDICAL
DE EL SALVADOR
VIVA LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO SINDICAL
VIVA LA HUELGA”
En todos los piquetes los huelguistas entonaban esta canción, que en la hora de la madrugada. cuando disminuía la animación, lanzaba al viento el “Coro de los huelguistas” integrado por jóvenes obreras y obreros.
III.
LA HUELGA DE LOS TRABAJADORES DEL ACERO
De los 260 trabajadores de esta fábrica, 185 devengaban un salario de 2.40, del cual invertían 0.6O en el transporte de la ciudad a la fabrica, quedándoles efectivamente sólo 1.80 diarios de salario. Estos obreros industriales ganaban menos que los trabajadores del campo en esa misma zona, los cuales tienen 2.50 como salario mínimo durante la temporada en los cortes de algodón. Las condiciones de trabajo en esa fabrica son inhumanas, abundando los accidentes de trabajo, especialmente en las operaciones del manejo de hierro candente frente a los hornos de fundición. El sólo roce de las varillas de hierro al rojo vivo, que salen a gran velocidad de las bocas de los hornos, es culpable de la mutilación de dedos y manos de muchos trabajadores.
Por otra parte, el trato del patrono y especialmente de un alto jefe administrativo (Augusto César Romero) es injusto y cruel. Pero la gota de agua que colmó la paciencia de los obreros, fue el despido injusto de dos trabajadores (Mauricio Saravia Martínez y otro). Y, asimilando la experiencia de las últimas acciones de la clase obrera, los trabajadores del Acero pensaron en la huelga, como recurso supremo; lo que tomó de sorpresa a la dirección de la C.G.S., a que estaba afiliado el sindicato. En la Asamblea del Sindicato, Felipe Antonio Zaldivar, dirigente de la Federación de la Industria de Construcción, Similares y Transporte (FESINCONSTRANS), a la que pertenecía el sindicato, no veía con aceptación la huelga y trató de disuadirla.. mostrando a los trabajadores el cuadro de dificultades que ella les ocasionaría; pero los trabajadores estaban decididos y por unanimidad acordaron ir a la huelga, dándole al patrono un plazo de 48 horas para negociar.
Una vez acordada, Zaldivar les aconsejó que no incluyeran demandas de salarios, pues eso se negociaría “dentro del Contrato Colectivo”. Así, las peticiones se limitaron a: a) transporte, b) expulsión del señor Romero; c) reintegro al trabajo de los 2 trabajadores despedidos. La C.G.S., a través de Zaldivar que era su Secretario de Organización, ya que se vio forzada ante la presión de los trabajadores a aceptar la huelga, quería un triunfo superficial y fácil, vaciándolo de contenido reivindicativo. Los directivos del Sindicato estuvieron en San Salvador al siguiente día, y se entrevistaron con directivos de la FUSS, solicitando orientación.
Estos les dijeron que no era concebible ir a una huelga como ésta sin demandar aumento de salarios, sobre todo en un lugar en donde los trabajadores sufrían salarios tan bajos. Dejar pasar la huelga y esperar a que esos salarios aumentaran en las tediosas negociaciones del Contrato Colectivo seria un gran error. Los directivos del Sindicato se convencieron de esa necesidad y Zaldivar tuvo que aceptar a regañadientes que se incluyera la cláusula de aumento de salarios en un 40%.
LAS LINEAS REIVINDICATIVAS DEL CONFLICTO QUEDARON TRAZADAS.
El patrono se negó a negociar. Pasaron las horas del ultimátum y los trabajadores, en memorable Asamblea celebrada en la noche del 5 de abril, decidieron declarar la huelga y se dirigieron a la fabrica desde la ciudad. El jueves 6 de abril se alinearon frente al portón principal y demás accesos de la fabrica; bloquearon el paso, y desde ese instante nadie pudo entrar ni salir, ni el patrono ni el personal administrativo. Sólo se permitió el ingreso y cambio de turno de las parejas de Guardia Nacional que la empresa solicitó para que cuidara las instalaciones. El cuadro clásico de otras huelgas se repitió: la disciplina, el orden, la combatividad y la firme decisión de triunfar. Se organizaron las comisiones necesarias para sostener la huelga: de abastecimientos, cocina, finanzas, etc.
La FUSS prestó toda su asistencia desde el primer instante. En la reunión última estuvieron delegados de ella, quienes acompañaron a los huelguistas desde el primer momento del conflicto. Los Sindicatos de la C..G.S. también acudieron solidarios. Las diferencias entre los delegados de unos y otros sindicatos se borraban frente al anhelo común de vencer la resistencia patronal.
LA UNIDAD EN LA ACCIÓN NACIA EN EL COMBATE
A la par de esto, el pueblo de Zacatecoluca se volcó a favor de los huelguistas y especialmente las mujeres de los mercados, proporcionaban víveres constantemente. Usulutan y San Vicente también mostraron su apoyo a los huelguistas. Las organizaciones progresistas como “Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas”, “Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños”, las asociaciones estudiantiles, frentes y otras organizaciones dieron su apoyo efectivo, organizando colectas entre diversos sectores, especialmente en los mercados, y entre profesionales.
Mientras tanto, la parte patronal, apoyada por toda la burguesía adoptó una posición irreductible: no entrar en negociación, mientras los huelguistas no volvieran a su trabajo: “la huelga es ilegal, decía, es necesario que los trabajadores vuelvan a los carriles del Contrato de trabajo. No negociaremos bajo presión”. La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) y demás Asociaciones patronales hicieron de la batalla del Acero su propia lucha por obligar a toda la clase obrera a encajonarse dentro de su propia legislación patronal.
Ellos, que a cada instante pisotean los derechos de los trabajadores y violan el contrato de trabajo cometiendo toda clase de arbitrariedades y despidos, pasando sobre las mínimas garantías que las leyes establecen a favor de los trabajadores, se volvieron de repente los más celosos defensores de la legalidad que ellos mismos han anulado a base de injusticias. En boletín publicado en los periódicos del 8 de abril, la ASI -representativa del sector industrial salvadoreño- exige a los trabajadores “respetar la legislación laboral vigente buscando la solución de divergencias en el marco estrictamente jurídico que nuestro contrato de trabajo establece en estos casos”.
Los patronos se movilizan y se deciden a dar una lección a todos los trabajadores en el caso de “Acero, S.A.”. Quieren sentar un precedente para que ningún grupo de trabajadores vuelva jamás a pensar en irse a la huelga de hecho. Eso equivalía a tratar de arrebatarle definitivamente a los obreros el derecho constitucional de huelga, que a través del contrato de trabajo patronal era imposible ejercer.
UNA IMPORTANTE BATALLA ENTRE LA CLASE PATRONAL Y LA CLASE OBRERA, QUEDÓ PLANTEADA.
La ASI plantea las cosas desde un punto de vista irreversible. Están en juego, dice, los principios mismos en que se basa la estructura jurídica del país. Está en juego el principio de la legalidad. Si ésta se desmorona, el ordenamiento jurídico de la República se derrumba; “el abandono del sistema jurídico significa el abandono de la plataforma en que se asienta nuestro sistema democrático y traería como consecuencia indiscutible la incertidumbre y el caos en toda materia”. (Pronunciamiento de la ASI del 8 de abril de 1967).
En declaración del 10 de abril, la misma asociación expresa: “Estamos obligados a reconocer que el respeto a la Ley es norma de conducta de la colectividad”. De tal manera, la ASI eleva el conflicto. del terreno laboral al plan de un problema “vital” para la estructura legal del país. Es necesario aplastar a los huelguistas, para conservar el “principio de autoridad”, el principio de legalidad, fundamento de la vida jurídica del país.
De acuerdo con eso la ASI exigió al Ministro de Trabajo acciones enérgicas contra los huelguistas y envió sus directivos a entrevistarse personalmente con el Ministro de Trabajo para formularle directamente esas exigencias. Este no tardó en obedecer las órdenes de los patronos. El gobierno se decidió a romper la huelga de una vez por todas, y hacer prevalecer el “principio de legalidad” patronal, en importante resolución del Ministerio de Trabajo. poniendo en marcha toda la maquinaria antiobrera prevista por dicho instrumento capitalista.
En la tarde del 12 de abril, frente a la fabrica donde los huelguistas montaban guardia, un delegado del Ministerio de Trabajo leyó la siguiente Resolución:
“DIRECCIÓN GENERAL DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DEL TRABAJO: San Salvador, a las diecisiete horas y veinticinco minutos del día diez de abril de mil novecientos sesenta y siete. Habiéndose comprobado suficientemente en autos, que los trabajadores de la Fábrica de Productos Metálicos, propiedad de “Acero, S.A.”, ubicada en el kilómetro 58 de la Carretera del Litoral, jurisdicción de Zacatecoluca, han ejecutado una huelga en contravención a lo dispuesto por el Contrato de Trabajo, a petición del Doctor Ramón Ávila Agacio, en su carácter de Apoderado General Judicial del patrono afectado, esta Dirección General, RESUELVE:
-A) Señalase el plazo de cinco días a los trabajadores de la mencionada fabrica para que vuelvan al desempeño de sus labores en los horarios respectivos.
B) Previénese a los trabajadores en huelga que los contratos individuales de trabajo que les vincula a la Sociedad “Acero, S.A.”, terminarán sin responsabilidad patronal si vencido el plazo que se señala en esta resolución, no se hubieren presentado a reiniciar sus labores.- CHAVARRIA, A.- ANTE MI: M. A. Lazo, Srio.
RUBRICADAS. –
De esta manera, LA SUERTE ESTABA ECHADA, LA CONFRONTACIÓN DE LOS TRABAJADORES CON LOS PATRONOS Y EL GOBIERNO SE VOLVIÓ INEVITABLE.
De los 260 trabajadores de esta fábrica, 185 devengaban un salario de 2.40, del cual invertían 0.6O en el transporte de la ciudad a la fabrica, quedándoles efectivamente sólo 1.80 diarios de salario. Estos obreros industriales ganaban menos que los trabajadores del campo en esa misma zona, los cuales tienen 2.50 como salario mínimo durante la temporada en los cortes de algodón. Las condiciones de trabajo en esa fabrica son inhumanas, abundando los accidentes de trabajo, especialmente en las operaciones del manejo de hierro candente frente a los hornos de fundición. El sólo roce de las varillas de hierro al rojo vivo, que salen a gran velocidad de las bocas de los hornos, es culpable de la mutilación de dedos y manos de muchos trabajadores.
Por otra parte, el trato del patrono y especialmente de un alto jefe administrativo (Augusto César Romero) es injusto y cruel. Pero la gota de agua que colmó la paciencia de los obreros, fue el despido injusto de dos trabajadores (Mauricio Saravia Martínez y otro). Y, asimilando la experiencia de las últimas acciones de la clase obrera, los trabajadores del Acero pensaron en la huelga, como recurso supremo; lo que tomó de sorpresa a la dirección de la C.G.S., a que estaba afiliado el sindicato. En la Asamblea del Sindicato, Felipe Antonio Zaldivar, dirigente de la Federación de la Industria de Construcción, Similares y Transporte (FESINCONSTRANS), a la que pertenecía el sindicato, no veía con aceptación la huelga y trató de disuadirla.. mostrando a los trabajadores el cuadro de dificultades que ella les ocasionaría; pero los trabajadores estaban decididos y por unanimidad acordaron ir a la huelga, dándole al patrono un plazo de 48 horas para negociar.
Una vez acordada, Zaldivar les aconsejó que no incluyeran demandas de salarios, pues eso se negociaría “dentro del Contrato Colectivo”. Así, las peticiones se limitaron a: a) transporte, b) expulsión del señor Romero; c) reintegro al trabajo de los 2 trabajadores despedidos. La C.G.S., a través de Zaldivar que era su Secretario de Organización, ya que se vio forzada ante la presión de los trabajadores a aceptar la huelga, quería un triunfo superficial y fácil, vaciándolo de contenido reivindicativo. Los directivos del Sindicato estuvieron en San Salvador al siguiente día, y se entrevistaron con directivos de la FUSS, solicitando orientación.
Estos les dijeron que no era concebible ir a una huelga como ésta sin demandar aumento de salarios, sobre todo en un lugar en donde los trabajadores sufrían salarios tan bajos. Dejar pasar la huelga y esperar a que esos salarios aumentaran en las tediosas negociaciones del Contrato Colectivo seria un gran error. Los directivos del Sindicato se convencieron de esa necesidad y Zaldivar tuvo que aceptar a regañadientes que se incluyera la cláusula de aumento de salarios en un 40%.
LAS LINEAS REIVINDICATIVAS DEL CONFLICTO QUEDARON TRAZADAS.
El patrono se negó a negociar. Pasaron las horas del ultimátum y los trabajadores, en memorable Asamblea celebrada en la noche del 5 de abril, decidieron declarar la huelga y se dirigieron a la fabrica desde la ciudad. El jueves 6 de abril se alinearon frente al portón principal y demás accesos de la fabrica; bloquearon el paso, y desde ese instante nadie pudo entrar ni salir, ni el patrono ni el personal administrativo. Sólo se permitió el ingreso y cambio de turno de las parejas de Guardia Nacional que la empresa solicitó para que cuidara las instalaciones. El cuadro clásico de otras huelgas se repitió: la disciplina, el orden, la combatividad y la firme decisión de triunfar. Se organizaron las comisiones necesarias para sostener la huelga: de abastecimientos, cocina, finanzas, etc.
La FUSS prestó toda su asistencia desde el primer instante. En la reunión última estuvieron delegados de ella, quienes acompañaron a los huelguistas desde el primer momento del conflicto. Los Sindicatos de la C..G.S. también acudieron solidarios. Las diferencias entre los delegados de unos y otros sindicatos se borraban frente al anhelo común de vencer la resistencia patronal.
LA UNIDAD EN LA ACCIÓN NACIA EN EL COMBATE
A la par de esto, el pueblo de Zacatecoluca se volcó a favor de los huelguistas y especialmente las mujeres de los mercados, proporcionaban víveres constantemente. Usulutan y San Vicente también mostraron su apoyo a los huelguistas. Las organizaciones progresistas como “Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas”, “Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños”, las asociaciones estudiantiles, frentes y otras organizaciones dieron su apoyo efectivo, organizando colectas entre diversos sectores, especialmente en los mercados, y entre profesionales.
Mientras tanto, la parte patronal, apoyada por toda la burguesía adoptó una posición irreductible: no entrar en negociación, mientras los huelguistas no volvieran a su trabajo: “la huelga es ilegal, decía, es necesario que los trabajadores vuelvan a los carriles del Contrato de trabajo. No negociaremos bajo presión”. La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) y demás Asociaciones patronales hicieron de la batalla del Acero su propia lucha por obligar a toda la clase obrera a encajonarse dentro de su propia legislación patronal.
Ellos, que a cada instante pisotean los derechos de los trabajadores y violan el contrato de trabajo cometiendo toda clase de arbitrariedades y despidos, pasando sobre las mínimas garantías que las leyes establecen a favor de los trabajadores, se volvieron de repente los más celosos defensores de la legalidad que ellos mismos han anulado a base de injusticias. En boletín publicado en los periódicos del 8 de abril, la ASI -representativa del sector industrial salvadoreño- exige a los trabajadores “respetar la legislación laboral vigente buscando la solución de divergencias en el marco estrictamente jurídico que nuestro contrato de trabajo establece en estos casos”.
Los patronos se movilizan y se deciden a dar una lección a todos los trabajadores en el caso de “Acero, S.A.”. Quieren sentar un precedente para que ningún grupo de trabajadores vuelva jamás a pensar en irse a la huelga de hecho. Eso equivalía a tratar de arrebatarle definitivamente a los obreros el derecho constitucional de huelga, que a través del contrato de trabajo patronal era imposible ejercer.
UNA IMPORTANTE BATALLA ENTRE LA CLASE PATRONAL Y LA CLASE OBRERA, QUEDÓ PLANTEADA.
La ASI plantea las cosas desde un punto de vista irreversible. Están en juego, dice, los principios mismos en que se basa la estructura jurídica del país. Está en juego el principio de la legalidad. Si ésta se desmorona, el ordenamiento jurídico de la República se derrumba; “el abandono del sistema jurídico significa el abandono de la plataforma en que se asienta nuestro sistema democrático y traería como consecuencia indiscutible la incertidumbre y el caos en toda materia”. (Pronunciamiento de la ASI del 8 de abril de 1967).
En declaración del 10 de abril, la misma asociación expresa: “Estamos obligados a reconocer que el respeto a la Ley es norma de conducta de la colectividad”. De tal manera, la ASI eleva el conflicto. del terreno laboral al plan de un problema “vital” para la estructura legal del país. Es necesario aplastar a los huelguistas, para conservar el “principio de autoridad”, el principio de legalidad, fundamento de la vida jurídica del país.
De acuerdo con eso la ASI exigió al Ministro de Trabajo acciones enérgicas contra los huelguistas y envió sus directivos a entrevistarse personalmente con el Ministro de Trabajo para formularle directamente esas exigencias. Este no tardó en obedecer las órdenes de los patronos. El gobierno se decidió a romper la huelga de una vez por todas, y hacer prevalecer el “principio de legalidad” patronal, en importante resolución del Ministerio de Trabajo. poniendo en marcha toda la maquinaria antiobrera prevista por dicho instrumento capitalista.
En la tarde del 12 de abril, frente a la fabrica donde los huelguistas montaban guardia, un delegado del Ministerio de Trabajo leyó la siguiente Resolución:
“DIRECCIÓN GENERAL DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DEL TRABAJO: San Salvador, a las diecisiete horas y veinticinco minutos del día diez de abril de mil novecientos sesenta y siete. Habiéndose comprobado suficientemente en autos, que los trabajadores de la Fábrica de Productos Metálicos, propiedad de “Acero, S.A.”, ubicada en el kilómetro 58 de la Carretera del Litoral, jurisdicción de Zacatecoluca, han ejecutado una huelga en contravención a lo dispuesto por el Contrato de Trabajo, a petición del Doctor Ramón Ávila Agacio, en su carácter de Apoderado General Judicial del patrono afectado, esta Dirección General, RESUELVE:
-A) Señalase el plazo de cinco días a los trabajadores de la mencionada fabrica para que vuelvan al desempeño de sus labores en los horarios respectivos.
B) Previénese a los trabajadores en huelga que los contratos individuales de trabajo que les vincula a la Sociedad “Acero, S.A.”, terminarán sin responsabilidad patronal si vencido el plazo que se señala en esta resolución, no se hubieren presentado a reiniciar sus labores.- CHAVARRIA, A.- ANTE MI: M. A. Lazo, Srio.
RUBRICADAS. –
De esta manera, LA SUERTE ESTABA ECHADA, LA CONFRONTACIÓN DE LOS TRABAJADORES CON LOS PATRONOS Y EL GOBIERNO SE VOLVIÓ INEVITABLE.
IV.
UNIDAD DE ACCIÓN
Cuando en esa memorable tarde del miércoles 12 de abril el delegado del Ministerio de Trabajo notificó a los huelguistas el “plazo fatal” (como lo calificó un periódico) la situación tomó definitivamente el rumbo
hacia una abierta confrontación obrero-patronal.
Los obreros del Acero, formados frente a la fabrica, realizaron Asamblea General, y en medio de gran indignación causada por la acción patronal del Ministerio, reafirmaron unánimemente su decisión de continuar la huelga hasta morir o triunfar. He aquí las decisiones adoptadas en esta histórica Asamblea:
“Ante tan incalificable atropello que constituye el fallo dado por el Ministerio de Trabajo, en contra de
los que estamos ejerciendo el derecho de huelga plenamente reconocido por la Constitución de la República. ante la negativa patronal de satisfacer las justas demandas que hemos planteado, los trabajadores de la Fábrica de ACERO S.A., reunidos en la Asamblea General Extraordinaria el miércoles 12 de los corrientes, por unanimidad ACORDAMOS: a) Rechazar la Prevención hecha por el Ministerio de Trabajo que pretende lanzarnos a la desocupación y condenar a nuestras familias a la miseria y el hambre; b) No ingresar a trabajar a la fabrica ni permitir el ingreso de ninguna persona, el próximo lunes 17 de los corrientes, que termina el plazo señalado por el Ministerio de Trabajo: c) Responsabilizar al Ministerio de Trabajo, al Gobierno y a la Asociación Salvadoreña de Industriales, (ASI), de los sucesos que puedan ocurrir a la entrada de la fabrica
ACERO, S.A., el próximo lunes y; d) Solicitar a todas las Organizaciones Sindicales del país su respaldo moral económico y material, en vista de que el fallo mencionado lesiona gravemente nuestro conflicto de huelga y los derechos fundamentales de los trabajadores salvadoreños. en defensa de esta lucha que estamos desarrollando, hasta alcanzar el triunfo total de la huelga.”
Los patronos y el gobierno, al decidirse a aplastar a los obreros del Acero, querían aplastar el derecho constitucional de huelga de todos los trabajadores, pero al hacerlo, menospreciaban la fuerza de la solidaridad del movimiento sindical.
Durante años la patronal, el gobierno y el imperialismo han fomentado profunda división en el movimiento sindical; han gastado millones de dólares en ello. En ese tiempo han lanzado a la cárcel y al destierro a millares de activistas sindicales, y ya creían que era imposible que la clase obrera se uniera para contestar unida a esta agresión gubernamental-patronal a sus derechos constitucionales.
Pero los obreros del Acero no estaban solos. En su defensa coincidían todos los sindicatos del país, independientemente de su afiliación sindical. La solidaridad que en las anteriores huelgas y en ésta se había llevado a cabo sin acuerdos previos entre los sindicatos de distintas centrales sindicales, solidaridad que la FUSS había impulsado y organizado, había hecho madurar condiciones para alcanzar una nueva calidad.
Y, en aquel momento crucial. en aquel ambiente de firme y decidido rechazo de los huelguistas al ultimátum del Ministerio de Trabajo, después de haber sido aprobadas tales resoluciones, un representante de la Federación Unitaria Sindical de El Salvador, ante la Asamblea que estaba pendiente de sus palabras, en nombre de la FUSS y de acuerdo con sus principios unitarios, propuso solemnemente a la CGS, hacer un pacto de unidad de acción en defensa de los trabajadores del Acero y del derecho constitucional de huelga: “Tenemos diferencias de diversa índole, dijo, pero como trabajadores tenemos intereses fundamentales comunes. Frente a la patronal debemos estar unidos y dar las batallas juntos. Si no nos unimos, los obreros del Acero serían derrotados y el derecho constitucional de huelga de todos los trabajadores del país será liquidado por la clase patronal y el gobierno que la representa”.
Los trabajadores huelguistas recibieron con entusiasmo la propuesta de la FUSS y se aprestaron a escuchar la respuesta de los representantes de la C.G.S. Estos, al tomar la palabra dijeron que la C.G.S. no estaba dispuesta a llevar a cabo la unidad con la FUSS “porque tenemos hondas diferencias”. El brutal rechazo de la unidad, en un momento tan solemne, retrató de cuerpo entero la clásica orientación separatista que siempre había aplicado la dirección de la C.G.S., y provocó el descontento agudo entre las filas de los huelguistas quienes a continuación, tomaron el importante acuerdo de pedir a la FUSS y a la C.G.S. que se unieran en esta eventualidad y encomendaron a la Junta Directiva del Sindicato reunirse inmediatamente con los representantes de la C.G.S. y de la F.U.S.S., por separado para trasladarles oficialmente la petición de la Asamblea.
Mientras la Junta Directiva del Sindicato se reunía en un rancho, a la vera del camino, con los delegados de la C.G.S., los de la FUSS adelantaban los preparativos, elaborando el proyecto del pacto de unidad que deberían firmar ambas centrales. Al terminar su reunión con los delegados de la C.G.S., los directivos del Sindicato manifestaron a los delegados de la FUSS: “la C.G.S. rechaza la unidad y nos amenaza con que si seguimos insistiendo en ella, nos abandonará. Nos dicen que escojamos entre ustedes y ellos. En momentos como los que estamos pasando, no podemos permitir que ellos nos abandonen y les hemos dicho que seguiremos con ellos, porque sabemos que la FUSS no nos abandonará; pues ya conocemos su línea unitaria que hemos comprobado en la práctica en estos días.”
Los representantes de la FUSS contestaron que ésta en ninguna circunstancia abandonaría a los compañeros del Acero y que, al contrario, desde ese momento intensificaría más aún sus acciones de solidaridad y que pediría a los sindicatos que las reforzaran. Que no estaba la FUSS disputando en ningún momento la dirección de la huelga ni del Sindicato, pero que si proponía la unidad de acción de las dos centrales era porque esto haría más eficaz la lucha en defensa de los trabajadores huelguistas. En un momento como éste, sólo la gran fuerza unida de los trabajadores puede impedir que la patronal y el gobierno consumen su propósito de arrebatarnos el derecho de huelga y puntualizaron:
“Si los directivos de la C.G.S. siguen rechazando la unidad, cometen contra ustedes y contra todo el movimiento sindical una traición más que en el caso de IUSA, y ello repercutiría profundamente en sus bases sindicales”. Para finalizar, se mostró a los directivos del Acero el proyecto de pacto de unidad que había preparado la FUSS. La noche pasó en un ambiente de frustración.
A las 9 de la mañana siguiente, los representantes de la FUSS que se encontraban en el lugar de la huelga, fueron notificados de que la Junta Directiva de la C.G.S. se había reunido de emergencia en esa misma mañana y que había acordado cambiar de actitud y aceptar la propuesta de la unidad de acción formulada por la FUSS. Se concertó una reunión de los Directivos de la C.G.S. y de la FUSS en Zacatecoluca para esa misma tarde, para formalizar el pacto de unidad y elaborar los planes de acción unida.
Por la tarde, en histórica Asamblea celebrada a campo abierto en un predio frente a la fábrica, los directivos de ambas centrales dan a conocer a los huelguistas su decisión de unir sus acciones en su defensa y por el derecho a huelga; “frente a la unidad de la patronal los trabajadores respondemos con la unidad del movimiento sindical. El triunfo de esta batalla está asegurado, compañeros”, decían casi todos los que intervinieron. La emoción embargaba a todos los presentes, en ese instante memorable, y los huelguistas que tomaron la palabra juraron que si se llegara el caso, primero se pasaría sobre sus cadáveres pero que no se lograría derrotar la huelga.
Uno de los huelguistas, dijo: “en el futuro se ha de levantar en este predio una placa que haga recordar el sitio donde el movimiento sindical se unificó para defender sus derechos”.
Los directivos de ambas centrales y del Sindicato se trasladaron a Zacatecoluca a formalizar el compromiso de unidad y a elaborar los planes de acción común. Se elaboraron dichos planes y al finalizar la reunión se acordó el texto definitivo, firmado por los directivos, del comunicado público en que se daba a conocer la unidad de acción de las dos centrales:
“LA CONFEDERACIÓN GENERAL DE SINDICATOS (C.G.S.) Y LA FEDERACION UNITARIA SINDICAL DE EL SALVADOR
(F.U.S..S.), en nombre y representación de sus organizaciones sindicales afiliadas, se dirigen al Pueblo Salvadoreño en general y a la clase trabajadora en especial, para definir públicamente su posición de lucha, frente a la ofensiva patronal que pretende quebrantar a toda costa la heroica lucha de los trabajadores de la fábrica de “Acero, S.A.” y que constituye un intento reaccionario de privar a los trabajadores del país del Derecho de Huelga, plenamente reconocido por la Constitución Política, de encadenarlos a la estricta observación de las disposiciones del Código de Trabajo, que ha probado ser un instrumento patronal e inoperante. La C.G.S. y la FUSS están proporcionando su apoyo decidido al movimiento de huelga de los trabajadores de “Acero S.A.”, porque sus demandas tienen como objetivo alcanzar mejores condiciones de trabajo y de vida. Sobre todo, un trato digno y humano.
La prevención hecha por el Ministerio de Trabajo a los trabajadores de la fábrica “Acero, S.A.”, tienen el propósito de anular definitivamente sus aspiraciones de mejoramiento y persigue, además, la negación absoluta de un derecho fundamental de los trabajadores: EL DERECHO DE HUELGA.
En consecuencia, la C.G.S. y la FUSS hacen responsables, desde ya, al Ministerio de Trabajo, al Gobierno de la República y a las Asociaciones patronales, de los hechos y acontecimientos que puedan sobrevenir el próximo lunes 17 de los corrientes en la fábrica de “Acero, S.A.”.
POR TANTO; ACUERDAN:
I- Unir las fuerzas de ambas Centrales Sindicales en defensa de los trabajadores de Acero, S.A.” y por el triunfo total de su movimiento de huelga;
II- Unir las fuerzas de ambas organizaciones en defensa del Derecho Constitucional de Huelga, que es amenazado seriamente por la clase patronal, y por las decisiones tomadas últimamente por el Ministerio de Trabajo;
III- Preparar y ejecutar conjuntamente un plan de acción dirigido a asegurar el triunfo de la justa lucha de los trabajadores de “Acero, S.A.”, y para garantizar el ejercicio pleno del Derecho Constitucional de Huelga.
San Salvador, 13 de abril de 1967”.
LAS FUERZAS ESTABAN ALINEADAS: por un lado todas las asociaciones patronales respaldando a “Acero, S.A.”, ayudadas activamente por el gobierno, y por el otro, prácticamente todo el movimiento sindical del país en unidad de acción a través de las dos grandes Centrales Sindicales.
¿Qué factores habían motivado el cambio de conducta de la C.G.S.? ¿Por qué apoyaron la unidad ellos, cuyo signo básico ha sido la división? Veamos algunas de estas razones:
Es evidente que la correcta y constante aplicación de la línea de unidad de la FUSS, al calar en las propias bases de la C.G.S.. había hecho madurar condiciones para la unidad de acción. La dirección de la C.G.S. no podía ya en un momento así hacerse simplemente la desentendida: si rechazaba de plano la unidad, quedaría en evidencia ante sus propios afiliados y eso le hubiera causado un daño irreparable, mayor aún que el que le causó su conducta en el caso de la IUSA. Porque la línea unitaria aplicada por la FUSS, acorde con los intereses de los trabajadores, tiene dos aspectos inseparables:
a) Unidad de todos los trabajadores en la lucha por las reivindicaciones de la clase obrera, b) Lucha contra las malas acciones de la dirección de la C.G.S. que menoscaben los intereses de los trabajadores. Lo primero había desbrozado el terreno para las acciones unidas, y lo segundo, había elevado la conciencia y la claridad ideológica en las propias bases de la C.G.S.
2) La directiva de dicha Confederación se vio ante la fuerte y directa presión de los huelguistas y ante la creciente presión de una gran parte de sus propios sindicatos, en donde las bases combaten abiertamente las acciones inconsecuentes de la dirección cegesista, al grado de que varios de estos sindicatos expresan cada vez más abiertamente su anhelo de hacer la unidad con la FUSS o de afiliarse a ésta.. En tal sentido, sus propias bases obligaron moralmente a la dirección de la C.G.S. a aceptar la acción unida.
3) Y esto sucedía en una coyuntura política especial en un momento en que se habían agudizado mucho las contradicciones en el seno del gobierno y del partido oficial, y las camarillas gobernantes salientes y entrantes luchaban a brazo partido por sus posiciones políticas en el futuro gobierno. Estas contradicciones en el seno de las clases dominantes fueron aprovechadas por el movimiento unitario para unir las bases sindicales en la acción común contra la patronal, que quería asestar un golpe mortal a los derechos de huelga, vale decir, arrebatarle, los medios de luchar por sus derechos. Tal es el contenido estratégico de esta acción de unidad.
Esta unidad tenía un rasgo característico: no había sido lograda por conciliábulos ni cabildeos entre los dirigentes, sino frente a las masas y por la acción directa de las bases sindicales. Era una unidad de una nueva calidad, nacida al calor de la lucha reivindicativa.
Cuando en esa memorable tarde del miércoles 12 de abril el delegado del Ministerio de Trabajo notificó a los huelguistas el “plazo fatal” (como lo calificó un periódico) la situación tomó definitivamente el rumbo
hacia una abierta confrontación obrero-patronal.
Los obreros del Acero, formados frente a la fabrica, realizaron Asamblea General, y en medio de gran indignación causada por la acción patronal del Ministerio, reafirmaron unánimemente su decisión de continuar la huelga hasta morir o triunfar. He aquí las decisiones adoptadas en esta histórica Asamblea:
“Ante tan incalificable atropello que constituye el fallo dado por el Ministerio de Trabajo, en contra de
los que estamos ejerciendo el derecho de huelga plenamente reconocido por la Constitución de la República. ante la negativa patronal de satisfacer las justas demandas que hemos planteado, los trabajadores de la Fábrica de ACERO S.A., reunidos en la Asamblea General Extraordinaria el miércoles 12 de los corrientes, por unanimidad ACORDAMOS: a) Rechazar la Prevención hecha por el Ministerio de Trabajo que pretende lanzarnos a la desocupación y condenar a nuestras familias a la miseria y el hambre; b) No ingresar a trabajar a la fabrica ni permitir el ingreso de ninguna persona, el próximo lunes 17 de los corrientes, que termina el plazo señalado por el Ministerio de Trabajo: c) Responsabilizar al Ministerio de Trabajo, al Gobierno y a la Asociación Salvadoreña de Industriales, (ASI), de los sucesos que puedan ocurrir a la entrada de la fabrica
ACERO, S.A., el próximo lunes y; d) Solicitar a todas las Organizaciones Sindicales del país su respaldo moral económico y material, en vista de que el fallo mencionado lesiona gravemente nuestro conflicto de huelga y los derechos fundamentales de los trabajadores salvadoreños. en defensa de esta lucha que estamos desarrollando, hasta alcanzar el triunfo total de la huelga.”
Los patronos y el gobierno, al decidirse a aplastar a los obreros del Acero, querían aplastar el derecho constitucional de huelga de todos los trabajadores, pero al hacerlo, menospreciaban la fuerza de la solidaridad del movimiento sindical.
Durante años la patronal, el gobierno y el imperialismo han fomentado profunda división en el movimiento sindical; han gastado millones de dólares en ello. En ese tiempo han lanzado a la cárcel y al destierro a millares de activistas sindicales, y ya creían que era imposible que la clase obrera se uniera para contestar unida a esta agresión gubernamental-patronal a sus derechos constitucionales.
Pero los obreros del Acero no estaban solos. En su defensa coincidían todos los sindicatos del país, independientemente de su afiliación sindical. La solidaridad que en las anteriores huelgas y en ésta se había llevado a cabo sin acuerdos previos entre los sindicatos de distintas centrales sindicales, solidaridad que la FUSS había impulsado y organizado, había hecho madurar condiciones para alcanzar una nueva calidad.
Y, en aquel momento crucial. en aquel ambiente de firme y decidido rechazo de los huelguistas al ultimátum del Ministerio de Trabajo, después de haber sido aprobadas tales resoluciones, un representante de la Federación Unitaria Sindical de El Salvador, ante la Asamblea que estaba pendiente de sus palabras, en nombre de la FUSS y de acuerdo con sus principios unitarios, propuso solemnemente a la CGS, hacer un pacto de unidad de acción en defensa de los trabajadores del Acero y del derecho constitucional de huelga: “Tenemos diferencias de diversa índole, dijo, pero como trabajadores tenemos intereses fundamentales comunes. Frente a la patronal debemos estar unidos y dar las batallas juntos. Si no nos unimos, los obreros del Acero serían derrotados y el derecho constitucional de huelga de todos los trabajadores del país será liquidado por la clase patronal y el gobierno que la representa”.
Los trabajadores huelguistas recibieron con entusiasmo la propuesta de la FUSS y se aprestaron a escuchar la respuesta de los representantes de la C.G.S. Estos, al tomar la palabra dijeron que la C.G.S. no estaba dispuesta a llevar a cabo la unidad con la FUSS “porque tenemos hondas diferencias”. El brutal rechazo de la unidad, en un momento tan solemne, retrató de cuerpo entero la clásica orientación separatista que siempre había aplicado la dirección de la C.G.S., y provocó el descontento agudo entre las filas de los huelguistas quienes a continuación, tomaron el importante acuerdo de pedir a la FUSS y a la C.G.S. que se unieran en esta eventualidad y encomendaron a la Junta Directiva del Sindicato reunirse inmediatamente con los representantes de la C.G.S. y de la F.U.S.S., por separado para trasladarles oficialmente la petición de la Asamblea.
Mientras la Junta Directiva del Sindicato se reunía en un rancho, a la vera del camino, con los delegados de la C.G.S., los de la FUSS adelantaban los preparativos, elaborando el proyecto del pacto de unidad que deberían firmar ambas centrales. Al terminar su reunión con los delegados de la C.G.S., los directivos del Sindicato manifestaron a los delegados de la FUSS: “la C.G.S. rechaza la unidad y nos amenaza con que si seguimos insistiendo en ella, nos abandonará. Nos dicen que escojamos entre ustedes y ellos. En momentos como los que estamos pasando, no podemos permitir que ellos nos abandonen y les hemos dicho que seguiremos con ellos, porque sabemos que la FUSS no nos abandonará; pues ya conocemos su línea unitaria que hemos comprobado en la práctica en estos días.”
Los representantes de la FUSS contestaron que ésta en ninguna circunstancia abandonaría a los compañeros del Acero y que, al contrario, desde ese momento intensificaría más aún sus acciones de solidaridad y que pediría a los sindicatos que las reforzaran. Que no estaba la FUSS disputando en ningún momento la dirección de la huelga ni del Sindicato, pero que si proponía la unidad de acción de las dos centrales era porque esto haría más eficaz la lucha en defensa de los trabajadores huelguistas. En un momento como éste, sólo la gran fuerza unida de los trabajadores puede impedir que la patronal y el gobierno consumen su propósito de arrebatarnos el derecho de huelga y puntualizaron:
“Si los directivos de la C.G.S. siguen rechazando la unidad, cometen contra ustedes y contra todo el movimiento sindical una traición más que en el caso de IUSA, y ello repercutiría profundamente en sus bases sindicales”. Para finalizar, se mostró a los directivos del Acero el proyecto de pacto de unidad que había preparado la FUSS. La noche pasó en un ambiente de frustración.
A las 9 de la mañana siguiente, los representantes de la FUSS que se encontraban en el lugar de la huelga, fueron notificados de que la Junta Directiva de la C.G.S. se había reunido de emergencia en esa misma mañana y que había acordado cambiar de actitud y aceptar la propuesta de la unidad de acción formulada por la FUSS. Se concertó una reunión de los Directivos de la C.G.S. y de la FUSS en Zacatecoluca para esa misma tarde, para formalizar el pacto de unidad y elaborar los planes de acción unida.
Por la tarde, en histórica Asamblea celebrada a campo abierto en un predio frente a la fábrica, los directivos de ambas centrales dan a conocer a los huelguistas su decisión de unir sus acciones en su defensa y por el derecho a huelga; “frente a la unidad de la patronal los trabajadores respondemos con la unidad del movimiento sindical. El triunfo de esta batalla está asegurado, compañeros”, decían casi todos los que intervinieron. La emoción embargaba a todos los presentes, en ese instante memorable, y los huelguistas que tomaron la palabra juraron que si se llegara el caso, primero se pasaría sobre sus cadáveres pero que no se lograría derrotar la huelga.
Uno de los huelguistas, dijo: “en el futuro se ha de levantar en este predio una placa que haga recordar el sitio donde el movimiento sindical se unificó para defender sus derechos”.
Los directivos de ambas centrales y del Sindicato se trasladaron a Zacatecoluca a formalizar el compromiso de unidad y a elaborar los planes de acción común. Se elaboraron dichos planes y al finalizar la reunión se acordó el texto definitivo, firmado por los directivos, del comunicado público en que se daba a conocer la unidad de acción de las dos centrales:
“LA CONFEDERACIÓN GENERAL DE SINDICATOS (C.G.S.) Y LA FEDERACION UNITARIA SINDICAL DE EL SALVADOR
(F.U.S..S.), en nombre y representación de sus organizaciones sindicales afiliadas, se dirigen al Pueblo Salvadoreño en general y a la clase trabajadora en especial, para definir públicamente su posición de lucha, frente a la ofensiva patronal que pretende quebrantar a toda costa la heroica lucha de los trabajadores de la fábrica de “Acero, S.A.” y que constituye un intento reaccionario de privar a los trabajadores del país del Derecho de Huelga, plenamente reconocido por la Constitución Política, de encadenarlos a la estricta observación de las disposiciones del Código de Trabajo, que ha probado ser un instrumento patronal e inoperante. La C.G.S. y la FUSS están proporcionando su apoyo decidido al movimiento de huelga de los trabajadores de “Acero S.A.”, porque sus demandas tienen como objetivo alcanzar mejores condiciones de trabajo y de vida. Sobre todo, un trato digno y humano.
La prevención hecha por el Ministerio de Trabajo a los trabajadores de la fábrica “Acero, S.A.”, tienen el propósito de anular definitivamente sus aspiraciones de mejoramiento y persigue, además, la negación absoluta de un derecho fundamental de los trabajadores: EL DERECHO DE HUELGA.
En consecuencia, la C.G.S. y la FUSS hacen responsables, desde ya, al Ministerio de Trabajo, al Gobierno de la República y a las Asociaciones patronales, de los hechos y acontecimientos que puedan sobrevenir el próximo lunes 17 de los corrientes en la fábrica de “Acero, S.A.”.
POR TANTO; ACUERDAN:
I- Unir las fuerzas de ambas Centrales Sindicales en defensa de los trabajadores de Acero, S.A.” y por el triunfo total de su movimiento de huelga;
II- Unir las fuerzas de ambas organizaciones en defensa del Derecho Constitucional de Huelga, que es amenazado seriamente por la clase patronal, y por las decisiones tomadas últimamente por el Ministerio de Trabajo;
III- Preparar y ejecutar conjuntamente un plan de acción dirigido a asegurar el triunfo de la justa lucha de los trabajadores de “Acero, S.A.”, y para garantizar el ejercicio pleno del Derecho Constitucional de Huelga.
San Salvador, 13 de abril de 1967”.
LAS FUERZAS ESTABAN ALINEADAS: por un lado todas las asociaciones patronales respaldando a “Acero, S.A.”, ayudadas activamente por el gobierno, y por el otro, prácticamente todo el movimiento sindical del país en unidad de acción a través de las dos grandes Centrales Sindicales.
¿Qué factores habían motivado el cambio de conducta de la C.G.S.? ¿Por qué apoyaron la unidad ellos, cuyo signo básico ha sido la división? Veamos algunas de estas razones:
Es evidente que la correcta y constante aplicación de la línea de unidad de la FUSS, al calar en las propias bases de la C.G.S.. había hecho madurar condiciones para la unidad de acción. La dirección de la C.G.S. no podía ya en un momento así hacerse simplemente la desentendida: si rechazaba de plano la unidad, quedaría en evidencia ante sus propios afiliados y eso le hubiera causado un daño irreparable, mayor aún que el que le causó su conducta en el caso de la IUSA. Porque la línea unitaria aplicada por la FUSS, acorde con los intereses de los trabajadores, tiene dos aspectos inseparables:
a) Unidad de todos los trabajadores en la lucha por las reivindicaciones de la clase obrera, b) Lucha contra las malas acciones de la dirección de la C.G.S. que menoscaben los intereses de los trabajadores. Lo primero había desbrozado el terreno para las acciones unidas, y lo segundo, había elevado la conciencia y la claridad ideológica en las propias bases de la C.G.S.
2) La directiva de dicha Confederación se vio ante la fuerte y directa presión de los huelguistas y ante la creciente presión de una gran parte de sus propios sindicatos, en donde las bases combaten abiertamente las acciones inconsecuentes de la dirección cegesista, al grado de que varios de estos sindicatos expresan cada vez más abiertamente su anhelo de hacer la unidad con la FUSS o de afiliarse a ésta.. En tal sentido, sus propias bases obligaron moralmente a la dirección de la C.G.S. a aceptar la acción unida.
3) Y esto sucedía en una coyuntura política especial en un momento en que se habían agudizado mucho las contradicciones en el seno del gobierno y del partido oficial, y las camarillas gobernantes salientes y entrantes luchaban a brazo partido por sus posiciones políticas en el futuro gobierno. Estas contradicciones en el seno de las clases dominantes fueron aprovechadas por el movimiento unitario para unir las bases sindicales en la acción común contra la patronal, que quería asestar un golpe mortal a los derechos de huelga, vale decir, arrebatarle, los medios de luchar por sus derechos. Tal es el contenido estratégico de esta acción de unidad.
Esta unidad tenía un rasgo característico: no había sido lograda por conciliábulos ni cabildeos entre los dirigentes, sino frente a las masas y por la acción directa de las bases sindicales. Era una unidad de una nueva calidad, nacida al calor de la lucha reivindicativa.
V.
PRIMERA CONFRONTACIÓN ABIERTA:
LAS FUERZAS OBRERAS Y PATRONAL-GUBERNAMENTALES ESTABAN FRENTE A FRENTE
Ambas centrales iniciaron sus acciones públicas con los mítines de San Salvador (viernes 14 de abril) y Zacatecoluca (domingo 16 de abril) en los que proclamaron la unidad y la decisión de luchar por los objetivos ya indicados. Se hicieron los preparativos para afrontar lo que sobreviniera el lunes 17 cuando el gobierno a través de la fuerza pública trataría de imponer la decisión del Ministerio de Trabajo: “Estamos
dispuestos a enfrentar con nuestras vidas los intentos de romper la huelga por la fuerza. No dejaremos que obliguen a los huelguistas a regresar al trabajo, ni permitiremos que entren rompehuelgas. Si para ello es necesario enfrentarnos a cualquier autoridad, lo haremos. Que pasen sobre nuestros cadáveres si pueden. La responsabilidad por cualquier derramamiento de sangre caerá sobre el gobierno y la patronal”, tales expresiones, contenidas en casi todas las intervenciones de plaza pública, en la Asamblea sindical y frente a los huelguistas, expresaban apropiadamente el estado de ánimo de amplias masas de obreros sindicalizados.
Y, por primera vez, en la actual etapa del movimiento sindical, se levanta un gran movimiento de solidaridad activa entre los directivos y activistas sindicales de ambas centrales. Ya no se trata de ayudar sólo económica y moralmente: se trata de dar la sangre si es necesario en las trincheras de la huelga, en defensa de los derechos comunes. La cita de honor estaba a 58 kilómetros de la Capital, a orillas de la Carretera del Litoral, frente a la fábrica de Acero, para reunirse el lunes 17 de abril, a las 6 de la mañana, con sus hermanos huelguistas, para dar con ellos esta batalla.
En San Salvador, Santa Ana, San Miguel, La Unión, Acajutla, a todo lo largo del territorio nacional, los directivos y activistas se preparan a la Marcha de Solidaridad. La mística de la lucha proletaria prende en la conciencia sindical y surge un nuevo tipo de “Romería”:
“A LA FABRICA DE ACERO”, es el grito de combate en el movimiento sindical.
Las primeras decenas de directivos y sindicales de ambas centrales se quedaron con los huelguistas desde el mediodía del domingo 16 de abril al terminar el mitin conjunto celebrado en la Concha Acústica del Parque Peña, Parque Central de Zacatecoluca. Durante la tarde y las primeras horas de la noche, creció la afluencia masiva de trabajadores que llegaban de distintos lugares del país, en los propios buses de los sindicatos o en el servicio ordinario de buses. La noche fue una verdadera y fervorosa concentración de la confraternización proletaria. Los obreros y obreras de ambas centrales, venidos de uno a otro confín del país fraternizaban con los huelguistas. Se canta a coro los “corridos” dedicados a la Huelga de IUSA y a la Huelga del Acero, surgidos en la intensidad de los combates de clase. El tiempo volaba y a cada momento se consultaba los relojes para saber cuántas horas iban quedando para el momento de la confrontación obrero-patronal, fijada entre las 6 y 7 de la mañana, cuando expiraba el ultimátum dado por el Ministerio de Trabajo.
A media noche, por la carretera se deslizaba rauda la “Gran Caravana de la Solidaridad con los huelguistas del Acero”, organizada por la FUSS. A las 2:30 de la madrugada del lunes, los huelguistas y demás trabajadores allí concentrados se sintieron electrizados de entusiasmo cuando, a lo lejos, sobre la carretera se oyó el ensordecedor sonido de las bocinas de unos veinte vehículos -pick-ups, camionetas, automóviles y motos- llenos de obreros que integraban la Gran Caravana de Solidaridad de la FUSS. La carretera se llenó del desfile de luces de los vehículos que se acercaban a gran velocidad, y se comenzó a oír la voz de potentes altoparlantes que anunciaban: “Aquí viene la Gran Caravana de Solidaridad de la FUSS con nuestros hermanos trabajadores de Acero. No están solos, compañeros! Unidos todos los trabajadores, derrotaremos a la patronal! Viva la huelga de los Trabajadores del Acero!” Y porras improvisadas sacudían el ambiente con el rítmico estribillo: “Somos los de la FUSS, que venimos a apoyar, la Huelga del Acero, que tiene que triunfar...”
La llegada de la Caravana de Solidaridad fue la culminación de esa noche de fraternización combativa. El
entusiasmo subió a nivel indescriptible: unidos en sólido abrazo fraternal, los trabajadores de distintas tendencias sindicales, solidarizados con los huelguistas, se daban cuenta de su gran fuerza. A petición de los huelguistas, la “Gran Caravana de Solidaridad de la FUSS” fue a dar un recorrido a las 3 de la mañana por la calles de Zacatecoluca, anunciando con sus parlantes y con el sonido de las bocinas, que trabajadores de todo el país llegaban a reforzar a los trabajadores del Acero, dispuestos a dar la batalla contra la patronal.
Al regreso de la Caravana, la directiva de la C.G.S., de la FUSS y del Sindicato, se reunieron para tomar las providencias necesarias a fin de enfrentar cualquier eventualidad que sobreviniere como resultado de la decisión del gobierno expresada en el ultimátum puesto a los huelguistas. Se acordó crear el Comando de Huelga Tripartito, para que desde ese momento tomara a su cargo las medidas respecto a la Huelga del Acero: fueron nombrados por la Directiva de la C.G.S. Rafael Rodríguez González y Felipe Antonio Zaldivar:
la Directiva de la FUSS nombró a los compañeros Julio César Castro Belloso y Salvador Cayetano Carpio y la Directiva del Sindicato nombró a los compañeros Gonzalo Ramírez Perdomo y Emiliano Pérez Renderos. Inmediatamente este Comando tomó las medidas apropiadas para reforzar todos los accesos a la fábrica, que tiene un perímetro considerable: distribuyó las fuerzas y dio las instrucciones necesarias a los piquetes para enfrentar la situación en caso de que las fuerzas públicas quisieran hacer penetrar rompehuelgas o despejar la zona de huelguistas.
Mientras tanto, los efectivos de la Guardia Nacional fueron considerablemente reforzados y algunos grupos colocados en posición estratégica, frente a la entrada principal de la fábrica y en los accesos laterales. El ambiente se cargó de la tensión que precede a las batallas. Cerca de las 6 de la mañana, los directivos de ambas centrales, el Comando de Huelga y los centenares de directivos y sindicalistas, así como el respectivo piquete de huelga, formaron en apretadas filas frente a la entrada principal, dispuestos a todo, esperando la finalización del ultimátum gubernamental. El ejército proletario estaba dispuesto a defender sus derechos, listo a ofrendar con su sangre el derecho a huelga.
Dieron las 6 de la mañana y la Guardia Nacional no dio muestras de tener inmediatas intenciones de atacar a las filas de trabajadores. Cerca de las 7 a.m., frente a la formación de los sindicalistas, pasó un vehículo del Ministerio de Trabajo que se detuvo a corta distancia. En el mismo llegaba un Delegado del Ministerio de Trabajo. Se quedó contemplando la formación de trabajadores, conversó un momento con los Guardias nacionales y se retiró sin intentar la menor notificación.
La tensión disminuyó paulatinamente. Se tenía la sensación de que la batalla había sido ganada. Que en esta primera confrontación con la patronal, el triunfo había sido de la clase obrera. En efecto, el movimiento sindical había obtenido en esta lucha su primera gran victoria. El ultimátum había terminado y los huelguistas seguían en sus puestos: LA HUELGA CONTINUABA.
Ante la firme decisión de los trabajadores de defender su derechos a huelga, el gobierno había tenido que desistir de sus intentos de imponer su determinación. Una acción de fuerza de su parte, hubiera significado atropellar y matar obreros de distintos sindicatos de toda la República. El problema nacional que eso hubiera ocasionado habría sido demasiado grande. Los trabajadores pudieron tener una comprobación práctica de la fuerza que genera su unidad.
Ambas centrales iniciaron sus acciones públicas con los mítines de San Salvador (viernes 14 de abril) y Zacatecoluca (domingo 16 de abril) en los que proclamaron la unidad y la decisión de luchar por los objetivos ya indicados. Se hicieron los preparativos para afrontar lo que sobreviniera el lunes 17 cuando el gobierno a través de la fuerza pública trataría de imponer la decisión del Ministerio de Trabajo: “Estamos
dispuestos a enfrentar con nuestras vidas los intentos de romper la huelga por la fuerza. No dejaremos que obliguen a los huelguistas a regresar al trabajo, ni permitiremos que entren rompehuelgas. Si para ello es necesario enfrentarnos a cualquier autoridad, lo haremos. Que pasen sobre nuestros cadáveres si pueden. La responsabilidad por cualquier derramamiento de sangre caerá sobre el gobierno y la patronal”, tales expresiones, contenidas en casi todas las intervenciones de plaza pública, en la Asamblea sindical y frente a los huelguistas, expresaban apropiadamente el estado de ánimo de amplias masas de obreros sindicalizados.
Y, por primera vez, en la actual etapa del movimiento sindical, se levanta un gran movimiento de solidaridad activa entre los directivos y activistas sindicales de ambas centrales. Ya no se trata de ayudar sólo económica y moralmente: se trata de dar la sangre si es necesario en las trincheras de la huelga, en defensa de los derechos comunes. La cita de honor estaba a 58 kilómetros de la Capital, a orillas de la Carretera del Litoral, frente a la fábrica de Acero, para reunirse el lunes 17 de abril, a las 6 de la mañana, con sus hermanos huelguistas, para dar con ellos esta batalla.
En San Salvador, Santa Ana, San Miguel, La Unión, Acajutla, a todo lo largo del territorio nacional, los directivos y activistas se preparan a la Marcha de Solidaridad. La mística de la lucha proletaria prende en la conciencia sindical y surge un nuevo tipo de “Romería”:
“A LA FABRICA DE ACERO”, es el grito de combate en el movimiento sindical.
Las primeras decenas de directivos y sindicales de ambas centrales se quedaron con los huelguistas desde el mediodía del domingo 16 de abril al terminar el mitin conjunto celebrado en la Concha Acústica del Parque Peña, Parque Central de Zacatecoluca. Durante la tarde y las primeras horas de la noche, creció la afluencia masiva de trabajadores que llegaban de distintos lugares del país, en los propios buses de los sindicatos o en el servicio ordinario de buses. La noche fue una verdadera y fervorosa concentración de la confraternización proletaria. Los obreros y obreras de ambas centrales, venidos de uno a otro confín del país fraternizaban con los huelguistas. Se canta a coro los “corridos” dedicados a la Huelga de IUSA y a la Huelga del Acero, surgidos en la intensidad de los combates de clase. El tiempo volaba y a cada momento se consultaba los relojes para saber cuántas horas iban quedando para el momento de la confrontación obrero-patronal, fijada entre las 6 y 7 de la mañana, cuando expiraba el ultimátum dado por el Ministerio de Trabajo.
A media noche, por la carretera se deslizaba rauda la “Gran Caravana de la Solidaridad con los huelguistas del Acero”, organizada por la FUSS. A las 2:30 de la madrugada del lunes, los huelguistas y demás trabajadores allí concentrados se sintieron electrizados de entusiasmo cuando, a lo lejos, sobre la carretera se oyó el ensordecedor sonido de las bocinas de unos veinte vehículos -pick-ups, camionetas, automóviles y motos- llenos de obreros que integraban la Gran Caravana de Solidaridad de la FUSS. La carretera se llenó del desfile de luces de los vehículos que se acercaban a gran velocidad, y se comenzó a oír la voz de potentes altoparlantes que anunciaban: “Aquí viene la Gran Caravana de Solidaridad de la FUSS con nuestros hermanos trabajadores de Acero. No están solos, compañeros! Unidos todos los trabajadores, derrotaremos a la patronal! Viva la huelga de los Trabajadores del Acero!” Y porras improvisadas sacudían el ambiente con el rítmico estribillo: “Somos los de la FUSS, que venimos a apoyar, la Huelga del Acero, que tiene que triunfar...”
La llegada de la Caravana de Solidaridad fue la culminación de esa noche de fraternización combativa. El
entusiasmo subió a nivel indescriptible: unidos en sólido abrazo fraternal, los trabajadores de distintas tendencias sindicales, solidarizados con los huelguistas, se daban cuenta de su gran fuerza. A petición de los huelguistas, la “Gran Caravana de Solidaridad de la FUSS” fue a dar un recorrido a las 3 de la mañana por la calles de Zacatecoluca, anunciando con sus parlantes y con el sonido de las bocinas, que trabajadores de todo el país llegaban a reforzar a los trabajadores del Acero, dispuestos a dar la batalla contra la patronal.
Al regreso de la Caravana, la directiva de la C.G.S., de la FUSS y del Sindicato, se reunieron para tomar las providencias necesarias a fin de enfrentar cualquier eventualidad que sobreviniere como resultado de la decisión del gobierno expresada en el ultimátum puesto a los huelguistas. Se acordó crear el Comando de Huelga Tripartito, para que desde ese momento tomara a su cargo las medidas respecto a la Huelga del Acero: fueron nombrados por la Directiva de la C.G.S. Rafael Rodríguez González y Felipe Antonio Zaldivar:
la Directiva de la FUSS nombró a los compañeros Julio César Castro Belloso y Salvador Cayetano Carpio y la Directiva del Sindicato nombró a los compañeros Gonzalo Ramírez Perdomo y Emiliano Pérez Renderos. Inmediatamente este Comando tomó las medidas apropiadas para reforzar todos los accesos a la fábrica, que tiene un perímetro considerable: distribuyó las fuerzas y dio las instrucciones necesarias a los piquetes para enfrentar la situación en caso de que las fuerzas públicas quisieran hacer penetrar rompehuelgas o despejar la zona de huelguistas.
Mientras tanto, los efectivos de la Guardia Nacional fueron considerablemente reforzados y algunos grupos colocados en posición estratégica, frente a la entrada principal de la fábrica y en los accesos laterales. El ambiente se cargó de la tensión que precede a las batallas. Cerca de las 6 de la mañana, los directivos de ambas centrales, el Comando de Huelga y los centenares de directivos y sindicalistas, así como el respectivo piquete de huelga, formaron en apretadas filas frente a la entrada principal, dispuestos a todo, esperando la finalización del ultimátum gubernamental. El ejército proletario estaba dispuesto a defender sus derechos, listo a ofrendar con su sangre el derecho a huelga.
Dieron las 6 de la mañana y la Guardia Nacional no dio muestras de tener inmediatas intenciones de atacar a las filas de trabajadores. Cerca de las 7 a.m., frente a la formación de los sindicalistas, pasó un vehículo del Ministerio de Trabajo que se detuvo a corta distancia. En el mismo llegaba un Delegado del Ministerio de Trabajo. Se quedó contemplando la formación de trabajadores, conversó un momento con los Guardias nacionales y se retiró sin intentar la menor notificación.
La tensión disminuyó paulatinamente. Se tenía la sensación de que la batalla había sido ganada. Que en esta primera confrontación con la patronal, el triunfo había sido de la clase obrera. En efecto, el movimiento sindical había obtenido en esta lucha su primera gran victoria. El ultimátum había terminado y los huelguistas seguían en sus puestos: LA HUELGA CONTINUABA.
Ante la firme decisión de los trabajadores de defender su derechos a huelga, el gobierno había tenido que desistir de sus intentos de imponer su determinación. Una acción de fuerza de su parte, hubiera significado atropellar y matar obreros de distintos sindicatos de toda la República. El problema nacional que eso hubiera ocasionado habría sido demasiado grande. Los trabajadores pudieron tener una comprobación práctica de la fuerza que genera su unidad.
VI.
GOBIERNO Y PATRONAL TRATAN DE ROMPER LA UNIDAD
Se había ganado un combate, pero todavía no estaba ganada la lucha emprendida en esta eventualidad. LA
CLASE PATRONAL NO ESTABA DISPUESTA A CEDER EN SUS POSICIONES BÁSICAS. Quería derrotar la huelga a toda costa, si no lo había logrado por un medio, era preciso hacerlo con otra táctica; por el desgaste físico de los huelguistas y por la ruptura del frente de unidad sindical.
Los trabajadores del Acero tenían ya, a estas alturas. cerca de un mes de no recibir ni un centavo para llevar a sus hogares; pues ni siquiera habían recibido el salario de la quincena que estaban terminando cuando se inició la huelga. La situación de los niños y compañeras de los huelguistas era cada vez más dura. La fortaleza de los trabajadores era verdaderamente ejemplar, pero no era difícil prever que con la indefinida prolongación del conflicto podía llegar un momento en que su situación hogareña comenzara a pesar en su estado de ánimo. Bien es cierto que no existía peligro de que se agotara el abastecimiento para los huelguistas, pues la ayuda sindical y popular era efectiva y hubiera podido tener asegurado indefinidamente el sustento, a través de la olla común establecida desde el principio; pero esa ayuda no abarcaba a sus familias. Claro, que la patronal también perdía considerablemente con cada día que duraba la huelga, pero sintiéndose plenamente apoyada por todas las asociaciones patronales del país, y con la evidencia de que el gobierno era su sólido apoyo y representante, seguía acariciando la esperanza de derrotar a los huelguistas.
Después de la terminación del infructuoso ultimátum ministerial a los huelguistas, Borgonovo se siguió negando empecinadamente a entrar en negociaciones.
Hasta ese momento ni una sola plática de negociación había querido efectuar. Mientras tanto, la prensa nacional trataba de restar importancia al conflicto, ocultando al pueblo las noticias. El Comando de Huelga Tripartito evaluó la situación y decidió tomar medidas ágiles para sacar al conflicto de este punto muerto. Era necesario obligar a la empresa a negociar. Por otro lado. el Ministerio de Trabajo se había inutilizado a sí mismo como organismo que podía promover negociaciones en este caso, ya que con su fracasado ultimátum había dicho su última palabra: “el Ministerio ya no tiene nada que hacer en el conflicto, dijo a la Prensa un funcionario de ese organismo, ahora el caso corresponde a las fuerzas de seguridad”.
El Comando de Huelga decidió agilizar las gestiones: por un lado, envió repetidas delegaciones a la prensa y a la radio para romper la conspiración del silencio que se había establecido; por otro lado, exigió a la Presidencia de la República su intervención frente a la patronal para que ésta se obligara a negociar. En cuanto a las negociaciones, el acuerdo tomado por el Comando fue: la Junta Directiva del Sindicato es la encargada de negociar y firmar los acuerdos a que se llegue; el Comando asesorará a través de dos de sus miembros: Felipe Antonio Zaldivar y Julio César Castro Belloso, los cuales acompañarán a la Comisión Negociadora a donde quiera que ésta vaya. Si en algún lugar no se permitiere entrar a los miembros del Comando, éstos quedarían en la puerta para cualquier consulta que quieran hacer los compañeros negociadores y para expresar el respaldo efectivo que las dos centrales prestan a los representantes del Sindicato. En cuanto a un acuerdo, sólo la Asamblea General del Sindicato es la que tiene la última palabra: será ella quien acuerde y ratifique cualquier resolución.
Se solicitó audiencia a Casa Presidencial, pidiendo que el Presidente de la República tomara cartas en el asunto. Éste, en vista del giro que iban tomando los acontecimientos, decidió intervenir personalmente; perosu estrategia era sumamente peligrosa: por un lado trató de iniciar conversaciones con Borgonovo para ver hasta donde estaba dispuesto a transar, y por el otro inició maniobras tendientes a romper el frente de unidad sindical, se trasladó a Zacatecoluca y sus gestiones con la patronal no tuvieron avances apreciables para la correcta solución del conflicto; citó a los trabajadores al Cuartel del Cuerpo de Ingenieros de las Fuerzas Armadas y, poniendo en práctica un plan para separar de las dos centrales a los huelguistas, no quiso permitir que junto a los Directivos del Sindicato entraran los miembros del Comando que les acompañaban. Pero ya, frente a los directivos, trató de presionarlos y asustarlos para ablandar su firme actitud. En esta ocasión, además de las conocidas frases anticomunistas, el Presidente llegó hasta lo ridículo al decir que temía que su mamacita “fuera secuestrada por los huelguistas”, provocando la hilaridad en el país entero.
Luego, puso en marcha el peligroso plan de ruptura de la unidad del movimiento sindical: movilizó al grupo de René Barrios Amaya que está incrustado en la directiva del Sindicato de Pilotos Automovilistas, y a través de ese grupo y del mayor Ramiro Ortega, Jefe de la Guardia Nacional en ese Departamento, se lanzó desenfrenadamente a la tarea de apartar de las dos Centrales a la Directiva de los huelguistas.
René Barrios Amaya, persona de mucha confianza del Coronel Rodezno, Director General de la Policía Nacional, era en ese momento la carta de triunfo de Rivera en su plan por romper la unidad del movimiento sindical. Sus antecedentes inmediatos le abonaban de sobra para ello.. Bajo la dirección de Barrios el Sindicato Gremial de Pilotos Automovilistas se había ido alejando manifiestamente de la FUSS, sobre todo, después de la huelga de motoristas en enero. En esa huela, la influencia que la FUSS tenía en la base del Sindicato de Pilotos Automovilistas permitió que éste rechazara el acuerdo a que ya había llegado Barrios con el gobierno respecto a darle una solución desfavorable al conflicto de motoristas, aceptando un subsidio que Rivera proponía dar provisionalmente a los pilotos. Ese rechazo al acuerdo de Barrios con Rivera, el 18 de enero, fue la base para que el gremio de motoristas obtuviera una victoria en su huelga el 19 de enero, obligando a la empresa a aceptar el pago directo de los doce colones por jornada ordinaria.
Poco después, el 24 de febrero, cuando ya Barrios había logrado alejar a su Sindicato de la FUSS para estar más libre de seguir las indicaciones del gobierno, condujo a ese gremio a una “huelga” que terminó 24 horas después de una “tregua” que permitió a la patronal pasar a la ofensiva y permitió al gobierno -con el pleno consentimiento de Barrios- militarizar a los motoristas quienes, debido al contubernio de ese directivo con los militares, durante varios meses fueron extraídos de la jurisdicción laboral, se les sometió a los tribunales militares, y al directo mando de los mismos. En ese período sufrieron vejaciones increíbles: eran enviados por cualquier pequeña falta de tipo laboral a barrer los cuarteles o a las bartolinas de los mismos. Con esa acción de Barrios con los militares, se sentó un funesto precedente para toda la clase trabajadora perjudicándola.
Barrios se había caracterizado durante los últimos meses por elogiar desmedidamente al Presidente Rivera ante los trabajadores, como el gobernante que “comprendía los intereses y aspiraciones de los trabajadores”, como el “amigo” de la clase obrera. Desde enero, se convirtió en el corifeo de Rivera. Nada más fácil para éste que tratar de romper la unidad del movimiento sindical a través de esta persona y de su pequeño grupo, que se había convertido en abierto instrumento del gobernante. Y eso hizo Rivera.
Cuando la huelga del Acero había llegado a sus etapas culminantes, Barrios se mostró de acuerdo con las medidas de solidaridad, incluso fue el Sindicato de Pilotos Automovilistas el que proporcionó los vehículos para la “Gran Caravana de Solidaridad de la FUSS” y participó en ella en forma destacada. Por cierto, muchos directivos sindicales precavidos veían con cierta prevención este repentino acercamiento de Barrios a la FUSS y presentían cualquier jugada peligrosa del gobierno. Sin estar programado en el mitin del Parque Libertad, Barrios intervino y en su discurso se mostró el más “dispuesto” en ir a la huelga general si el caso lo hiciere necesario. En la Asamblea de Sindicatos de la FUSS, celebrada el sábado 15 de abril, fue el delegado de Pilotos, Guinea, el más insistente en que se tomara el acuerdo de huelga general (que debería ser, declarada, TOTAL desde el primer momento), pero ya en la siguiente reunión vino lo que ya se esperaba: la puñalada al movimiento sindical. Barrios y Guinea, como por arte de magia, habían cambiado totalmente y se opusieron a la misma, al principio con el pretexto de que deberían de ser ellos quienes eligieran “el día y la hora de entrar a la huelga” y, luego, ya abiertamente y sin ambages, se opusieron categóricamente a la misma, tratando de romper la unidad y la decisión de los trabajadores. Y no es casual que este viraje coincidiera con los momentos en que Rivera inició su plan de división y ruptura del frente unitario sindical.
En dicha Asamblea quedaron totalmente aislados, pero lograban su propósito de separar al Sindicato de Pilotos de la Huelga General. Indudablemente que la defección de este sindicato era un duro golpe, pero no irreparable. Logrado este éxito inicial, el gobierno dio encargo a ese grupo para que tratara de separar a la Directiva del Sindicato de Trabajadores del Acero de la unidad con las dos Centrales. Esto estaba concebido como el golpe de gracia del gobierno, como la jugada magistral: con ello se hubiera roto el espinazo a la acción de unidad y se hubiera derrotado a la huelga general antes de su estallido. Pues, si los compañeros del Acero, eventualmente hubieran rehusado la solidaridad de todo el movimiento sindical organizado a través de las dos centrales, de hecho, tales acciones de solidaridad, incluyendo la huelga general -que en esos momentos apenas era una posibilidad- no se hubieran podido realizar; hubiera caído por su propia base.
En consecuencia, el movimiento habría sido derrotado, y los compañeros del Acero habrían sido llevados a un arreglo -estrictamente palaciego- y habrían sido entregados por el gobierno en manos de la patronal. Tal era la esencia de tan peligrosa maniobra contra la huelga de los trabajadores del Acero, la más peligrosa de cuantas se intentaron en el transcurso de la misma. Y en esa maniobra patronal-gubernamental, René Barrios Amaya, con arrogancia y audacia, jugó el papel principal.
Como a las 15 horas del día 19 de abril llegó al lugar de la huelga y se ofreció a la Directiva del Sindicato de Trabajadores del Acero como mediador de Rivera. Se presentaba como el “único que podía resolver ante el Presidente el problema”, porque era a quien Rivera aceptaba como “Mediador”. Para facilitar su tarea, trató de desprestigiar a la FUSS diciéndoles que tanto ésta como la C.G.S. “los están engañando” y que no se estaba haciendo nada por resolver el conflicto. Que él les llevaría a Casa Presidencial y que todo “se resolvería” inmediatamente. El golpe de audacia le dio un éxito inicial: algunos directivos del Acero vacilaron, y no rechazaron categóricamente el ofrecimiento. Barrios Amaya se retiró prometiéndoles regresar con la respuesta presidencial.
A media noche Barrios regresó, con Arturo Guinea y Quintanar para llevar a los directivos del Sindicato a Casa presidencial, haciendo a un lado a las dos centrales sindicales. “El Señor Presidente les espera, dijo, mediante nuestra mediación ya todo está listo para ser resuelto esta misma noche”. Guinea les dijo que incluso ya estaba redactado el acuerdo final. Dos vehículos -uno de los cuales era de Barrios- estaban listos para llevarse a los directivos del Sindicato junto a los tres emisarios.
Hubo alarma en la base de huelguistas frente a la obscura maniobra que se estaba tratando de realizar.
El Comando de Huelga se reunió con la Junta Directiva y le hizo ver que tales personas lo que deseaban era romper la unidad, por encargo del gobierno. “Quienes han traicionado el frente de unidad, son los menos autorizados para tratar de mediar en la solución del conflicto”, se les dijo. Y allí mismo, frente a los huelguistas que se arremolinaban alrededor, se llevó a cabo un debate con los “Emisarios de Rivera”, desenmascarando a fondo su maniobra.
Uno de los miembros del Comando dijo a Barrios Amaya: “qué triste papel está desempeñando usted. Después de traicionar la unidad forjada en apoyo de los trabajadores del Acero, está tratando de romperla definitivamente para entregar en manos del gobierno y de los patronos a los trabajadores del Acero”. El replicó tratando de impresionar a los huelguistas diciendo que “ustedes están engañando a los trabajadores del Acero”, diciéndoles que los trabajadores estaban dispuestos a apoyarles incluso con una huelga general, la que era imposible llevar a cabo con sindicatos “fantasmas” y mal “organizados”.
Con gran desprecio dijo que no valía la pena ir a una huelga general por la defensa de los 260 trabajadores Se le contestó que frente a la patronal, que quería aplastar a los trabajadores del Acero y frente a la necesidad de defender el derecho constitucional de huelga, los trabajadores estaban decididos a utilizar todos los recursos y que “será el tiempo el que dirá quién tiene la razón: si aquellos que no tienen fe en el movimiento sindical y andan empeñados en hacerle el juego a los enemigos de la clase obrera, o los que tienen confianza en la capacidad de ésta de luchar por sus derechos”.
Los directivos del Sindicato rehusaron categóricamente irse con Barrios a Casa Presidencial. Desde ese momento, LA PELIGROSA MANIOBRA DEL GOBIERNO ENTRABA EN FRANCA DERROTA.
Barrios Amaya, Guinea y Quintanar regresaron a Zacatecoluca, donde el Mayor Ortega les esperaba para saber el resultado de la maniobra. Al ver que la misión de los “Emisarios de Rivera” no había dado resultado, el Mayor Ortega decidió ir él mismo en busca de los directivos al escenario de la huelga y llegó, precisamente. en uno de los carros que había llevado Barrios Amaya. Les dijo que les llevaría a Casa Presidencial. Era la una de la madrugada. El Jefe de la Guardia se negaba a permitir que los miembros del Comando acompañaran a la Comisión Negociadora, pero éstos lograron acompañarles. Uno de ellos, siguiéndolos en motocicleta.
Por el camino quedó a la vista el oscuro contubernio entre el Mayor Ortega y Barrios Amaya. Este esperaba el regreso de su mayor a la altura de Zacatecoluca; vio pasar la comitiva, y luego, se adelantó para llegar antes a la Casa Presidencial. Cuando la Comisión Negociadora pasó al salón Presidencial, se impidió la entrada a los miembros del Comando. los que se vieron forzados a quedarse en la puerta; pero Barrios Amaya ya estaba adentro, bajo el ala protectora del Presidente Rivera, quien trató de que los directivos aceptaran que su protegido participara en las discusiones. Los directivos se negaron categóricamente a permitir la participación de Barrios. Sin embargo, Rivera lo mantuvo dentro de la sala.
En la práctica quedó clara toda la maniobra: no se había llamado a la Comisión Negociadora para solucionar el conflicto, pues la patronal ni siquiera se presentó; ni había, de parte del Presidente ni de sus funcionarios, ninguna propuesta de solución. Además del esfuerzo presidencial por romper la unidad de la directiva con las dos centrales, todo se limitó a redactar en mejor forma las demandas. Todo quedó claro: Rivera, Francisco José Guerrero y el viejo grupo de gobierno. utilizaban a René Barrios Amaya, en sus maniobras dentro del movimiento sindical. En la lucha de camarillas gubernamentales, Barrios, estaba al servicio del grupo Rodezno. Francisco José Guerrero y compañía.
Mientras, por el otro lado, era un hecho que los directivos de la C.G.S. se habían distanciado de ese grupo gubernamental, acercándose al equipo de Sánchez Hernández que parecía ser el que les prometía más futuro dentro del P.C.N. y del próximo gobierno. NINGUNO DE LOS DOS GRUPOS ERA INDEPENDIENTE: ni Barrios Amaya, ni los directivos de la C.G.S.; ambos eran oficialistas, pero el oficialismo tenía contradicciones internas, y éstas se reflejaban en distintas posiciones: la de Barrios y la de la C.G.S. Si Barrios, con razón, acusaba a los directivos de la C.G.S. de oportunistas, éstos también con razón acusaban a Barrios de estar al servicio de la vieja guardia gubernamental de la que ellos se habían distanciado.
Lo importante de esta situación es que el movimiento sindical independiente, aprovechando conscientemente esas contradicciones internas de las clases gobernantes y de sus servidores, y apoyándose en las bases sindicales, forjaba la unidad sindical para defender los derechos Constitucionales de la clase obrera y las demandas de los trabajadores del Acero.. Por ello, Rivera, Guerrero y Rodezno trataban de destruir esa unidad utilizando a Barrios como su instrumento principal.
A pesar de todas las maniobras, LA UNIDAD SINDICAL, FORJADA DESDE LAS BASES DE LA C.G.S. E INSPIRADA POR LA FUSS, RESISTIÓ LA PRUEBA...
LA HUELGA SEGUIA. Vencía las peligrosas maniobras de los patronos, del gobierno y de sus instrumentos. Los días pasaban y aún no se avizoraba una solución satisfactoria. Pero los trabajadores conservaban el ánimo firme, inquebrantable y, en determinados momentos, elevaban su espíritu combativo con canciones de lucha. He aquí la canción que cantaban los trabajadores del Acero:
CORRIDO A LA HUELGADE LOS
TRABAJADORES DEL ACERO
-I-
El año de mil novecientos sesenta y siete, en abril.
A la fábrica de Acero la huelga paralizó,
La huelga paralizó...
-II-
Obreros de metalurgia tomaron la decisión,
Debido a las injusticias del gerente y del patrón,
Del gerente y del patrón...
-III-
La clase trabajadora de todito El Salvador,
Sintió mucha inspiración, debido a su gran valor.
Debido a su gran valor...
-IV-
El pueblo salvadoreño prestó colaboración,
También Zacatecoluca apoyó esa gran acción,
Apoyó esa gran acción...
-V-
La FUSS y sus sindicatos respaldan con decisión,
Y frente a la patronal, muestran Unidad de Acción. Muestran Unidad de Acción...
-VI-
La Sociedad de Industriales pretende arrebatar,
Los derechos laborales y los constitucionales,
Y los constitucionales...
-VII-
Abajo salarios de hambre que paga la patronal,
Nuestros hijos necesitan escuela, vestido y pan,
Escuela, vestido y pan...
-VIII-
La huelga se ha de ganar mediante la Unidad,
Y si el patrono lo duda, se lo vamos a probar,
Se lo vamos a probar...
VIVA LA HUELGA DE LOS TRABAJADORES DEL ACERO
VIVA LA FEDERACIÓN UNITARIA SINDICAL DE EL SALVADOR
VIVA LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO SINDICAL
(Música de “Rosita Alvirez”)
Se había ganado un combate, pero todavía no estaba ganada la lucha emprendida en esta eventualidad. LA
CLASE PATRONAL NO ESTABA DISPUESTA A CEDER EN SUS POSICIONES BÁSICAS. Quería derrotar la huelga a toda costa, si no lo había logrado por un medio, era preciso hacerlo con otra táctica; por el desgaste físico de los huelguistas y por la ruptura del frente de unidad sindical.
Los trabajadores del Acero tenían ya, a estas alturas. cerca de un mes de no recibir ni un centavo para llevar a sus hogares; pues ni siquiera habían recibido el salario de la quincena que estaban terminando cuando se inició la huelga. La situación de los niños y compañeras de los huelguistas era cada vez más dura. La fortaleza de los trabajadores era verdaderamente ejemplar, pero no era difícil prever que con la indefinida prolongación del conflicto podía llegar un momento en que su situación hogareña comenzara a pesar en su estado de ánimo. Bien es cierto que no existía peligro de que se agotara el abastecimiento para los huelguistas, pues la ayuda sindical y popular era efectiva y hubiera podido tener asegurado indefinidamente el sustento, a través de la olla común establecida desde el principio; pero esa ayuda no abarcaba a sus familias. Claro, que la patronal también perdía considerablemente con cada día que duraba la huelga, pero sintiéndose plenamente apoyada por todas las asociaciones patronales del país, y con la evidencia de que el gobierno era su sólido apoyo y representante, seguía acariciando la esperanza de derrotar a los huelguistas.
Después de la terminación del infructuoso ultimátum ministerial a los huelguistas, Borgonovo se siguió negando empecinadamente a entrar en negociaciones.
Hasta ese momento ni una sola plática de negociación había querido efectuar. Mientras tanto, la prensa nacional trataba de restar importancia al conflicto, ocultando al pueblo las noticias. El Comando de Huelga Tripartito evaluó la situación y decidió tomar medidas ágiles para sacar al conflicto de este punto muerto. Era necesario obligar a la empresa a negociar. Por otro lado. el Ministerio de Trabajo se había inutilizado a sí mismo como organismo que podía promover negociaciones en este caso, ya que con su fracasado ultimátum había dicho su última palabra: “el Ministerio ya no tiene nada que hacer en el conflicto, dijo a la Prensa un funcionario de ese organismo, ahora el caso corresponde a las fuerzas de seguridad”.
El Comando de Huelga decidió agilizar las gestiones: por un lado, envió repetidas delegaciones a la prensa y a la radio para romper la conspiración del silencio que se había establecido; por otro lado, exigió a la Presidencia de la República su intervención frente a la patronal para que ésta se obligara a negociar. En cuanto a las negociaciones, el acuerdo tomado por el Comando fue: la Junta Directiva del Sindicato es la encargada de negociar y firmar los acuerdos a que se llegue; el Comando asesorará a través de dos de sus miembros: Felipe Antonio Zaldivar y Julio César Castro Belloso, los cuales acompañarán a la Comisión Negociadora a donde quiera que ésta vaya. Si en algún lugar no se permitiere entrar a los miembros del Comando, éstos quedarían en la puerta para cualquier consulta que quieran hacer los compañeros negociadores y para expresar el respaldo efectivo que las dos centrales prestan a los representantes del Sindicato. En cuanto a un acuerdo, sólo la Asamblea General del Sindicato es la que tiene la última palabra: será ella quien acuerde y ratifique cualquier resolución.
Se solicitó audiencia a Casa Presidencial, pidiendo que el Presidente de la República tomara cartas en el asunto. Éste, en vista del giro que iban tomando los acontecimientos, decidió intervenir personalmente; perosu estrategia era sumamente peligrosa: por un lado trató de iniciar conversaciones con Borgonovo para ver hasta donde estaba dispuesto a transar, y por el otro inició maniobras tendientes a romper el frente de unidad sindical, se trasladó a Zacatecoluca y sus gestiones con la patronal no tuvieron avances apreciables para la correcta solución del conflicto; citó a los trabajadores al Cuartel del Cuerpo de Ingenieros de las Fuerzas Armadas y, poniendo en práctica un plan para separar de las dos centrales a los huelguistas, no quiso permitir que junto a los Directivos del Sindicato entraran los miembros del Comando que les acompañaban. Pero ya, frente a los directivos, trató de presionarlos y asustarlos para ablandar su firme actitud. En esta ocasión, además de las conocidas frases anticomunistas, el Presidente llegó hasta lo ridículo al decir que temía que su mamacita “fuera secuestrada por los huelguistas”, provocando la hilaridad en el país entero.
Luego, puso en marcha el peligroso plan de ruptura de la unidad del movimiento sindical: movilizó al grupo de René Barrios Amaya que está incrustado en la directiva del Sindicato de Pilotos Automovilistas, y a través de ese grupo y del mayor Ramiro Ortega, Jefe de la Guardia Nacional en ese Departamento, se lanzó desenfrenadamente a la tarea de apartar de las dos Centrales a la Directiva de los huelguistas.
René Barrios Amaya, persona de mucha confianza del Coronel Rodezno, Director General de la Policía Nacional, era en ese momento la carta de triunfo de Rivera en su plan por romper la unidad del movimiento sindical. Sus antecedentes inmediatos le abonaban de sobra para ello.. Bajo la dirección de Barrios el Sindicato Gremial de Pilotos Automovilistas se había ido alejando manifiestamente de la FUSS, sobre todo, después de la huelga de motoristas en enero. En esa huela, la influencia que la FUSS tenía en la base del Sindicato de Pilotos Automovilistas permitió que éste rechazara el acuerdo a que ya había llegado Barrios con el gobierno respecto a darle una solución desfavorable al conflicto de motoristas, aceptando un subsidio que Rivera proponía dar provisionalmente a los pilotos. Ese rechazo al acuerdo de Barrios con Rivera, el 18 de enero, fue la base para que el gremio de motoristas obtuviera una victoria en su huelga el 19 de enero, obligando a la empresa a aceptar el pago directo de los doce colones por jornada ordinaria.
Poco después, el 24 de febrero, cuando ya Barrios había logrado alejar a su Sindicato de la FUSS para estar más libre de seguir las indicaciones del gobierno, condujo a ese gremio a una “huelga” que terminó 24 horas después de una “tregua” que permitió a la patronal pasar a la ofensiva y permitió al gobierno -con el pleno consentimiento de Barrios- militarizar a los motoristas quienes, debido al contubernio de ese directivo con los militares, durante varios meses fueron extraídos de la jurisdicción laboral, se les sometió a los tribunales militares, y al directo mando de los mismos. En ese período sufrieron vejaciones increíbles: eran enviados por cualquier pequeña falta de tipo laboral a barrer los cuarteles o a las bartolinas de los mismos. Con esa acción de Barrios con los militares, se sentó un funesto precedente para toda la clase trabajadora perjudicándola.
Barrios se había caracterizado durante los últimos meses por elogiar desmedidamente al Presidente Rivera ante los trabajadores, como el gobernante que “comprendía los intereses y aspiraciones de los trabajadores”, como el “amigo” de la clase obrera. Desde enero, se convirtió en el corifeo de Rivera. Nada más fácil para éste que tratar de romper la unidad del movimiento sindical a través de esta persona y de su pequeño grupo, que se había convertido en abierto instrumento del gobernante. Y eso hizo Rivera.
Cuando la huelga del Acero había llegado a sus etapas culminantes, Barrios se mostró de acuerdo con las medidas de solidaridad, incluso fue el Sindicato de Pilotos Automovilistas el que proporcionó los vehículos para la “Gran Caravana de Solidaridad de la FUSS” y participó en ella en forma destacada. Por cierto, muchos directivos sindicales precavidos veían con cierta prevención este repentino acercamiento de Barrios a la FUSS y presentían cualquier jugada peligrosa del gobierno. Sin estar programado en el mitin del Parque Libertad, Barrios intervino y en su discurso se mostró el más “dispuesto” en ir a la huelga general si el caso lo hiciere necesario. En la Asamblea de Sindicatos de la FUSS, celebrada el sábado 15 de abril, fue el delegado de Pilotos, Guinea, el más insistente en que se tomara el acuerdo de huelga general (que debería ser, declarada, TOTAL desde el primer momento), pero ya en la siguiente reunión vino lo que ya se esperaba: la puñalada al movimiento sindical. Barrios y Guinea, como por arte de magia, habían cambiado totalmente y se opusieron a la misma, al principio con el pretexto de que deberían de ser ellos quienes eligieran “el día y la hora de entrar a la huelga” y, luego, ya abiertamente y sin ambages, se opusieron categóricamente a la misma, tratando de romper la unidad y la decisión de los trabajadores. Y no es casual que este viraje coincidiera con los momentos en que Rivera inició su plan de división y ruptura del frente unitario sindical.
En dicha Asamblea quedaron totalmente aislados, pero lograban su propósito de separar al Sindicato de Pilotos de la Huelga General. Indudablemente que la defección de este sindicato era un duro golpe, pero no irreparable. Logrado este éxito inicial, el gobierno dio encargo a ese grupo para que tratara de separar a la Directiva del Sindicato de Trabajadores del Acero de la unidad con las dos Centrales. Esto estaba concebido como el golpe de gracia del gobierno, como la jugada magistral: con ello se hubiera roto el espinazo a la acción de unidad y se hubiera derrotado a la huelga general antes de su estallido. Pues, si los compañeros del Acero, eventualmente hubieran rehusado la solidaridad de todo el movimiento sindical organizado a través de las dos centrales, de hecho, tales acciones de solidaridad, incluyendo la huelga general -que en esos momentos apenas era una posibilidad- no se hubieran podido realizar; hubiera caído por su propia base.
En consecuencia, el movimiento habría sido derrotado, y los compañeros del Acero habrían sido llevados a un arreglo -estrictamente palaciego- y habrían sido entregados por el gobierno en manos de la patronal. Tal era la esencia de tan peligrosa maniobra contra la huelga de los trabajadores del Acero, la más peligrosa de cuantas se intentaron en el transcurso de la misma. Y en esa maniobra patronal-gubernamental, René Barrios Amaya, con arrogancia y audacia, jugó el papel principal.
Como a las 15 horas del día 19 de abril llegó al lugar de la huelga y se ofreció a la Directiva del Sindicato de Trabajadores del Acero como mediador de Rivera. Se presentaba como el “único que podía resolver ante el Presidente el problema”, porque era a quien Rivera aceptaba como “Mediador”. Para facilitar su tarea, trató de desprestigiar a la FUSS diciéndoles que tanto ésta como la C.G.S. “los están engañando” y que no se estaba haciendo nada por resolver el conflicto. Que él les llevaría a Casa Presidencial y que todo “se resolvería” inmediatamente. El golpe de audacia le dio un éxito inicial: algunos directivos del Acero vacilaron, y no rechazaron categóricamente el ofrecimiento. Barrios Amaya se retiró prometiéndoles regresar con la respuesta presidencial.
A media noche Barrios regresó, con Arturo Guinea y Quintanar para llevar a los directivos del Sindicato a Casa presidencial, haciendo a un lado a las dos centrales sindicales. “El Señor Presidente les espera, dijo, mediante nuestra mediación ya todo está listo para ser resuelto esta misma noche”. Guinea les dijo que incluso ya estaba redactado el acuerdo final. Dos vehículos -uno de los cuales era de Barrios- estaban listos para llevarse a los directivos del Sindicato junto a los tres emisarios.
Hubo alarma en la base de huelguistas frente a la obscura maniobra que se estaba tratando de realizar.
El Comando de Huelga se reunió con la Junta Directiva y le hizo ver que tales personas lo que deseaban era romper la unidad, por encargo del gobierno. “Quienes han traicionado el frente de unidad, son los menos autorizados para tratar de mediar en la solución del conflicto”, se les dijo. Y allí mismo, frente a los huelguistas que se arremolinaban alrededor, se llevó a cabo un debate con los “Emisarios de Rivera”, desenmascarando a fondo su maniobra.
Uno de los miembros del Comando dijo a Barrios Amaya: “qué triste papel está desempeñando usted. Después de traicionar la unidad forjada en apoyo de los trabajadores del Acero, está tratando de romperla definitivamente para entregar en manos del gobierno y de los patronos a los trabajadores del Acero”. El replicó tratando de impresionar a los huelguistas diciendo que “ustedes están engañando a los trabajadores del Acero”, diciéndoles que los trabajadores estaban dispuestos a apoyarles incluso con una huelga general, la que era imposible llevar a cabo con sindicatos “fantasmas” y mal “organizados”.
Con gran desprecio dijo que no valía la pena ir a una huelga general por la defensa de los 260 trabajadores Se le contestó que frente a la patronal, que quería aplastar a los trabajadores del Acero y frente a la necesidad de defender el derecho constitucional de huelga, los trabajadores estaban decididos a utilizar todos los recursos y que “será el tiempo el que dirá quién tiene la razón: si aquellos que no tienen fe en el movimiento sindical y andan empeñados en hacerle el juego a los enemigos de la clase obrera, o los que tienen confianza en la capacidad de ésta de luchar por sus derechos”.
Los directivos del Sindicato rehusaron categóricamente irse con Barrios a Casa Presidencial. Desde ese momento, LA PELIGROSA MANIOBRA DEL GOBIERNO ENTRABA EN FRANCA DERROTA.
Barrios Amaya, Guinea y Quintanar regresaron a Zacatecoluca, donde el Mayor Ortega les esperaba para saber el resultado de la maniobra. Al ver que la misión de los “Emisarios de Rivera” no había dado resultado, el Mayor Ortega decidió ir él mismo en busca de los directivos al escenario de la huelga y llegó, precisamente. en uno de los carros que había llevado Barrios Amaya. Les dijo que les llevaría a Casa Presidencial. Era la una de la madrugada. El Jefe de la Guardia se negaba a permitir que los miembros del Comando acompañaran a la Comisión Negociadora, pero éstos lograron acompañarles. Uno de ellos, siguiéndolos en motocicleta.
Por el camino quedó a la vista el oscuro contubernio entre el Mayor Ortega y Barrios Amaya. Este esperaba el regreso de su mayor a la altura de Zacatecoluca; vio pasar la comitiva, y luego, se adelantó para llegar antes a la Casa Presidencial. Cuando la Comisión Negociadora pasó al salón Presidencial, se impidió la entrada a los miembros del Comando. los que se vieron forzados a quedarse en la puerta; pero Barrios Amaya ya estaba adentro, bajo el ala protectora del Presidente Rivera, quien trató de que los directivos aceptaran que su protegido participara en las discusiones. Los directivos se negaron categóricamente a permitir la participación de Barrios. Sin embargo, Rivera lo mantuvo dentro de la sala.
En la práctica quedó clara toda la maniobra: no se había llamado a la Comisión Negociadora para solucionar el conflicto, pues la patronal ni siquiera se presentó; ni había, de parte del Presidente ni de sus funcionarios, ninguna propuesta de solución. Además del esfuerzo presidencial por romper la unidad de la directiva con las dos centrales, todo se limitó a redactar en mejor forma las demandas. Todo quedó claro: Rivera, Francisco José Guerrero y el viejo grupo de gobierno. utilizaban a René Barrios Amaya, en sus maniobras dentro del movimiento sindical. En la lucha de camarillas gubernamentales, Barrios, estaba al servicio del grupo Rodezno. Francisco José Guerrero y compañía.
Mientras, por el otro lado, era un hecho que los directivos de la C.G.S. se habían distanciado de ese grupo gubernamental, acercándose al equipo de Sánchez Hernández que parecía ser el que les prometía más futuro dentro del P.C.N. y del próximo gobierno. NINGUNO DE LOS DOS GRUPOS ERA INDEPENDIENTE: ni Barrios Amaya, ni los directivos de la C.G.S.; ambos eran oficialistas, pero el oficialismo tenía contradicciones internas, y éstas se reflejaban en distintas posiciones: la de Barrios y la de la C.G.S. Si Barrios, con razón, acusaba a los directivos de la C.G.S. de oportunistas, éstos también con razón acusaban a Barrios de estar al servicio de la vieja guardia gubernamental de la que ellos se habían distanciado.
Lo importante de esta situación es que el movimiento sindical independiente, aprovechando conscientemente esas contradicciones internas de las clases gobernantes y de sus servidores, y apoyándose en las bases sindicales, forjaba la unidad sindical para defender los derechos Constitucionales de la clase obrera y las demandas de los trabajadores del Acero.. Por ello, Rivera, Guerrero y Rodezno trataban de destruir esa unidad utilizando a Barrios como su instrumento principal.
A pesar de todas las maniobras, LA UNIDAD SINDICAL, FORJADA DESDE LAS BASES DE LA C.G.S. E INSPIRADA POR LA FUSS, RESISTIÓ LA PRUEBA...
LA HUELGA SEGUIA. Vencía las peligrosas maniobras de los patronos, del gobierno y de sus instrumentos. Los días pasaban y aún no se avizoraba una solución satisfactoria. Pero los trabajadores conservaban el ánimo firme, inquebrantable y, en determinados momentos, elevaban su espíritu combativo con canciones de lucha. He aquí la canción que cantaban los trabajadores del Acero:
CORRIDO A LA HUELGADE LOS
TRABAJADORES DEL ACERO
-I-
El año de mil novecientos sesenta y siete, en abril.
A la fábrica de Acero la huelga paralizó,
La huelga paralizó...
-II-
Obreros de metalurgia tomaron la decisión,
Debido a las injusticias del gerente y del patrón,
Del gerente y del patrón...
-III-
La clase trabajadora de todito El Salvador,
Sintió mucha inspiración, debido a su gran valor.
Debido a su gran valor...
-IV-
El pueblo salvadoreño prestó colaboración,
También Zacatecoluca apoyó esa gran acción,
Apoyó esa gran acción...
-V-
La FUSS y sus sindicatos respaldan con decisión,
Y frente a la patronal, muestran Unidad de Acción. Muestran Unidad de Acción...
-VI-
La Sociedad de Industriales pretende arrebatar,
Los derechos laborales y los constitucionales,
Y los constitucionales...
-VII-
Abajo salarios de hambre que paga la patronal,
Nuestros hijos necesitan escuela, vestido y pan,
Escuela, vestido y pan...
-VIII-
La huelga se ha de ganar mediante la Unidad,
Y si el patrono lo duda, se lo vamos a probar,
Se lo vamos a probar...
VIVA LA HUELGA DE LOS TRABAJADORES DEL ACERO
VIVA LA FEDERACIÓN UNITARIA SINDICAL DE EL SALVADOR
VIVA LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO SINDICAL
(Música de “Rosita Alvirez”)
VII.
HACIA LA HUELGA GENERAL
Mientras el Presidente Rivera y el grupo de Francisco José Guerrero desaprovechaban el tiempo, y en vez de esforzarse verdaderamente por resolver el problema del Acero trataban de romper la unidad, las dos Centrales dieron los siguientes pasos lógicos, ante la
inconsecuente actitud gubernamental y la intransigencia patronal. El conflicto sólo podía encontrar el triunfo si se concentraba una gran fuerza sindical, muy superior a los marcos de Acero S.A., que pudiera quebrantar la resistencia de la clase patronal unida y las peligrosas maniobras de Rivera. LA CLASE OBRERA FUE CAPAZ DE HACERLO...!
En la Asamblea de Sindicatos de la Federación Unitaria Sindical de El Salvador, reunida en la noche del sábado 15 de abril, se acordó:
I. Apoyar en todo lo necesario a los trabajadores de “ACERO, S.A.” de Zacatecoluca....
II. Emplazar al Gobierno de la República a darle una solución al conflicto de los trabajadores de “ACERO S.A.”, acorde con las demandas presentadas por dichos compañeros, a corto plazo.
III. Declarar la huelga de todos los trabajadores de las distintas industrias que abarca la FUSS, si los acontecimientos del lunes 17 de abril así lo ameritan, o si transcurriere un plazo prudencial sin que el gobierno haya encontrado una solución favorable a los trabajadores de “ACERO S.A.”
IV. Se autoriza a la Junta Directiva Federal de la Federación Unitaria de El Salvador (FUSS), para que elabore el PLAN DE HUELGA y sus objetivos, como también para tomar las necesarias medidas para hacerla efectiva. Se autoriza también a la misma Junta Directiva Federal para que lleve a cabo la coordinación del movimiento huelguístico con la Junta Directiva de la Confederación General de Sindicatos...”
Parecidas resoluciones tomó también el Congreso de la C.G.S., reunido esa misma tarde.
Las dos centrales sindicales quedaron autorizadas para encabezar la Huelga General y para coordinarse a través de un organismo conjunto: EL COMANDO GENERAL DE HUELGA, que era el mismo que se formó en Acero, pero sin dos directivos de ese Sindicato, a quienes ya no les correspondía dirigir la huelga en sentido nacional.
EL CAMINO HACIA LA HUELGA GENERAL ESTABA ABIERTO, PERO A ESTAS ALTURAS, EL GOBIERNO Y LA PATRONAL NO CREIAN A LA CLASE OBRERA CAPAZ DE REALIZARLA.
El Comando General de Huelga, ante las maniobras del gobierno y la resistencia de la patronal, decidió poner un ultimátum de 5 días: sí a las 12 PM. del lunes 24 de abril el conflicto del Acero no quedaba resuelto satisfactoriamente, se declararía la Huelga General.
El Comando General de Huelga estudió la situación orgánica general del movimiento sindical y otros factores, como la necesidad de permitir que siempre existiera la oportunidad de negociación para facilitar en todo momento un arreglo satisfactorio, y llegó a la conclusión de que debido a una serie de factores que era [ necesario tomar en cuenta, la táctica más adecuada de Huelga General seria la progresividad: es decir, no sería total desde el principio, pero iría creciendo a cada momento, de acuerdo a un plan cuidadosamente elaborado, hasta llegar a convertirse en total, si el caso lo requería.
Se concluyó que la huelga se iniciaría en dos sectores importantes de la industria, muy sensibles en la economía nacional. Después de un corto espacio de tiempo, otros se sumarían gradualmente: luego otros, todo de acuerdo a instrucciones precisas que el Comando iría dando en cada caso concreto, hasta que en unos cuantos días la huelga llegaría a ser total. Esa táctica requería una gran disciplina, pero al mismo tiempo, aprovechaba el poder del contagio combativo y creaba una situación de extremada incertidumbre en la clase patronal, por ignorar cual sería el próximo paso, es decir, qué contingente entraría en la lucha después del anterior, por dónde llegaría el próximo golpe. Se consideró que la huelga total desde el primer instante, en las condiciones del desarrollo del movimiento sindical actual, podría no ser completamente efectiva. Los hechos confirmaron con creces la certeza de la táctica adoptada.
La Asamblea de Sindicatos de la FUSS (lunes 24 de abril) que fue decisiva, y la de la C.G.S. aprobaron tal curso de acción así como las Asambleas de trabajadores.
Mientras tales preparativos iban madurando las condiciones prácticas para la Huelga General, el gobierno se entretenía tratando de romper la Unidad Sindical, desaprovechando cinco días valiosos, tiempo más que suficiente para resolver el conflicto.
Mientras el Presidente Rivera y el grupo de Francisco José Guerrero desaprovechaban el tiempo, y en vez de esforzarse verdaderamente por resolver el problema del Acero trataban de romper la unidad, las dos Centrales dieron los siguientes pasos lógicos, ante la
inconsecuente actitud gubernamental y la intransigencia patronal. El conflicto sólo podía encontrar el triunfo si se concentraba una gran fuerza sindical, muy superior a los marcos de Acero S.A., que pudiera quebrantar la resistencia de la clase patronal unida y las peligrosas maniobras de Rivera. LA CLASE OBRERA FUE CAPAZ DE HACERLO...!
En la Asamblea de Sindicatos de la Federación Unitaria Sindical de El Salvador, reunida en la noche del sábado 15 de abril, se acordó:
I. Apoyar en todo lo necesario a los trabajadores de “ACERO, S.A.” de Zacatecoluca....
II. Emplazar al Gobierno de la República a darle una solución al conflicto de los trabajadores de “ACERO S.A.”, acorde con las demandas presentadas por dichos compañeros, a corto plazo.
III. Declarar la huelga de todos los trabajadores de las distintas industrias que abarca la FUSS, si los acontecimientos del lunes 17 de abril así lo ameritan, o si transcurriere un plazo prudencial sin que el gobierno haya encontrado una solución favorable a los trabajadores de “ACERO S.A.”
IV. Se autoriza a la Junta Directiva Federal de la Federación Unitaria de El Salvador (FUSS), para que elabore el PLAN DE HUELGA y sus objetivos, como también para tomar las necesarias medidas para hacerla efectiva. Se autoriza también a la misma Junta Directiva Federal para que lleve a cabo la coordinación del movimiento huelguístico con la Junta Directiva de la Confederación General de Sindicatos...”
Parecidas resoluciones tomó también el Congreso de la C.G.S., reunido esa misma tarde.
Las dos centrales sindicales quedaron autorizadas para encabezar la Huelga General y para coordinarse a través de un organismo conjunto: EL COMANDO GENERAL DE HUELGA, que era el mismo que se formó en Acero, pero sin dos directivos de ese Sindicato, a quienes ya no les correspondía dirigir la huelga en sentido nacional.
EL CAMINO HACIA LA HUELGA GENERAL ESTABA ABIERTO, PERO A ESTAS ALTURAS, EL GOBIERNO Y LA PATRONAL NO CREIAN A LA CLASE OBRERA CAPAZ DE REALIZARLA.
El Comando General de Huelga, ante las maniobras del gobierno y la resistencia de la patronal, decidió poner un ultimátum de 5 días: sí a las 12 PM. del lunes 24 de abril el conflicto del Acero no quedaba resuelto satisfactoriamente, se declararía la Huelga General.
El Comando General de Huelga estudió la situación orgánica general del movimiento sindical y otros factores, como la necesidad de permitir que siempre existiera la oportunidad de negociación para facilitar en todo momento un arreglo satisfactorio, y llegó a la conclusión de que debido a una serie de factores que era [ necesario tomar en cuenta, la táctica más adecuada de Huelga General seria la progresividad: es decir, no sería total desde el principio, pero iría creciendo a cada momento, de acuerdo a un plan cuidadosamente elaborado, hasta llegar a convertirse en total, si el caso lo requería.
Se concluyó que la huelga se iniciaría en dos sectores importantes de la industria, muy sensibles en la economía nacional. Después de un corto espacio de tiempo, otros se sumarían gradualmente: luego otros, todo de acuerdo a instrucciones precisas que el Comando iría dando en cada caso concreto, hasta que en unos cuantos días la huelga llegaría a ser total. Esa táctica requería una gran disciplina, pero al mismo tiempo, aprovechaba el poder del contagio combativo y creaba una situación de extremada incertidumbre en la clase patronal, por ignorar cual sería el próximo paso, es decir, qué contingente entraría en la lucha después del anterior, por dónde llegaría el próximo golpe. Se consideró que la huelga total desde el primer instante, en las condiciones del desarrollo del movimiento sindical actual, podría no ser completamente efectiva. Los hechos confirmaron con creces la certeza de la táctica adoptada.
La Asamblea de Sindicatos de la FUSS (lunes 24 de abril) que fue decisiva, y la de la C.G.S. aprobaron tal curso de acción así como las Asambleas de trabajadores.
Mientras tales preparativos iban madurando las condiciones prácticas para la Huelga General, el gobierno se entretenía tratando de romper la Unidad Sindical, desaprovechando cinco días valiosos, tiempo más que suficiente para resolver el conflicto.
VIII.
LA HUELGA GENERAL PROGRESIVA
Las vísperas de la Huelga General se caracterizaron por las masivas y entusiastas Asambleas de trabajadores. La sesión de trabajadores ferrocarrileros, efectuada el lunes 24 en la noche haría historia por su número y combatividad. Esa misma noche los panificadores colmaban totalmente otro local sindical en una atronante asamblea. Hervía el entusiasmo combativo de los trabajadores de distintas industrias.
Originalmente la Huelga General progresiva estaba señalada para ser iniciada a las cero horas un minuto del martes 25 de abril, pero en consideración de algunas cuestiones prácticas de los preparativos (como la necesidad de avisar en todo el país a todos los ferrocarrileros) el Comando acordó que la Huelga se iniciara 24 horas después: su inicio definitivo sería a las cero horas un minuto del miércoles 26 de abril.
El gobierno tuvo 24 horas más, para buscarle solución al conflicto. Pero algunos trataron de ver en esa prórroga una confirmación de que la clase obrera no sería capaz de realizar la huelga. Cuán pronto iban a desengañarse de su equivocación...!
A las cero horas un minuto del día miércoles se inició la Gran Huelga General Progresiva, al pararse los ferrocarriles del Sistema IRCA en todo el país. Se paralizó también el puerto de Cutuco de la “United Fruit Co.” y cuatro barcos quedaron sin descargar. Piquetes de ferrocarrileros, con el clásico garrote, con bufandas, chumpas y gorros puestos para resguardarse del frío de la noche, con una admirable disciplina, serenidad y combatividad, se apostaron a lo largo de todas las estaciones ferroviarias del país. Los Trabajadores del Riel volvieron a reverdecer viejos laureles de lucha, y sintieron en toda su amplitud la fuerza de su unidad. Firmes, día y noche, bajo el sol y las estrellas, bajo el polvo y el sereno.
Un sentimiento indescriptible recorrió de uno a otro confín del país en oleadas de entusiasmo combativo a toda la clase trabajadora.
A las tres de la mañana, el segundo destacamento se lanzaba a la lucha. Por toda la ciudad de San Salvador y alrededores, aparecieron los piquetes de panificadores, apostados frente a las panaderías. La huelga de panificadores paralizó inmediatamente a centenares de talleres y empresas, grandes y pequeñas. Con el mismo arrojo y resolución que el obrero, la obrera panificadora, en crecido número, aparecía en los piquetes de la industria del pan.
A las ocho de la mañana, los trabajadores del Aseo Público cerraban los portones del parque de vehículos de ese servicio, y se colocaban en vigilancia formando el clásico piquete.
Un desajuste se comenzó a notar: de parte de la C.G.S. no había sido posible parar el Puerto de Acajutla, principal puerto del país, debido a que confiaron mucho en la directiva local, que había manifestado tener listos todos los preparativos. Pero en la madrugada los trabajadores del Hotel “El Salvador Intercontinental”, se fueron a la huelga, y después los del Circulo Deportivo Internacional, afectando a centenares de turistas norteamericanos y de otras nacionalidades. En el resto del día se fueron parando progresivamente las grandes construcciones y miles de obreros de construcción se sumaron a la huelga.
AL ANOCHECER UNOS 9,000 TRABAJADORES ESTABAN EN HUELGA EN ESE PRIMER DIA. Era apenas, la primera Jornada de la Huelga General Progresiva.
Al atardecer ya podía calibrarse la enorme efectividad de la misma. Para los trabajadores eso producía un efecto de irresistible entusiasmo. El pueblo se sintió electrizado de admiración. En cambio, para la clase patronal o el gobierno el impacto fue tremendo. Se dieron cuenta de su error de cálculo, al desestimar la potencialidad del movimiento obrero. El gobierno tuvo que hacer a un lado rápidamente las equivocadas esperanzas cifradas en Barrios Amaya que le había resultado un instrumento inefectivo en este caso, y se vio obligado a tomar más en serio la situación: el equipo de la vieja guardia gubernamental (Rodezno, Francisco José Guerrero, etc.) fue hecho definitivamente a un lado de las negociaciones y tomó su puesto un equipo más cercano a Sánchez Hernández. Ya el Presidente Rivera, se había colocado en un discreto segundo lugar, al nombrar como representante personal en las gestiones de mediación al Presidente de la Corte Suprema de Justicia, doctor José Vicente Vilanova, ayudado nada menos que por el tristemente celebre José Alberto Medrano. De esa manera los Rodezno, Guerrero, Ortega, habían fracasado y con ellos, René Barrios Amaya, su instrumento.
Era evidente que la Huelga General Progresiva obligaba rápidamente al gobierno a llamar a la parte patronal y plantearle la necesidad de buscar una rápida solución al conflicto. Ya esa noche, la empresa formuló propuestas concretas sobre salarios, por primera vez, los cuales aunque todavía no podían considerarse como satisfactorias, significaban la ruptura del largo estancamiento en las negociaciones (prácticamente desde el inicio de la huelga del acero). Pero junto a esto, la parte patronal presentó un proyecto de despedir a 50 trabajadores, que naturalmente tuvo que ser rechazado con indignación por la Comisión Negociadora.
Esa noche, en las filas obreras el entusiasmo y la combatividad eran indescriptibles. Hervía. Los trabajadores de bebidas gaseosas y cervezas, los mecánicos y muchos otros celebraban desbordantes asambleas. Desde hacía decenas de años no se había alcanzado ese clima de conciencia enardecida. A las doce de la noche, nuevos contingentes se lanzaban a la lucha. Se paralizaban las fabricas de bebidas gaseosas y cerveza (La Constancia, Coca Cola, La Tropical, etc.). A las ocho A. M. la fábrica de Aceites El Dorado. más tarde los cines: una tras otra se iban paralizando implacablemente todas las industrias. Llegó la hora a los grandes directivos de la ASI: Quiñónez Meza. De Sola, etc., al cerrarse las puertas de sus fábricas, vigiladas por disciplinados obreros en huelga, veían que a no se trataba simplemente de apoyar a una empresa intransigente que se encontraba a 58 kilómetros de la capital, sino que la solidaridad obrera poderosa, imparable, les tocaba las propias entrañas, y, entonces, se comenzaron a preocupar de verdad por la intransigencia de los Borgonovo, por la terquedad de esos italianos que habían llevado las cosas hasta ese grado.
SE PLANTEO. ENTONCES. LA REAL POSIBILIDAD DE ENTABLAR NEGOCIACIONES.- Al finalizar ese día, unos 22.000 TRABAJADORES ESTABAN EN HUELGA...! Y nuevos destacamentos, en proporción aún mayor, se aprestaban a entrar en el combate. Con impaciencia, esperaban la hora de incorporarse. Los trabajadores de algunas empresas solicitaban como un honor que se les permitiera entrar a la huelga antes de la fecha o de la hora señaladas para ellos.
Algunas fábricas que al principio se consideraban “frías”, se presentaban espontáneamente solicitando se les asignara hora. Se comenzó a sentir la tendencia de grupos de trabajadores no organizados que se presentaban en cantidad creciente a pedir instrucciones para ponerse en huelga. NADIE QUERÍA QUEDARSE AL MARGEN DE TAN GRAN MOVIMIENTO.
Una tras otra las industrias se paralizaban. Los piquetes de huelguistas aparecieron ya por toda la ciudad, por todas las calles, por diferentes y distantes lugares de la República, frente a cada empresa, taller o fabrica, serenos pero determinados a vencer, con garrotes en la mano, bajo improvisadas tiendas de campaña, con carteles que decían: “Estamos en huelga de solidaridad con los trabajadores del acero, y por el derecho de huelga”. El avance de la Huelga General progresiva era arrollador, incontenible.
A las ocho de la mañana del viernes 28 de abril, había alrededor de 35,000 TRABAJADORES EN HUELGA...! Muchos miles más en San Salvador, Santa Ana y San Miguel estaban listos para entrar en el curso del día. A esa hora el Comando General de Huelga comunicó que se había llegado a un acuerdo favorable a los trabajadores de Acero y dio instrucciones de cesar el ingreso de nuevos contingentes a la misma. Si la huelga no hubiera triunfado a esa hora, UNOS 50,000 TRABAJADORES HUBIERAN ESTADO EN HUELGA AL ATARDECER...!
Y si hubiera continuado la resistencia patronal, habría tenido que llegarse a las fases finales, hasta la paralización de servicios tales como el agua. La huelga hubiera sido TOTAL. No cabe la menor duda de que a ella se hubieran sumado todos los trabajadores del país,
pues aún los que tenían directivos rompehuelgas como en el caso de los motoristas, llegaban en creciente número a manifestar su disposición de sumarse al movimiento (como era el caso de los motoristas de varias rutas de buses que manifestaban esa disposición desde el principio de la huelga).
Los trabajadores en huelga fueron:
: PRIMER DÍA (Miércoles 26):
- Ferrocarrileros (IRCA) y portuarios de Cutuco -FUSS
2- Trabajadores de la Industria del Pan - Fábricas y empresas de pan francés, pan dulce, repostería galletería etc., de San Salvador y alrededores-FUSS
3- Trabajadores de Empresa de Aseo Público de San Salvador-FUSS
4- Trabajadores de la Industria Hotelera (hotel El Salvador, Intercontinental; Círculo Deportivo Internacional, Gran Hotel San Salvador, Club Salvadoreño)-C.G.S.
5- Trabajadores de la Industria de Construcción.-C.G.S.
6- Trabajadores Portuarios de Acajutla. -C.G.S.
SEGUNDO DÍA (Jueves 27):
7-Los Trabajadores de Bebidas Gaseosas, Cerveza, Hielo y Agua Potable: (plantas de “La Constancia”, Tropical, Embosalva, etc.)- FUSS
8- Trabajadores de Empresa de Aceites y Grasas EL DORADO.- FUSS
9- Los trabajadores de la Industria de la Costura (fábricas y talleres más importantes) C.G.S. y FUSS
10-Los trabajadores de la Industria de Artes Gráficas y conexos-FUSS
11-Los trabajadores de la Industria de Productos Lácteos. (Alfa, Estrella Polar, Pajillas El Sol y otras) C.G.S.
12-Los Trabajadores de la Empresa láctea Fóremost.- C.G.S.
13-Los trabajadores del Aserradero El Triunfo - C.G.S.
14-Los trabajadores de la Industria del Cine las salas de cine de San Salvador y ciudades aledañas - FUSS
15-Los trabajadores de la Fábrica Textil Minerva - FUSS
16-Los trabajadores de la Fábrica Textil El León - C.G.S.
17-Los trabajadores de Fábrica de Calzado ADOC - C.G.S.
18-Los trabajadores de la Empresa Pan Lido. - C.G.S.
19-Los trabajadores de la Empresa de Muebles Prado - FUSS
20-Los trabajadores de la Fábrica Gloria - No organizados.
Se completó la paralización de las construcciones.
TERCER DIA (viernes 28):
Hasta las ocho AM. habían entrado a la huelga:
21-Los trabajadores de Molinos de El Salvador - FUSS
22-Los trabajadores de la Industria del Cemento, (Metapán) - FUSS
23-Los trabajadores de la Industria de la Carne - C.G.S.
24-Lo trabajadores de la Industria Mecánica y Metálicas Básicas - Varias grandes fábricas y Talleres. –FUSS
Los trabajadores que se aprestaban a parar inmediatamente -ya tenían señalada hora para ese medio día- y que ya no alcanzaron a ponerse en huelga fueron: los de la Refinería de Azúcar Salvadoreña (FUSS); de la Empresa Cartonera Centroamericana, (FUSS); Construcciones de Santa Ana, (FUSS); varias empresas de Santa Ana (FUSS), y las fábricas textil y de aceites de San Miguel, (C.G.S.). Al día siguiente, nuevos conjuntos de trabajadores tenían señalada la hora de entrar en combate...!
El potencial que se alcanzó a poner en huelga hasta el momento en que se dio la instrucción de detener el ingreso de más trabajadores a la huelga fue un poco más de la tercera parte...! La dos terceras partes estaban listas...! La potencia de la clase obrera unificada quedó demostrada con incontrastable poderío...!
Las vísperas de la Huelga General se caracterizaron por las masivas y entusiastas Asambleas de trabajadores. La sesión de trabajadores ferrocarrileros, efectuada el lunes 24 en la noche haría historia por su número y combatividad. Esa misma noche los panificadores colmaban totalmente otro local sindical en una atronante asamblea. Hervía el entusiasmo combativo de los trabajadores de distintas industrias.
Originalmente la Huelga General progresiva estaba señalada para ser iniciada a las cero horas un minuto del martes 25 de abril, pero en consideración de algunas cuestiones prácticas de los preparativos (como la necesidad de avisar en todo el país a todos los ferrocarrileros) el Comando acordó que la Huelga se iniciara 24 horas después: su inicio definitivo sería a las cero horas un minuto del miércoles 26 de abril.
El gobierno tuvo 24 horas más, para buscarle solución al conflicto. Pero algunos trataron de ver en esa prórroga una confirmación de que la clase obrera no sería capaz de realizar la huelga. Cuán pronto iban a desengañarse de su equivocación...!
A las cero horas un minuto del día miércoles se inició la Gran Huelga General Progresiva, al pararse los ferrocarriles del Sistema IRCA en todo el país. Se paralizó también el puerto de Cutuco de la “United Fruit Co.” y cuatro barcos quedaron sin descargar. Piquetes de ferrocarrileros, con el clásico garrote, con bufandas, chumpas y gorros puestos para resguardarse del frío de la noche, con una admirable disciplina, serenidad y combatividad, se apostaron a lo largo de todas las estaciones ferroviarias del país. Los Trabajadores del Riel volvieron a reverdecer viejos laureles de lucha, y sintieron en toda su amplitud la fuerza de su unidad. Firmes, día y noche, bajo el sol y las estrellas, bajo el polvo y el sereno.
Un sentimiento indescriptible recorrió de uno a otro confín del país en oleadas de entusiasmo combativo a toda la clase trabajadora.
A las tres de la mañana, el segundo destacamento se lanzaba a la lucha. Por toda la ciudad de San Salvador y alrededores, aparecieron los piquetes de panificadores, apostados frente a las panaderías. La huelga de panificadores paralizó inmediatamente a centenares de talleres y empresas, grandes y pequeñas. Con el mismo arrojo y resolución que el obrero, la obrera panificadora, en crecido número, aparecía en los piquetes de la industria del pan.
A las ocho de la mañana, los trabajadores del Aseo Público cerraban los portones del parque de vehículos de ese servicio, y se colocaban en vigilancia formando el clásico piquete.
Un desajuste se comenzó a notar: de parte de la C.G.S. no había sido posible parar el Puerto de Acajutla, principal puerto del país, debido a que confiaron mucho en la directiva local, que había manifestado tener listos todos los preparativos. Pero en la madrugada los trabajadores del Hotel “El Salvador Intercontinental”, se fueron a la huelga, y después los del Circulo Deportivo Internacional, afectando a centenares de turistas norteamericanos y de otras nacionalidades. En el resto del día se fueron parando progresivamente las grandes construcciones y miles de obreros de construcción se sumaron a la huelga.
AL ANOCHECER UNOS 9,000 TRABAJADORES ESTABAN EN HUELGA EN ESE PRIMER DIA. Era apenas, la primera Jornada de la Huelga General Progresiva.
Al atardecer ya podía calibrarse la enorme efectividad de la misma. Para los trabajadores eso producía un efecto de irresistible entusiasmo. El pueblo se sintió electrizado de admiración. En cambio, para la clase patronal o el gobierno el impacto fue tremendo. Se dieron cuenta de su error de cálculo, al desestimar la potencialidad del movimiento obrero. El gobierno tuvo que hacer a un lado rápidamente las equivocadas esperanzas cifradas en Barrios Amaya que le había resultado un instrumento inefectivo en este caso, y se vio obligado a tomar más en serio la situación: el equipo de la vieja guardia gubernamental (Rodezno, Francisco José Guerrero, etc.) fue hecho definitivamente a un lado de las negociaciones y tomó su puesto un equipo más cercano a Sánchez Hernández. Ya el Presidente Rivera, se había colocado en un discreto segundo lugar, al nombrar como representante personal en las gestiones de mediación al Presidente de la Corte Suprema de Justicia, doctor José Vicente Vilanova, ayudado nada menos que por el tristemente celebre José Alberto Medrano. De esa manera los Rodezno, Guerrero, Ortega, habían fracasado y con ellos, René Barrios Amaya, su instrumento.
Era evidente que la Huelga General Progresiva obligaba rápidamente al gobierno a llamar a la parte patronal y plantearle la necesidad de buscar una rápida solución al conflicto. Ya esa noche, la empresa formuló propuestas concretas sobre salarios, por primera vez, los cuales aunque todavía no podían considerarse como satisfactorias, significaban la ruptura del largo estancamiento en las negociaciones (prácticamente desde el inicio de la huelga del acero). Pero junto a esto, la parte patronal presentó un proyecto de despedir a 50 trabajadores, que naturalmente tuvo que ser rechazado con indignación por la Comisión Negociadora.
Esa noche, en las filas obreras el entusiasmo y la combatividad eran indescriptibles. Hervía. Los trabajadores de bebidas gaseosas y cervezas, los mecánicos y muchos otros celebraban desbordantes asambleas. Desde hacía decenas de años no se había alcanzado ese clima de conciencia enardecida. A las doce de la noche, nuevos contingentes se lanzaban a la lucha. Se paralizaban las fabricas de bebidas gaseosas y cerveza (La Constancia, Coca Cola, La Tropical, etc.). A las ocho A. M. la fábrica de Aceites El Dorado. más tarde los cines: una tras otra se iban paralizando implacablemente todas las industrias. Llegó la hora a los grandes directivos de la ASI: Quiñónez Meza. De Sola, etc., al cerrarse las puertas de sus fábricas, vigiladas por disciplinados obreros en huelga, veían que a no se trataba simplemente de apoyar a una empresa intransigente que se encontraba a 58 kilómetros de la capital, sino que la solidaridad obrera poderosa, imparable, les tocaba las propias entrañas, y, entonces, se comenzaron a preocupar de verdad por la intransigencia de los Borgonovo, por la terquedad de esos italianos que habían llevado las cosas hasta ese grado.
SE PLANTEO. ENTONCES. LA REAL POSIBILIDAD DE ENTABLAR NEGOCIACIONES.- Al finalizar ese día, unos 22.000 TRABAJADORES ESTABAN EN HUELGA...! Y nuevos destacamentos, en proporción aún mayor, se aprestaban a entrar en el combate. Con impaciencia, esperaban la hora de incorporarse. Los trabajadores de algunas empresas solicitaban como un honor que se les permitiera entrar a la huelga antes de la fecha o de la hora señaladas para ellos.
Algunas fábricas que al principio se consideraban “frías”, se presentaban espontáneamente solicitando se les asignara hora. Se comenzó a sentir la tendencia de grupos de trabajadores no organizados que se presentaban en cantidad creciente a pedir instrucciones para ponerse en huelga. NADIE QUERÍA QUEDARSE AL MARGEN DE TAN GRAN MOVIMIENTO.
Una tras otra las industrias se paralizaban. Los piquetes de huelguistas aparecieron ya por toda la ciudad, por todas las calles, por diferentes y distantes lugares de la República, frente a cada empresa, taller o fabrica, serenos pero determinados a vencer, con garrotes en la mano, bajo improvisadas tiendas de campaña, con carteles que decían: “Estamos en huelga de solidaridad con los trabajadores del acero, y por el derecho de huelga”. El avance de la Huelga General progresiva era arrollador, incontenible.
A las ocho de la mañana del viernes 28 de abril, había alrededor de 35,000 TRABAJADORES EN HUELGA...! Muchos miles más en San Salvador, Santa Ana y San Miguel estaban listos para entrar en el curso del día. A esa hora el Comando General de Huelga comunicó que se había llegado a un acuerdo favorable a los trabajadores de Acero y dio instrucciones de cesar el ingreso de nuevos contingentes a la misma. Si la huelga no hubiera triunfado a esa hora, UNOS 50,000 TRABAJADORES HUBIERAN ESTADO EN HUELGA AL ATARDECER...!
Y si hubiera continuado la resistencia patronal, habría tenido que llegarse a las fases finales, hasta la paralización de servicios tales como el agua. La huelga hubiera sido TOTAL. No cabe la menor duda de que a ella se hubieran sumado todos los trabajadores del país,
pues aún los que tenían directivos rompehuelgas como en el caso de los motoristas, llegaban en creciente número a manifestar su disposición de sumarse al movimiento (como era el caso de los motoristas de varias rutas de buses que manifestaban esa disposición desde el principio de la huelga).
Los trabajadores en huelga fueron:
: PRIMER DÍA (Miércoles 26):
- Ferrocarrileros (IRCA) y portuarios de Cutuco -FUSS
2- Trabajadores de la Industria del Pan - Fábricas y empresas de pan francés, pan dulce, repostería galletería etc., de San Salvador y alrededores-FUSS
3- Trabajadores de Empresa de Aseo Público de San Salvador-FUSS
4- Trabajadores de la Industria Hotelera (hotel El Salvador, Intercontinental; Círculo Deportivo Internacional, Gran Hotel San Salvador, Club Salvadoreño)-C.G.S.
5- Trabajadores de la Industria de Construcción.-C.G.S.
6- Trabajadores Portuarios de Acajutla. -C.G.S.
SEGUNDO DÍA (Jueves 27):
7-Los Trabajadores de Bebidas Gaseosas, Cerveza, Hielo y Agua Potable: (plantas de “La Constancia”, Tropical, Embosalva, etc.)- FUSS
8- Trabajadores de Empresa de Aceites y Grasas EL DORADO.- FUSS
9- Los trabajadores de la Industria de la Costura (fábricas y talleres más importantes) C.G.S. y FUSS
10-Los trabajadores de la Industria de Artes Gráficas y conexos-FUSS
11-Los trabajadores de la Industria de Productos Lácteos. (Alfa, Estrella Polar, Pajillas El Sol y otras) C.G.S.
12-Los Trabajadores de la Empresa láctea Fóremost.- C.G.S.
13-Los trabajadores del Aserradero El Triunfo - C.G.S.
14-Los trabajadores de la Industria del Cine las salas de cine de San Salvador y ciudades aledañas - FUSS
15-Los trabajadores de la Fábrica Textil Minerva - FUSS
16-Los trabajadores de la Fábrica Textil El León - C.G.S.
17-Los trabajadores de Fábrica de Calzado ADOC - C.G.S.
18-Los trabajadores de la Empresa Pan Lido. - C.G.S.
19-Los trabajadores de la Empresa de Muebles Prado - FUSS
20-Los trabajadores de la Fábrica Gloria - No organizados.
Se completó la paralización de las construcciones.
TERCER DIA (viernes 28):
Hasta las ocho AM. habían entrado a la huelga:
21-Los trabajadores de Molinos de El Salvador - FUSS
22-Los trabajadores de la Industria del Cemento, (Metapán) - FUSS
23-Los trabajadores de la Industria de la Carne - C.G.S.
24-Lo trabajadores de la Industria Mecánica y Metálicas Básicas - Varias grandes fábricas y Talleres. –FUSS
Los trabajadores que se aprestaban a parar inmediatamente -ya tenían señalada hora para ese medio día- y que ya no alcanzaron a ponerse en huelga fueron: los de la Refinería de Azúcar Salvadoreña (FUSS); de la Empresa Cartonera Centroamericana, (FUSS); Construcciones de Santa Ana, (FUSS); varias empresas de Santa Ana (FUSS), y las fábricas textil y de aceites de San Miguel, (C.G.S.). Al día siguiente, nuevos conjuntos de trabajadores tenían señalada la hora de entrar en combate...!
El potencial que se alcanzó a poner en huelga hasta el momento en que se dio la instrucción de detener el ingreso de más trabajadores a la huelga fue un poco más de la tercera parte...! La dos terceras partes estaban listas...! La potencia de la clase obrera unificada quedó demostrada con incontrastable poderío...!
IX.
COMO DERIVARON LOS ACONTECIMIENTOS EN EL GOBIERNO Y LA CLASE PATRONAL
Hemos visto el concentrado esfuerzo que Rivera y su grupo hicieron para desbaratar la unidad del movimiento sindical y frustrar la huelga general por anticipado. Al concentrar esfuerzos en esa dirección, desaprovecharon el tiempo sin esforzarse por la solución del conflicto. Incluso los cinco días del ultimátum que fijó el Comando General de Huelga fueron desaprovechados completamente. Así, cuando estalló la Huelga General. Rivera se encontró con que sus “gestiones” habían sido un fracaso: la solución del conflicto se encontraba casi como al inicio del conflicto, sin avances apreciables.
Mientras tanto, las fuerzas más reaccionarias del régimen presionaban por darle una solución represiva al conflicto. En un momento determinado, esa presión (Casanova, Rodezno) era tan fuerte que el fiel de la balanza parecía francamente inclinado a una “solución” violenta de represión contra el movimiento sindical y otras fuerzas democráticas. Rivera vacilaba entre una u otra “solución”. El sabía que si optaba por la abierta represión, todo el panorama político del país se le complicaría ya al final de su período presidencial, con grandes dificultades que podrían incluso aprovechar los grupos golpistas.
El fantasma de las complicaciones que acompañaron los últimos días de Lemus, no era muy agradable para Rivera. Pero, al mismo tiempo sentía que su propia “solución” había fracasado, que era la de detener la huelga anticipadamente a través de las maniobras de sus instrumentos.. Y, por otra parte no quería darle una solución correcta, que fortaleciera las fuerzas del movimiento sindical. Por su propia orientación reaccionaria y patronal, se encontraba en un atolladero.
Y, en tales condiciones, estalló la Huelga General Progresiva.
Rivera desistió de seguir dirigiendo personalmente la mediación gubernamental en el conflicto del Acero, y encomendó dicha tarea el Presidente de la Corte Suprema de Justicia. “Éste, dijo, es el penúltimo recurso; el último queda en manos de Dios”. Es decir, que haciendo todavía cierta resistencia a las pretensiones de los sectores mas recalcitrantes y goriloides, se jugaba su última carta, antes de entrar a terreno lemusista. La complejidad de la situación lo llevó el extremo de plantear la posibilidad de renunciar a su Alto Cargo. La Huelga General Progresiva crecía arrolladoramente y junto a ello era necesario agilizar las negociaciones, en cada escalón de la misma, pues el objetivo era el de lograr la solución del conflicto con el triunfo de las aspiraciones de los trabajadores.
Así, junto a la acción combativa, había que esforzarse por no menospreciar toda posibilidad de una solución. No había la intención de complicar innecesariamente la situación, sino de hallarle una solución favorable a los intereses de los trabajadores. De tal manera, el primer día de la Huelga, a mediodía el Comando General envió un telegrama al Presidente Rivera, planteándole un reunión para tratar de encontrarle una solución, correcta al problema.
La respuesta al mensaje del Comando dio la medida del exasperado estado de ánimo y del enfoque recalcitrante del Mandatario en un momento tan delicado. En tal instante, toda la ciudadanía quedó asombrada, al ver en los periódicos sus declaraciones en el sentido de que “si yo soy un obstáculo para la resolución de esta situación, estoy dispuesto a renunciar de la Presidencia de la República si en eso estriba la solución del actual problema nacional”. “Si la conciencia nacional considera que esta situación sólo puede resolverse con mi separación del cargo a la Presidencia, estoy dispuesto a presentar mi renuncia este mismo día, pero NO QUIERO DARLE GUSTO A LOS COMUNISTAS ni a los oportunistas”. Sacando a relucir todo su fondo reaccionario, el Presidente habló de la participación comunista en el actual problema de la huelga que amenaza con paralizar la vida nacional y que la huelga se debía “al cumplimiento de consignas de la Conferencia Tricontinental celebrada hace dos años en La Habana, Cuba.”
En vez de atender con seriedad la oportunidad que el Comando General de la Huelga le proporcionaba de encontrar una justa y decorosa solución, perdió los estribos y la perspectiva, se mostró indignado “con aquellos que han llegado a la osadía de invitarlo a sentarse a la mesa con los comunistas”, y ya fuera de sí, lanzó la famosa frase: “NO ME SENTARÉ A LA MISMA MESA NI CON LOS COMUNISTAS NI CON LOS OPORTUNISTAS”. Era evidente que al hablar de oportunista se refería a sus correligionarios: Rafael Rodríguez González (miembro de la Directiva Suprema del partido oficial que se le había salido del “huacal”, y a Felipe Antonio Zaldivar de la C.G.S.; que desde la central oficialista han servido incondicionalmente sus mandatos y que, en ese momento, debido a las contradicciones internas en el gobierno habían escapado de su control.. Por simple eliminación se infiere que el calificativo de comunista se lo atribuía a Julio César Castro Belloso y a Salvador Cayetano Carpio, representantes del sindicalismo independiente de toda influencia patronal u oficialista: del sindicalismo verdaderamente proletario.
A falta de mayores argumentos -con una superficialidad increíble, haciendo abstracción del problema en sí- y ateniéndose tan sólo a la supuesta orientación política de los miembros del Comando, despreciando la objetividad necesaria para enfrentar el momento, se volvió incapaz de hacerlo y prefirió salirse por la tangente, recurriendo a los desacreditados lemas del anticomunismo y de las rabietas infantiles.
Pero Rivera calculó mal el momento. Su reaccionaria e irresponsable actitud tuvo el efecto contrario entre los trabajadores, los cuales aceraron aún más su combatividad y decisión. Frente a la histeria y confusión gubernamentales, la clase obrera se mostraba como una fuerza serena, firme y consciente. Miles de trabajadores se siguieron sumando a la huelga después de las declaraciones de Rivera y cuando al siguiente día en Cojutepeque, éste lanzó su ridículo discurso contra “el garrote”, lanzando airados. ataque, a los huelguistas éstos se llenaron de indignación y de mayor decisión, elevando su conciencia política. Los burdos ataques anticomunistas contra la huelga, contra los heroicos huelguista, hicieron ver a éstos con toda claridad, tanto en una Central como en la otra, la entraña patronal de este régimen; les hizo ver la íntima identificación del régimen político actual con la burguesía que domina en la economía nacional.
Les hizo ver que el gobierno es un simple representante de los patronos. Desde el famoso discurso en Cojutepeque, Rivera se convirtió en el hazmerreír de los trabajadores en huelga. El “discurso del garrote” era comentado entre carcajadas en todos los piquete por los huelguistas. Se comentaba con ironía aquella parte del discurso en donde Rivera daba a entender que los comunistas si en esta ocasión les han proporcionado garrotes, mañana estarían dispuestos a darles fusiles. El “miedo” que Rivera trataba de sembrar entre los trabajadores, era como un bumerán que viraba contra el gobierno. LA HUELGA GENERAL ELEVABA TAMBIÉN LA CONCIENCIA POLITICA DE LOS TRABAJADORES.
Pero los acontecimientos se precipitaban. Al margen de la tragicómica actuación de Rivera, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia inició entrevistas con la empresa Acero, S.A. y por separado con la Comisión Negociadora de los trabajadores. Ya la primera noche de la Huelga General Progresiva, la patronal presentó propuesta acerca de salarios (33% de aumentos), pero trató de balancear la oferta, exigiendo que se les permitiera despedir a 50 trabajadores. La Comisión Negociadora rechazó de plano esa posición. Los mediadores del gobierno, entre los que sorpresivamente entró a jugar papel activo el Coronel José Alberto Medrano (de nefasta recordación durante el periodo de Osorio) ejercieron cierta presión sobre la empresa para hacerla que se situara en un plano que facilitara un acuerdo a corto plazo. Y no era para menos. La Huelga General crecía de hora en hora.
Los mismos señores de la ASI, cuyas fábricas se cerraban una tras otra, iniciaron en medio de gran nerviosismo las consultas entre sí y la afanosa gestión frente a Borgonovo para salir del atolladero. A medio día del 27 era evidente que podía llegarse a una solución en cuestión de horas.
El Comando General de Huelga, al reunirse a esa hora, vio que la situación estaba así: se vislumbraba la real posibilidad de que la parte patronal (Acero, S.A.) estuviera dispuesta a acceder en las demandas. Era necesario imprimirle agilidad a las negociaciones y firmeza en los puntos básicos. Ni intransigencia sectaria ni claudicación: tal fue la línea de acción que se extrajo del análisis. Se tuvo una reunión con la Comisión Negociadora y sobre esa base se hicieron las
recomendaciones necesarias. Se confirmó la decisión de que a la Comisión Negociadora la acompañaran dos miembros del Comando General de Huelga; Castro y Zaldívar, los cuales irían con la Comisión hasta donde se les permitiera entrar. Si se rechazaba por parte de las autoridades su presencia en la mesa de Negociaciones como se había venido haciendo sistemáticamente, ambos miembros, del Comando, se quedarían en la puerta de la sala, pero no se retirarían. Se estudia hasta dónde se podía llegar en la demanda de salarios, y se concluyó en que hasta l.12 de aumento por cabeza, como mínimo. Tales fueron las recomendaciones dadas a la Comisión por el Comando. LA LINEA ESTABA TRAZADA: EL COMANDO GENERAL DE HUELGA QUEDO LISTO PARA LA ETAPA FINAL DE LAS NEGOCIACIONES, que según todas las apariencias podría ser esa misma noche.
El Dr. Vilanova ya había convocado a la parte obrera y patronal a pláticas, separadas primero, para finalizar con una reunión conjunta.
En las horas tempranas de la noche, la Comisión Negociadora estuvo reunida en Casa Presidencial exponiendo sus puntos de vista. Simultáneamente los representantes de la Empresa “Acero SA.” se entrevistaron con el Presidente de la Corte. En la madrugada, ambas partes se reunieron en el Comité de Emergencia Nacional, teniendo como intermediario al Presidente de la Corte Suprema de Justicia y con la asistencia de gran número de altos funcionarios: el Ministro del Interior, Dr. José Armando Arias; el Ministro de Defensa, el Jefe del Estado Mayor del Ejército, y muchos más, civiles y militares.. Los miembros del Comando General de Huelga fueron permitidos por primera vez en la sala de deliberaciones. A las cinco de la mañana la parte patronal y la Comisión Negociadora del Sindicato habían llegado a un acuerdo, que claramente significaba el triunfo de las demandas de los trabajadores del acero.
Mientras se preparaba la redacción final del documento que contenía los acuerdos a que se había llegado entre la empresa y los trabajadores, se mandó llamar a los otros dos miembros del Comando General de Huelga, reconociendo que era el único -como representante de los trabajadores en huelga- que podía juzgar si el acuerdo llenaba las aspiraciones de la Huelga General, y el único que podía terminar el cese de la misma. Qué ridículo sonaba en ese momento el eco de la frase de Rivera: “No me sentaré con los oportunistas, ni con los comunistas”, dicha 36 horas antes!
Los más altos funcionarios de su régimen, a despecho de la actitud del Presidente, tuvieron que reconocer que el Comando General de huelga era el único organismo que podía dar la orden de terminar la huelga PORQUE
EN ESE MOMENTO ERAN LOS REPRESENTANTES AUTORIZADOS DE LOS TRABAJADORES, Y EL GOBIERNO SE VIO OBLIGADO A RECONOCERLOS COMO TALES. Fue la decisión, la firmeza y la amplitud de la lucha de la clase trabajadora la que obligó al régimen a tener que tratar con los representantes del movimiento sindical.
A las seis de la mañana fue firmado el acuerdo entre los representantes de la Empresa “Acero, S.A.” y la Comisión Negociadora del Sindicato. He aquí el acuerdo firmado:
“En la ciudad de San Salvador, a las seis horas del día veintiocho de abril de mil novecientos sesenta y siete. Reunidos ante el suscrito Director General del Departamento Nacional del Trabajo el señor Antonio Borgonovo representante legal de la Sociedad ‘ACERO, S.A.”; y los señores Gonzalo Ramírez Perdomo Secretario General; Julio Fredy Zaldívar, Secretario Segundo de Conflictos; Isidro de Jesús Ortiz.
Secretario de Educación Sindical: Eduardo Somoza Zaldívar, Secretario de Cultura Y Propaganda: y Francisco Barrera, Representante Específico de la Asamblea General: todos del Sindicato de Industrias Metálicas Básicas y Similares y debidamente autorizados al efecto: se procede a discutir acerca de los puntos que han suscitado el conflicto en la fábrica de Productos Metálicos que la mencionada Sociedad tiene establecida a la altura del kilómetro cincuenta y ocho de la carretera del Litoral, habiendo llegado el siguiente arreglo: PRIMERO: se conviene en que a partir de la fecha de reiniciación de las labores, que será el día dos de mayo próximo entrante, los salarios que actualmente devengan todos los trabajadores de la fábrica, sin discriminación de ninguna clase, recibirán un aumento general de un colón por jornada ordinaria de trabajo. SEGUNDO: se conviene en que las labores se reiniciarán en la fecha mencionada anteriormente, las cual, se desarrollarán en la misma forma y condiciones en que se desarrollaban con anterioridad a la suspensión de labores. TERCERO: se conviene en que el seor Augusto César Romero, no tendrá ninguna relación laboral ni directa ni indirectamente con los trabajadores de la fábrica. CUARTO: la Empresa se compromete a proporcionar por los medios usuales, el transporte de los trabajadores de la fábrica de la ciudad de Zacatecoluca a ésta y viceversa, a partir del día primero de julio del corriente año. QUINTO: se conviene en que la totalidad de los trabajadores que prestaban sus servicios en la fábrica antes de la suspensión de labores, regresarán a prestar sus servicios en la misma, a partir del día dos de mayo próximo entrante. SEXTO: la empresa se compromete a pagar al señor Mauricio Saravia Martínez, la indemnización que legalmente le corresponde como si su despido fuera injustificado. SETIMO: la empresa se compromete a no tomar represalias de ninguna especie contra los trabajadores que participaron en la suspensión de labores.- No habiendo más que hacer constar que la satisfacción de las partes por el arreglo logrado, que restablece las armónicas relaciones de trabajo en la fábrica, se dio por terminada esta acta que se leyó íntegramente a los interesados, quienes la ratificaron y firmaron.” Firmaron el Acta los representantes de la Empresa y del Sindicato, que aparecen en la primera parte del Acta.
En relación al pago de salarios durante el tiempo que había durado la huelga, petición que los trabajadores también habían presentado a la empresa el acta no lo menciona, porque no fue la empresa sino el gobierno el que se comprometió a aportar una suma equivalente a QUINCE DÍAS de los salarios caídos de todos los trabajadores.
Los funcionarios gubernamentales no cabían de contento, porque la situación del conflicto de Acero, daba la inmediata posibilidad de que el Comando General de Huelga diera las instrucciones para cesar la huelga, que durante varias jornadas había mantenido desvelado al régimen.
El Dr. Vilanova y el Dr. Arias preguntaron a los miembros del Comando General de Huelga si el arreglo llevado a cabo entre empresarios y directivos del Sindicato de la fábrica de Acero satisfacía la demandas de la Huelga General. Los miembros del Comando expusieron: 1o) Si el acuerdo satisfacía las demandas de los trabajadores del Acero, el Comando consideraba que quedaba satisfecha la causa que había sido el motor de la Huelga General Progresiva: 2°) La Huelga General por si misma había sido un reafirmación del Derecho Constitucional de Huelga, que el Código de Trabajo impedía: 3o) En cuanto a la destitución del Ministro de Trabajo, no consideraba el Comando que por sí mismo fuera un objetivo suficiente para proseguir la huelga general. Pero el Comando declaraba que la Huelga General Progresiva no seria levantada con la firma del Convenio por parte de la Comisión Negociadora, sino hasta que la Asamblea General de Huelguistas de Acero no ratificara el acuerdo que se acababa de concluir, la huelga continuaría. Ésta es una cuestión de principios, requisito de la democracia sindical, que debía ser reafirmado claramente en esta ocasión.
Mientras tanto, el Comando General de Huelga acordó dar instrucciones de suspender el carácter progresivo de la Huelga: es decir, que los trabajadores que estaban en turno para sumarse a la huelga se abstuvieran de hacerlo hasta nuevas instrucciones; pero que los trabajadores que estaban en huelga continuaran en la misma; que los piquetes permanecieran en sus puestos, y que la huelga solo podía terminar bajo las expresas instrucciones del Comando General de Huelga, que era el único que podía levantarla, Que no se fueran a dejar engañar por noticias ue pudieran propalar el gobierno o los patronos a través de la radio o de los periódicos.
Los funcionarios mencionados expresaban al Comando: “Bueno, si ustedes no quieren dar instrucciones para que termine la huelga general, que siga: pero por lo menos sería bueno que guardaran los garrotes; eso preocupa mucho al señor Presidente. Y que cesen la presiones de los huelguistas sobre otros trabajadores y sobre los patronos”. Enfáticamente se expuso que era falso que hubieran presiones de ninguna naturaleza; que los trabajadores estaban haciendo uso de gran disciplina y serenidad, y que los garrotes no los tenían para amenazar ni agredir a nadie, sino para demostrar su decisión de defenderse de cualquier agresión a sus derechos constitucionales.
“Los piquetes, dijo uno del Comando, están cuidando las instalaciones y las fábricas, tanto para no permitir el ingreso de cualquier rompehuelgas, como para evitar cualquier daño a las mismas”. El Ministro del Interior, exclamó en ese momento: “Entonces, qué papel le queda a las autoridades?” Esa frase, dicha en tono de reclamo o de lamento, involuntariamente venia a ser un tributo a los huelguistas: significaba el reconocimiento de un hecho indiscutible: una nueva fuerza, disciplinada. serena y consciente, defensora de sus derechos esenciales había surgido: la clase obrera organizada defensora de sí misma y de los derechos del pueblo en general.
La Huelga General Progresiva ESTABA TRIUNFANDO ARROLLADORAMENTE...
Se acordó trasladarse al lugar de la huelga del acero, para constatar si la Asamblea General ratificaba el Convenio firmado por la Comisión Negociadora, y que si la Asamblea lo ratificaba, el Comando General de Huelga, tomaría la decisión de levantar la Huelga General, al regresar de Zacatecoluca.
Antes de partir a Zacatecoluca el Comando se dirigió al local de la FUSS a dar las instrucciones sobre el cese de la progresividad de la Huelga General. He aquí dichas instrucciones redactadas en el local de la U.T.F.:
“El Comando General de Huelga avisa a todos los trabajadores y Pueblo en general:
1° Que se ha llegado a un acuerdo entre los representantes de los trabajadores de la Fábrica Acero. S.A. y la empresa, acuerdo que tiene que ser ratificado por la Asamblea General del Sindicato de Trabajadores de las Industrias Metálicas Básicas de Zacatecoluca. Que dicho acuerdo contiene en forma satisfactoria la solución de los problemas planteados por los trabajadores.
2° Que el Comando da la orden de interrumpir el proceso progresivo de la Huelga, o sea que los obreros que no se les ha llegado la hora todavía de incorporarse a la Huelga, ya no lo hagan.
3° Pero que la huelga continua, es decir, que las comisiones de vigilancia de huelga de las distintas empresas, permanezcan en sus respectivo lugares frente a los centros de trabajo, pero suavizando las, medidas restrictivas, tomadas hasta ahora.
4° El Comando, al ser aprobado el acuerdo definitivamente por la Asamblea General del Sindicato de Trabajadores de las Industrias Metálicas Básicas, dará la orden de terminar la Huelga de manera organizada.
5° El Comando felicita a todos los trabajadores por su espíritu de disciplina y por su combatividad y solidaridad que es la garantía del triunfo de la clase trabajadora en esta ocasión, y agradece la colaboración que el pueblo ha prestado.
San Salvador, 28 de abril de 1967.
COMANDO GENERAL DE HUELGA.”
Mientras tanto los miembros de la Comisión Negociadora se habían dirigido directamente a Zacatecoluca, llegando antes que el Comando. Cuando éstos llegaron frente a lo huelguistas, que estaban formados frente a la fábrica de Acero, un ambiente de alegría y fiesta los recibió entre el atronar de cohetes y aplausos. Ya la Asamblea de huelguistas había ratificado el acuerdo en todas sus partes, y, para asombro de los miembros del Comando, quien en ese momento dirigía la palabra (después de que habían hablado los miembros de la Comisión Negociadora) era nada menos que el Coronel José Alberto Medrano de tan nefasta recordación por sus negra acciones durante el periodo de Osorio... haciendo gala de demagogia ante el triunfo de los trabajadores, decía: “los trabajadores deben hacer uso de su derecho de huelga, y todos los otros trabajadores están en la obligación de apoyar a los huelguistas... los militares apoyamos los derechos sociales de los trabajadores.. .“
Era increíble escuchar esas palabras, cargadas de demagogia. en labios de un militar que en 1952 y durante varios años más fue el ejecutor principal de las feroces represiones contra el movimiento sindical, el director de las torturas y secuestro, contra decenas de dirigentes sindicales pero en ese momento, por lo visto, frente a la magnitud del movimiento de la huelga general no le había quedado al gobierno más que dos caminos: O lanzarse a la represión desenfrenada, o hablar en términos orientados a engañar a los trabajadores.
Por otra parte, el momento era imponente: LA HUELGA ESTABA TRIUNFANDO, estaba llegando a su fin: pero, mientras tanto, 35.000 trabajadores con firmeza y disciplina ejemplares, organizados en centenares de piquetes montaban guardia frente a las fábricas y talleres, impávidos serenos, defensores inquebrantables de los derechos de la clase obrera.
Ya los directivos del Sindicato del Acero habían hablado. Después del militar, tomaron la palabra los miembros del Comando General de Huelga: felicitaron a los trabajadores del Acero por su gran triunfo, para el cual su firmeza había sido factor indispensable: “Durante 24 días y sus noches, bajo el sol y bajo la lluvia se han mantenido firmes en la defensa de sus demandas... 24 días que han significado sacrificios indecibles para sus familias que han carecido hasta de la alimentación necesaria. Ése ha sido un ejemplo grandioso para toda la clase trabajadora del país... un ejemplo de cómo la decisión. la unidad y la lucha son los factores del triunfo para la clase trabajadora...
Un ejemplo de que las barreras legales de inspiración patronal dañinas a los intereses de los trabajadores pueden ser destrozadas por la firme unidad y determinación de lucha... El Código de Trabajo niega derechos esenciales que la Constitución establece, como es el derecho de huelga: pero ustedes han hecho caso omiso de él se han resistido a las presiones del Ministerio de Trabajo que les puso el ultimátum de los cinco días y han vencido todas las dificultades: han vencido el funesto artículo 407 del Código de Trabajo: han vencido ese instrumento patronal... Su ejemplo es una inspiración para todos los trabajadores del país... Junto a su propia firmeza y unidad, otros elementos importantes han sido factor indispensable de este triunfo: la solidaridad de todo el movimiento sindical... Nunca se había visto una solidaridad tan grande: todos los trabajadores del país, de uno a otro confín, han acudido a prestarles su apoyo moral, material y físico, sin importarles los sacrificios; porque frente a la patronal deben borrarse todas las diferencias secundarias que existen entre los trabajadores...
Miembros de una y otra central sindical se han hermanado en la lucha con ustedes, con el objetivo de que ustedes triunfen y de que se reafirme el derecho constitucional de huelga para todos los trabajadores, dispuestos a derramar su sangre en las trincheras de este combate... Ustedes han desempeñado un papel importante para que las dos centrales sindicales del país se unieran alrededor de esos objetivos.... LA UNIDAD DE ACCIÓN del movimiento sindical ha sido la base fundamental del triunfo de esta huelga... Y hay otro factor más: el apoyo que el pueblo ha prestado: todo el pueblo salvadoreño ha acuerpado: las señoras de los mercados, los estudiantes, los médicos, etc.... La firme unidad de ustedes, la grandiosa solidaridad de todo el movimiento sindical a través de esta ejemplar unidad de acción, y la ayuda del pueblo, tales han sido los tres pilares fundamentales de este gran triunfo...
Sigan más firmemente unidos.. siempre decididos a defender sus derechos... En nombre de los miles de trabajadores huelguistas y de todo el movimiento sindical les saludamos y les felicitamos... ADELANTE.. .“ Esas frases eran el fondo de los discursos de los cuatro miembros del Comando General de Huelga, que eran interrumpidos a cada momento por la Asamblea de Huelguistas con ovaciones entre el tronar de bombas y cohetes, en un ambiente impresionante que tenía como fondo simbólico la estructura metálica de las instalaciones de la fábrica de Acero, de cuyas chimeneas
durante 24 largos días no había salido ni la más leve nubecilla de humo...
ERA EL MOMENTO DEL TRIUNFO... La despedida de los miembros del Comando y directivos de ambas Centrales con los huelguistas fue impresionante... 24 días de lucha, de presiones gubernamentales y patronales, de incertidumbre en el desenlace final, quedaban atrás... pero también quedaban allí esos curtidos trabajadores del acero, con quienes habíamos permanecido días y noches... Ahora estaban felices por el triunfo, pero necesitarían en adelante seguir fortaleciendo aún más su unidad y su decisión de seguir enfrentando las injusticias patronales...
El Comando regresa a San Salvador a levantar la Huelga General. Pasa por el Comité Nacional de Emergencia para formalizar el acuerdo. El hacerlo frente a las autoridades tiene como finalidad de que el gobierno reconozca el hecho de la huelga general, legalizándola en cierto sentido. Los más altos miembros del gobierno esperan al Comando y en medio de gran expectativa, éste firma el documento por medio del cual se pone fin a la Huelga General. En dicho documento el Comando General de Huelga toma el acuerdo de que:
“la totalidad de los trabajadores en huelga regresarán de inmediato a sus labores y que no interrumpirán las propias los que tenían el propósito de hacerlo por el mismo motivo; volviendo de este modo y de nuestra parte a la normalidad de las relaciones obrero-patronales en el país; asimismo confiamos y esperamos que no se sucedan represalias, con ocasión del referido conflicto, a fin de mantener el buen entendimiento en las relaciones obrero-patronales. San Salvador, 28 de abril de 1967.
Firman: Rafael Rodríguez González, Srio. Gral. de C.G.S.; Felipe Antonio Zaldívar, Srio, de Organización C.G.S.; Julio César Castro Belloso. ler. Srio, de Conflictos FUSS, Salvador Cayetano Carpio Miembro de la Comisión de Honor y Justicia de la FUSS.”
Es la una de la tarde. Los miembros del Comando General de la Huelga se dirigen a levantar la huelga, notificando a cada piquete las instrucciones debidas.
La marcha por todos los rumbos de la ciudad se prolonga por varias horas, notificándose el cese de la huelga. Dicha notificación se convirtió en expresión triunfal y combativa del proletariado. Frente a cada fábrica y empresa, la llegada del Comando se convertía en mitin combativo que expresaba la fe en las fuerzas de la clase trabajadora.... “Si hemos triunfado ha sido por nuestra unidad... Esta vez se ha visto un rasgo importante del proletariado salvadoreño: los trabajadores que se han ido a la huelga en apoyo de los del Acero, no lo han hecho por sus propios intereses personales, ni por su propios aumentos de salario, ni por sus propias prestaciones y demandas: lo han hecho por solidaridad con compañeros a quienes ni siquiera conocen y que se encuentran a muchos kilómetros de distancia... y lo han hecho por defender su sagrado derecho de huelga... han sufrido conscientemente, incluso se han expuesto a las represalias patronales, sin importarles el sacrificio personal: ése es un rasgo del proletariado que garantiza triunfos en las grandes lucha, que tenemos por delante... La unidad ha sido la base del triunfo y la unidad de acción debe reforzarse, porque frente a las injusticias de los patronos y del gobierno tenemos intereses que son más grandes que cualquier diferencia Los trabajadores expresaban su júbilo por el triunfo de la huelga de Acero y de la Huelga General, y la reafirmación del derecho Constitucional de Huelga...
Terminado el mitin en cada lugar, los trabajadores organizaban el cese ordenado de la huelga: desmontaban las carpas erigidas durante la misma, las cocinas, guardaban los parlantes, los garrotes, etc...
Los trabajadores se retiraban a sus casas con la moral combativa muy elevada, conscientes del papel que cada uno de ellos había desempeñado en ese triunfo... La mayoría de trabajadores por primera vez en su vida habían participado en una huelga. La confianza del proletariado en sus propias fuerzas había crecido enormemente...
LA HUELGA GENERAL PROGRESIVA HABÍA TERMINADO ESCRIBIENDO UNA DE LAS PAGINAS MÁS GLORIOSAS DEL MOVIMIENTO SINDICAL SALVADOREÑO...!!!
CONCLUSIONES: EXPERIENCIAS Y LECCIONES
LA HUELGA GENERAL PROGRESIVA ha sido un acontecimiento de gran trascendencia para el movimiento sindical salvadoreño. Sería difícil extraer todas las experiencias y lecciones de este rico manantial histórico. Sin embargo, algunas conclusiones principales saltan a la vista con evidencia incontrastable.
Algunas de estas lecciones y experiencias Son las siguientes:
lo. La Huelga General Progresiva fue una elevada expresión de conciencia de clase de los trabajadores. Los ideólogos de los patronos se han esforzado gastando ríos de tinta en demostrar que la sociedad capitalista no está basada en la lucha de clases; se esfuerzan en demostrar que no hay contradicciones fundamentales entre la clase obrera y la clase capitalista, y que el signo básico en las relaciones obrero-patronales es el de la “armonía de clases.” Pero la conducta de la clase patronal durante la huelga del acero y la Huelga General demostró cuán antagónicos son los intereses de los patronos en relación con los intereses de los trabajadores. Frente a esto los trabajadores, al irse a la huelga general, expresaron una elevada conciencia clasista que les indicaba que sólo acumulando una enorme fuerza material era posible reducir la resistencia enconada de la clase patronal que estaba dispuesta a privarles de derechos elementales; la Huelga General Progresiva fue la culminación d una serie de choques en la lucha de clases, y por tanto, su síntesis y su expresión más elevada en este período del despertar del espíritu combativo de los trabajadores en el terreno sindical. En la lucha por sus derechos, la clase obrera tiene que chocar inevitablemente con los intereses de la clase que la explota -la clase capitalista- y la Huelga General elevó su conciencia de este hecho básico.
2° En el polo opuesto, el mismo hecho mostraba simultáneamente que la clase patronal tiene una clara conciencia de los intereses de su clase. Toda la clase patronal se puso de inmediato, sin vacilaciones, detrás de los intereses de la empresa del Acero, y toda, como un solo hombre, puso el peso de su poderío económico y político, para privar a la clase trabajadora de su derecho constitucional de huelga. Si la clase obrera unida no hubiera opuesto al frente patronal la fuerza incontrastable de su unidad y de su combatividad, la clase patronal unida y con alta conciencia de sus intereses de clase hubiera privado a los trabajadores de ese derecho que es clave para la lucha por el mejoramiento de sus condiciones de vida.
3° La Huelga General Progresiva se convirtió en una escuela práctica de la lucha huelguística para los trabajadores. La inmensa mayoría de las decenas de miles de obreros que se pusieron en huelga, que soportaron privaciones, sereno, lluvia, viento, polvo, sol, en el transcurso de la misma, jamás habían sabido prácticamente lo que era una huelga, y sólo habían oído o leído sobre ella. Muchos, gremios y sectores de industria no se creían capaces de organizar y desarrollar una huelga. Pero al incorporarse supieron lo que es ella, aprendieron a organizarla, a impulsarla y sostenerla. Es una experiencia valiosísima para los trabajadores salvadoreños que sin la huelga general hubieran necesitado meses y tal vez años para adquirirla. Experiencia que será de inapreciable valor cuando a cada uno de estos sectores les corresponda usar esa gran arma de la lucha obrera en apoyo de sus demandas específicas.
4° La Huelga General fue la expresión más acusada del despertar combativo de la clase obrera salvadoreña en la lucha por sus demandas inmediatas, y fue un impresionante acontecimiento de lucha después de una trayectoria del movimiento sindical de más de veinte años de evidente pasividad.
5° Este gran acontecimiento elevó a niveles incalculables la confianza de la clase obrera en sus propias fuerzas. La pasividad, el terror, la legislación patronal y la orientación oportunista, legalista reformista de los dirigentes sindicales oficialistas habían hecho perder a muchos sectores obreros la confianza en que a través de la lucha son capaces de triunfar. La elevación de esa confianza propia es para la clase obrera uno de los factores mas importantes para emprender con decisión la lucha por sus derechos económicos sociales y políticos.
6° Al elevar la confianza en sí misma, la clase obrera elevó asimismo su moral combativa, esencial para las luchas decididas, audaces, estoicas, serenas y disciplinadas: moral que prepara a los trabajadores para el espíritu de sacrificio y para el heroísmo necesario para vencer en las grandes batallas de clase que conducen a la liberación definitiva. El triunfo de la Huelga General elevó aún mas la moral proletaria, y sentó premisas claras para nuevos avances del movimiento sindical en todos.. los aspectos: organizativo y reivindicativo.
7° Al incorporarse a la Huelga General, los trabajadores mostraron la disposición a defender sus derechos no sólo con los medios lentos, burocráticos, con frecuencia estériles y desfavorables, determinados por leyes patronales, sino también a hacer uso de todo medio posible al alcance del grado de organización y conciencia de clase. La clase trabajadora estuvo dispuesta a defender sus derechos INCLUSO POR LOS MEDIOS VIOLENTOS SI ERA NECESARIO. La disposición de los trabajadores el 17 de abril a derramar su sangre y a pagar cara la agresión a sus derechos, y la permanente disposición durante la huelga general a no permitir que ella pudiese ser rota por los rompehuelgas o los patronos fue inequívoca. Por eso el garrote, rudimentaria arma de defensa, se convirtió en el símbolo de que los trabajadores estaban dispuestos a defenderse no simplemente con las manos de la agresión a sus derechos, viniere de donde viniere: de los patronos o del gobierno. Esta disposición es un germen de la integral decisión que la clase obrera necesita para las luchas decisivas.
8° El triunfo de los trabajadores en la huelga general, ha sido una demostración clarísima para todos, de que sí la clase obrera está unida y decidida a luchar, logra la victoria inevitablemente.
9° La Huelga General mostró que la unidad de acción es no sólo posible sino necesaria frente a los planes y ataques de la patronal y del gobierno. Al iniciar la huelga del Acero muy poca gente creía que en el desarrollo de la misma se iba a poder llegar a la unidad entre las dos Centrales del país. La obtención del acuerdo de unidad de acción significó un clamoroso triunfo para la clase obrera salvadoreña, que sentó las bases para el triunfo final de esa batalla.
Para todos los trabajadores quedó muy claro que sin haberse logrado esa unidad de acción entre la FUSS y la C.G.S., la victoria contra la patronal unida no se habría logrado: esto mostró a los trabajadores la necesidad ineludible de la misma. El haberse logrado esa unidad de acción, ha mostrado también a todos los trabajadores, que dicha unidad no sólo es necesaria sino también posible, a pesar de todas las dificultades y diferencias. Esto ha sentado las premisas para fortalecer los esfuerzos, por la unidad. para obtener éxitos cada vez más significativos en ese camino.
10° La Huelga General mostró que la unidad de acción es posible obtenerla, aún cuando los dirigentes oficialistas u oportunistas no la quieran, toda vez que en las bases sindicales prenda la conciencia sobre la necesidad de la unidad. Si las bases se compenetran de esa necesidad, obligarán a los dirigentes oportunistas a llegar a ella, si es que no quieren quedarse irremediablemente aislados y abandonados por la masa de trabajadores que pretenden dirigir. Esa es la gran lección que aportó el proceso de esta lucha. Los dirigentes de la C.G.S. se opusieron con todas sus fuerzas a llegar a la unidad, y durante las primeras luchas no fue posible llegar a ella. Por ejemplo, durante la huelga de IUSA, de motoristas, de trabajadores del Aseo público pero, ante la presión de sus propias masas, cuando el conflicto de los trabajadores de acero llegó a un punto culminante, se vieron forzados a llegar a la unidad de acción y, debido a la actitud combativa de sus propias masas, perseveraron en la unidad hasta el final de la huelga general. Esta es una lección de primer orden, en un aspecto sumamente importante para las luchas del proletariado. Esto mostró también que la unidad se obtiene en el combate frente a la patronal y no en el frío parlamento.
11º. La concertación de la unidad de acción entre la FUSS y la C.G.S. y el desarrollo de la Huelga General Progresiva fue una comprobación evidente de la justeza y corrección de la línea de unidad que consecuentemente proclama y lleva a la práctica la FUSS. La práctica invariable de esa línea de unidad, todos los días; la práctica de esa línea durante las huelgas de IUSA y Acero (que eran Sindicatos afiliados a la C.G.S.) hicieron madurar las condiciones para que fructificara la unidad de acción, y para que los mismos dirigentes de la C.G.S. que se han caracterizado por su claudicación vergonzosa en las luchas obreras, tuvieran que adoptar actitudes de combatividad y decisión necesarias para vencer en esta lucha. Esta es otra lección de gran importancia, valedera para futuras luchas de la clase trabajadora. La FUSS ha llevado a cabo la lucha por la unidad propiciando consecuentemente las acciones unidas frente a la clase patronal, y al mismo tiempo, combatiendo sin descanso en el terreno ideológico todas las inconsecuencias, claudicaciones y traiciones de la dirección de la C.G.S. Eso ha ido educando a las propias bases de esta organización. Los resultados han demostrado cuán correcta es la orientación que sigue la FUSS en el terreno de las alianzas, al aplicar el principio dialéctico de UNIDAD CON LUCHA, UNIDAD frente a la clase patronal, LUCHA ideológica frente a la claudicación y el oportunismo.
12° La Huelga General hizo resaltar un nuevo rasgo de elevado sentido de solidaridad de los trabajadores: los millares de trabajadores se fueron a la huelga no por las propias demandas de cada sector, no por aumentos de salarios propios.. ni por otras prestaciones laborales para cada uno de los trabajadores en huelga, sino por el sublime objetivo de hacer triunfar en sus justas demandas a otros compañeros lejanos que se encontraban bajo el embate de la clase patronal; y por el alto objetivo de toda la clase obrera, de defender y reafirmar su constitucional derecho a huelga. Ni un sólo centavo de aumento, ni una sola ventaja personal o de grupo perseguían los trabajadores que se incorporaron a la huelga general. Todo gremialismo, toda estrechez y egoísmo fue hecho a un lado para propiciar la victoria de estos dos objetivos. Y los trabajadores se comportaron admirablemente, arrojándose a la lucha con toda la decisión y el entusiasmo, con toda la disciplina y la organización, con el más alto espíritu de sacrificio, como si estuviera luchando cada uno por las propias demandas inmediatas de los trabajadores de cada empresa. No les arredraron las amenazas de los patronos, ni la posibilidad de perder el trabajo, o de perder prestaciones. Ese elevado sentido de solidaridad de clase ha sido una enorme lección que el proletariado ha dado a toda la sociedad salvadoreña.
13° La Huelga General mostró cómo la unidad y la firmeza de la clase obrera en sus luchas es capaz de agudizar las contradicciones internas en el seno de las clases dominantes y en el interior del gobierno de éstas. El distanciamiento entre el presidente Rivera y los dirigentes sindicales oficialistas -reflejo de contradicciones en el seno del partido de gobierno y de contradicciones entre los equipos gobernantes entrante y saliente- así como los desajustes que aparecieron a última hora entre la empresa y los mediadores del gobierno y entre la empresa de Acero y algunos importantes integrantes de la ASI, muestra que las condiciones internas de la clase dominante como resultado de ello, sus vacilaciones, pueden agudizarse notablemente en determinadas coyunturas políticas, si la clase obrera mantiene y acrecienta la unidad y la firmeza en la lucha.
14° Al mismo tiempo, este acontecimiento mostró de parte de lo trabajadores, un adecuado aprovechamiento en favor de sus objetivos de la coyuntura política de las contradicciones en el seno de las clases dominantes y de su gobierno. y de las condiciones creadas con su unidad.
15° Con las huelgas anteriores, la del Acero y como resultado de la Huelga General, la legislación laboral-patronal fue de hecho lanzada al cesto de la basura. Lamentándose de ello, los mismos patronos y el gobierno han calificado de “inoperante” al Código de Trabajo. Este, inevitablemente tiene que ser cambiado. Indudablemente, los patronos tratarán de que se promulgue un Código de Trabajo igual o peor, adornado con fraseología engañosa; pero los trabajadores, haciendo honor a la voluntad demostrada durante la Huelga General, debemos estar dispuestos a que esa voluntad sea reflejada en una nueva legislación laboral democrática y no reaccionaria y patronal.
16° La Huelga General Progresiva convirtió en cadáver político al Ministro de Trabajo que había tratado de aplastar la huelga de los trabajadores del Acero. Al final de la huelga, dicho funcionario era el cadáver de ministro, que tenía sus días contados en dicho puesto, por lo que ya no era necesario seguir luchando por su destitución. Con él quedaban clamorosamente condenados por los trabajadores los métodos patronales de dirigir el Ministerio de Trabajo. La suerte de este Ministro es una advertencia categórica para sus sucesores, si éstos siguen -como es casi seguro- la indignante política patronal y antiobrera.
17° Uno de los resultados de la Huelga General Progresiva fue haber alcanzado la victoria rotunda de los trabajadores del Acero en sus justas peticiones. Es indudable que sin ese gran movimiento los trabajadores del Acero hubieran sido aplastados por la poderosa conjunción de fuerzas integradas por los patronos y el gobierno y toda la reacción interna y externa. Sólo con la Huelga General se pudo crear tal correlación de fuerzas, que hizo posible la victoria de la huelga del Acero.
18° La Huelga General fue. por sí misma. la clamorosa reafirmación del derecho constitucional de huelga de los trabajadores salvadoreños. La clase patronal fue derrotada rotundamente en ese esfuerzo clave por privar durante todo un periodo a la clase trabajadora de ese esencial derecho que está consagrado por la Constitución, pero prácticamente negado por el Código de Trabajo patronal. Esta ha sido una gran victoria del movimiento sindical salvadoreño en esta etapa de sus luchas.
19° La marcha triunfal de la Huelga General significó el estrepitoso fracaso de la asquerosa traición a la unidad sindical y a la lucha del proletariado salvadoreño, llevada a cabo en forma activa y provocadora por los nuevos instrumentos del gobierno de Rivera en el movimiento sindical, encabezados por Barrios Amaya, que mordieron el polvo frente a la unidad y determinación de los trabajadores a defender sus derechos constitucionales y hacer triunfar a los trabajadores del Acero. La derrota de los esfuerzos de este grupo, allanó el camino para el triunfo final. Este será un gran factor de educación ideológica para los trabajadores salvadoreños, experimentado en el fragor de la lucha contra los patronos y contra las peligrosas maniobras del gobierno.
20° El triunfo de la Huelga General significó también el fracaso de las sucias armas del anticomunismo a que recurrió Rivera y la clase patronal en sus desesperados esfuerzos por romper la unidad del movimiento sindical. Esto demuestra que cuando los trabajadores están firmes y conscientes en la defensa de sus derechos y sólidamente unificados, los perversos ataques del anticomunismo fracasan en sus objetivos de sembrar el temor, la confusión y la división, y tienen como resultado el acrecentamiento de la indignación y del espíritu combativo de los trabajadores.
21º. Durante la Huelga General se mostró el sólido apoyo del pueblo y especialmente de los sectores democráticos organizados hacia la clase obrera. La ayuda de los estudiantes, mujeres, jóvenes, pequeños comerciantes, etc., estableció una alianza militante entre estos sectores; garantía indiscutible de futuros triunfos de las fuerzas democráticas en sus luchas generales de la democracia, el progreso y la independencia nacional. La huelga general causó gran efervescencia en todo el país y elevó la combatividad de todo el pueblo.
22° Estas jornadas han mostrado que la clase trabajadora es poderoso baluarte del movimiento democrático del país, del progreso y de la liberación nacional.
23° Estas jornadas han mostrado con toda claridad que la clase obrera es la clase motora y determinante de las sociedad salvadoreña; determinante en la producción y que será la determinante en los cambios revolucionarios profundos que en la estructura y superestructura del Estado Salvadoreño son necesarios y urgentes.
24° Es preciso indicar también que las huelgas habidas durante el presente año, que culminaron con la Huelga General Progresiva, han mostrado -a despecho de lo que tratan de demostrar los escritores reaccionarios y patronales- que las huelgas son altamente beneficiosas para el país, para su economía y para el bienestar de sus habitantes. porque determinan la elevación del nivel de vida de las mayorías trabajadoras, mejoran relativamente la dura situación económica de la familia trabajadora y. en consecuencia, elevan su capacidad de compra, con lo que se amplía el mercado interno y por tanto crean condiciones para la ampliación de la industria y de la producción en general. Esto propicia el terreno para el progreso y el desarrollo económico nacional.
En ese sentido, la huelga es un arma altamente patriótica de los trabajadores que, al luchar por sus derechos y por el mejoramiento de sus condiciones de vida, mejoran la dura situación actual de las grandes mayorías de la población de nuestra Patria.
Estas son las conclusiones principales, aunque no las únicas, que se extraen de esa gloriosa jornada de la Huelga General Progresiva, que ha pasado a ser ya una de las páginas más brillantes del movimiento Sindical de El Salvador.
Con la confianza puesta en sus propias fuerzas, mediante la unidad y la lucha persistente por sus derechos y por los altos objetivos del pueblo, la clase trabajadora indudablemente alcanzará las más grandes victorias en el futuro...
ADELANTE...!
San Salvador, 6 de Agosto de 1967.
Hemos visto el concentrado esfuerzo que Rivera y su grupo hicieron para desbaratar la unidad del movimiento sindical y frustrar la huelga general por anticipado. Al concentrar esfuerzos en esa dirección, desaprovecharon el tiempo sin esforzarse por la solución del conflicto. Incluso los cinco días del ultimátum que fijó el Comando General de Huelga fueron desaprovechados completamente. Así, cuando estalló la Huelga General. Rivera se encontró con que sus “gestiones” habían sido un fracaso: la solución del conflicto se encontraba casi como al inicio del conflicto, sin avances apreciables.
Mientras tanto, las fuerzas más reaccionarias del régimen presionaban por darle una solución represiva al conflicto. En un momento determinado, esa presión (Casanova, Rodezno) era tan fuerte que el fiel de la balanza parecía francamente inclinado a una “solución” violenta de represión contra el movimiento sindical y otras fuerzas democráticas. Rivera vacilaba entre una u otra “solución”. El sabía que si optaba por la abierta represión, todo el panorama político del país se le complicaría ya al final de su período presidencial, con grandes dificultades que podrían incluso aprovechar los grupos golpistas.
El fantasma de las complicaciones que acompañaron los últimos días de Lemus, no era muy agradable para Rivera. Pero, al mismo tiempo sentía que su propia “solución” había fracasado, que era la de detener la huelga anticipadamente a través de las maniobras de sus instrumentos.. Y, por otra parte no quería darle una solución correcta, que fortaleciera las fuerzas del movimiento sindical. Por su propia orientación reaccionaria y patronal, se encontraba en un atolladero.
Y, en tales condiciones, estalló la Huelga General Progresiva.
Rivera desistió de seguir dirigiendo personalmente la mediación gubernamental en el conflicto del Acero, y encomendó dicha tarea el Presidente de la Corte Suprema de Justicia. “Éste, dijo, es el penúltimo recurso; el último queda en manos de Dios”. Es decir, que haciendo todavía cierta resistencia a las pretensiones de los sectores mas recalcitrantes y goriloides, se jugaba su última carta, antes de entrar a terreno lemusista. La complejidad de la situación lo llevó el extremo de plantear la posibilidad de renunciar a su Alto Cargo. La Huelga General Progresiva crecía arrolladoramente y junto a ello era necesario agilizar las negociaciones, en cada escalón de la misma, pues el objetivo era el de lograr la solución del conflicto con el triunfo de las aspiraciones de los trabajadores.
Así, junto a la acción combativa, había que esforzarse por no menospreciar toda posibilidad de una solución. No había la intención de complicar innecesariamente la situación, sino de hallarle una solución favorable a los intereses de los trabajadores. De tal manera, el primer día de la Huelga, a mediodía el Comando General envió un telegrama al Presidente Rivera, planteándole un reunión para tratar de encontrarle una solución, correcta al problema.
La respuesta al mensaje del Comando dio la medida del exasperado estado de ánimo y del enfoque recalcitrante del Mandatario en un momento tan delicado. En tal instante, toda la ciudadanía quedó asombrada, al ver en los periódicos sus declaraciones en el sentido de que “si yo soy un obstáculo para la resolución de esta situación, estoy dispuesto a renunciar de la Presidencia de la República si en eso estriba la solución del actual problema nacional”. “Si la conciencia nacional considera que esta situación sólo puede resolverse con mi separación del cargo a la Presidencia, estoy dispuesto a presentar mi renuncia este mismo día, pero NO QUIERO DARLE GUSTO A LOS COMUNISTAS ni a los oportunistas”. Sacando a relucir todo su fondo reaccionario, el Presidente habló de la participación comunista en el actual problema de la huelga que amenaza con paralizar la vida nacional y que la huelga se debía “al cumplimiento de consignas de la Conferencia Tricontinental celebrada hace dos años en La Habana, Cuba.”
En vez de atender con seriedad la oportunidad que el Comando General de la Huelga le proporcionaba de encontrar una justa y decorosa solución, perdió los estribos y la perspectiva, se mostró indignado “con aquellos que han llegado a la osadía de invitarlo a sentarse a la mesa con los comunistas”, y ya fuera de sí, lanzó la famosa frase: “NO ME SENTARÉ A LA MISMA MESA NI CON LOS COMUNISTAS NI CON LOS OPORTUNISTAS”. Era evidente que al hablar de oportunista se refería a sus correligionarios: Rafael Rodríguez González (miembro de la Directiva Suprema del partido oficial que se le había salido del “huacal”, y a Felipe Antonio Zaldivar de la C.G.S.; que desde la central oficialista han servido incondicionalmente sus mandatos y que, en ese momento, debido a las contradicciones internas en el gobierno habían escapado de su control.. Por simple eliminación se infiere que el calificativo de comunista se lo atribuía a Julio César Castro Belloso y a Salvador Cayetano Carpio, representantes del sindicalismo independiente de toda influencia patronal u oficialista: del sindicalismo verdaderamente proletario.
A falta de mayores argumentos -con una superficialidad increíble, haciendo abstracción del problema en sí- y ateniéndose tan sólo a la supuesta orientación política de los miembros del Comando, despreciando la objetividad necesaria para enfrentar el momento, se volvió incapaz de hacerlo y prefirió salirse por la tangente, recurriendo a los desacreditados lemas del anticomunismo y de las rabietas infantiles.
Pero Rivera calculó mal el momento. Su reaccionaria e irresponsable actitud tuvo el efecto contrario entre los trabajadores, los cuales aceraron aún más su combatividad y decisión. Frente a la histeria y confusión gubernamentales, la clase obrera se mostraba como una fuerza serena, firme y consciente. Miles de trabajadores se siguieron sumando a la huelga después de las declaraciones de Rivera y cuando al siguiente día en Cojutepeque, éste lanzó su ridículo discurso contra “el garrote”, lanzando airados. ataque, a los huelguistas éstos se llenaron de indignación y de mayor decisión, elevando su conciencia política. Los burdos ataques anticomunistas contra la huelga, contra los heroicos huelguista, hicieron ver a éstos con toda claridad, tanto en una Central como en la otra, la entraña patronal de este régimen; les hizo ver la íntima identificación del régimen político actual con la burguesía que domina en la economía nacional.
Les hizo ver que el gobierno es un simple representante de los patronos. Desde el famoso discurso en Cojutepeque, Rivera se convirtió en el hazmerreír de los trabajadores en huelga. El “discurso del garrote” era comentado entre carcajadas en todos los piquete por los huelguistas. Se comentaba con ironía aquella parte del discurso en donde Rivera daba a entender que los comunistas si en esta ocasión les han proporcionado garrotes, mañana estarían dispuestos a darles fusiles. El “miedo” que Rivera trataba de sembrar entre los trabajadores, era como un bumerán que viraba contra el gobierno. LA HUELGA GENERAL ELEVABA TAMBIÉN LA CONCIENCIA POLITICA DE LOS TRABAJADORES.
Pero los acontecimientos se precipitaban. Al margen de la tragicómica actuación de Rivera, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia inició entrevistas con la empresa Acero, S.A. y por separado con la Comisión Negociadora de los trabajadores. Ya la primera noche de la Huelga General Progresiva, la patronal presentó propuesta acerca de salarios (33% de aumentos), pero trató de balancear la oferta, exigiendo que se les permitiera despedir a 50 trabajadores. La Comisión Negociadora rechazó de plano esa posición. Los mediadores del gobierno, entre los que sorpresivamente entró a jugar papel activo el Coronel José Alberto Medrano (de nefasta recordación durante el periodo de Osorio) ejercieron cierta presión sobre la empresa para hacerla que se situara en un plano que facilitara un acuerdo a corto plazo. Y no era para menos. La Huelga General crecía de hora en hora.
Los mismos señores de la ASI, cuyas fábricas se cerraban una tras otra, iniciaron en medio de gran nerviosismo las consultas entre sí y la afanosa gestión frente a Borgonovo para salir del atolladero. A medio día del 27 era evidente que podía llegarse a una solución en cuestión de horas.
El Comando General de Huelga, al reunirse a esa hora, vio que la situación estaba así: se vislumbraba la real posibilidad de que la parte patronal (Acero, S.A.) estuviera dispuesta a acceder en las demandas. Era necesario imprimirle agilidad a las negociaciones y firmeza en los puntos básicos. Ni intransigencia sectaria ni claudicación: tal fue la línea de acción que se extrajo del análisis. Se tuvo una reunión con la Comisión Negociadora y sobre esa base se hicieron las
recomendaciones necesarias. Se confirmó la decisión de que a la Comisión Negociadora la acompañaran dos miembros del Comando General de Huelga; Castro y Zaldívar, los cuales irían con la Comisión hasta donde se les permitiera entrar. Si se rechazaba por parte de las autoridades su presencia en la mesa de Negociaciones como se había venido haciendo sistemáticamente, ambos miembros, del Comando, se quedarían en la puerta de la sala, pero no se retirarían. Se estudia hasta dónde se podía llegar en la demanda de salarios, y se concluyó en que hasta l.12 de aumento por cabeza, como mínimo. Tales fueron las recomendaciones dadas a la Comisión por el Comando. LA LINEA ESTABA TRAZADA: EL COMANDO GENERAL DE HUELGA QUEDO LISTO PARA LA ETAPA FINAL DE LAS NEGOCIACIONES, que según todas las apariencias podría ser esa misma noche.
El Dr. Vilanova ya había convocado a la parte obrera y patronal a pláticas, separadas primero, para finalizar con una reunión conjunta.
En las horas tempranas de la noche, la Comisión Negociadora estuvo reunida en Casa Presidencial exponiendo sus puntos de vista. Simultáneamente los representantes de la Empresa “Acero SA.” se entrevistaron con el Presidente de la Corte. En la madrugada, ambas partes se reunieron en el Comité de Emergencia Nacional, teniendo como intermediario al Presidente de la Corte Suprema de Justicia y con la asistencia de gran número de altos funcionarios: el Ministro del Interior, Dr. José Armando Arias; el Ministro de Defensa, el Jefe del Estado Mayor del Ejército, y muchos más, civiles y militares.. Los miembros del Comando General de Huelga fueron permitidos por primera vez en la sala de deliberaciones. A las cinco de la mañana la parte patronal y la Comisión Negociadora del Sindicato habían llegado a un acuerdo, que claramente significaba el triunfo de las demandas de los trabajadores del acero.
Mientras se preparaba la redacción final del documento que contenía los acuerdos a que se había llegado entre la empresa y los trabajadores, se mandó llamar a los otros dos miembros del Comando General de Huelga, reconociendo que era el único -como representante de los trabajadores en huelga- que podía juzgar si el acuerdo llenaba las aspiraciones de la Huelga General, y el único que podía terminar el cese de la misma. Qué ridículo sonaba en ese momento el eco de la frase de Rivera: “No me sentaré con los oportunistas, ni con los comunistas”, dicha 36 horas antes!
Los más altos funcionarios de su régimen, a despecho de la actitud del Presidente, tuvieron que reconocer que el Comando General de huelga era el único organismo que podía dar la orden de terminar la huelga PORQUE
EN ESE MOMENTO ERAN LOS REPRESENTANTES AUTORIZADOS DE LOS TRABAJADORES, Y EL GOBIERNO SE VIO OBLIGADO A RECONOCERLOS COMO TALES. Fue la decisión, la firmeza y la amplitud de la lucha de la clase trabajadora la que obligó al régimen a tener que tratar con los representantes del movimiento sindical.
A las seis de la mañana fue firmado el acuerdo entre los representantes de la Empresa “Acero, S.A.” y la Comisión Negociadora del Sindicato. He aquí el acuerdo firmado:
“En la ciudad de San Salvador, a las seis horas del día veintiocho de abril de mil novecientos sesenta y siete. Reunidos ante el suscrito Director General del Departamento Nacional del Trabajo el señor Antonio Borgonovo representante legal de la Sociedad ‘ACERO, S.A.”; y los señores Gonzalo Ramírez Perdomo Secretario General; Julio Fredy Zaldívar, Secretario Segundo de Conflictos; Isidro de Jesús Ortiz.
Secretario de Educación Sindical: Eduardo Somoza Zaldívar, Secretario de Cultura Y Propaganda: y Francisco Barrera, Representante Específico de la Asamblea General: todos del Sindicato de Industrias Metálicas Básicas y Similares y debidamente autorizados al efecto: se procede a discutir acerca de los puntos que han suscitado el conflicto en la fábrica de Productos Metálicos que la mencionada Sociedad tiene establecida a la altura del kilómetro cincuenta y ocho de la carretera del Litoral, habiendo llegado el siguiente arreglo: PRIMERO: se conviene en que a partir de la fecha de reiniciación de las labores, que será el día dos de mayo próximo entrante, los salarios que actualmente devengan todos los trabajadores de la fábrica, sin discriminación de ninguna clase, recibirán un aumento general de un colón por jornada ordinaria de trabajo. SEGUNDO: se conviene en que las labores se reiniciarán en la fecha mencionada anteriormente, las cual, se desarrollarán en la misma forma y condiciones en que se desarrollaban con anterioridad a la suspensión de labores. TERCERO: se conviene en que el seor Augusto César Romero, no tendrá ninguna relación laboral ni directa ni indirectamente con los trabajadores de la fábrica. CUARTO: la Empresa se compromete a proporcionar por los medios usuales, el transporte de los trabajadores de la fábrica de la ciudad de Zacatecoluca a ésta y viceversa, a partir del día primero de julio del corriente año. QUINTO: se conviene en que la totalidad de los trabajadores que prestaban sus servicios en la fábrica antes de la suspensión de labores, regresarán a prestar sus servicios en la misma, a partir del día dos de mayo próximo entrante. SEXTO: la empresa se compromete a pagar al señor Mauricio Saravia Martínez, la indemnización que legalmente le corresponde como si su despido fuera injustificado. SETIMO: la empresa se compromete a no tomar represalias de ninguna especie contra los trabajadores que participaron en la suspensión de labores.- No habiendo más que hacer constar que la satisfacción de las partes por el arreglo logrado, que restablece las armónicas relaciones de trabajo en la fábrica, se dio por terminada esta acta que se leyó íntegramente a los interesados, quienes la ratificaron y firmaron.” Firmaron el Acta los representantes de la Empresa y del Sindicato, que aparecen en la primera parte del Acta.
En relación al pago de salarios durante el tiempo que había durado la huelga, petición que los trabajadores también habían presentado a la empresa el acta no lo menciona, porque no fue la empresa sino el gobierno el que se comprometió a aportar una suma equivalente a QUINCE DÍAS de los salarios caídos de todos los trabajadores.
Los funcionarios gubernamentales no cabían de contento, porque la situación del conflicto de Acero, daba la inmediata posibilidad de que el Comando General de Huelga diera las instrucciones para cesar la huelga, que durante varias jornadas había mantenido desvelado al régimen.
El Dr. Vilanova y el Dr. Arias preguntaron a los miembros del Comando General de Huelga si el arreglo llevado a cabo entre empresarios y directivos del Sindicato de la fábrica de Acero satisfacía la demandas de la Huelga General. Los miembros del Comando expusieron: 1o) Si el acuerdo satisfacía las demandas de los trabajadores del Acero, el Comando consideraba que quedaba satisfecha la causa que había sido el motor de la Huelga General Progresiva: 2°) La Huelga General por si misma había sido un reafirmación del Derecho Constitucional de Huelga, que el Código de Trabajo impedía: 3o) En cuanto a la destitución del Ministro de Trabajo, no consideraba el Comando que por sí mismo fuera un objetivo suficiente para proseguir la huelga general. Pero el Comando declaraba que la Huelga General Progresiva no seria levantada con la firma del Convenio por parte de la Comisión Negociadora, sino hasta que la Asamblea General de Huelguistas de Acero no ratificara el acuerdo que se acababa de concluir, la huelga continuaría. Ésta es una cuestión de principios, requisito de la democracia sindical, que debía ser reafirmado claramente en esta ocasión.
Mientras tanto, el Comando General de Huelga acordó dar instrucciones de suspender el carácter progresivo de la Huelga: es decir, que los trabajadores que estaban en turno para sumarse a la huelga se abstuvieran de hacerlo hasta nuevas instrucciones; pero que los trabajadores que estaban en huelga continuaran en la misma; que los piquetes permanecieran en sus puestos, y que la huelga solo podía terminar bajo las expresas instrucciones del Comando General de Huelga, que era el único que podía levantarla, Que no se fueran a dejar engañar por noticias ue pudieran propalar el gobierno o los patronos a través de la radio o de los periódicos.
Los funcionarios mencionados expresaban al Comando: “Bueno, si ustedes no quieren dar instrucciones para que termine la huelga general, que siga: pero por lo menos sería bueno que guardaran los garrotes; eso preocupa mucho al señor Presidente. Y que cesen la presiones de los huelguistas sobre otros trabajadores y sobre los patronos”. Enfáticamente se expuso que era falso que hubieran presiones de ninguna naturaleza; que los trabajadores estaban haciendo uso de gran disciplina y serenidad, y que los garrotes no los tenían para amenazar ni agredir a nadie, sino para demostrar su decisión de defenderse de cualquier agresión a sus derechos constitucionales.
“Los piquetes, dijo uno del Comando, están cuidando las instalaciones y las fábricas, tanto para no permitir el ingreso de cualquier rompehuelgas, como para evitar cualquier daño a las mismas”. El Ministro del Interior, exclamó en ese momento: “Entonces, qué papel le queda a las autoridades?” Esa frase, dicha en tono de reclamo o de lamento, involuntariamente venia a ser un tributo a los huelguistas: significaba el reconocimiento de un hecho indiscutible: una nueva fuerza, disciplinada. serena y consciente, defensora de sus derechos esenciales había surgido: la clase obrera organizada defensora de sí misma y de los derechos del pueblo en general.
La Huelga General Progresiva ESTABA TRIUNFANDO ARROLLADORAMENTE...
Se acordó trasladarse al lugar de la huelga del acero, para constatar si la Asamblea General ratificaba el Convenio firmado por la Comisión Negociadora, y que si la Asamblea lo ratificaba, el Comando General de Huelga, tomaría la decisión de levantar la Huelga General, al regresar de Zacatecoluca.
Antes de partir a Zacatecoluca el Comando se dirigió al local de la FUSS a dar las instrucciones sobre el cese de la progresividad de la Huelga General. He aquí dichas instrucciones redactadas en el local de la U.T.F.:
“El Comando General de Huelga avisa a todos los trabajadores y Pueblo en general:
1° Que se ha llegado a un acuerdo entre los representantes de los trabajadores de la Fábrica Acero. S.A. y la empresa, acuerdo que tiene que ser ratificado por la Asamblea General del Sindicato de Trabajadores de las Industrias Metálicas Básicas de Zacatecoluca. Que dicho acuerdo contiene en forma satisfactoria la solución de los problemas planteados por los trabajadores.
2° Que el Comando da la orden de interrumpir el proceso progresivo de la Huelga, o sea que los obreros que no se les ha llegado la hora todavía de incorporarse a la Huelga, ya no lo hagan.
3° Pero que la huelga continua, es decir, que las comisiones de vigilancia de huelga de las distintas empresas, permanezcan en sus respectivo lugares frente a los centros de trabajo, pero suavizando las, medidas restrictivas, tomadas hasta ahora.
4° El Comando, al ser aprobado el acuerdo definitivamente por la Asamblea General del Sindicato de Trabajadores de las Industrias Metálicas Básicas, dará la orden de terminar la Huelga de manera organizada.
5° El Comando felicita a todos los trabajadores por su espíritu de disciplina y por su combatividad y solidaridad que es la garantía del triunfo de la clase trabajadora en esta ocasión, y agradece la colaboración que el pueblo ha prestado.
San Salvador, 28 de abril de 1967.
COMANDO GENERAL DE HUELGA.”
Mientras tanto los miembros de la Comisión Negociadora se habían dirigido directamente a Zacatecoluca, llegando antes que el Comando. Cuando éstos llegaron frente a lo huelguistas, que estaban formados frente a la fábrica de Acero, un ambiente de alegría y fiesta los recibió entre el atronar de cohetes y aplausos. Ya la Asamblea de huelguistas había ratificado el acuerdo en todas sus partes, y, para asombro de los miembros del Comando, quien en ese momento dirigía la palabra (después de que habían hablado los miembros de la Comisión Negociadora) era nada menos que el Coronel José Alberto Medrano de tan nefasta recordación por sus negra acciones durante el periodo de Osorio... haciendo gala de demagogia ante el triunfo de los trabajadores, decía: “los trabajadores deben hacer uso de su derecho de huelga, y todos los otros trabajadores están en la obligación de apoyar a los huelguistas... los militares apoyamos los derechos sociales de los trabajadores.. .“
Era increíble escuchar esas palabras, cargadas de demagogia. en labios de un militar que en 1952 y durante varios años más fue el ejecutor principal de las feroces represiones contra el movimiento sindical, el director de las torturas y secuestro, contra decenas de dirigentes sindicales pero en ese momento, por lo visto, frente a la magnitud del movimiento de la huelga general no le había quedado al gobierno más que dos caminos: O lanzarse a la represión desenfrenada, o hablar en términos orientados a engañar a los trabajadores.
Por otra parte, el momento era imponente: LA HUELGA ESTABA TRIUNFANDO, estaba llegando a su fin: pero, mientras tanto, 35.000 trabajadores con firmeza y disciplina ejemplares, organizados en centenares de piquetes montaban guardia frente a las fábricas y talleres, impávidos serenos, defensores inquebrantables de los derechos de la clase obrera.
Ya los directivos del Sindicato del Acero habían hablado. Después del militar, tomaron la palabra los miembros del Comando General de Huelga: felicitaron a los trabajadores del Acero por su gran triunfo, para el cual su firmeza había sido factor indispensable: “Durante 24 días y sus noches, bajo el sol y bajo la lluvia se han mantenido firmes en la defensa de sus demandas... 24 días que han significado sacrificios indecibles para sus familias que han carecido hasta de la alimentación necesaria. Ése ha sido un ejemplo grandioso para toda la clase trabajadora del país... un ejemplo de cómo la decisión. la unidad y la lucha son los factores del triunfo para la clase trabajadora...
Un ejemplo de que las barreras legales de inspiración patronal dañinas a los intereses de los trabajadores pueden ser destrozadas por la firme unidad y determinación de lucha... El Código de Trabajo niega derechos esenciales que la Constitución establece, como es el derecho de huelga: pero ustedes han hecho caso omiso de él se han resistido a las presiones del Ministerio de Trabajo que les puso el ultimátum de los cinco días y han vencido todas las dificultades: han vencido el funesto artículo 407 del Código de Trabajo: han vencido ese instrumento patronal... Su ejemplo es una inspiración para todos los trabajadores del país... Junto a su propia firmeza y unidad, otros elementos importantes han sido factor indispensable de este triunfo: la solidaridad de todo el movimiento sindical... Nunca se había visto una solidaridad tan grande: todos los trabajadores del país, de uno a otro confín, han acudido a prestarles su apoyo moral, material y físico, sin importarles los sacrificios; porque frente a la patronal deben borrarse todas las diferencias secundarias que existen entre los trabajadores...
Miembros de una y otra central sindical se han hermanado en la lucha con ustedes, con el objetivo de que ustedes triunfen y de que se reafirme el derecho constitucional de huelga para todos los trabajadores, dispuestos a derramar su sangre en las trincheras de este combate... Ustedes han desempeñado un papel importante para que las dos centrales sindicales del país se unieran alrededor de esos objetivos.... LA UNIDAD DE ACCIÓN del movimiento sindical ha sido la base fundamental del triunfo de esta huelga... Y hay otro factor más: el apoyo que el pueblo ha prestado: todo el pueblo salvadoreño ha acuerpado: las señoras de los mercados, los estudiantes, los médicos, etc.... La firme unidad de ustedes, la grandiosa solidaridad de todo el movimiento sindical a través de esta ejemplar unidad de acción, y la ayuda del pueblo, tales han sido los tres pilares fundamentales de este gran triunfo...
Sigan más firmemente unidos.. siempre decididos a defender sus derechos... En nombre de los miles de trabajadores huelguistas y de todo el movimiento sindical les saludamos y les felicitamos... ADELANTE.. .“ Esas frases eran el fondo de los discursos de los cuatro miembros del Comando General de Huelga, que eran interrumpidos a cada momento por la Asamblea de Huelguistas con ovaciones entre el tronar de bombas y cohetes, en un ambiente impresionante que tenía como fondo simbólico la estructura metálica de las instalaciones de la fábrica de Acero, de cuyas chimeneas
durante 24 largos días no había salido ni la más leve nubecilla de humo...
ERA EL MOMENTO DEL TRIUNFO... La despedida de los miembros del Comando y directivos de ambas Centrales con los huelguistas fue impresionante... 24 días de lucha, de presiones gubernamentales y patronales, de incertidumbre en el desenlace final, quedaban atrás... pero también quedaban allí esos curtidos trabajadores del acero, con quienes habíamos permanecido días y noches... Ahora estaban felices por el triunfo, pero necesitarían en adelante seguir fortaleciendo aún más su unidad y su decisión de seguir enfrentando las injusticias patronales...
El Comando regresa a San Salvador a levantar la Huelga General. Pasa por el Comité Nacional de Emergencia para formalizar el acuerdo. El hacerlo frente a las autoridades tiene como finalidad de que el gobierno reconozca el hecho de la huelga general, legalizándola en cierto sentido. Los más altos miembros del gobierno esperan al Comando y en medio de gran expectativa, éste firma el documento por medio del cual se pone fin a la Huelga General. En dicho documento el Comando General de Huelga toma el acuerdo de que:
“la totalidad de los trabajadores en huelga regresarán de inmediato a sus labores y que no interrumpirán las propias los que tenían el propósito de hacerlo por el mismo motivo; volviendo de este modo y de nuestra parte a la normalidad de las relaciones obrero-patronales en el país; asimismo confiamos y esperamos que no se sucedan represalias, con ocasión del referido conflicto, a fin de mantener el buen entendimiento en las relaciones obrero-patronales. San Salvador, 28 de abril de 1967.
Firman: Rafael Rodríguez González, Srio. Gral. de C.G.S.; Felipe Antonio Zaldívar, Srio, de Organización C.G.S.; Julio César Castro Belloso. ler. Srio, de Conflictos FUSS, Salvador Cayetano Carpio Miembro de la Comisión de Honor y Justicia de la FUSS.”
Es la una de la tarde. Los miembros del Comando General de la Huelga se dirigen a levantar la huelga, notificando a cada piquete las instrucciones debidas.
La marcha por todos los rumbos de la ciudad se prolonga por varias horas, notificándose el cese de la huelga. Dicha notificación se convirtió en expresión triunfal y combativa del proletariado. Frente a cada fábrica y empresa, la llegada del Comando se convertía en mitin combativo que expresaba la fe en las fuerzas de la clase trabajadora.... “Si hemos triunfado ha sido por nuestra unidad... Esta vez se ha visto un rasgo importante del proletariado salvadoreño: los trabajadores que se han ido a la huelga en apoyo de los del Acero, no lo han hecho por sus propios intereses personales, ni por su propios aumentos de salario, ni por sus propias prestaciones y demandas: lo han hecho por solidaridad con compañeros a quienes ni siquiera conocen y que se encuentran a muchos kilómetros de distancia... y lo han hecho por defender su sagrado derecho de huelga... han sufrido conscientemente, incluso se han expuesto a las represalias patronales, sin importarles el sacrificio personal: ése es un rasgo del proletariado que garantiza triunfos en las grandes lucha, que tenemos por delante... La unidad ha sido la base del triunfo y la unidad de acción debe reforzarse, porque frente a las injusticias de los patronos y del gobierno tenemos intereses que son más grandes que cualquier diferencia Los trabajadores expresaban su júbilo por el triunfo de la huelga de Acero y de la Huelga General, y la reafirmación del derecho Constitucional de Huelga...
Terminado el mitin en cada lugar, los trabajadores organizaban el cese ordenado de la huelga: desmontaban las carpas erigidas durante la misma, las cocinas, guardaban los parlantes, los garrotes, etc...
Los trabajadores se retiraban a sus casas con la moral combativa muy elevada, conscientes del papel que cada uno de ellos había desempeñado en ese triunfo... La mayoría de trabajadores por primera vez en su vida habían participado en una huelga. La confianza del proletariado en sus propias fuerzas había crecido enormemente...
LA HUELGA GENERAL PROGRESIVA HABÍA TERMINADO ESCRIBIENDO UNA DE LAS PAGINAS MÁS GLORIOSAS DEL MOVIMIENTO SINDICAL SALVADOREÑO...!!!
CONCLUSIONES: EXPERIENCIAS Y LECCIONES
LA HUELGA GENERAL PROGRESIVA ha sido un acontecimiento de gran trascendencia para el movimiento sindical salvadoreño. Sería difícil extraer todas las experiencias y lecciones de este rico manantial histórico. Sin embargo, algunas conclusiones principales saltan a la vista con evidencia incontrastable.
Algunas de estas lecciones y experiencias Son las siguientes:
lo. La Huelga General Progresiva fue una elevada expresión de conciencia de clase de los trabajadores. Los ideólogos de los patronos se han esforzado gastando ríos de tinta en demostrar que la sociedad capitalista no está basada en la lucha de clases; se esfuerzan en demostrar que no hay contradicciones fundamentales entre la clase obrera y la clase capitalista, y que el signo básico en las relaciones obrero-patronales es el de la “armonía de clases.” Pero la conducta de la clase patronal durante la huelga del acero y la Huelga General demostró cuán antagónicos son los intereses de los patronos en relación con los intereses de los trabajadores. Frente a esto los trabajadores, al irse a la huelga general, expresaron una elevada conciencia clasista que les indicaba que sólo acumulando una enorme fuerza material era posible reducir la resistencia enconada de la clase patronal que estaba dispuesta a privarles de derechos elementales; la Huelga General Progresiva fue la culminación d una serie de choques en la lucha de clases, y por tanto, su síntesis y su expresión más elevada en este período del despertar del espíritu combativo de los trabajadores en el terreno sindical. En la lucha por sus derechos, la clase obrera tiene que chocar inevitablemente con los intereses de la clase que la explota -la clase capitalista- y la Huelga General elevó su conciencia de este hecho básico.
2° En el polo opuesto, el mismo hecho mostraba simultáneamente que la clase patronal tiene una clara conciencia de los intereses de su clase. Toda la clase patronal se puso de inmediato, sin vacilaciones, detrás de los intereses de la empresa del Acero, y toda, como un solo hombre, puso el peso de su poderío económico y político, para privar a la clase trabajadora de su derecho constitucional de huelga. Si la clase obrera unida no hubiera opuesto al frente patronal la fuerza incontrastable de su unidad y de su combatividad, la clase patronal unida y con alta conciencia de sus intereses de clase hubiera privado a los trabajadores de ese derecho que es clave para la lucha por el mejoramiento de sus condiciones de vida.
3° La Huelga General Progresiva se convirtió en una escuela práctica de la lucha huelguística para los trabajadores. La inmensa mayoría de las decenas de miles de obreros que se pusieron en huelga, que soportaron privaciones, sereno, lluvia, viento, polvo, sol, en el transcurso de la misma, jamás habían sabido prácticamente lo que era una huelga, y sólo habían oído o leído sobre ella. Muchos, gremios y sectores de industria no se creían capaces de organizar y desarrollar una huelga. Pero al incorporarse supieron lo que es ella, aprendieron a organizarla, a impulsarla y sostenerla. Es una experiencia valiosísima para los trabajadores salvadoreños que sin la huelga general hubieran necesitado meses y tal vez años para adquirirla. Experiencia que será de inapreciable valor cuando a cada uno de estos sectores les corresponda usar esa gran arma de la lucha obrera en apoyo de sus demandas específicas.
4° La Huelga General fue la expresión más acusada del despertar combativo de la clase obrera salvadoreña en la lucha por sus demandas inmediatas, y fue un impresionante acontecimiento de lucha después de una trayectoria del movimiento sindical de más de veinte años de evidente pasividad.
5° Este gran acontecimiento elevó a niveles incalculables la confianza de la clase obrera en sus propias fuerzas. La pasividad, el terror, la legislación patronal y la orientación oportunista, legalista reformista de los dirigentes sindicales oficialistas habían hecho perder a muchos sectores obreros la confianza en que a través de la lucha son capaces de triunfar. La elevación de esa confianza propia es para la clase obrera uno de los factores mas importantes para emprender con decisión la lucha por sus derechos económicos sociales y políticos.
6° Al elevar la confianza en sí misma, la clase obrera elevó asimismo su moral combativa, esencial para las luchas decididas, audaces, estoicas, serenas y disciplinadas: moral que prepara a los trabajadores para el espíritu de sacrificio y para el heroísmo necesario para vencer en las grandes batallas de clase que conducen a la liberación definitiva. El triunfo de la Huelga General elevó aún mas la moral proletaria, y sentó premisas claras para nuevos avances del movimiento sindical en todos.. los aspectos: organizativo y reivindicativo.
7° Al incorporarse a la Huelga General, los trabajadores mostraron la disposición a defender sus derechos no sólo con los medios lentos, burocráticos, con frecuencia estériles y desfavorables, determinados por leyes patronales, sino también a hacer uso de todo medio posible al alcance del grado de organización y conciencia de clase. La clase trabajadora estuvo dispuesta a defender sus derechos INCLUSO POR LOS MEDIOS VIOLENTOS SI ERA NECESARIO. La disposición de los trabajadores el 17 de abril a derramar su sangre y a pagar cara la agresión a sus derechos, y la permanente disposición durante la huelga general a no permitir que ella pudiese ser rota por los rompehuelgas o los patronos fue inequívoca. Por eso el garrote, rudimentaria arma de defensa, se convirtió en el símbolo de que los trabajadores estaban dispuestos a defenderse no simplemente con las manos de la agresión a sus derechos, viniere de donde viniere: de los patronos o del gobierno. Esta disposición es un germen de la integral decisión que la clase obrera necesita para las luchas decisivas.
8° El triunfo de los trabajadores en la huelga general, ha sido una demostración clarísima para todos, de que sí la clase obrera está unida y decidida a luchar, logra la victoria inevitablemente.
9° La Huelga General mostró que la unidad de acción es no sólo posible sino necesaria frente a los planes y ataques de la patronal y del gobierno. Al iniciar la huelga del Acero muy poca gente creía que en el desarrollo de la misma se iba a poder llegar a la unidad entre las dos Centrales del país. La obtención del acuerdo de unidad de acción significó un clamoroso triunfo para la clase obrera salvadoreña, que sentó las bases para el triunfo final de esa batalla.
Para todos los trabajadores quedó muy claro que sin haberse logrado esa unidad de acción entre la FUSS y la C.G.S., la victoria contra la patronal unida no se habría logrado: esto mostró a los trabajadores la necesidad ineludible de la misma. El haberse logrado esa unidad de acción, ha mostrado también a todos los trabajadores, que dicha unidad no sólo es necesaria sino también posible, a pesar de todas las dificultades y diferencias. Esto ha sentado las premisas para fortalecer los esfuerzos, por la unidad. para obtener éxitos cada vez más significativos en ese camino.
10° La Huelga General mostró que la unidad de acción es posible obtenerla, aún cuando los dirigentes oficialistas u oportunistas no la quieran, toda vez que en las bases sindicales prenda la conciencia sobre la necesidad de la unidad. Si las bases se compenetran de esa necesidad, obligarán a los dirigentes oportunistas a llegar a ella, si es que no quieren quedarse irremediablemente aislados y abandonados por la masa de trabajadores que pretenden dirigir. Esa es la gran lección que aportó el proceso de esta lucha. Los dirigentes de la C.G.S. se opusieron con todas sus fuerzas a llegar a la unidad, y durante las primeras luchas no fue posible llegar a ella. Por ejemplo, durante la huelga de IUSA, de motoristas, de trabajadores del Aseo público pero, ante la presión de sus propias masas, cuando el conflicto de los trabajadores de acero llegó a un punto culminante, se vieron forzados a llegar a la unidad de acción y, debido a la actitud combativa de sus propias masas, perseveraron en la unidad hasta el final de la huelga general. Esta es una lección de primer orden, en un aspecto sumamente importante para las luchas del proletariado. Esto mostró también que la unidad se obtiene en el combate frente a la patronal y no en el frío parlamento.
11º. La concertación de la unidad de acción entre la FUSS y la C.G.S. y el desarrollo de la Huelga General Progresiva fue una comprobación evidente de la justeza y corrección de la línea de unidad que consecuentemente proclama y lleva a la práctica la FUSS. La práctica invariable de esa línea de unidad, todos los días; la práctica de esa línea durante las huelgas de IUSA y Acero (que eran Sindicatos afiliados a la C.G.S.) hicieron madurar las condiciones para que fructificara la unidad de acción, y para que los mismos dirigentes de la C.G.S. que se han caracterizado por su claudicación vergonzosa en las luchas obreras, tuvieran que adoptar actitudes de combatividad y decisión necesarias para vencer en esta lucha. Esta es otra lección de gran importancia, valedera para futuras luchas de la clase trabajadora. La FUSS ha llevado a cabo la lucha por la unidad propiciando consecuentemente las acciones unidas frente a la clase patronal, y al mismo tiempo, combatiendo sin descanso en el terreno ideológico todas las inconsecuencias, claudicaciones y traiciones de la dirección de la C.G.S. Eso ha ido educando a las propias bases de esta organización. Los resultados han demostrado cuán correcta es la orientación que sigue la FUSS en el terreno de las alianzas, al aplicar el principio dialéctico de UNIDAD CON LUCHA, UNIDAD frente a la clase patronal, LUCHA ideológica frente a la claudicación y el oportunismo.
12° La Huelga General hizo resaltar un nuevo rasgo de elevado sentido de solidaridad de los trabajadores: los millares de trabajadores se fueron a la huelga no por las propias demandas de cada sector, no por aumentos de salarios propios.. ni por otras prestaciones laborales para cada uno de los trabajadores en huelga, sino por el sublime objetivo de hacer triunfar en sus justas demandas a otros compañeros lejanos que se encontraban bajo el embate de la clase patronal; y por el alto objetivo de toda la clase obrera, de defender y reafirmar su constitucional derecho a huelga. Ni un sólo centavo de aumento, ni una sola ventaja personal o de grupo perseguían los trabajadores que se incorporaron a la huelga general. Todo gremialismo, toda estrechez y egoísmo fue hecho a un lado para propiciar la victoria de estos dos objetivos. Y los trabajadores se comportaron admirablemente, arrojándose a la lucha con toda la decisión y el entusiasmo, con toda la disciplina y la organización, con el más alto espíritu de sacrificio, como si estuviera luchando cada uno por las propias demandas inmediatas de los trabajadores de cada empresa. No les arredraron las amenazas de los patronos, ni la posibilidad de perder el trabajo, o de perder prestaciones. Ese elevado sentido de solidaridad de clase ha sido una enorme lección que el proletariado ha dado a toda la sociedad salvadoreña.
13° La Huelga General mostró cómo la unidad y la firmeza de la clase obrera en sus luchas es capaz de agudizar las contradicciones internas en el seno de las clases dominantes y en el interior del gobierno de éstas. El distanciamiento entre el presidente Rivera y los dirigentes sindicales oficialistas -reflejo de contradicciones en el seno del partido de gobierno y de contradicciones entre los equipos gobernantes entrante y saliente- así como los desajustes que aparecieron a última hora entre la empresa y los mediadores del gobierno y entre la empresa de Acero y algunos importantes integrantes de la ASI, muestra que las condiciones internas de la clase dominante como resultado de ello, sus vacilaciones, pueden agudizarse notablemente en determinadas coyunturas políticas, si la clase obrera mantiene y acrecienta la unidad y la firmeza en la lucha.
14° Al mismo tiempo, este acontecimiento mostró de parte de lo trabajadores, un adecuado aprovechamiento en favor de sus objetivos de la coyuntura política de las contradicciones en el seno de las clases dominantes y de su gobierno. y de las condiciones creadas con su unidad.
15° Con las huelgas anteriores, la del Acero y como resultado de la Huelga General, la legislación laboral-patronal fue de hecho lanzada al cesto de la basura. Lamentándose de ello, los mismos patronos y el gobierno han calificado de “inoperante” al Código de Trabajo. Este, inevitablemente tiene que ser cambiado. Indudablemente, los patronos tratarán de que se promulgue un Código de Trabajo igual o peor, adornado con fraseología engañosa; pero los trabajadores, haciendo honor a la voluntad demostrada durante la Huelga General, debemos estar dispuestos a que esa voluntad sea reflejada en una nueva legislación laboral democrática y no reaccionaria y patronal.
16° La Huelga General Progresiva convirtió en cadáver político al Ministro de Trabajo que había tratado de aplastar la huelga de los trabajadores del Acero. Al final de la huelga, dicho funcionario era el cadáver de ministro, que tenía sus días contados en dicho puesto, por lo que ya no era necesario seguir luchando por su destitución. Con él quedaban clamorosamente condenados por los trabajadores los métodos patronales de dirigir el Ministerio de Trabajo. La suerte de este Ministro es una advertencia categórica para sus sucesores, si éstos siguen -como es casi seguro- la indignante política patronal y antiobrera.
17° Uno de los resultados de la Huelga General Progresiva fue haber alcanzado la victoria rotunda de los trabajadores del Acero en sus justas peticiones. Es indudable que sin ese gran movimiento los trabajadores del Acero hubieran sido aplastados por la poderosa conjunción de fuerzas integradas por los patronos y el gobierno y toda la reacción interna y externa. Sólo con la Huelga General se pudo crear tal correlación de fuerzas, que hizo posible la victoria de la huelga del Acero.
18° La Huelga General fue. por sí misma. la clamorosa reafirmación del derecho constitucional de huelga de los trabajadores salvadoreños. La clase patronal fue derrotada rotundamente en ese esfuerzo clave por privar durante todo un periodo a la clase trabajadora de ese esencial derecho que está consagrado por la Constitución, pero prácticamente negado por el Código de Trabajo patronal. Esta ha sido una gran victoria del movimiento sindical salvadoreño en esta etapa de sus luchas.
19° La marcha triunfal de la Huelga General significó el estrepitoso fracaso de la asquerosa traición a la unidad sindical y a la lucha del proletariado salvadoreño, llevada a cabo en forma activa y provocadora por los nuevos instrumentos del gobierno de Rivera en el movimiento sindical, encabezados por Barrios Amaya, que mordieron el polvo frente a la unidad y determinación de los trabajadores a defender sus derechos constitucionales y hacer triunfar a los trabajadores del Acero. La derrota de los esfuerzos de este grupo, allanó el camino para el triunfo final. Este será un gran factor de educación ideológica para los trabajadores salvadoreños, experimentado en el fragor de la lucha contra los patronos y contra las peligrosas maniobras del gobierno.
20° El triunfo de la Huelga General significó también el fracaso de las sucias armas del anticomunismo a que recurrió Rivera y la clase patronal en sus desesperados esfuerzos por romper la unidad del movimiento sindical. Esto demuestra que cuando los trabajadores están firmes y conscientes en la defensa de sus derechos y sólidamente unificados, los perversos ataques del anticomunismo fracasan en sus objetivos de sembrar el temor, la confusión y la división, y tienen como resultado el acrecentamiento de la indignación y del espíritu combativo de los trabajadores.
21º. Durante la Huelga General se mostró el sólido apoyo del pueblo y especialmente de los sectores democráticos organizados hacia la clase obrera. La ayuda de los estudiantes, mujeres, jóvenes, pequeños comerciantes, etc., estableció una alianza militante entre estos sectores; garantía indiscutible de futuros triunfos de las fuerzas democráticas en sus luchas generales de la democracia, el progreso y la independencia nacional. La huelga general causó gran efervescencia en todo el país y elevó la combatividad de todo el pueblo.
22° Estas jornadas han mostrado que la clase trabajadora es poderoso baluarte del movimiento democrático del país, del progreso y de la liberación nacional.
23° Estas jornadas han mostrado con toda claridad que la clase obrera es la clase motora y determinante de las sociedad salvadoreña; determinante en la producción y que será la determinante en los cambios revolucionarios profundos que en la estructura y superestructura del Estado Salvadoreño son necesarios y urgentes.
24° Es preciso indicar también que las huelgas habidas durante el presente año, que culminaron con la Huelga General Progresiva, han mostrado -a despecho de lo que tratan de demostrar los escritores reaccionarios y patronales- que las huelgas son altamente beneficiosas para el país, para su economía y para el bienestar de sus habitantes. porque determinan la elevación del nivel de vida de las mayorías trabajadoras, mejoran relativamente la dura situación económica de la familia trabajadora y. en consecuencia, elevan su capacidad de compra, con lo que se amplía el mercado interno y por tanto crean condiciones para la ampliación de la industria y de la producción en general. Esto propicia el terreno para el progreso y el desarrollo económico nacional.
En ese sentido, la huelga es un arma altamente patriótica de los trabajadores que, al luchar por sus derechos y por el mejoramiento de sus condiciones de vida, mejoran la dura situación actual de las grandes mayorías de la población de nuestra Patria.
Estas son las conclusiones principales, aunque no las únicas, que se extraen de esa gloriosa jornada de la Huelga General Progresiva, que ha pasado a ser ya una de las páginas más brillantes del movimiento Sindical de El Salvador.
Con la confianza puesta en sus propias fuerzas, mediante la unidad y la lucha persistente por sus derechos y por los altos objetivos del pueblo, la clase trabajadora indudablemente alcanzará las más grandes victorias en el futuro...
ADELANTE...!
San Salvador, 6 de Agosto de 1967.
San Salvador, 6 de Agosto de 1967.
FSR-COESS-MOESS.
5 DE AGOSTO 2014.
5 DE AGOSTO 2014.
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